expediente apresuradamente, leyendo detalladamente todo lo que Juanhabía escrito sobre mí, pero el expediente no decía mucho más de lo que
r al pasillo sin mucha difcultad. Un mareo se apoderó de mí mientras caminaba más rápido y retrocedía.
giendo. El hombre logró girarme y presionarme mejor contra su pecho, lo que me hizo ver quién era. El p
habló Juan? Solté mis brazos de su cuello mientras él me recostaba con cuidado en la cama. Pero sin es
iré asombrado. ¿Es en serio que esté peleando conmigo? ¡Vaya, qué boni
dida de memoria? - preguntó. Lo miré fjamente, tratando de recordar, p
o con mis amigos anoche y después de eso, no puedo recordar nada má
ctor Salvani me informó que un tal Pedro me trajo aquí - leí el nombr
Me senté, apartando mis brazos de
r. - Estabas despierta, sin bolso ni celular. Y su ropa estaba intacta,
- Voy a pedirle que se quede, al menos, las próximas veinticuatro horas aquí en el hospital, en observación. Mañana puedo dejarte en libertad, para que puedas resolver todo esto
mente me dio la espalda y salió de la habitación tan rápido como entró.
sto es algo de alguien que la estaba persiguiendo desde hace mucho ti
e cenaron con ella aquí anoche me lo confrmaron, fueron todos juntos a
trado ni salido del hospital en ese
tiene cámaras de seguridad. La arrastraron con la peor de las intenc
amente y él me sirvió otro trago de whisky, mientras intentábamos descubrir quién era el atacante. - Es d
obre lo que vio? Asenti. - Le conté todo, especialmente lo que ella
u plan? - Mi plan es que enviemos todas estas imágenes de seguridad de
citos en el hombro, señal positiva. - Yo te dije. - Sonreí cuando se
pareció la imagen de Jenny ingresad
a manera de saberlo. Fue justo en e
on como platos - ¿Estás seguro? - Sí
ver, ya que también te comunicaste
e en su expediente. - Sí - se aclar
, preparándome. - ¿Que quieres? Su
á con alguien ahora. - Estoy bastan
De hecho, era obvio que queríamos
al, alguien con quien tener sexo. Fu
go mismo. No estoy lista para comprometerme en una relación con a
n el olor a pañales sucios que hay en la casa me pone enfermo. - Vaya
uiero que ella sea feliz con este
ofcina. - No te importó. Estúpido
él, dándole un ligero apretón en e
hospital están asustadas por lo que le pasó a Amanda. Se puso serio. - Lo sé, no quiero ese tipo de mie
ió de nuevo y pude ver el brillo en sus ojos con solo mencionar el nomb
dro? Me detuve en el camino cuando
vor. Necesito que recupere su mem
uerta e ir a la habitación de Aman
su habitación, cuando noté la pre
o miré fjamente cuando empezó a tocar su cara. Amanda rápidamente cer
garganta y entré a la h