bía sido como un bl
ones de seres de pequeña categoría en el continente europeo, el trabajo de oficina,
pidió con una señal y despegó. Iris, su asistente, una pequeña Elfa ya entra
esario, pero evitaba que se sintiera como si hirviera por dentro. También evitaba las ronchas, salpullidos y quemad
do la frase cuando un rugido feroz corto el silencio de la noche.
ovilizaron con rapidez, iban al fondo del
i despacho. - dijo mientras le entregaba el sa
e llegar al fondo. Abajo los habitantes se amontonaban para ingresar a la seguridad de
l hombre parecía fuera de sí, las escamas doradas brillaban en el cuello y los brazos, evidenciando su estado de agitación y el estrés al que estaba sometido
regunto al bajar y acercar
ear en la nariz a John, el nuevo recluta.- masculló el felino intentand
to de bromas Sigfrid!- Will, era un werewolf, su sentido del olfato era fino. Podía rastrear lo que sea, era obvi
uerte que él. Requeriría de toda su concentración al estar tan agotado y drenado
de esto, muchachos, no se preocupen, y
movía muy cerca de la superficie. Ian no podía creer que un guerrero t
Dragón con forma humana lo observo acercarse y gruño, la temperatura a su alrededor subió de golpe, entonces Ian e
ión, pero si no lo hacía e
oltó otro gruñido profundo. Era evidente que el dragón de cientos de años s
encia, Erik se levantó y estiró
con Erik estaba rojiza, no tenía heridas de quemaduras como pensó que sería,
rragia- todos pusieron manos a la obra. En un instante Jenny estuvo allí con la ambu
erá a su estado normal en unos minutos, pero conviene dejarla conmigo en el hos
ias Do
stado. - gruñó la mujer. Ian solo sonrió, en defensa del nuevo recluta se dijo a sí mismo que nadie supondría qu
e su persuasión, por un momento dudó si despertarlo o no, sin duda
rpo del otro se relajaba, un fuerte golpe se dirigió a su rostro, lo esqu
ue el calor los rodeaba a ambos, Ian apretó los dientes an
ocía cuando se movía para una batalla, y en esta ocasión había algo primitivo en él, debía hacer que entre en razón. -no quiero continuar usando la
rik aspiro y exhaló con fuerza, estaba recuperan
sensación de urgencia, fue como si algo
cepto la ruptura de nariz de John... eso tal vez sí sea algo irreparable. - Erik lo miró con
un recluta resistente- dijo mientras se
y negó con
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r lo que había pasado, entonces, los sucesos volvieron a su c
todo se puso negro. Cuando la puerta se abrió, ella prestó atención, con la mente alerta y el
Pregunto mientras dejaba la carpeta a los pies de la cama- Soy
¿Dónd
io, estabas inconsciente, ent
mbre ru
o, y luego aclaro - E
nmediato. Jenny levant
o algo?- pregun
a y yo no debí entrar aquí de fisgona, discúlpeme, pero por favor no levanten cargos en mi contra, yo solo estaba curiosa de su sociedad. Perdí algo importante la primera vez que vine, entonces me escabullí para b
no te preocupes, no es mal tipo, algo tosco pero de buen corazón. - "Eri
lto y su alborotado cabello negro le daba un aire de rebeldía y contrastaba con su piel. Sus ojos celestes casi transparente
algo de leve color rojo subía a sus mejillas. Él extendió la mano hacia ella a fo
ntras que Ian sonrió nuevamente. - ¡Oh!, yo lamento el comentario, también me gustaría pedir disculpas por l
e de casa esa noche y su estado de salud era delicado, no lo suficie
tra usted y su curiosidad- dijo Ian riendo suav
ad, pero algo llamó su aten
o del pantalón, Alys. - informo la doctora con suavidad - has estado toda la noche
to mirando a la ventana que m
mirando el costoso reloj en su muñeca- he llama
estoy muerta.- Al
intercambi
mediano porte, de cabello color castaño y una pecas en el rostro, se asomó por ella, Ian lo reconoció de inmediato como el
do la autorización del vampiro para hacerlo.- dime, ¿estás
ó, de manera que el hombre se acercó rápidamente a l
damente, nada me ha pasado, ellos me han ayudado- dijo colocando sus manos sobre las manos del hombre mayor - yo me
a sido el causante de su estado actual. Solo habia aceptado que infringió la ley. Sabía que Erik fue el que la había dejado inconsciente
claró la
saber que el hombre estaba en camino- no se preocupe Sheriff no levantaremos cargos contra la curiosidad de su s
Intentaré de que la chica no se met
o va y pide al médico el alta de
que nada...- la voz de ambos se fue perdien
uardias- aseguro Alys, lo menos que podía hacer por e
s serán más duras para ellos. Además, claro, Erik, el forsvaret, que ocasiono esta
pentirse de su reacción y sus mejillas se colorearon
ndo sabes que no fue así. Si no que fue Erik el culpable, además, eres
cometido, además de protegerlo frente a su familia, le estaba dando unas pistas. Tal vez la humana se sentía atraída por Erik. No sería l
sus labios separarse y abrirse en sorpresa, pero no dijo nada mient
r fétido y se giró de inmediato al tiempo de que un gran golpe se es
nicio en su garganta, pero cambio a un gemido de dolor c
ía de tener más de dos metros y había aparecido del vacío. La piel verde u el olor a po
, como si de una pluma se tratase, la levanto en el aire. Allí ella pudo verlo bien, el terror la paralizo; era enorme, su pie
piso, los rayos de sol daban directo de la ventana a donde quedo ten
en que él era la única persona que po
rezó ella e
- fue todo lo que pronunció antes de meterla
una pesadilla
n su madre y lloró con terror. El gigante gruño molesto por el llanto y sacudió la bolsa, entonces Alys sintió un fuerte golpe en la cadera que la hizo grit
que parecieron horas, sintió al gigant
l codo y el brazo, sintió el agarre de una mano, cerrarse nuevamente sobre el brazo magullado y grito de dolor, de un tirón la sac
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u dulce olor a miedo, ese aroma que lo hacía querer perseguirla, atemorizarla, solo para después consolarla y demostrarle que no podría escapar de él. Cuando el miedo se disipó, otr
a «posesividad primitiva». Erik había gruñi
su memoria con
e su incursión, día tras día se encontraba irritable solo porque ella no regresaba por el maldito collar, cuando la observó en cuclillas a los
pudo observar humo que provenía del hospital, aquellos solo
ill y Sigfrid se colo
en -orde
se encontraba en ella en compañía de la mujer humana, hay varios heridos, entre ellos Ian, Jenny, el sheriff l
oderó de él, soltó un gruñido, luchó por controlarse,
e removió luchando,
dos y de proteger el edificio, yo lo rastrea
la rastree -pregunto el hombre, per
e es mía! - gruñó mient
diota- acotó Will
do nada de lo que sucede!
ra grande, un Ogro de las cavernas, la pregunta de como había llegado una criat
o de podredumbre, también pudo sentir el leve aroma del
áneamente hasta temperaturas demasiado elevadas. Y entonces Erik se lanzó contra él, de un puñetazo en la cara lo derribó consigu
ioleta envolvió al ogro y desapareció, dejando un
! Maldit
ara sacar a la humana de ahí. Cuando la jaló, ella
trazaban caminos en sus mejillas llenas de pecas y sus pestañas largas estaban apoy
Al
lo con sus enormes orbes marrones. Tan co
ri
tan condenadamente