trabajo, pero esos zapatos estaban destrozando sus pies y aún le faltaban tres cuadras para llegar. Sumado a su fuerte jaqueca por tanto llorar y su ropa maltrecha,
quillaje en su rostro, sus ojos se iluminaron al ver el gran
trada. Sin embargo, uno de los tacones se rompió, haciendo
sera! -, gritó una vo
alzar la vista, Jenna sintió una extraña corriente en su pecho al encontrarse con la mirada de Mathew. Desde su encuent
de dirigirse a la recepción del edificio. Sus mejillas estaban teñid
cia de Jenna. Su corazón latía acelerado, y no podía dejar de pens
jer? Si es una pordiosera, ahora todos pe
mino. Aunque estaba comprometido con Margaret p
mujer que la había entrevistado y sería su jefa inmediata. Helen era
r para ser una diseñadora de interiores. Necesitas más clase-, expresó Helen, ha
se me rompió el tacón de mi zapato. Me siento muy avergonzada-, respondió Jenna, so
pareces... demasiado... ¿pobre y sin esti
uí-, contestó Jenna, levantándose de su silla y quitándose el otro tacón. Descalza, intentó salir de la oficina, su corazó
despedida. ¿Quién te crees en esta empresa? Estamos en Nueva Yor
uosos de la empresa, soñando con trabajar allí. Sin embargo, pronto se dio cuenta de que aquel
preguntó Jenna a una recepcionista elegante,
. ¿Buscas algo para comer?
irigirse al baño. Allí, se recompuso, dejando que algunas lágrimas escaparan y refrescándose
ándose para revisar su pie lastimado. Para su sorpresa,
Mis disculpas si te lastimé-, expresó Mathew, y
rar, terminaré en el hospital- bromeó Jenna, mient
calza por aquí? -, preguntó
sa, todos son desagradables, desde la recepcionista hasta... bueno, el puesto que soñé tener
deseables, déjame ayudarte. Encontraremos unos zapatos para ti. No es seguro cam
e uniformes elegantes y una variedad de hermosos zapato
ndo aquí? - pregunt
menos mientras regresas a casa, puedes t
rrogación y preguntó: -¿Quién eres tú?
seguridad social-, respondió Mathew, s
nal en su interior, mientras Mathew la observa
a Jenna a la cafetería de la empresa. Ella accedió, sintiendo las miradas recelosas
miraran como si fuera un b
a a veces. Por cierto, ¿cómo te llam
cafetería. Los aromas de los pasteles recién horneados
trabajar aquí- comentó Jenna, y Mathew explicó que
por mí- le dijo Jenna mientras disfrutaba de la
ró Mathew. Luego, Jenna le explicó lo que hab
Jenna. -No te preocupes, yo me encargaré de que recuperes tu empleo y o
ejor buscar otro trabajo. Mathew no la dejó irse así
rga para ti-, expresó Jenna, algo n
Mathew, acercándose a ella para despedirse. Sint
rante el camino no podía dejar de pensar en Mathew y en