¿Qué pasaría si el chico que arruinó tu vida ahora es el CEO de la empresa donde trabajas? Adelaida, una chica con curvas, tímida y solitaria, ha tenido una adolescencia difícil ya que en el colegio recibió muchas burlas y bullying por su peso. Pero por fin su vida adulta va por buen camino, tiene un buen trabajo y ya ha hecho las paces con su apariencia. Hasta que aparece el nuevo CEO: Brandon Clark. No solo es su amigo de la infancia y de su familia, su primer crush... sino el hombre que atormentó su adolescencia, y más atractivo que nunca Ella lo adoraba desde que era niña y cuando creció supo que estaba completamente enamorada de él, pero el rompió su corazón en pedazos y gracias a sus palabras por años recibió burlas, haciendo tambalear su autoestima. Sus curvas y su físico eran motivo de risas. Y su mundo se vino abajo, fue el hazmerreír de la escuela por años. Pero ahora Brandon regresa como su jefe y parece tener otras intenciones con Adelaida, quiere que trabajen juntos y usará su nuevo rol para lograrlo. ¿Cuáles son sus intenciones después de tanto tiempo? Esta obra está registrada. Reservados todos los derechos. No se permite la reproducción total o parcial de esta obra, ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio (electrónico, mecánico, fotocopia, grabación u otros) sin autorización previa y por escrito de los titulares del copyright. La infracción de dichos derechos puede constituir un delito contra la propiedad intelectual.
-Que bien te ves querida...¡Realmente muy bien!- dice mi mamá ojeando mi atuendo de esta mañana, viéndome de arriba a abajo. No es que yo traiga nada del otro mundo, un pantalón negro de tiro alto, con una blusa verde brillante y un blazer negro. Si no eres flaca como un espagueti como yo, ni alta, ni esbelta, ni una modelo de pasarela o de redes sociales, eres de las mías y sabes que el color negro es tu mejor amigo desde que eres una adolescente. Quizás hasta desde antes. O cualquier color oscuro básicamente. Y el verde creo que combina con mi cabello castaño, abundante y algo ondulado.
Me gusta pensar que también con mi piel morena clara.
-Ahh sii. Gracias mamá... mi jefe me llamó que tenemos, hoy finalmente es la presentación del nuevo director de la empresa, el nuevo CEO. Fue un cambio repentino, la empresa donde trabajo fue recientemente adquirida por otra más grande y más importante... así que, hice mi mayor esfuerzo... tú sabes para dar una buena impresión- contesto mientras me preparo para salir. Pasé el fin de semana en casa de mi madre y ya quiero salir. Ella me mira con una amplia sonrisa iluminada con su cabello rojizo perfectamente pintado y estilizado, además de su maquillaje matutino.
-Linda... te ves muy linda mi Ady ¡Incluso parece que tuvieras varias libras menos! ¿No es maravilloso? Sigue haciendo lo que haces, creo que incluso con un poco de esfuerzo podrías perder unos buenos kilos ¿Tienes idea de lo hermosa que te verías? ¡Con la cara hermosa que tienes! Siempre te he dicho que eres muy linda, pero serías despampanante si bajaras esos kilos que tienes de más- dice a modo de halago, para luego verme con cierta preocupación la forma en que mis pantalones se pegan a mis caderas y mi trasero.
Mi madre insiste de vez en cuando que me quede en su casa, afortunadamente mi hermana no estaba hoy, pero le doy la mejor sonrisa que puedo y ya quiero salir lo antes posible de aquí. Ese tipo de halagos no me ayudan, sino que me hacen sentir mal, y las miradas que me da ni les cuento. Ella vive en una dieta, al igual que mi hermana, y son naturalmente esbeltas, flacas como palos... no es mi caso. Para nada. Soy una mujer con piernas anchas, torso ancho, brazos anchos, pecho, cadera y trasero en abundancia. No le digo nada, pero la verdad es que no estoy haciendo ninguna dieta. Hace rato me dejé de esas cosas. No tiene sentido, por más que haga lo que haga sigo sin adelgazar. Y mi madre no parece aceptar que somos muy diferentes, de personalidad y de tipo de cuerpo.
-Ah y querida... recuerda que comienzan los preparativos para la boda de Annie. Los Clark no solo invitaron a tu hermana Fernanda, sino que amablemente nos incluyeron en su lista, ¡incluso a ti! ¿No son maravillosos? Son gente con dinero, pero muy gentiles, realmente muy gentiles. Y no solo a la boda ¿ok? Si no que cuando digo preparativos son muchas muuuuchas cosas, eventos brunchs y demás cosas de ricos. ¿Acaso no es fantástico?- dice con obvia admiración, juntando sus manos con inmenso placer. Cada vez que habla de ellos hace que mi estómago se revuelva, los tiene en un pedestal. Si solo ella supiera...
Yo doy otra sonrisa fingida y voy directo a mi auto, despidiéndome lo más rápido que puedo de ella. Sé que ella no dice las cosas con mala intención... pero aunque trato lo más posible, sin duda me afectan. No lo puedo evitar, y créanme que he intentado de todo, pero es más fuerte que yo.
Ohhh la boda de Annie, lo había olvidado completamente. Annie Clark es la mejor amiga de mi hermana Fernanda y si me preguntan francamente no sé como aún son amigas. Mi hermana mayor es un personaje bastante centrado en sí mismo, egocéntrica, superficial y tiene la cabeza en un mundo ideal donde ella es una princesa. Por el contrario, Annie es la mujer más dulce del mundo, quizás algo inocente, adorable y siempre gentil.
En cambio, mi familia no es tan adinerada, mi madre tiene una pequeña peluquería y mi padre nos dejó hace ya mucho tiempo. Honestamente, poco pienso en él, era muy pequeña.
El problema con la boda de Annie, no es ella en sí, estaría encantada de celebrar con ella. El verdadero problema es que se me reavivan unos traumas. y es que... posiblemente venga su hermano y... no no.
Por eso, odio venir a casa de mi madre, salgo con miles inseguridades y mi mundo tranquilo se descompone: tengo que hacer cosas que no quiero hacer, tengo dudas sobre mi talla y básicamente mi rol en esta familia. Prefiero quedarme en mi pequeño departamento con mi compañera de cuarto Liz; ella es tranquila y comprensiva, siempre está dispuesta a escucharme y es amable, es de mis mejores amigas.
Me dirijo a mi trabajo, Atalant es una empresa grande que ofrece muchos servicios, pero en donde mi jefe hace poco empezó a crear una pequeña área de diseño para ofrecerlo a varios clientes. Fue lo que siempre me gustó estudiar, pero lamentablemente no pude. Digamos que estoy comenzando y como ellos necesitaban ayuda me contrataron, ya que vieron mis trabajos, aprendí un poco sola a manejar programas y estoy aprovechando para aprender. Quiero creer que soy buena, tengo creatividad y tengo muchas ganas de demostrar que puedo hacer las cosas bien.
¡Quizás este nuevo CEO traiga nuevos clientes y exista la oportunidad de que me destaque! Pienso entusiasmada, hay probabilidades de que me coloquen a cargo de uno de ellos, es una probabilidad remota, pero existe. Es lo que más deseo en el mundo. ¿Me pregunto cómo será este CEO? ¿Qué cambios traerá? ¿Serán buenas oportunidades? Seguro que es un viejo ricachón, pues para estar en ese puesto no creo que sea un hombre humilde. Debe ser alguien que tuvo realmente buenas oportunidades.
En cuanto llego a la oficina hay conmoción por el nuevo CEO. Incluso una de mis compañeras comentó que es bastante atractivo y por dentro sonrío. Tengo mucho tiempo sin novio, y mis ex parejas no han sido los más cariñosos y considerados del mundo. Mejor dicho, mis dos relaciones pasadas, no es que fueron muchas. Fueron bastante normales, el breve enamoramiento se acabó a los pocos días y... eso fue todo, pasamos a la rutina rápidamente. Creo que se conformaron, y luego se aburrieron de mí, lo usual supongo.
No es que yo piense que el nuevo CEO se vaya a fijar en mí. En lo absoluto. Soy soñadora, pero no tanto, me puedo morir de la risa de solo pensarlo.. Si si siempre dicen que para gustos están los colores y que a los hombres les gustan las mujeres con más carnes... en mi experiencia no es tan así.
Mi jefe Mike, está particularmente estresado con este cambio de directiva y organizó una reunión especial para que conozca nuestro equipo. Al parecer el CEO dijo que ya venía con nuevos clientes, así que es posible que salgamos con nuevos acuerdos hoy ¡Mejores noticias! Pienso. Es obvio que Mike quiere que todo salga perfecto. No sé muy bien por qué me invitó, no soy tan relevante, pero no me quejo. Quizás sea porque una de las diseñadoras con las que trabaja muy de cerca está embarazada y en poco tiempo va a estar por retiro de maternidad ¿Será mi oportunidad? Podría aprender más y además ayudarlos. Sería fantástico. Antes de entrar a la sala, él me hace un pedido.
--Adelaida... ¿Podrías sacar una copia del estudio de caso de nuestros clientes actuales? Algunas muestras para que el nuevo CEO vea lo que somos capaces de hacer... pero solo mejor, ¿ehh?- me dice con su voz firme, sin siquiera decirme hola. Es un hombre delgado y bajo, pero intimidante. Conmigo es más o menos agradable porque siempre estoy dispuesta a ayudar y aprender y me ofrezco a hacer lo que nadie quiere. Con mis demás compañeros es bastante rígido. Estoy acostumbrada a sus pedidos, así que voy a eso.
Por supuesto voy corriendo a mi computadora y comienzo a imprimir lo que me pidió. Por varios minutos corro de aquí para allá y me arrepiento de no colocarme unos zapatos más cómodos, mientras peleo con las impresoras que en estos momentos se ponen realmente insufribles. Siento que el blazer me da calor y estoy incómoda. Pero haciendo mi mejor esfuerzo lo tengo todo preparado y trato de acomodarme mi cabello que está en una cola de caballo alta, en un intento por resaltar mi cara y verme más alta, al menos eso dicen los expertos en imagen corporal.
Cuando me acerco a la sala veo que está cerrada y que algunos de mis compañeros están en sus puestos de trabajo, aún no han entrado en la sala. ¡Uff qué alegría! Pensé que había comenzado la reunión, debe haberse demorado, me sentía mal de dar la impresión de haber llegado tarde, ¡Sería pésima impresión!. Así que entro muy contenta por la puerta, sin tocar, cuando, de repente, me fijo en quien está sentado en la sala junto a mi jefe y con una sonrisa arrebatadora y se me va el alma del cuerpo.
Tiene un traje oscuro negro y una camisa blanca a la perfección. Su cabello rubio oscuro está perfectamente peinado y luce como un modelo de un millón de dólares. Me mira con esos ojos color miel que parecen guardar mil secretos.
-Hola Ady...- se dirige a mí de forma encantadora con una media sonrisa y yo me quedo tan en shock que uno de mis papeles impresos se caen en el piso. Es él... él está aquí en la sala de reunión, en mi trabajo, en mi reunión importante para la que nos estuvimos preparando por días... el dueño y señor de mis tormentos.
Hola hola!
Bienvenidos a esta historia y espero que les guste
¡Los leo!
Bso
Kika
¿El hombre que odias podría ser tu esposo? ¿Nada menos que un salvaje? Azaleia y Brock se odian desde el primer momento. Ella es una criada confundida como Duquesa, cuando cae el castillo Bousquet cae en medio de los enfrentamientos de la guerra, quedando ella como única sobreviviente entre los escombros. En medio de la desesperación es socorrida nada más y nada menos que por el temible y salvaje Brock Haggard y sus hombres. Brock es un hombre con sus propios demonios y sufrimientos, pero con fama de violento, saqueador y conquistador. Por ambición y por su seguridad, es obligada a casarse, figurando como posible candidato a Brock y esto parece una sentencia para Azaleia quien nunca pensó en casarse y menos con un hombre así, todo por un título que ni tiene. Para Brock, ella es una niña mimada, pero ese matrimonio lo convertiría en Duque teniendo un título superior al que alguna vez soñó… solo tendría que apoderarse y ser dueño de la joven chica. ¿Puede surgir el amor del odio? ¿Realmente él será un salvaje? Brock y Azaleia se verán envueltos en conspiraciones, una extraña profecía y ellos cambiarán el mundo donde viven. Esta obra está registrada. Reservados todos los derechos. No se permite la reproducción total o parcial de esta obra, ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio (electrónico, mecánico, fotocopia, grabación u otros) sin autorización previa y por escrito de los titulares del copyright. La infracción de dichos derechos puede constituir un delito contra la propiedad intelectual.
Durante los tres años de matrimonio, lo único que Alicia recibió de su marido, Erick, fue indiferencia y disgusto. Justo cuando algo despertó su esperanza de que Erick finalmente hubiera cambiado, descubrió que él tenía motivos ocultos. Tanto el amor como la paciencia tenían fecha de caducidad. Incapaz de soportarlo más, Alicia solicitó el divorcio. Erick la acorraló contra la pared y exclamó: "¿Quieres divorciarte de mí? ¡De ninguna manera!". Aun así, Alicia estaba decidida a cambiar. Comenzó su camino hacia el éxito y pronto atrajo a muchos admiradores, lo que enojó mucho a Erick. Un día volvió a ver a Alicia, que estaba con unos niños. Al ver la escena, actuó fuera de lugar: "Déjame ser su padre". Alicia puso los ojos en blanco. "No necesito su ayuda, Sr. Ellis. Puedo cuidar de ellos por mi cuenta". Sin embargo, Erick no aceptaría un "no" por respuesta...
Sabrina tardó tres años enteros en darse cuenta de que su marido, Tyrone, era el hombre más despiadado e indiferente que jamás había conocido. Él nunca le sonrió y mucho menos la trató como a su esposa. Para empeorar las cosas, el regreso del primer amor del hombre no le trajo a Sabrina nada más que los papeles del divorcio. Con la esperanza de que todavía hubiera una posibilidad de salvar su matrimonio, le preguntó: "Tyrone, aún te divorciarías de mí si te dijera que estoy embarazada?". "¡Sí!", él respondió. Al comprender que ella no significaba nada para él, Sabrina finalmente se rindió. Firmó el acuerdo de divorcio mientras yacía en su lecho de enferma con el corazón hecho pedazos. Sorprendentemente, ese no fue el final para la pareja. Fue como si Tyrone despejara la mente después de firmar el acuerdo de divorcio. El hombre que alguna vez fue tan desalmado se arrastró junto a su cama y le suplicó: "Sabrina, cometí un gran error. Por favor, no te divorcies de mí. Te prometo que voy a cambiar". Sabrina sonrió débilmente, sin saber qué hacer…
A veces el amor aparece de la manera más inesperada y en la forma de la persona menos pensada. Para Daniel, la vida a sus 40 años es una rutina entre sus tres hijos y su cargo de CEO de la empresa familiar. El fallecimiento de su esposa lo deja inmerso en la tristeza; creando, con el correr de los años, una coraza fría a su alrededor. Deanna tiene una vida normal, trabaja medio tiempo y estudia en la Universidad de Artes porque quiere lograr su sueño: cantar en la ópera. Solo le falta un año para terminar su carrera cuando su amigo Harry le pide ayuda desesperado. Una antigua regla familiar le impide casarse con su novia, la cual está embarazada. Para hacerlo, Daniel, su hermano, debe casarse primero. Para ayudarlo con su problema Daniel y Deanna acceden a fingir una relación y un matrimonio. Son tan opuestos que la atracción es inevitable. Él encuentra en ella la calidez que faltaba en su vida y Deanna el amor luego de una ruptura desastrosa. Finalmente, Daniel puede volver a tener una familia. Pero hay muchos intereses ocultos que buscan separarlos y alejarlos. El viaje es difícil, deben enfrentarse no solo a terceros que les complicaran las cosas, sino también a sus propios miedos e inseguridades. No es sencillo equilibrar 15 años de diferencia. Pero el corazón tiene razones que la misma razón nunca entenderá.
Amar y ser amada es lo que toda mujer sueña. Sin embargo, lo único que Debbie quería era el divorcio. Llevaba tres años casada con Carlos, un joven multimillonario a quien ni siquiera había visto la cara. Cuando por fin decidió poner fin a su irónico matrimonio e ir en busca de la felicidad verdadera, apareció su supuesto marido y le pidió que lo intentaran de nuevo. A partir de entonces, Carlos se sentía increíblemente atraído por el espíritu libre y salvaje de Debbie y se enamoró de ella. Él comenzaba a mimarla. Poco a poco, lo que había entre ellos se iba a convirtiéndose en una atracción irrefrenable. Esto es una extraordinaria historia de amor donde descubrirá que, a veces, el amor no está muy lejos de cada uno de nosotros.
Kaitlin se enamoró de Alan a primera vista, pero no consiguió conquistar su corazón ni siquiera después de tres años de matrimonio. Cuando su vida estaba en juego, él lloraba ante la tumba de su amada. Eso fue la gota que colmó el vaso. "Divorciémonos, Alan", dijo Kaitlin. Después del divorcio, Kaitlin prosperó en su nueva vida, ganando fama internacional como diseñadora. Recuperó la memoria y reivindicó su legítima identidad como heredera de un imperio joyero, al tiempo que asumía su nuevo papel como madre de dos preciosos gemelos. El pánico se apoderó de Alan cuando vio a los pretendientes alrededor de su exesposa. "Me equivoqué, cariño. Por favor, déjame ver a nuestros hijos", le suplicó Alan.
El día de su aniversario de boda, la amante de Joshua drogó a Alicia, que acabó en la cama de un desconocido. En una noche, Alicia perdió su inocencia, mientras la amante de Joshua llevaba a su hijo en el vientre. Desconsolada y humillada, Alicia pidió el divorcio, pero Joshua lo consideró una rabieta más. Cuando finalmente se separaron, ella se convirtió en una artista de renombre, admirada por todos. Consumido por el remordimiento, Joshua se acercó a su puerta con la esperanza de reconciliarse, solo para encontrarla en brazos de un poderoso magnate. "Saluda a tu cuñada", dijo este.