Luciana Gómez no tuvo más alternativas en la vida que convertirse en escort para pagar la enfermedad de su hermano menor, era consciente que salir de ese mundo era difícil; sin embargo, jamás pensó que Juan Miguel Duque un joven empresario millonario quedaría prendado de su belleza. Varias noches contrató sus servicios sin atreverse a tocarla, solían conversar y abrir sus corazones, así fue naciendo un gran amor, y cuando él la sacó de ese mundo, sus enemigos idearon un plan para separarlos, y la alejaron de su vida haciéndole creer que ella lo engañó. Miguel no supo que ella estaba embarazada. A Luciana la encerraron y torturaron en un burdel, y el día que dio a luz a sus mellizos fue rescatada por un policía que dio su vida a cambio de la de ella, desde ese entonces tuvo que cambiar de identidad y fingir su muerte. Cuando Miguel quiso buscarla fue demasiado tarde, ella estaba muerta, consternado tuvo un terrible accidente que lo dejó en coma por más de un año, ahora no la recuerda, pero aparece en sus sueños cada noche; ahora solo sabe que ella lo engañó, y está por casarse con su novia de toda la vida, no imagina que ella fue la culpable de todo; sin embargo, el destino volverá a juntar los caminos de Lu y Miguel, cuando sus mellizos, dos pequeños superdotados, salven la vida de su padre. ¿Podrán volver a estar juntos? ¿Existirá una segunda oportunidad para esta pareja? ¿Qué hará Miguel cuando se entere de que tuvo dos hijos con una escort? Los invito a descubrirlo. Registro en Safe Creative 06/04/2023 23040XXXXX443 Queda prohibida la distribución de este libro sin permiso de la autora. Prohibidas copias, adaptaciones y demás, sin consentimiento de la autora, este libro y los demás de mi autoría, están debidamente registrados en el Instituto de Propiedad Intelectual de Ecuador, así que cualquier copia o adaptación ilegal será sancionada legalmente de acuerdo a las leyes vigentes en cuestiones de protección de derechos de autor.
-¡Sí, soy una escort! -gritó la bella mujer de larga cabellera castaña, piel clara, y ojos color chocolate. -¡No tuve más opciones en la vida! -vociferó agitada-, era eso, o ver morir a mi hermano, así que, si me amas, debes aceptarme con lo que implica, ser una dama de compañía.
El hombre inclinó su cabeza, su respiración era agitada, abría y cerraba sus puños, se debatía entre los prejuicios sociales tan elevados que tenía, y el amor que aquella mujer, dedicada a acompañar y complacer hombres había despertado en él.
Ella lo miraba expectante, el corazón le latía a prisa, esperaba una respuesta, entonces él giró y clavó su azulada mirada en sus dulces ojos color miel, se reflejó en ellos.
-Yo te amo, y te voy a sacar de esta vida -aseguró.
-No es fácil -sollozó ella-, esos hombres no lo van a permitir...
-¡Ya estás bajo mi protección! ¡Nadie volverá a obligarte a hacer lo que no quieres! -La abrazó muy fuerte.
-Tengo miedo. -Se aferró al pecho de él-, nuestra relación será complicada, yo no pertenezco a tu mundo.
Él le sonrió, le acarició la mejilla con ternura.
-Sí en este mundo no aceptan lo nuestro, en Saturno podremos empezar una vida juntos. -Sonrió.
-¡Saturno será un buen lugar para vivir! -contestó ella sonriente, se acercó a él para besarlo.
De pronto se escucharon balazos, ruidos, una puerta se abrió de golpe, un hombre mal encarado apareció, apuntó directo al cuerpo de la chica.
-¡Nadie sale con vida de este mundo Luciana Gómez! -espetó y haló el gatillo, disparó.
-¡No! -gritó el hombre desesperado. -¡Ella no! -Se removía en la cama, su rostro estaba lleno de lágrimas. -¡Luciana vuelve! -fue la súplica llena de dolor que retumbó en las paredes.
La mujer que dormía a su lado, se sentó, apretó los puños con tal fuerza que sus uñas se clavaron en la piel.
-¡Sigues pensando en ella! -susurró frunciendo los labios. -¡Cuánto me alegro de que esté muerta Luciana! -susurró bajito-, y que tú, mi amado Miguel nunca te hayas enterado de la existencia de esos dos engendros. -Apretó los dientes-, lo bueno es que todos murieron, y nadie supo de eso, solo yo. -Sonrió con malicia, entonces movió el cuerpo de su novio-, despierta cariño, tuviste una pesadilla.
Miguel despertó agitado, su frente estaba llena de sudor, sus ojos húmedos, y en el pecho percibía una gran opresión.
-¡Otra vez soñaste con esa mala mujer! -recriminó Irma, su futura esposa.
Miguel apretó los ojos, resopló.
-Lo lamento, no puedo controlar mis sueños -habló con la voz seca-, voy por agua. -Se puso de pie y fue directo a la cocina de la elegante suite del lujoso hotel donde se estaban hospedando, previo a su boda en los próximos días, ahí recargó sus manos sobre la encimera, sintió una opresión que le quemaba el pecho. -¿Por qué si te burlaste de mí, sigo pensando en ti? -cuestionó en un susurro. -¿Por qué apareces en mi mente para atormentarme, Lu? ¿Por qué me hiciste creer que me amabas y te fuiste con tu amante? -se cuestionó sintiendo que el alma le dolía. -¿Por qué me siento tan mal cuando te pienso? ¿Por qué tu recuerdo aún duele?
*****
Al día siguiente.
-¡Ya no sé qué hacer contigo Lucía Cedeño! -espetó la gerente del prestigioso hotel donde ella laboraba. -¡Otro cliente se quejó de ti! ¡Estás despedida!
Aquella frase retumbó por enésima vez en la mente de Lucía, sus ojos color miel se llenaron de lágrimas, y pensó en sus dos hijos.
-¡Por favor señora, no lo haga! -suplicó-, yo necesito el empleo, no hice nada malo, fue ese hombre que quiso pasarse de listo y yo me defendí.
Lucía Cedeño trabajaba como camarera en una importante cadena de hoteles; sin embargo, parecía que su vida estaba destinada a encontrarse con hombres que siempre querían aprovecharse de su belleza, estaba cansada de las propuestas indecorosas, de que le palmotearan al descuido los glúteos cuando limpiaba las habitaciones, o peor aún que la quisieran forzar a tener relaciones con ellos.
«Es como si me notará lo que fui en el pasado» pensó.
Cuando la rescataron de manos de aquella mafia, la pusieron en la lista de testigos protegidos, hicieron creer que Luciana Gómez y sus bebés recién nacidos habían muerto en una explosión en el burdel donde la tenía secuestrada, ahora tenía una nueva identidad, todos la conocían como Lucía.
-Lo lamento Lucía, sabes bien que en nuestros hoteles el cliente es lo primero, además...-Reprimió lo que estaba pensando decir.
-Pero tengo dos hijos que mantener, ellos necesitan una educación más especializada, su coeficiente intelectual es superior al de los demás pequeños. -La miró con desesperación.
La gerente negó con la cabeza, suspiró profundo, conocía a esos dos diablillos, y se condolió de la situación de Lucía.
-Te voy a dar una última oportunidad, te cambiaré al piso de la suite presidencial, así que toma tus cosas y ve a limpiar, hay un cliente muy importante.
La mirada de Lucía brilló, esbozó una amplia sonrisa, abrazó emocionada a su jefa, la señora: Fabiana.
-No la voy a defraudar, muchas gracias.
-Mejor ve a hacer lo que ordené, antes que me arrepienta -sentenció.
Lucía se perdió en los pasillos del lujoso hotel a toda prisa, Fabiana sonrió.
«Espero no te metas en más problemas»
****
Juan Miguel Duque se hallaba en la terraza de la suite presidencial, pensativo. No había acompañado a su novia a ultimar los detalles de la boda, no se sentía bien, cada vez que Luciana aparecía en sus sueños, al día siguiente el dolor de cabeza con el que amanecía era punzante.
Luego de haber estado en coma, después de ese grave accidente, aún tenía secuelas de aquel golpe, apaciguaba la molestia con medicamentos, pero estaba cansado de consumirlos, por lo que sobó su frente intentando aplacar su malestar, no deseaba volver a quedarse dormido, cerró sus ojos por segundos, pero cada que lo hacía la imagen de Luciana se venía a su memoria.
-¿Por qué no recuerdo con claridad nuestra historia? -se cuestionó aturdido, y una agitación en el pecho que no lograba comprender.
Entre tanto, Lucía frunció el ceño, al no mirar el rótulo de: "Hacer la limpieza" en la suite presidencial, entonces tocó a la puerta, y no escuchó ningún ruido, pero de pronto su corazón se agitó con tal fuerza que tuvo que llevarse la mano al pecho, fue como si detrás de aquella madera fuera a encontrarse con algo no muy agradable.
Algunas de sus compañeras ya se habían llevado buenos sustos al encontrar a clientes desmayados, y hasta una vez hasta hubo uno muerto.
-¡Dios mío, que esta vez no me toque a mí! -imploró.
Con sumo cuidado ingresó la tarjeta, la puerta se abrió, Lu miró por todo lado, y liberó el aire que estaba conteniendo, de inmediato se inclinó a retirar las sábanas de la cama, de pronto ese aroma tan varonil impregnado en una de las mantas, revivió antiguo recuerdos, su estómago se encogió, cerró sus ojos, suspiró.
«Miguel, tantos años sin saber de ti. ¿Qué habrá sido de tu vida?» pensó y de nuevo aquel dolor atravesó su alma.
****
En la terraza Juan Miguel apretó los dientes del dolor, no pudo resistir más, se puso de pie y se sintió algo mareado.
-Mi medicamento -susurró, y agarrándose de los muros, logró abrir la puerta corrediza, su visión algo borrosa se posó en la figura de la mujer que estaba inclinanda acomodando una sábana. -¿Quién es usted? ¿Qué hace aquí? -cuestionó.
Esa voz sobresaltó los sentidos de Lu, sintió que el corazón le dio un brinco.
«No, no puede ser él» Se quedó estática, sin atreverse a girar.
-¡Señorita!
Lu escuchó los pasos de él, sus sentidos se alertaron, entonces dio vuelta, sus ojos se cruzaron con los de Juan Miguel, pensó que alucinaba, las piernas le temblaron, los labios se le abrieron. Después de cinco largos años estaba frente a ella, el hombre al cual nunca dejó de amar, el padre de sus hijos.
Miguel parpadeó, arrugó el ceño, se quedó paralizado, sintiendo que el corazón le latía desaforado, varios flashes vinieron a su mente. Luciana se quedó sin respiración, y ambos rememoraron aquella noche en la cual sus caminos se separaron:
(***)
Miguel entró como un desquiciado a aquella casa, la sangre se le congeló cuando miró prendas regadas en el piso, apretó la mandíbula, abría y cerraba sus puños. Subió en un par de zancadas, y abrió la puerta de la habitación de un solo golpe.
-¡Luciana! -gritó iracundo, sus pupilas estaban dilatadas. -¡Así los quería encontrar!
Ella estaba desnuda abrazada al cuerpo de aquel hombre.
Lu derramó varias lágrimas, miró a Miguel, y notó la rabia, la decepción en sus ojos, el corazón se le hizo pedazos.
«¡Soy inocente!» declaró ella en su mente, no podía hablar, la tenían amenazada.
Miguel la miró con desprecio, se acercó a Albeiro, quién era su ex pareja y el supuesto escolta que contrató, entonces lo agarró del cuello, le lanzó un puño, pero el hombre se defendió. Empezaron una batalla campal.
Lu se estremeció, estaba pálida, temía por su reciente embarazo, como pudo se envolvió en una sábana, y se alejó.
-¡Basta! -gritó Lu.
Juan Miguel escuchó la voz de ella, la miró con profunda ira, enojo, decepción.
-¿Por este infeliz me rechazabas? ¿Cómo fuiste capaz de meterlo en nuestra propia casa? -Subió por la cama y de un salto estaba frente a Luciana, la tomó de los brazos, la zarandeó.
-Miguel yo...
-Vamos Lu, díselo -gritó Albeiro, la miró amenazante.
Luciana inclinó la cabeza, temblaba, un gran torrente de lágrimas viajaba por sus mejillas.
-Yo... no te amo, estoy enamorada de Albeiro, me regreso con él.
Esas palabras fueron como puñaladas para el corazón de Miguel, ahora tenía sentido todo, desde que ese hombre llegó ella actuaba extraño.
-Eres la peor de las mujeres, la más falsa, la más mentirosa. -La agarró del brazo, tal como estaba envuelta en una sábana, casi a rastras la bajó por las escaleras, abrió la puerta de la casa, y la echó. -¡Lárgate! ¡No quiero volver a verte jamás! ¡Eres una prostituta de lo peor! -Gruesas lágrimas rodaron por sus mejillas. -¡Jamás debí fijarme en alguien como tú! ¡Por ti hice a un lado mis principios, dejé a mi novia! ¡Espero nunca volver a cruzarme en tu vida!
El rostro de Luciana se hallaba cubierto de lágrimas, se quedó en el piso sollozando, no se defendió, no podía hacerlo, todo había sido planeado a la perfección. Y ella había quedado ante él como la peor de las mujeres.
-Miguel... las cosas no son...
-Cállate, no quiero escuchar tus mentiras.
«Lamento tanto que no me escuches, y dudes de mí, aunque todo me culpa, me duele no decirte sobre la existencia de nuestros bebés» dijo ella en su mente, sintiendo un dolor tan fuerte que le desgarraba el alma.
Miguel miró a Albeiro con profundo odio, el hombre sonrió, alzó a Lu del suelo, y se la llevó.
«Adiós Miguel»
****
-¡Eres tú! -exclamó Miguel todo era confuso para él, tanto que se desvaneció.
Lu parpadeó volviendo al presente, abrió sus ojos con gran sorpresa, corrió para sostenerlo.
-¡Miguel! -exclamó sintiendo su cuerpo temblar y su corazón a punto de salirse del pecho. -¿Qué tienes? -cuestionó agitada. Sus ojos lo contemplaron, se veía más varonil, más maduro, mucho más atractivo, sus dedos le acariciaron el rostro, palpó la blanquecina piel de él, y no pudo evitar derramar un gran torrente de lágrimas-, despierta.
Él no reaccionaba, y eso asustó a Lu, entonces lo colocó con delicadeza sobre la alfombra, corrió al teléfono del hotel a pedir auxilio.
-El huésped de la suite presidencial se desmayó, no reacciona, necesito ayuda -habló con la voz temblorosa.
-¿Qué? -preguntó asustada la señora Fabiana-, de inmediato envío al doctor. ¿Está con él su prometida?
-¿Prometida? -inquirió Lu, balbuceando, esa frase fue como una puñalada en su corazón.
-Sí, muchacha, él se está hospedando con una mujer, con su futura esposa.
Lu inclinó su rostro, su corazón volvió a fragmentarse en miles de pedazos como esa noche en la cual ella tuvo que romperle el corazón a él, haciéndole creer que lo estaba engañando.
-No, no hay nadie con él, más bien localiza a su... novia -esa última palabra pasó como hiel por su garganta.
-Bien, ya va el médico allá.
Luciana colgó de inmediato la llamada, enseguida colocó una almohada en la cabeza de Miguel, lo cubrió con una manta, volvió a contemplarlo.
«Eres idéntico a nuestro hijo» pensó y volvió a llorar, entonces sin pensarlo un segundo se aproximó a él, inclinó su rostro y besó sus fríos labios.
-Aún te amo, nunca he dejado de hacerlo. -Acarició el rubio cabello de él sintiendo su pecho agitado-, espero que la mujer que escogiste te haga feliz.
Entonces la curiosidad fue muy grande, quiso descubrir quién era la afortunada, buscó en las cosas, y miró en unos de los cajones de la mesa de noche una elegante tarjeta de invitación de boda.
-Irma y Juan Miguel -masculló apretando los dientes.
Lu palideció, cerró sus puños con tanta fuerza que se clavó las uñas en la piel, la respiración se le volvió irregular.
-¿Irma? ¿Te vas a casar con esa arpía? ¿Con la culpable de nuestra separación? ¿Con la mujer que quiso robarme a mis bebés?
La sangre hirvió por sus venas, se llenó de ira, enojo, dolor, celos. Se llevó la mano a la cabeza, se acercó a Miguel.
-¡Eres un imbécil, Juan Miguel Duque! -recriminó el pecho le ardía de pensar que esa mujer andaba por ahí tan campante y que iba a convertirse en la esposa de él. -¡Fue ella, Irma es cómplice de Albeiro! -exclamó, entonces reaccionó, y recordó como aquella mujer intentó robarle a sus bebés, y abrió sus ojos de par en par. -¡Ella no puede verme! ¡No puede saber que sigo viva! ¡Mis niños correrían peligro! ¡Él escapó de prisión! ¡Debo irme! -Miró al padre de sus hijos con profunda decepción. -¡Jamás sabrás de su existencia! -sentenció ella, sin imaginar que el destino muy pronto podría a sus pequeños frente a su papá.
****
Les pido paciencia con este libro, estoy aún finalizando Una esposa de mentira, y tengo otros en proceso en otra app, la próxima actualización será para el miércoles, espero estén leyendo el libro anterior a este: Una esposa de mentira, es importante que lo hagan para entender lo que ocurrió entre Lu y Miguel.
Sinopsis. Juan Andrés Duque es un playboy millonario, acostumbrado a tenerlo todo, no hay cosa que con el dinero de sus padres no pueda comprar, eso incluye hasta mujeres. Jamás ha tomado la vida en serio, y cree que el mundo gira a su alrededor. Paula Osorio es una muchacha de origen humilde, que guarda un oscuro secreto, a sus veintidós años es madre soltera, tiene un pequeño de cinco años, y lucha cada día por sacarlo adelante, a pesar de la enfermedad que cada día la consume. Paula desesperada por conseguir dinero para su operación, decide aceptar un empleo que jamás imaginó, se convertirá en la esposa de mentira de Juan Andrés Duque, aliada con los padres de él, para darle una lección, y enseñarle que el mundo no es color de rosa como él piensa, y que la vida de una persona puede dar un giro de ciento ochenta grados de forma inesperada. Solo existe un pequeño problema, a ella solo le quedan tres meses de vida. Obra registrada en Safe Creative: 07/12/2022 2212072792693 Registrada en el Instituto de Propiedad Intelectual de Ecuador, por lo tanto, queda prohibida la distribución de esta obra sin permiso expreso de la autora, se prohíbe la reproducción total o parcial del libro. ©Angellyna Merida, 2022
—Vuelve a ser mía —susurró en sus labios —Caso contrario, te aseguro que todas las noches que estés con él, vas a pensar en mí, vas a extrañar mis besos, mis caricias, vas a imaginar que soy yo —afirmó reflejándose en los aceitunados ojos de ella. —Ese será tu castigo por ser tan necia y no admitir lo que sientes —sentenció. La joven se estremeció al escuchar sus palabras, todo su ser sintió un cosquilleo, su corazón palpitaba con fuerza, inhaló profundo para hablar: —¿Quién te asegura eso niño bonito? —inquirió. —¿Piensas que soy igual a todas esas mujeres con las que...? —presionó sus labios—. Ni así fueras el último hombre sobre la faz de la tierra —resopló cruzando sus brazos, mirándolo a los ojos. Historia Registrada en el Instituto de Propiedad Intelectual de Ecuador. ©Angellyna Merida, 2019. Código de Registro en Safe Creative: 1905291024256 Prohibida la transcripción parcial o total de la obra sin la autorización de la autora.
Joaquín Duque vive sumido entre sombras y remordimientos. Su existencia se resume a: mujeres, licor, fiestas y derroche. María Paz Vidal es luz, alegría, seguridad, apareció para pintar de colores la vida gris de él; sin embargo él cree que ella es un lujo que no se puede dar. Dos seres distintos: Él es oscuridad. Ella es la aurora. Dos almas gemelas predestinas a estar juntos desde antes de nacer, pero: ¿Será suficiente el amor para rescatarlo de las tinieblas? ¿Podrá el amor vencer a la maldición que pesa sobre los miembros de la familia Duque? Obra registrada en Instituto de Propiedad Intelectual de Ecuador. ©Angellyna Merida, 2019. Registro de Safe Creative: Código: 1910082127863. Prohibida su reproducción total o parcial, transcripciones, plagios, adaptaciones.
Carlos y Joaquín Duque, siendo niños mantienen una relación de complicidad y hermandad inquebrantable, es así que meses antes de la navidad siembran una orquídea, esperando que florezca para jurar: cuidarse, protegerse y estar siempre uno al lado del otro. En la época navideña Carlos escucha una conversación que lo hace pensar que nadie lo quiere y decide irse de la casa, es así que Joaquín, al enterarse va tras su hermano. Los dos emprenden camino juntos y terminan perdidos en el bosque, en medio de una torrencial lluvia, descubren una casita humilde; en ese lugar son acogidos con generosidad por una humilde familia; es así que aquel 24 de diciembre Carlos y Joaquín, descubren el verdadero significado de la navidad, al día siguiente descubren que la orquídea ha florecido y realizan el juramento sin imaginar que años más tarde uno de ellos olvidaría aquella promesa. Los invito a leer la historia que nadie conocía de los hermanos Duque, con la esperanza de que algún día vuelva a florecer el cariño entre ellos y vuelvan a recuperar el tiempo perdido. PROHIBIDA SU REPRODUCCION TOTAL O PARCIAL. REGISTRO EN SAFE CREATIVE: 1912062630585 REGISTRADA EN EL INSTITUTO DE PROPIEDAD INTELECTUAL DE ECUADOR.
Paloma Borrero, a sus dieciocho años creyó haber encontrado el hombre de sus sueños, atento, caballero, educado, era el hombre con el cual había soñado toda su vida. El amor a veces no entiende de razones, ella lo dejó todo por él, y él se acercó a ella solo con un propósito... ¿Cuál fue el motivo que llevó a Iván Arellano a destrozar la vida de la persona que amaba? ¿Logrará Paloma, recomponer su corazón recogiendo los pedazos que se quebraron después de aquel engaño? ¿Existirán las segundas oportunidades? ¿Se podrá volver a creer y confiar en la misma persona? Si lo quieren descubrir los invito a leer esta historia, llena de dolor, lágrimas, mentiras, engaños, pero que al final nos dejará un gran mensaje. Obra registrada en SafeCreative Código de registro: 2003123287998 Registrada en el Instituto de Propiedad Intelectual de Ecuador. 2018. Derechos Reservados. Queda prohibido, copias, adaptaciones, transcripciones sin autorización de la escritora; las personas o grupos involucrados recibirán la respectiva sanción que la ley amerita.
Se suponía que mi matrimonio con Mathias me haría la mujer más feliz del mundo. Aunque sabía que él no me amaba, pensé que se enamoraría de mí una vez que lo colmara de amor. Ya pasaron cinco años y Mathias me trataba como a una cualquiera. Para colmo, conoció a su verdadero amor y cortó todos los lazos conmigo por culpa de ella. Él la presentó a todo el mundo; algo que nunca hizo por mí. Su infidelidad me llevó a la depresión. Me sentía totalmente destrozada. Tristemente, incluso en mi lecho de muerte, mi supuesto marido nunca apareció. Cuando volví a abrir los ojos, sabía que el destino me había dado una segunda oportunidad. Yo todavía era la esposa de Mathias y pasamos dos meses antes de que conociera a su verdadero amor. En esta vida, me negué a que él volviera a lastimarme. Consciente del gran error de mi antigua yo, le pedí el divorcio. Mathias rompió los papeles del divorcio una y otra vez y al mismo tiempo me encerró. "¡Rylie, deja de hacer estupideces! ¡Hacerte la difícil no me funciona!". Para demostrarle que hablaba muy en serio, seguí adelante y solicité a la justicia. Finalmente entró en pánico. Abandonó a la "mujer de sus sueños" y se arrastró a mi lado. "Por favor, dame una segunda oportunidad, Rylie. Te prometo amarte con todo mi corazón. Serás la única mujer en mi corazón de ahora en adelante. No me dejes, ¿de acuerdo?". Una guerra estalló en mi mente. Por un lado, no quería que me hicieran daño otra vez. Pero, por otro lado, no quería dejar ir al hombre que amaba tanto. ¡¿Qué debo hacer?!
El día de su aniversario de boda, la amante de Joshua drogó a Alicia, que acabó en la cama de un desconocido. En una noche, Alicia perdió su inocencia, mientras la amante de Joshua llevaba a su hijo en el vientre. Desconsolada y humillada, Alicia pidió el divorcio, pero Joshua lo consideró una rabieta más. Cuando finalmente se separaron, ella se convirtió en una artista de renombre, admirada por todos. Consumido por el remordimiento, Joshua se acercó a su puerta con la esperanza de reconciliarse, solo para encontrarla en brazos de un poderoso magnate. "Saluda a tu cuñada", dijo este.
En su borrachera, Miranda se acercó audazmente a Leland, sólo para encontrarse con su mirada fría. La inmovilizó contra la pared y le advirtió: "No me provoques. Dudo que puedas soportarlo". Poco después, su compromiso se canceló, dejándola en la indigencia. Sin otras opciones, Miranda buscó refugio con Leland. Con el tiempo, asumió el papel de madrastra, cuidando a su hijo. Llegó a comprender que la decisión de Leland de casarse con ella no se debía solo a que ella era obediente y fácilmente controlada, sino también porque se parecía a alguien que él apreciaba. Ante la solicitud de divorcio de Miranda, Leland respondió con un abrazo desesperado y una súplica para que reconsiderara su decisión. Miranda, impasible, respondió con una sonrisa de complicidad, insinuando un cambio en su dinámica. El señor Adams, que siempre fue el controlador, ahora parecía ser el atrapado.
SOY LA PERVERSIÓN DEL JEFE *PARTE 2* Él creía que ella siempre estaría a sus pies, que toleraría su crueldad con tal de no perder lo que tenían. Después de todo, estaba seguro de que nadie podría darle lo que conseguía con él. Sin embargo, ella se cansó y aquella noche desapareció de su vida. Sebastián no imaginó que aquella inexperta en el sexo podría ser capaz de mover el mundo bajo sus pies y, aunque hizo de todo por negar sus sentimientos y destruirla por completo, terminó siendo quien se arrodillara ante ella y suplique el perdón, pero para cuando él la localizó, ya había alguien que tenía puesto sus ojos en ella. Ariana estaba dispuesta a ponerle fin al capítulo más doloroso de su vida. Y es que su enfermiza obsesión por el Licenciado Vega terminó con sus sueños de ser una gran abogada y con una amistad de años. O era así como ella consideraba la relación que tenía con Ana, porque tan pronto abandonó la ciudad, ninguna de las dos se interesó en saber de la otra. Un año había pasado y en ese tiempo sus vidas habían dado un giro de 180°. Por un lado, él no había perdido sus manías y ya tenía a otra mujer que cumplía a la perfección con sus exigencias. Por el otro estaba ella, que llevaba meses en una relación con un hombre casado que, además de ser un excelente amante, era su jefe. Cuando Ariana debe regresar a Buenos Aires, se entera de que Sebastián tiene una favorita y descubre que no es otra que Ana, su ex mejor amiga. El resentimiento resurge y lejos de escapar por segunda vez, decide hacer hasta lo imposible para cobrarse lo que le hicieron, aunque eso signifique introducirse en ese mundo perverso del que se juró, no regresar jamás. ¿Será capaz de destruir la vida de las dos personas que más ama o dejará que una vez más Sebastián la manipule y la arrodille a sus pies? Una traición, muchas mentiras y un deseo de venganza que crece.
A veces el amor aparece de la manera más inesperada y en la forma de la persona menos pensada. Para Daniel, la vida a sus 40 años es una rutina entre sus tres hijos y su cargo de CEO de la empresa familiar. El fallecimiento de su esposa lo deja inmerso en la tristeza; creando, con el correr de los años, una coraza fría a su alrededor. Deanna tiene una vida normal, trabaja medio tiempo y estudia en la Universidad de Artes porque quiere lograr su sueño: cantar en la ópera. Solo le falta un año para terminar su carrera cuando su amigo Harry le pide ayuda desesperado. Una antigua regla familiar le impide casarse con su novia, la cual está embarazada. Para hacerlo, Daniel, su hermano, debe casarse primero. Para ayudarlo con su problema Daniel y Deanna acceden a fingir una relación y un matrimonio. Son tan opuestos que la atracción es inevitable. Él encuentra en ella la calidez que faltaba en su vida y Deanna el amor luego de una ruptura desastrosa. Finalmente, Daniel puede volver a tener una familia. Pero hay muchos intereses ocultos que buscan separarlos y alejarlos. El viaje es difícil, deben enfrentarse no solo a terceros que les complicaran las cosas, sino también a sus propios miedos e inseguridades. No es sencillo equilibrar 15 años de diferencia. Pero el corazón tiene razones que la misma razón nunca entenderá.
Allison se enamoró de Ethan Iversen, el futuro alfa de la Manada Moonlight Crown. Siempre quiso que él se fijara en ella. Sin embargo, Ethan era un alfa arrogante que pensaba que una débil omega no podía ser su pareja. El primo de Ethan, Ryan Iversen, que había vuelto del extranjero y era el verdadero heredero de la manada, nunca intentó conseguir el puesto ni mostró ningún interés por él. Era todo un alfa playboy, pero cuando regresó a la manada, una cosa cautivó sus ojos y fue Allison.