de allí. Era consciente de las miradas fulminantes que le dedicaba la cas
ación que existía entre ellos, sospechaba que se conocían. Su curiosidad la llevó a preguntar de d
desde que llegó -comentó la morena,
n más -respondió Hayley, intentando
tal vez le has llamado la atención -continu
testigo de numerosos romances entre personas que coincidían en el mismo lugar, como si el dest
or completo al pelinegro que continuaba en el rincón. Por su parte, Evan decidió m
más tarde? Te d
uró ella, soltando un
o insistiera en el mismo tema. Había sido muy
o de su parte. Ni siquiera se conocían; eran dos extraños atrapados en un matrimonio que ningu
ía y se despidió de Jade y sus dos compañeras. No había mucho perso
abía soltado al quitarse el gorro. Caminó por la acera, sintiendo sus músculos agarrotados tras haber p
a sido su vida en los últimos años. La relación con su padre, los problemas financieros de su familia y ahora su situación actual. S
n lugar de un sueño que muchas desearían vivir. Para colmo, su padre siempre había estad
ir por ella, ni mucho menos obligarla a casarse. Pero ahí estaba, atada a un
Se encaminó hacia la entrada, avanzando hacia la imponente mansión que se alzaba a pocos metros de ella. Muchos desearían estar
a feliz en s
cuatro patas comenzó a rodearla, ladrando con entusi
erando? -su voz sonó más aguda
daba un rápido baño. Después de vestirse con una polera blanca y un pantalón de chándal negro, se acercó a Copito y se acomodó a su lado, tomando el libro
momento que había hojeado el libro que sostenía entre sus manos, pero no había tenido tiempo de leerlo ni la ocasión para hacerlo
esventajas haber contraído matrimonio. Ahora, disfrutaba de un poco
ra. Confiaba en que, tal vez, solo tal vez, la espera valdría la pena y que llegaría el mome
e trabajar en aquella cafetería resultaba extenuante, pero al menos encontraba consuelo y seguridad en recibir un salario semanal, a
nto a Copito, olvidando, aunque fuera por un instante, todos l