Amor... Amistad... Miedo... Deseo... Soy Catalina Suárez, una gordita muy peculiar, con una enfermedad que no tiene cura y esa información es su mayor secreto. Se enamora del chico popular y con el cual construyó una amistad inquebrantable. Dylan Miller, un prodigio de la música y quien se enamora de su amiga, pero no lo reconoce hasta que estuvo a punto de perderla de por vida. Un joven lleno de conflictos que encuentra en la familia de su mejor amiga, su salvación. Dos corazones que nacieron para ser uno. Una amistad que nos enseña el verdadero significado de una relación con derechos. Sin embargo, ¿Qué pasaría si para mantenerla con vida debe convertirse en el ser más odiado?
Escuchaba el llanto de mi madre, el sonido emitido por las máquinas que te ponen cuando llegas a una clínica por causa de una enfermedad de la que no se tiene registro, por ende, era ratón de laboratorio. Mi condición solo la sabia mi familia y quien se decía ser, dizque mi mejor amigo. Era irónico, se suponía que él era la persona más importante, me había salvado dos veces la vida.
Por su culpa y gracias a las fuertes emociones fui internada en tres ocasiones. Una causada por mi padre, las otras dos por quien hasta ayer era el amor de mi vida, mi supuesto mejor amigo.
Las palabras de mamá me hacían reaccionar. Lo dicho hizo corto circuito en mi cabeza, no debería ser así, pero era la realidad. Reaccioné porque no quería verlo, no quería que ese ser tan mezquino, manipulador, egocéntrico, cruel, sin sentimiento, embustero, vuelva a permanecer a un metro de distancia.
-Catalina, hija. -Se limpió la nariz-. Reacciona, ¡voy a llamar a Dylan!, él siempre te hace volver.
-Ni se te ocurra.
Susurré sin importar el dolor en la garganta, después de un episodio como los experimentados; la garganta siempre me quedaba ardiendo, como si la tuviera en carne viva.
» Escúchame mami, si en verdad me amas no lo llames, ni a los que se decían ser mis amigos, ya no sé en quién confiar, aunque...
-¿Qué pasó en el paseo, Catalina?
-¡Oh! Mami, ¿me amas?
Sus ojos hinchados deberían ser una respuesta, pero no lo era, hoy necesitaba tanto dichas palabras, escuchar lo importante que era para las personas a mi alrededor.
-Amor, eres la razón de mi existencia, eres lo único importante en esta vida. Mis hijos son la razón por la cual este cuerpo se enfrente a los problemas. Sin ti pequeña, simplemente moriría. Te amo Cata, doy cada órgano del cuerpo con tal de verte sonriendo.
-Gracias. Entonces, no preguntes, te suplico, no llames a Dylan ni a ninguno de mis supuestos amigos. Betty, Lucas... No, mejor no lo hagas. No hasta salir de la cirugía, ellos no merecen agobiarse.
-¿Prometes que me contarás?, sé las rabietas por las que te hace pasar la cabeza dura de tu amigo, pero también sé lo valiosa que eres para él. Lo resolverán, su amistad son de esas relaciones que ya no existen.
-Debo tener tranquilidad, no fue fácil tomar la decisión.
-Hablando de eso, el doctor Robinson tiene una teoría. -En la clínica se refiere a Rafael como doctor-. Tu gordura no ayuda, por eso decidimos quitarte esos kilos y luego debes someterte a una estricta dieta, ¡oh!, Cata, ten eso presente. Deberás hacer ejercicio y tendrás que adorar los gimnasios. Si te ayudan a controlar la grasa no volverás a vomitar la sangre acumulada en el estómago.
Diga lo que diga, el corazón me dolía, las palabras de Dylan en esa grabación carcomían mi alma.
» Será algo dolorosa la recuperación.
-¡Oh! Mami, cuando lleguemos a Montería prefiero meterme a una academia de baile, la carrera ayudará con eso, y bueno también ingresaré a un gimnasio... Tal vez sí me veo diferente...
-¿De qué hablas, hija? Lo del baile me parece bien, siempre te ha gustado, por ser rellenita no te animabas. -miré la sabana sobre la bata. Comencé a arreglarla, se veía añuñia.
-Ayúdame a arreglarla, la tengo toda embolá.
-Catalina Suárez. -Ñerda, su tono era de advertencia.
-Despertó mi paciente favorita. -Salvada por la campana.
-¡Ira!, querrá decir su conejillo de indias -comenté, el doctor sonrió negando.
-No eres eso, aunque confieso, la enfermedad es un reto para mí.
A la mitad de sus cuarenta años se veía muy bien, era grandote como la mayoría de los gringos. Hacía cinco años estaba en sus manos, desde el primer episodio con la enfermedad bautizada como «Enfermedad Páez», le dieron ese nombre por ser genético por parte de madre. Hasta ahí sabemos. Todo por los estudios a los que me habían sometido no decían nada más.
» Despídete de mamá, deben prepararte. Todo saldrá bien, hija. Gracias al de arriba tu estómago se encuentra desocupado de sangre, la eliminaste y eso nos facilita la intervención.
» Lo ocurrido nos ayudó Catalina. Contigo aprendí a creer en un ser Superior, tú eres un milagro.
Esa vaina sonó bonita cuando otra persona la dice, ni siquiera saben lo horrible que era sentir el desprecio de la gente. O en mi caso... una humillación.
-Hija, que Dios te proteja. -Mamá me echó la bendición-. Hablaré con tus abuelos, las cosas las enviaré como estaban acordadas. Después de esta operación, nos radicamos de nuevo en Montería. Ya es tiempo de dejar las tierras extranjeras. -¡Por mí, vámonos ya! Quise gritar, la mirada de Rafael con mi madre era de tristeza.
-No te preocupes Catalina, todo saldrá bien.
Dijo el otro doctor, que ingresó a buscarme. Le apreté las manos a los dos adultos, que eran importantes en mi vida. Dicen que los médicos no debían involucrarse con los pacientes, pero el doctor Robinson lo hizo, sí que lo hizo. Me veía como a una hija, a papá le dio en varias ocasiones algo de celos por la manera en cómo él se quedaba mirando a la señora bonita, porque eso si tengo y con orgullo lo digo, mi madre era preciosa, toda una sabanera.
-No quiero que nadie sepa. -Nos miramos-. Les juro contarles todo después, solo no contesten las llamadas por parte de él, tampoco las de su abuela.
-Entendido. Por favor, mientras esperas, acuérdate de las cosas bonitas vividas con tus amigos, con nosotros, nútrete de esos momentos inolvidables. Es lo que sueles decir.
Se quedó en el pasillo al lado del doctor mientras unas enfermeras y el médico que vino por mí arrastraron la camilla hasta el lugar donde me prepararán. Lo que me iban a hacer no era la especialización del doctor Robinson, él asistirá, pero el encargado será un cirujano plástico.
-Todo saldrá muy bien.
Comentó una de las enfermeras, llegué a una habitación fría, a los pocos minutos comenzaron a llegar varias personas, empezaron a conectarme a más aparatos. El doctor Robinson ingresó al sitio.
-Solo fueron mentiras, nada fue real.
Susurré. Lo único válido y real era mi madre, hermanos y a mis abuelos. Por ellos me aferraré a la vida, aunque no tenga el corazón, ya no tenía nada.
-Lo que dijo tu madre es importante, aférrate a los recuerdos bonitos. -Recordar significa llorar-. Eres una joven de dieciocho años con una vida por delante, vamos Catalina, demostrémosle al mundo la fuerza que tienes.
-Gracias. Te quiero. -sentí un beso en mi frente. Ingresó el anestesiólogo, me pusieron una máscara de oxígeno.
Recordar los buenos momentos vividos para aferrarme a la vida, no, no quiero eso, pero si recordaré todo para descubrir las mentiras, recordar para no cometer de nuevo la estupidez de creer que tenía amigos.
Ahora todo era tan claro, comprendí las burlas, los cuchicheos, las excusas... todo fue por interés. Grábate todo muy bien Catalina Suárez, si te piden recordar, hazlo, detecta las burlas y sobre todo las mentiras de él.
-Recuerda las cosas bonitas. -susurró el anestesiólogo.
-No serán bonitas. -dije-. Pero le aseguro que servirán para no volver a ser una idiota.
-Noto algo de rabia. -comentó el doctor Robinson-. Catalina no eres esa clase de niña resentida, al contrario. Eres muy optimista y risueña, si ayer vomitaste sangre, es porque algo malo debió pasarte. Esa es otra de las características detectadas en tu enfermedad.
La intervención, era con la finalidad de quitarme todos los mondongos, y la bolsa que se llena en mi estomagó de sangre. Pesaba demasiado.
» Dale gracias a esa persona, él fue quien logró el que hoy pudiéramos iniciar el ciclo de operaciones. Él te ayudó a expulsar la sangre acumulada, te salvó la vida.
Eso era la gran ironía, porque esa misma persona fue la que ayer me arrancó el corazón. Rafael me vio por un momento y poco a poco iba quedando dormida, dio unas instrucciones mientras regresaba diez años atrás...
Dos historias de amor entrelazados por la amistad. Corazones para restaurar, intensiones de enseñar a confiar, de aprender a amar, porque la vida se trata de crecer, de restaurar, de pedir perdón, de entregar perdón y de perdonarnos a nosotros mismos, porque no somos perfectos. Santos Domínguez un hombre marcado por el pasado, y eso hizo que no confiara en nadie más que en las personas que estuvieron a su lado en su secuestro. No cree en el amor, solo disfruta del placer de las mujeres, y tampoco engaña, ellas saben que lo único que puede ofrecer... Es un par de horas en una cama. María Constanza Abdala desde que lo vio de nuevo decretó que sería suyo, aunque todos le digan; «es mayor y no mires a Santos Domínguez». Pero en silencio le fue imposible ocultar la atracción y cayó ante ese enigmático seductor sin importar la diferencia de años entre ellos. Guillermo Guzmán a su edad adulta no lograba encausar de nuevo sus sentimientos. El tiempo le recordaba siempre la misma mujer del pasado. A pesar de haber terminado porque el amor se acabó... Sin embargo, todo en él cambió cuando le llegó una invitación para una boda y ahí comprendió que él era historia en su vida. Natalia Salamanca, le costó superar esa tarde cuando le dijo que ya no sentía lo mismo y había dejado de amarla, cayó en una gran soledad y tardó en superar ese fracaso. Ahora se encuentra con la ilusión de formar un hogar... Ya no podía quedarse en el pasado, él continuó su vida, ella debía realizar la suya.
Es imposible no acordarme a diario de ella. Desde que estamos de nuevo en el mismo círculo de amistades ha vuelto a ser mi anhelo, a ser esa Brisa fresca que alegra mi mañana, la misma que se agradece en una tarde calurosa. Eso es, sin duda alguna, Blanca Varela en mi alma. No es fácil verla feliz en su matrimonio. Y para mi desgracia, a su lado se encuentra un hombre que la ama de la misma manera en que yo lo hago. Ya no viene al caso aclarar esos hechos del pasado. Pero duele verla y no tenerla, siento celos cuando no debo, me aferro a toda mi cordura para no arrancarle las manos al hombre que tiene todos los derechos sobre su cuerpo Yo solo me puedo conformar con tenerla en sueños. No solo por mi pasado iré al infierno, sino también por desear tanto la mujer del prójimo.
Cargar con un oscuro pasado trae consecuencias, en algunos casos vergüenza. Quise ocultar el sol con un dedo e ignoré todos los consejos que me dieron las personas que me aprecian y perdí lo que más he amado en mi vida, perdí a mi salvación. No hay nada oculto entre el cielo y la tierra… no solo son palabras sabias, es una realidad. La vida me ha dejado en claro que no puedes levantar vigas solidas si lo haces en cimientos quebrados. Por eso debes aprender a caminar aceptando tus errores, ocultarnos solo te hace bajar la cabeza. Siento tanta vergüenza por mi pasado, que preferí ocultarlo y cuando ya no pude más, estaba envuelta en una red de mentiras que me ahogó por completo. Opté por el camino fácil y terminé dañando al hombre que adoro con el alma, avergoncé a mis padres y no tuve valor para mirar la decepción que debí causarle a mi hermana María Joaquina, lo que tanto temía salió a luz, ahora soy la decepción de la familia L’Charme Novoa y el error de José Eduardo Villalobos Daza. Ahora no sé si es mejor alejarnos… ¿Podrá el amor superar un terrible pasado?
Se dice que debemos sufrir en nuestro linaje cuando volvamos a coincidir en el mismo tiempo. Pero conmigo no será así, seré el primer portador de la sangre del universo que romperá ese lineamiento. Tenemos el conocimiento y la tecnología a favor, puedo cambiar nuestro destino. Por alguna razón era la encarnación más fuerte; mi padre y mi tío me entrenaron para ello. El camino fue trazado por la dinastía D’Montecarlos, no habrá errores. ¿Qué puede cambiar? Nada… solo esperar a que mi futura esposa vuelva a reencarnar. En esta historia no se puede dar nada por sentado, siempre habrá cambios y no sabes a quien encontrarás en el camino para hacerte cambiar tus propósitos. La vida, como en la naturaleza nada era seguro, el cambio era eminente y más cuando por décadas ella nos lo viene avisando. No se puede olvidar, que no solo nosotros realizamos cambios. El mal también lo hizo… y siempre se debe tener en cuenta que el universo se conspira a sí mismo para cumplir su promesa de proteger a la madre tierra. Segunda entrega de la saga Necesitamos el quinto elemento, la madre tierra reencarna para preparar el camino para el cambio del planeta y él encarna para protegerla… Siempre para cuidarla. Porque algo si no había cambiado, su amor, ese que por siglos han venido disfrutando.
Hay momentos en la vida en donde pierdes criterio de tus ideales y valores, por muy maquiavélico que parezca olvidas el futuro que habías imaginado con esa persona importante en tu vida. Creo que todo ser humano tiene un pasado que lamentar, momentos para levantar y otros para olvidar. En mi caso por caer en la monotonía creí que no te amaba y por esa mentira creada en mi subconsciente te perdí. No tengo a quien culpar más que a mi mismo y por más que en silencio mi alma le grita a la tuya lo mucho que me arrepiento, es evidente que tu lejanía solo me confirma que no te importo o, por el contrario, no me has olvidado y prefieres poner kilómetros entre nosotros y vivir caminos separados. Espero y anhelo poder tener la oportunidad de pedirte perdón algún día, deseo que hayas alcanzado la felicidad, esa que yo perdí y solo con los meses me di cuenta. Es muy duro ser el culpable de tu desdicha, solo espero que donde quieras que te encuentres Belleza… Me perdones.
¿Un matrimonio por obligación? No estamos en la época victoriana donde el hombre debe cumplir por robarle la virtud a una mujer. No, ya no estamos en ese tiempo, entonces ¿por qué nos casamos?, lo cierto es que tenemos un matrimonio envuelto en intrigas, celos y venganza. Todo eso son motivos para que no haya cabida al amor… o tal vez, es un medio extraño para que crezca… María Joaquina no lo quiere volverlo a ver, no soporta un desprecio más a su integridad… por todo lo vivido no quería salvar su matrimonio. César Luis no quiere perder lo único importante que siempre ha tenido; su familia, aunque no supo demostrarlo al inicio y permitió que los celos destruyeran su matrimonio. Ahora que ella ha regresado serán la familia que siempre debieron ser, la que soñaron desde que eran jóvenes. Dos almas gemelas que, por intrigas, malos entendidos, suposiciones y orgullo arruinaron nueve años de sus vidas hasta el punto de llegar a ignorarse. Los celos ciegan, las intrigas destruyen y el amor, … Sana. ¿Será suficiente el compromiso y amor para restaurar una relación?
Sabrina tardó tres años enteros en darse cuenta de que su marido, Tyrone, era el hombre más despiadado e indiferente que jamás había conocido. Él nunca le sonrió y mucho menos la trató como a su esposa. Para empeorar las cosas, el regreso del primer amor del hombre no le trajo a Sabrina nada más que los papeles del divorcio. Con la esperanza de que todavía hubiera una posibilidad de salvar su matrimonio, le preguntó: "Tyrone, aún te divorciarías de mí si te dijera que estoy embarazada?". "¡Sí!", él respondió. Al comprender que ella no significaba nada para él, Sabrina finalmente se rindió. Firmó el acuerdo de divorcio mientras yacía en su lecho de enferma con el corazón hecho pedazos. Sorprendentemente, ese no fue el final para la pareja. Fue como si Tyrone despejara la mente después de firmar el acuerdo de divorcio. El hombre que alguna vez fue tan desalmado se arrastró junto a su cama y le suplicó: "Sabrina, cometí un gran error. Por favor, no te divorcies de mí. Te prometo que voy a cambiar". Sabrina sonrió débilmente, sin saber qué hacer…
Se suponía que mi matrimonio con Mathias me haría la mujer más feliz del mundo. Aunque sabía que él no me amaba, pensé que se enamoraría de mí una vez que lo colmara de amor. Ya pasaron cinco años y Mathias me trataba como a una cualquiera. Para colmo, conoció a su verdadero amor y cortó todos los lazos conmigo por culpa de ella. Él la presentó a todo el mundo; algo que nunca hizo por mí. Su infidelidad me llevó a la depresión. Me sentía totalmente destrozada. Tristemente, incluso en mi lecho de muerte, mi supuesto marido nunca apareció. Cuando volví a abrir los ojos, sabía que el destino me había dado una segunda oportunidad. Yo todavía era la esposa de Mathias y pasamos dos meses antes de que conociera a su verdadero amor. En esta vida, me negué a que él volviera a lastimarme. Consciente del gran error de mi antigua yo, le pedí el divorcio. Mathias rompió los papeles del divorcio una y otra vez y al mismo tiempo me encerró. "¡Rylie, deja de hacer estupideces! ¡Hacerte la difícil no me funciona!". Para demostrarle que hablaba muy en serio, seguí adelante y solicité a la justicia. Finalmente entró en pánico. Abandonó a la "mujer de sus sueños" y se arrastró a mi lado. "Por favor, dame una segunda oportunidad, Rylie. Te prometo amarte con todo mi corazón. Serás la única mujer en mi corazón de ahora en adelante. No me dejes, ¿de acuerdo?". Una guerra estalló en mi mente. Por un lado, no quería que me hicieran daño otra vez. Pero, por otro lado, no quería dejar ir al hombre que amaba tanto. ¡¿Qué debo hacer?!
Rena se acostó con Waylen una noche cuando estaba borracha. Y como ella necesitaba su ayuda mientras él se sentía atraído por su belleza juvenil, lo que se suponía que sería una aventura de una noche se convirtió en algo más. Todo iba bien hasta que Rena descubrió que el corazón de Waylen pertenecía a otra mujer. Cuando esa mujer regresó, dejó de volver a casa, dejándola sola por muchas noches. Finalmente, un día, la pobre chica recibió un cheque y unas palabras de despedida. Para sorpresa de Waylen, Rena solo sonrió y dijo: "Fue divertido mientras estuvimos juntos, Waylen. Pero espero que no nos volvamos a ver nunca más. Que tengas una buena vida". Sin embargo, por voluntad del destino, los dos se volvieron a encontrar. Al ver que Rena tenía a otro hombre a su lado, los ojos de Waylen ardieron de celos y gritó: "¿Cómo diablos lograste seguir adelante? ¡Pensé que solo me amabas a mí!". "¡Es pasado!", Rena se burló, "hay demasiados hombres en este mundo, Waylen. Además, tú fuiste quien pidió la ruptura. Ahora, si quieres salir conmigo, tendrás que hacer cola". Al día siguiente, Rena recibió un anillo de diamantes y un mensaje del banco de que alguien había transferido miles de millones a su cuenta. Waylen apareció, se arrodilló frente a ella y dijo: "¿Puedo saltarme la fila, Rena? Todavía te quiero".
Ella cayó en la trampa que la tendieron su prometido y su mejor amiga. Lo perdió todo y murió en la calle. Sin embargo, ella renació. En el momento en que abrió los ojos, su esposo estaba tratando de estrangularla. Afortunadamente, ella sobrevivió a eso. Firmó el acuerdo de divorcio sin vacilación. La joven estaba lista para su miserable vida. Para su sorpresa, su madre en esta vida le dejó una gran cantidad de dinero. Ella dio la vuelta a las tornas y se vengó. Todo le salió bien cuando su ex marido apareció en su vida.
Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. La mujer que Pierce nunca podría olvidar incluso si ya hubiera acordado casarse con Kelly. *** Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. *** Dado que su amistad se había convertido en una jaula, Kelly decidió dejarlo en libertad, así como a la miserable misma. Pero ¿por qué entonces fue Pierce quien se negó a seguir adelante? Para empeorar las cosas, su diabólico hermanastro también intervino de manera dominante al mismo tiempo, pidiéndole que fuera suya. *** ¿Su príncipe azul contra su hermanastro diabólico? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio?
Ella cayó en la trampa de su hermana y tuvo una aventura de una noche, y, peor aún, se quedó embarazada. Cuatro años después, cuando regresó con su hijo, un caballero encantador apareció en su vida. Desde el momento en que ella lo vio, le pareció familiar, pero no encontró la razón hasta que vio a su hijo junto a él.