img Beso de Fuego  /  Capítulo 2 Captura | 40.00%
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Historia

Capítulo 2 Captura

Palabras:2987    |    Actualizado en: 05/07/2023

as ella intentaba que los raspones y rasguños del bosque se notaran lo menos posible. Alys tenía lodo en los tenis y en la botamanga de los pantalones militares, ho

é en el bosque y tropecé en algunas ocasiones, ya sabes lo

sos momentos de que la acusen de violación a la propiedad privad

o todo en él gritaba peligro. Aún podía recordar esos ojos, la forma en como la observaron, penetrándol

unca. Hoy se había salvado porque él habí

o donde ella no debía estar, pero él la había dejado marchar. Sacudió la cabeza intentando no pen

y le dio la razón a su mad

ontrase alguien que la cuide, pero siempre daba por sentado que ningún hombre se fijaría en

o de sí misma» se dijo mientras reía y se adentraba al baño para to

nes!- ordenó su madre- cena

Señora- contes

e había resultado así durante el escape fugaz y alocado. La tela se desmembraba desde la altura del

ieron con más suerte y solo fueron a parar a

sguño en la espalda definitivamente escocería al mojarlo, pero todos ellos eran dolores que podría soportar solo por haber

sostenía los senos, apretándolos de manera a que saltarán un poco hacia arriba, pero al soltarlos vo

egaba a ella. La altura definitivamente la había sacado de sus padres, ellos tampoco eran demasiado altos, su madre tenía su misma a

mpios y no pudo evitar recordar la figura del hombre parado bajo el árbol con sus musculosos brazos cruzados sobre el p

en del atractivo y sexy hombre. Se preguntó a qué raza pertenecía, - «no es como si quisiera encontrármelo de nu

mal y no volveré a arriesgarme... "Desgracia con suerte" diría mi padre - razono en voz baja, y arrugo e

rvó la fotografía de sus padres en

medalla de la cadenilla de oro de su padre, entonces, el corazón le

e había arrojado la camisilla rota, también lo volteó, pero no la encontraba

a y temblorosa, sentándose en el suelo, la c

a había rasgado, pero su mente era un embrollo de si

ue volver

olgaba de sus dedos, estaba molesto por la intrusión de

bastante enfadado Erik

torio, sobre todo perderse en sus pensamientos mientras estaba en una reunión con Ian. El hombre merecía toda la atención que reclamaba, ya que fue uno de los impulsores de la propuesta de dejar de escond

a curiosa de lo que somos, es todo.- sonrió este a

iña, era una m

n, Ian había visto el brillo en sus ojos cuanto relataba lo ocurrido hacía unos minutos atrás. Sigfrid se había referido a la intrusa como una niña con las habilidades de un pequeño animalito, verla moverse fue como ver correr a un pequeño y asustado gatito dom

edos, podía notar el valor que desprendía de ella, después de todo los dragones eran admiradore

ble con ella.- pidió Ian, el Dragón suspiro aire caliente, sabía que debía hacer lo que su l

cupación dejara a su amigo- pasando a un tema más importante,

al pensar e

uestra comunidad más extensa, y a pesar de que Josh se encuentra allí, él prefiere que estemos ambos pres

igo de los hermanos. Ian y Josh eran tratadistas de nacimiento, siempre buscando lo mejor para sus allegados. Habían conformado el primer Consejo de razas, estableciendo las normas de convivencia con los humanos

a que fueron emergiendo nuevos y pequeños estados habitados por vampiros, were's, elfos y otros seres, "El Territorio" de m

la sensación de poder andar sin problemas en el bosque o en las ciudades era

es y a observarlos como especímenes de zoológico, lo odiaba. El, cómo uno de los forsvaret del territorio americano, era aquel que debía hacer cumplir

, lo juraba por el

Tal vez sea curiosidad, como lo dijo Ian, pero no eran unos maldi

o un pequeño felino doméstico perseguido por un gran animal,

como una noche estrellada. La rebeldía, el temor y osadía se mezclaban en su mirada. Le lanzó una fiera mirada a la muchacha y esto hizo que retroceda, ella, observando a Sigfrid y Will correr por el muro, dio un salto al otro lado y Erik pudo reconocer el olor de la sangre, concluyó que la mujer se hirió en su apresurada carrera

y salvaj

de. Papa». Una medalla ovalada del tamaño de la punta de un meñiqu

a una lección que no olvida

a era

sar. Una carcajada lo hizo d

gunto Ian imitando el tono de voz pasional que h

pes como en los viejos tiempos, deja de utilizar tu persuasión

cir eso, mi amigo- espetó el vampiro -lo hiciste po

el dragón levantándose y salien

itivamente volvería por su objeto preciado, entonces él la capturaría, le d

la, las mujeres so

en las sombras a que su presa aparezca y allí

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o acercándose y observando desde el límite del bosque, tanto la muralla como el roble permanecían constantemente vigilados y la

ervo y vio que sus amarillos ojos la estaban o

o y exhaló el aire de sus pulmones. Como no podía encontrar una apertura durante e

una remera y un abrigo atado a la c

y correría, necesita

entera de esta locura -r

rdaba el roble, entonces de un salto se trepó a él con agilidad. En un pestañ

queda, el roble, las raíces, las ramas, el suelo a su alrededor, sus

las raíces, nuevamente una gran sombra se alzó tapando la luz de luna, su corazón golpeó con fuerza al darse cuenta de

sa le erizo los vellos de la piel. Su mente procesó la in

as diurnos que no descansaban, la ausencia de un vigía nocturno; todo había sido u

zó, con toda fuerza intentó subir, pero su tobillo fue aprisionado por los dedos del hombre, él tiró de ella y las fuerzas de las manos cedieron

n ella se rompiera en la caída, no quería caus

grimas, extendió la mano hasta el hombro de ella, era pequeño y suave, salpicado de pequeñas manchas color café, una presión de sus de

, pero la chica se lo había buscado. El olor a miedo se disipó con los

ntras la presionaba contra sí,

u alrededor y hacía que la saliva se ju

rugido profundo n

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