""Todos tenemos tres amores en la vida: 1) Al que amamos, 2) el que nos ama y 3) con el que nos quedamos". Dicen que las cosas que valen la pena no son fáciles, eso les ha quedado bien claro a Alex y Luz, dos chicos que crecieron enamorados y que cuando por fin se atrevieron a quererse, el destino los separó. En su último año de preparatoria, una Luz muy cambiada regresa a la vida de Alex, quien a pesar de tener rencor por haberla perdido años atrás, sigue amándola como el primer día. Sin embargo, Luz ha regresado llena de secretos y es ahí, que al desaparecer una vez más, cuando Alex logra por fin enamorarla de nuevo. A Alex le queda claro que el amor de verdad sólo llega una vez en la vida y, por ello, decide desaparecer también con la intención de encontrar y traer de vuelta al amor de su vida, cueste lo que cueste. Una novela que refleja las locuras que el amor juvenil puede provocar y que demuestra que la valentía puede hacerle frente a lo más inesperado. Cielo por tu Luz es la novela debut de Emiliano Campuzano. Un libro divertido, trágico y lleno de sorpresas que habla sobre lo complicado, simple y único que es querer, ser joven y vivir hasta los últimos extremos."
Crecimos juntos desde que nos conocimos a los 5. Luz, Lucía Hernández, la niña de enfrente, la de cabellera china castaña y ojos color ámbar; hija de un exitoso contador y una chef, y también excelente madre. Cinco meses menor que yo.
Mi mamá era amiga de la suya y nos llevaban a todos los desayunos que organizaban los martes entre amigas; desde ahí, fuimos inseparables; por lo menos hasta que el destino decidió mostrar sus verdaderas cartas.
Era mi mejor amiga en la escuela y lo fue hasta que se fue; nos sentábamos juntos todos los días en el recreo y, al salir de clases, iba a su casa a jugar y platicar; como dije, crecimos juntos.
Nos reíamos de todo y hasta aprendí a cocinar bajo las enseñanzas de su mamá -aunque, debo admitir, soy más bien un desastre en la cocina-, veíamos las mismas películas y hasta nos metieron a un curso de piano juntos; tenía un hermano, Gabriel, cuatro años mayor que nosotros, quien aprendió a quererme como a su propio hermano. Sí, todo lo hacíamos juntos.
A los 8 años fue nuestro primer beso, estábamos viendo una película (creo que era Dirty Dancing que, por cierto, estaba prohibidísima por sus papás porque eran súper sobreprotectores) y ella me preguntó por qué los adultos se besaban como en la película, yo le contesté que no lo sabía, estábamos en esa edad en la que cualquier contacto físico con un individuo del sexo opuesto, nos causaba repulsión, pero nos surgió la duda a los dos.
-¿Tú ya has besado? -me preguntó con esa voz tierna que nunca perdió.
-No ¿y tú?
-No... ¿Lo intentamos?
-Si quieres...
Me acerqué a ella y ella a mí, cerramos los ojos imitando a los personajes de la pantalla, hicimos los labios hacia afuera y nos dimos un pequeño beso, que, aunque duró un escaso cuarto de segundo, fue y siempre será el beso más importante de nuestras vidas; sucedió, por primera vez, compartimos un (muy breve) roce de labios.
Fuimos a Disneylandia juntos a los 9, ella siempre fue más tenaz que yo, ella podía subirse mil veces a una montaña rusa; a mí, en cambio, tenían que arrastrarme para subirme a la rueda de la fortuna. En fin, desde viajar, ver películas o hacer las tareas de la escuela, todo, todo tenía que incluirla a ella, y eso, es una de las muchas cosas que le agradezco a la vida.
A los 11, empezó a gustarme, o por lo menos, aprendí a nombrar ese sentimiento que siempre estuvo ahí; y, por lo que decían sus amigas y su hermano, ella también sentía lo mismo por mí. Un año después, todos mis amigos me presionaban para intentar algo, y, siendo sincero, no era gran presión, yo también quería; dicen que siempre fuimos un poco más adelantados a nuestra edad y pues, siempre tuvieron razón.
Le iba a pedir que fuera mi novia un viernes doce de noviembre, había practicado unas 200 veces lo que le iba a decir y toda la semana estuve nervioso. Entonces llegó el día, me puse mi playera de la suerte y practiqué por última vez el speech.
Toqué nervioso su puerta y guardé el chocolate que le compré en el receso en mi bolsillo derecho; su mamá abrió la puerta, me miró con cara de conocer mis intenciones y le gritó a Luz que la buscaba. Salió con una blusa rosa fosforescente y unos jeans. Era más alto que ella por poco, me miró a los ojos y yo la miré a ella; nos fuimos al jardín de nuestra calle y nos sentamos en una banquita que había allí, me aclaré la garganta
-Luz, me gustas muchísimo... ¿Quieres ser mi novia? -simples palabras para todo el discurso que había preparado.
Me abrazó y sin dudar me dio el «Sí». Fue el momento más especial de mi vida hasta ese punto; sin embargo, no nos duró mucho el gusto, solo un año pudimos estar juntos sin preocupaciones.
-Le dieron un trabajo a mi papá en los Estados Unidos.
-¿Te vas a ir, entonces? ¿Cuándo volverás? -le pregunté, sacado de onda.
-No lo sé, nos iremos en una semana.
-¿Y cuándo volverás? ¿Por qué no me dijiste antes, Lucía?
-No lo sé. Mi papá me dijo hasta ahora, perdón.
-Lucía, no te vayas, por favor.
-No es cosa mía, perdóname -me dijo llorando.
-Te voy a esperar hasta que regreses.
-Te llamaré en cuanto llegue y hablaremos todos los días.
-Todos los días...
-Sí, todos, lo prometo.
-Te Amo Lucía.
-Yo te amo más...
Pasamos esa última semana juntos como si fuera la última del mundo, estábamos juntos a cada hora, cada minuto y cuando nos íbamos a dormir, no dormíamos por estar pegados al teléfono; incluso no entramos a clases toda la semana, nos saltábamos clases para aprovechar cada día como si fuera el último que nos veríamos. Y, al final, sí fue el último. La acompañamos al aeropuerto, su vuelo salía a las 8 de la noche, mi padre se sentó a leer un libro mientras mi mamá se despedía interminablemente con la suya, su papá y su hermano cargaban el equipaje y, como era de imaginarse, Luz y yo no acabábamos de despedirnos, a punto de ahogarnos en lágrimas y recuerdos.
-Todos los días ¿sí?
-Todos los días, mi amor, te llamaré cuando llegue para que anotes mi número.
La voz en la bocina anunció que su vuelo estaba a punto de abordar, nos daba tiempo para un último beso y una última promesa, y no nos dimos el lujo de desperdiciarlo. Le besé sus labios por última vez y la abracé hasta que nuestros corazones se tocaron y latieron al unísono.
-Te voy a esperar.
-Yo te voy a amar para siempre.
La solté y la miré por última vez mientras pasó por la puerta de la sala de abordaje, ella me miró también y se alejó. Esperé en mi casa junto al teléfono casi un día. Como podrán imaginar, las cosas no salieron como las planeamos, y, de hecho, la supuesta llamada nunca llegó; sus papás eran muy sobreprotectores y nunca le dejaron empezar una red social, o por lo menos es todo lo que sabía; nada, nada supe de ella después de eso.
Creo que todos soñamos con la idea de que el primer amor siempre es perfecto y, tal vez a consecuencia de las películas o los libros, queremos pensar que es infinito; no es que a mí no me gustara pensar así, pero las circunstancias me enseñaron dos cosas principalmente:
1)No idealizar el mañana: me hubiera gustado que Luz hubiera sido sincera desde un comienzo y hubiese llamado. Aprendes, con el tiempo que no se trata de lo que pasará el día siguiente sino de disfrutar el hoy. Me arrepiento de no haber disfrutado como debí.
2)No prometer más de lo que puedes cumplir: También, con la experiencia, aprendes que es imposible prometer un siempre, claro que es lindo y hasta un tanto romántico prometer un amor infinito, pero simplemente no es posible. Siempre existirán enfermedades, muertes, mentiras, viajes y el destino; y por más fuerte que sea la voluntad, para siempre no es real. «Hoy» y «ahora» sí, y es lo que importa.
Las promesas no se cumplieron, yo, con el tiempo me volví a enamorar y no la esperé el tiempo que le juré, y ella de seguro encontró a alguien también; todo un amor y una vida juntos quedó en solo eso, una promesa olvidada. Sin embargo, me duele aceptar, no hay un día que no espere escuchar junto al teléfono, aunque sea una sola vez más, su voz.
Esta no es mi historia, ni la de ella, ni tampoco es la de las circunstancias; esta es una historia sobre la vida, sobre el amor y sobre las enseñanzas que nos deja la muerte, aún antes de llevarnos con ella. Es la crónica de una sonrisa, un beso, una noche y de la suerte que nos toca. Esta es la historia de NOSOTROS, no somos protagonistas como individuos separados sino como uno solo, cada párrafo estaría incompleto sin la presencia del otro.
Esta es la historia de mi persona, Alejandro Bernal, desde los labios de Lucía Hernández, el amor de mi vida, esta es la historia del romance trágico que nos preparó cruelmente el destino; la de nuestro amor; y también, sobre el cielo, que es azul, eterno, inmenso y que por fin tuvo un motivo para esperar.
"Oliver Anderson, un millonario y apuesto joven de veinticinco años, está a punto de perder la presidencia de su empresa por no llevar una vida formal. Pero de repente su vida da un giro al pedirle a su secretaria, Alexandra Carlin, que sea su esposa durante seis meses. La historia narra el divertido matrimonio odio-amor entre Oliver Anderson y su secretaria cuando las cosas no salen como ellos esperaban."
"Hay hombres que no creen en el amor a primera vista..., por eso hay que pasar por delante unas cuantas veces más. Todos en Leighton Abogados coinciden en que Lea Velour sería la letrada más destacada del bufete si su jefe no insistiera en tratarla como una secretaria suplente. Pocos sospechan, en cambio, que bajo el moño tirante y sujeto gracias a litros de laca y disciplina se esconde algo más que un cerebro brillante: una mujer que, en vez de ansiar el respeto del sexy y divertido Jesse Miranda, está deseando que este se lo falte. Desgraciadamente, parece que su personalidad práctica y aspecto severo no sirven para captar la atención de un hombre como él, que ya la ha colocado en una casilla no muy aventajada: la de patito feo. Un toque de atención, un golpe de azar y la repentina curiosidad de Jesse hacia su contradictoria abogada adjunta desembocarán en un juego peligroso y excitante con unas reglas establecidas desde el principio: sin promesas de amor. Él acabará descubriendo el potencial de una mujer que todo lo que necesita es un motivo para convertirse en puro fuego, y ella a un hombre que puede que al final no sea el playboy descerebrado y accesible que parece, sino alguien con el corazón blindado y más que digno de un amor que podría no ser correspondido."
"Alexandra Carlin es una chica recién graduada en la universidad, sin éxito en el campo laboral. Un día es contratada por fin como secretaria del presidente de una revista de prestigio a nivel internacional, Oliver Anderson, un joven apuesto de veinticinco años. Oliver está a punto de perder la presidencia de la empresa por no tener una vida formal. De repente, sus vidas dan un giro cuando hace un contrato con Alex para ser su esposa durante seis meses. La historia narra el divertido matrimonio odio-amor entre Alex Carlin y su jefe, sobre todo cuando nada sale como ellos esperaban."
"En compañía de su padre y su hermano Héctor, Eric Barón sale a vacacionar un día a un bosque de Illinois. Jamás imaginó que ese viaje daría inicio a una aventura inimaginable cuando, por alguna causa incomprensible, un rayo de luz se introduce en su cuerpo mientras intentaba tocar una estrella que se reflejaba en las aguas de un río. Eric trató de cubrir sus ojos de la refulgente luz, pero antes de lograrlo ya había caído inconsciente. A partir de entonces logra transportarse junto con su hermano a un mundo distante: Fagho, y es ahí donde conocen a Arcon Ásteris (hijo del rey de un reino llamado Ándragos) y a Karime Theradam (su protectora). Sus vidas se entrelazan ineludiblemente cuando Eric intenta volver definitivamente a casa con su padre, cosa que solo puede llevar a cabo con la ayuda del cetro del rey, el cual, solo en sus manos, se convierte en el puente de unión entre ambos mundos. Los cuatro chicos comienzan a vivir una serie de emocionantes y escalofriantes aventuras cuando se enteran de que el grolyn (el cetro real) es nada más y nada menos que un “cetro mágico” que se puede reactivar en un lugar llamado Ashwöud. Entonces intentarán realizar esta increíble hazaña a pesar de los esfuerzos de Drakon (el más acérrimo enemigo del rey), que a toda costa intentará apoderarse del enigmático grolyn y, por alguna causa desconocida para todos, ahora también del propio Eric Barón."
"En Denver High se dice que, si pones tu nombre en el casillero 420, Cupido encontrará a tu pareja ideal. Y ahí es donde entra April Jones. Nadie parece notar a April. Su talento para observar a los demás a la vez que se mantiene en las sombras la convirtió en la persona ideal para aquel papel. Su doble identidad nunca se había visto amenazada hasta ahora, cuando el casillero recibe una nota en la que Darren McGavern pide una cita con Cupido. April sabe que debe proteger su secreto más que nunca, no solo porque podría ser de conocimiento en toda la institución y se volvería el centro de las miradas, sino también porque, como pudo descubrir, Darren odia a Cupido. Y de una cita con alguien que te odia solo pueden surgir problemas. "
"Lyra Coppens ha sido secuestrada por un hombre que pretende transformarla en una muñeca. Él desea hacer cambios en el cuerpo de su víctima para concursar en el Desfile Macabro, un repulsivo evento nacido en la deep web. En este, los «representantes» modifican los cuerpos de sus «modelos» para competir, en una retorcida pasarela, por una enorme suma de dinero. Lo que estos criminales no sospechan es que hay dos nuevos jugadores en escena. Sonnet Bleus, el mejor amigo de Lyra; quien está dispuesto a hacer lo que sea para rescatarla. Y Steiner Carsten, el agente especial de Ciudad Onírica que está a cargo de la investigación del Desfile Macabro. ¿Dónde se encuentra el límite entre la salvación y la perdición? Esta es una carrera contrarreloj."
Para cumplir el último deseo de su abuelo, Stella se casó con un hombre al que nunca había visto. Sin embargo, los dos continuaron llevando sus vidas sin ser molestados. Un año después, Stella regresó a Seamarsh con la esperanza de conocer a su misterioso marido. Pero para su sorpresa, él le envió un mensaje pidiéndole el divorcio. Apretando los dientes, ella respondió: "¡Entonces divorciémonos!". Poco después, Stella se convirtió en empleada de Grupo Prosperity y trabajó directamente para el director ejecutivo del grupo, Matthew. Se decía que el apuesto CEO estaba casado y amaba mucho a su esposa. ¡Pero Stella no sabía que él era en realidad su misterioso marido! Decidida a centrarse en su carrera, Stella deliberadamente se mantuvo alejada del jefe, aunque no pudo evitar notar sus intentos de acercarse a ella. Un día, su marido cambió repentinamente de opinión y se negó a seguir adelante con el divorcio... ¿Cuándo descubriría Stella que Matthew era su marido? En medio de una mezcla de dulzura y mentiras, ¿adónde los llevaría el destino?
Hace dos años, Ricky se vio obligado a casarse con Emma para proteger a la mujer que amaba. Desde el punto de vista de Ricky, Emma era despreciable y recurría a artimañas turbias para asegurar su matrimonio. Por eso mantenía una actitud distante y fría hacia ella, reservando su calidez para otra. Sin embargo, Emma amaba a Ricky de todo corazón durante más de diez años. Cuando ella se cansó y consideró la posibilidad de renunciar a sus esfuerzos, Ricky empezó a tener miedo de perderla. Solo cuando Emma estaba muriendo, embarazada, él se dio cuenta de que el amor de su vida siempre había sido Emma.
Durante sus tres años de matrimonio con Colton, Allison ocultó su verdadera identidad y se esforzó de todo corazón para apoyarlo. Sin embargo, fue traicionada y abandonada por su esposo infiel. Desanimada, ella se propuso redescubrir su verdadero yo: una perfumista de talento, el cerebro de una famosa agencia de inteligencia y la heredera de una red secreta de hackers. Al darse cuenta de sus errores, Colton expresó su arrepentimiento: "Sé que metí la pata. Por favor, dame otra oportunidad". Sin embargo, Kellan, un magnate que se suponía que era discapacitado, se levantó de su silla de ruedas, tomó la mano de Allison y se burló desdeñosamente: "¿Quieres que te acepte de nuevo? Sigue soñando".
Después de tres años de matrimonio hermético, Eliana nunca había visto a su enigmático esposo hasta que le entregaron los papeles del divorcio y se enteró de que su supuesto esposo estaba cortejando a otra mujer sin importarle cuánto le costara. Ella volvió a la realidad y decidió divorciarse. A partir de entonces, Eliana dio a conocer sus diversos personajes: estimada doctora, legendaria agente secreta, hacker reconocida, célebre diseñadora, experta piloto de carreras y distinguida científica. A medida que se conocieron sus diversos talentos, su exesposo fue consumido por el remordimiento. Desesperado, suplicó: "¡Eliana, dame otra oportunidad! Todas mis propiedades, incluso mi vida, son tuyas".
Durante tres años, Jessica soportó un matrimonio sin amor mientras su marido fingía impotencia. Sus mentiras se desvelaron cuando apareció una amante embarazada. Tras seis meses recopilando pruebas en secreto, Jessica se deshizo de él y construyó su propio imperio multimillonario. Tras el divorcio, se transformó en una figura irresistible, atrayendo admiradores. Un día, al salir de su oficina, se encontró con Kevan, el hermano de su exesposo. Él intervino, enfrentándose a ella: "¿Acaso era solo una herramienta para ti?". Los labios de Jessica se curvaron en una sonrisa tranquila mientras respondía: "¿Cuánta compensación quieres?". La voz de Kevan se suavizó. "Todo lo que quiero eres tú".
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