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Emma García es una viuda de 38 años, de carácter fuerte, quien no se doblega ante nadie, dueña de muchas empresas y con una gran fortuna. Ella es una mujer que simplemente no ha tenido suerte en el amor Erik es un joven de 19 años carismático, leal por su familia, sufre una fuerte decepción amorosa y eso causó en él que dejara de creer en el amor. El hecho de conocer a Emma hará que sus vidas cambien para siempre. ¿Serán capaces de enfrentar todos los obstáculos para defender lo que nace entre ellos?
Erik.
Me encuentro sentado completamente desaforado con una cerveza en mi mano y escuchando un poco de música, de esa que te describe totalmente lo que está sucediendo contigo; mientras llega a mi cabeza el recuerdo de lo que hace un par de semanas atrás llegué a presenciar en casa de Amelia, "el gran amor de mi vida"
Inicio de flashback.
Me encuentro sentado en el sofá, estático frente al televisor, es lo que suelo hacer todos los viernes junto a mí mamá, pero esta vez no es así ya que ella tuvo que salir a casa de mi tía, aun así, me encuentro bien cómodo disfrutando de unas cuantas golosinas, sin embargo, debido a mi soledad esta vez agregue al menú un par de cervezas, debido a que acostumbro ver películas hasta tarde los fines de semana después de trabajar todos los días muy fuerte en una fábrica de chocolates.
Es mi primer trabajo así que acostumbrarme a un horario y a unas normas ha sido un poco difícil, pero tendré que acostumbrarme porque los gastos en la casa son bastantes y no dan espera, además que debo ahorrar dinero para poder cumplir mi sueño de estudiar y ser mejor en lo que más me apasiona.
Sin hablar que quiero ayudar a mi mamá, ella lo poco que gana lo debe gastar en pañales y comida para mi tía, quién está en cama y nadie más que ella le brinda ayuda, en fin, es una noche en la que no quiero estar solo, así que tomé el teléfono móvil para llamar a Amelia mi novia, por más que le insisto no me contesta la llamada, así que le seguí insistiendo hasta que me dio respuesta al cabo de un tiempo después.
-Hola -su voz se escucha agitada.
-¡Hola mi amor! -le dije bastante emocionado por escucharla-. ¿Cómo estás? -Me levanté del sofá y caminé un poco de un lugar a otro en medio de la sala.
-¿Qué pasó Erik?, ¿por qué llamas tan tarde?, creí que estabas sentado muy ocupado viendo películas con tu mamá -responde siendo indiferente.
-Sé muy bien que a ti te molesta que pase las noches de viernes con ella y no te las dedique a ti, pero es algo que hacemos desde que yo tengo memoria, espero algún día lo entiendas, estoy solo y lo único que quiero es verte -alardeó un poco porque no sé cómo pedirle que venga y pase la noche conmigo.
-Mira Erik, yo lamento mucho que tú noche de emociones fuertes la tengas que pasar solo -me dice mientras que al fondo se escucha un sonido extraño.
-Pero amor eso podría cambiar, ¿qué te parece si vienes y pasas la noche conmigo?, podemos ver unas películas románticas y... -Ella interrumpe y no me deja terminar.
-¡Perdóname Erik!, lo que pasa es que hace poco me llamó mi mamá a pedirme que la acompañara a casa de su amiga, porque se le había presentado un inconveniente, lo lamento, pero ya quedé con ella de ir acompañarla. -No le cuestioné nada, mejor la comprendí.
-Ok amor te entiendo, entonces será otro día. -Me senté nuevamente mientras rascaba mi cabeza.
-Gracias por entenderme, así que te dejo para que puedas disfrutar de tus películas.
Termina la llamada sin darme oportunidad de despedirme de ella, mientras que me agobiaba las dudas de que se encontraba haciendo y con quién, así que me levanté resuelto a ir hasta su casa. Tomé el autobús y al llegar a su casa vi que la luz de su habitación se encontraba encendida, mi corazón latía más rápidamente al pensar que ella me estaba mintiendo.
Camine hasta la puerta de su casa y estando parado en frente de ella me detuve y quise regresar, debido a que no era capaz de soportar si la llegaba a encontrar con otro hombre, aun así respire profundo y me vi resuelto a tocar el timbre, pero me detuve y recordé que por la parte de atrás de su casa podía ingresar a través de la ventana de la cocina, por lo cual di la vuelta rápidamente y comencé a trepar.
A simple vista se notaba que hubo una pequeña fiesta, lo deduje fácilmente por las botellas de alcohol desocupadas sobre el mesón, sin hablar del desorden que había, al estar observando detenidamente escuché una risa de un hombre que provenía del segundo piso.
Con los nervios de punta me dispuse a subir sigilosamente a través de la escalera, las risas cada vez eran más fuertes y peor aún era que provenían de la habitación de ella, quise devolverme, pero me llene de valor y fui directo allí; al llegar a la puerta de la habitación me lleve la horrible sorpresa de encontrar a Amelia con otro hombre teniendo intimidad.
El valor no me llegaba a tanto como para reclamarle a ella o darle unos cuantos golpes a aquel hombre, así que di media vuelta sin ser visto por ellos y con el corazón roto baje por la escalera hasta llegar a la cocina, allí tomé en la mano una botella de whisky para luego salir con mis mejillas mojadas de frías lágrimas, caminé a través de la sola y oscura calle hasta llegar a una banca, estando allí sentado ahogue el recuerdo del momento en que la conocí con largos sorbos de aquella bebida.
Fin de flashback
Me levanté del sofá para luego ir al refrigerador por otro par de cervezas, lleve la mano hasta la cabeza, entrelacé los dedos con el cabello, la ruptura con Amelia ha sido muy fuerte, tanto así que no he asistido a la fábrica en varios días, la única persona que me ha motivado en querer regresar es mi mamá, y luego de tantas charlas con ella he decidido hacerle caso; mañana regresaré a la empresa con todas las ganas del mundo, no antes voy a terminar con estás cervezas para luego ir a la cama.
El despertador retumba por toda la habitación, siento que solo descanse una hora; gracias a las cervezas de anoche me he despertado con un poco de dolor en la cabeza, fui al baño y comencé a quitar toda la barba, después de ello pasé una máquina de corte sobre mi cabeza, dejando el cabello corto, al terminar abrí la llave y me di una buena ducha, el agua tibia cayendo sobre mi cuerpo me hacía sentir vivo nuevamente.
Salí de la ducha con una toalla alrededor de mi cintura, yendo directo al armario, debía buscar una de las mejores prendas; era más que obvio que me esperaba una no tan anhelada charla con el jefe de la fábrica, me vestí tan pronto como fue posible y al cabo de unos pocos ya me encontraba saliendo de casa y corriendo para tomar el autobús; al llegar a la fábrica me sentía feliz ya que nuevamente iba a retornar mi vida, saludé a mis compañeros con una enorme sonrisa, pero en sus caras notaba que algo no andaba bien, por lo tanto me dispuse a ir a la oficina del jefe, al llegar allí, me anuncie con la secretaria para luego seguir.
-Buenos días -salude con todo mi buen ánimo posible.
-Buen día señor Erik, bienvenido nuevamente -No podía ocultar su tono irónico con el que me hablaba.
-Gracias señor -dije mientras que por mi cabeza pasaban miles de cosas que eran posibles que fuera a decir este señor.
-Como puede darse cuenta esta fábrica no se puede detener ni un solo día debido a la alta demanda, por lo cual entenderá que al día siguiente de su ausencia le hemos conseguido un reemplazo, ya que sus causas no fueron justificadas como motivo de haber abandonado su puesto, le estoy muy agradecido por su trabajo y lo invito a que se dirija al área de contabilidad para que allí le entreguen su cheque con todo lo que se le debe, no siendo más se puede retirar que me encuentro bastante ocupado como para estar dialogando con usted, hasta nunca Erik -exclamó mientras se colocaba en pie, posterior a ello se cruzó de brazos y se dio vuelta quedando de espalda, fijo su mirada a través del enorme ventanal y guardó silencio.
Sin decirle una sola palabra me levanté de aquella silla de cuero, trague saliva amarga y salí de su oficina con los ánimos por el suelo, camine a través de aquel largo pasillo hasta llegar al área de contabilidad por mi liquidación, no podía hacer nada para arreglar este mal momento, solo debía restablecer mi vida yendo a buscar un buen trabajo, mientras lo encontraba debía hacer alcanzar mi liquidación. Reclamé el cheque y me retiré con las manos en los bolsillos y la cabeza baja, entendí que todo lo que me estaba sucediendo era gracias a Amelia, mientras caminaba sin rumbo recordé a Ricardo, mi amigo, así que fui hasta su casa, al llegar allí lo encontré bastante enfermo.
-Hola Erik, gracias por venir, hacía tiempo no te veía, en los últimos días me comencé a sentir enfermo y día tras día peor, pero cuéntame de ti, ¿adónde te diriges así de bien arreglado? -dijo mientras su frente le sudaba.
-Lamento que estés en esa situación, recuerdo cuando salíamos a divertirnos y ahora verte en ese sillón sin poder levantarte por ti mismo es muy triste -exclame mientras ponía mi mano sobre su hombro-. Mi vida se encuentra acabada, todo después de la separación con Amelia, desde ese día nada me sale bien, es más acabo de venir de la fábrica y me han terminado el trabajo, todo por motivo de mis frecuentes ausencias -le dije mientras le mostraba el cheque.
-Que pesar que te esté sucediendo esto, eres un buen hombre, sin hablar de lo mucho que ayudas a tu mamá y a tu tía -sus palabras me dieron entender que debía encontrar un trabajo lo más antes posible-. Te acuerdas del lugar donde yo trabajaba, gracias a ese trabajo conseguí muchas cosas, no puedo pasar por alto su excelente pago, si tú quieres llámanos al encargado de aquel lugar para que te dé el trabajo a tí.
-Eso sería estupendo, no te imaginas lo mucho que me ayudarías si hicieras eso por mí -le dije mientras lo abrazaba.
Después de una llamada que hizo Ricardo, él logra conseguir el trabajo para mí, feliz por aquella noticia me despedí, para luego salir de su casa, hoy mismo debía asistir a mi nuevo trabajo, tome el autobús hasta aquel lugar donde me indico Ricardo, al llegar allí me di cuenta de lo grande que era aquella propiedad, llame al timbre y salió un señor el cual me indico lo que debía hacer entregándome en las manos un uniforme.
Al llegar al área de las piscinas me sentía bastante feliz por mi nuevo trabajo, pero no del todo, ya que mi sueño es estudiar, y con el sueldo que tendré solo alcanzaría para ayudar a mi mamá con los gastos de la casa. Así pasaron varios fines de semana y cada vez que me encontraba allí le tomaba más y más aprecio a este trabajo. El pago era más bueno de lo que llegué a imaginar, debido a que el dinero aquí sobraba.
Hoy todo fue diferente debido a que dentro de la casa había movimientos bastante inusuales, y al fijarme detenidamente me di cuenta que se trataba de una mujer; la cual supuse que era la esposa del dueño de esta enorme casa, ella era demasiado hermosa y solo se asomaba de vez en cuando a curiosear a través de aquella enorme ventana.
Por respeto me coloque mi camisa ya que estaba acostumbrado a estar sin ella porque siempre la casa permanecía sola. En menos de nada parecía que estuviéramos en un juego de miradas, una extraña sensación sentía en las manos, se trataba de un cosquilleo de nervios.
Anoche pasé una noche erótica con un desconocido en un bar. No soy una mujer al azar. Hice esto porque estaba muy triste ayer. El novio que había estado enamorado de mí durante tres años me dejó y se casó rápidamente con una chica rica. Aunque actúo como si nada hubiera pasado delante de mis amigos, estoy muy triste. Para aliviar mi estado de ánimo, fui solo al bar y me emborraché. Accidentalmente, me encontré con él. Él es más que atractivo e increíblemente sexy. Como el deseo controlaba mi mente, tuve una aventura de una noche con él. Cuando decidí olvidarme de todo y seguir adelante, descubrí que mi aventura de una noche se convirtió en mi nuevo jefe. Un tipo posesivo.
Acusada de asesinato, la madre de Sylvia Todd fue considerada una traidora por toda la manada, condenando a Sylvia a vivir el resto de su vida sola y humillada como una humilde esclava. Lo único que quería la chica era demostrar la inocencia de su madre de alguna manera, pero el destino nunca parecía estar de su lado. A pesar de todo, Sylvia nunca perdió la esperanza. Como el futuro rey licántropo de todos los hombres lobo, Rufus Duncan poseía un gran poder y estatus, pero tenía una inexplicable reputación de ser cruel, sanguinario y despiadado. Sin que todo el mundo lo supiera, había sido maldecido hacía mucho tiempo y se veía obligado a transformarse en un monstruo asesino cada luna llena. Aunque el destino no siempre favorecía a los dos, unió a Sylvia y Rufus como pareja predestinada. ¿Se hará justicia para la madre de Sylvia? ¿Podrán ella y Rufus desafiar todas las normas sociales y permanecer juntos? ¿Tendrán estas dos almas desafortunadas un final feliz?
Linsey fue abandonada por su novio, quien huyó con otra mujer el día de su boda. Furiosa, ella agarró a un desconocido al azar y declaró: "¡Casémonos!". Había actuado por impulso, pero luego se dio cuenta de que su nuevo esposo era el famoso inútil Collin. El público se rio de ella, e incluso su fugitivo ex se ofreció a reconciliarse. Pero Linsey se burló de él. "¡Mi esposo y yo estamos muy enamorados!". Aunque todos pensaron que deliraba. Entonces se reveló que Collin era el hombre más rico del mundo. Delante de todos, se arrodilló y levantó un impresionante anillo de diamantes mientras declaraba: "Estoy deseando que sea para siempre, cariño".
Lucia Meller es mi vida, me enseño amar, me enseñó a adorarla, me mostró el mundo de forma diferente, le di todo lo que la vida me ofrecía, y se ha ido; se llevó mi vida, mi amor, dejándome el corazón y el alma hecha pedazos. Ahora me duele respirar, me duele amar, me duele la vida. La quiero, jamás podré volver amar a alguien como la ame a ella; la quiero de vuelta, la quiero conmigo, a mi lado donde pertenece; pero por más que la busco no la encuentro, es como si la vida me la hubiera arrebatado y eso me duele, ella me enseñó que se puede matar a un hombre, aunque se conserve la vida, sin embargo, me canse, no puedo llorar por alguien que no me quiere amar y aunque duele, hoy después de casi dos años le digo adiós a mi sirena; después de todo soy Gabriel Ziegermman. Un año desde que me aparte de Gabriel y mi vida dio un giro de ciento ochenta grados, amar a ese hombre es lo mejor que me ha pasado en la vida, a él le debo el hecho que hoy esté viva y tener a mi lado a mi mayor tesoro, él me enseñó que lo que se desea con el alma se obtiene, pero también me enseñó que amar duele, que su amor duele, a él le debo el dolor más grande, porque dejo de amarme, no fui suficiente para él, me enseñó que su madre, su exnovia y su destino no están conmigo, y aun así lo quiero de vuelta, sé que sus prioridades cambiaron; yo solo pedía una verdad sin embargo él prefirió engañarme y dejarme.Lo quiero olvidar y lo quiero conmigo, aunque no se lo merezca, pero como hago si amar ese hombre es mi arte. Ahora estoy de vuelta y lo único que quiero es tenerlo a kilómetros de distancia, porque me enseñó que yo también tengo derecho a cambiar mis prioridades. Novela registrada N ISBN 978-958-49-7259-0 Está prohibida su adaptación o distribución sin autorización de su autor. Todos los derechos reservados all rights reserved
Eda Calloway y Christopher Davenport, se han unido en matrimonio por acuerdos familiares, claro que ninguno de los involucrados alberga sentimientos hacía el otro, es más Christopher siempre estuvo enamorado de su primer amor, Patricia Grenville, pero el amor no era más fuerte que los Imperios y los intereses familiares, aquello obliga a Christopher a tomar distancia de su gran amor. Patricia viaja a los Estados Unidos mientras que los Davenport cortan todo lazo y toda conexión de los enamorados, es así que Christopher empieza a sumergirse cada vez más en el mundo Empresarial hasta coronarse como uno de Empresarios más influyentes de Inglaterra, Escocia entre otros Países, hasta que sus familiares encuentran la candidata perfecta para su esposa.Eda Calloway, es el epítome de la dulzura y la fragilidad, una joven que irradia pureza y encanto con cada paso que da. Su inocencia, reflejada en su mirada clara y su disposición amable, es lo que la hace destacar en un mundo lleno de ambición y máscaras. Como heredera de la prestigiosa familia Calloway, Eda combina elegancia natural con una humildad que desarma incluso al más frío de los corazones.Los Davenport la han elegido como esposa del Gran CEO, Christopher Davenport, no solo por sus impecables conexiones familiares, sino porque Eda posee un aura especial, capaz de atravesar las murallas que Christopher ha construido a lo largo de los años. Su dulzura contrasta con el carácter frío y calculador del CEO, convirtiéndola en la pieza que equilibra y complementa su personalidad.Para la poderosa familia Davenport, Eda representa no solo una alianza estratégica entre dos linajes prominentes, sino también una esperanza de que su calor y bondad puedan suavizar el alma endurecida de Christopher, despertando en él emociones que ha mantenido enterradas durante años. Su capacidad de ver lo mejor en los demás y su inquebrantable optimismo la convierten en una figura única, destinada a marcar una diferencia en la vida del gran Davenport.
Amar y ser amada es lo que toda mujer sueña. Sin embargo, lo único que Debbie quería era el divorcio. Llevaba tres años casada con Carlos, un joven multimillonario a quien ni siquiera había visto la cara. Cuando por fin decidió poner fin a su irónico matrimonio e ir en busca de la felicidad verdadera, apareció su supuesto marido y le pidió que lo intentaran de nuevo. A partir de entonces, Carlos se sentía increíblemente atraído por el espíritu libre y salvaje de Debbie y se enamoró de ella. Él comenzaba a mimarla. Poco a poco, lo que había entre ellos se iba a convirtiéndose en una atracción irrefrenable. Esto es una extraordinaria historia de amor donde descubrirá que, a veces, el amor no está muy lejos de cada uno de nosotros.