o molesta. El hombre la miró con ojos cansados y asintió c
miraron se fundieron en un beso profundo, se habían extrañado mucho, necesitaban saber que estaban ahí, el uno para el otro. A pesar de que nada había salido como planearon, Megan n
o en la estación de tren-. Mi mamá nos descubrió y me obligo a casarme antes. -Megan debía decirle, quería que supiera la verdad. Mark pegó su
Le pesaba tanto no haber podido luchar por su amor, ahor
de todo es un caballero -le explicó sincera.
No podía creer lo que le decía, más bien le dolía pensar que ella
e Mark creyera que le gustaba Marco, aunque él fuera decente y at
Solar la miró decidido. Esperando que ac
prudente y menos en la situación en la que se encontraba. En el primer momento, después de q
e dijo suplicante-. ¿Puedes esperarme? -Esperaba que aceptará no l
e no, cuando su vida no era nada si no estaba junto a ella. Aceptó aún sabiendo que sus encu
misma que aguantaría. Que soportaría todo para algún día no muy lejano pudieran estar juntos, ayudaría a su padre a levantar la emp
ir la mesa con su esposo tirano, aunque la llenará de regalos y obsequios ella j
su habitación, ese día creyó que así sería pero no fue así, Marco se acercó a ella y la miró directo contemplando su rostro, el cual para el era el más angelical que había visto jamás
sentir algo por ella, en su mente solo se decía una cosa, una cosa que Mark le hizo entender, Marco actuaba dulce y compresivo por que quería ganarse su confianza y después abusar
mpre llegaba con algún obsequio, como joyas o flores para ella después de un largo día de trabajo, era atento, amable y la trataba como reina, sin un atisbo de querer más que solo verla sonreír, Megan seguía pensando que no era tan bueno como le quería hacer creer, a pesar de todo no tenía queja alguna ante eso, incluso se
te, la monotonía, el quedarse encerrada todo el día sin que nadie conocido la acompañará, estaba formando aquella tristeza en sus ojos, de verdad quería pensar que era ese el motivo y no el hecho de estar casada con él, por que quería creer que Mega podía amarlo tarde o temprano, y no sé iba a dar por vencido. Jamás le pasó por la cabeza que su
de las recámaras de huéspedes, la cual estaba igual de linda que el resto de la casa. La rubia mayor no reparó en gastos, comprando todo lo que le gustará en el centro comercial, parecía no tener un límite con ella misma, no le costaba gastar siempre y cuando pagará con la tarjeta de crédito de Marco, estaba maravillada, se pagaba así misma por ser niñera de su tonta hija, no se pudo negar aún que le fastidiara ver a Megan con su cara de, soy la más desdichada del mundo,
mpre había actuado así y no había pasado ningún incidente, se quedó acompañando a la señora Smith, lo que Megan no sabía era que su madre estaba sospechando de ella, desde su llegada. Constanza no podía creer lo tonta que era su hija para no darse cuenta que no le creía nada de lo que decía. Dejó q
lo que un hombre herido haría, no sintió culpa alguna cuando muchas hipótesis empezaron a surgir en su men
e Mark en ese momento, simplemente regresó a su mesa como si nada hubiera pasado y esperó pacient
e cualquier mujer caería perdidamente enamorada de él con solo verlo, menos ella, claro estaba. Tenia la idea de que el merecía alguien que de verdad pudiera corresponder su amor.
etalle. Esa noche solo llevaba puesto unos shorts y una pequeña blusa de tirantes de una suave tela de seda, estaba a punto de irse a la cama cuando abrieron de manera estrepitosa la puerta de la habitación, Marco entró rápidamente mirándola furioso,