a hacer, tenía que actuar ya, tal vez podía alegar defensa propia, algo tenía que hacer, no obstante en ese
la mujer llamó a unos policías que casualmente transitaban por el lugar, Solar entró en pánico cuando toda esa situación se le es
caliente explotar en su interior, sus pasos poco a poco se detuvieron y no lo supo hasta que tocó su pecho, viendo la sangre que salía de ese lugar, no sintió absolutamente nada, ni siquiera dolor solo un desvanecimiento incon
e de su amada siendo arras
él si así lo traían de vuelta pero nada paso, su madre se lo dijo con la menor delicadeza posible, le confirmó el deceso de Mark. En ese momento ya todo estaba perdido, inclusos sus esperanzas, no volvería a ver al amor de su vida nunca más y le dolía en el alma, más que eso era como una tortura perpetua, se culpaba incluso por haberlo perdido de una manera tan trágica. Mark no era malo, solo se había enamorado de la persona equivocada, en el momento equivocado. Megan no quería saber de nadie, nada le importaba ya que Mark no estaba, solo quería permanecer allí hasta que muriera de tanto llorar, o tal vez de inanición, le
re. Aún lo recordaba y se ponía furioso. La realidad era que no sabía que había pasado exactamente con Mark, todo habia sido tan confuso, el solo fue por Megan con la direccion que le dio Consta
ntenerse alejada de él. Si quería conservarla como un simple trofeo, con la seguridad de que no seria de nadie, ni siquiera de él, e
cha compañía en días de depresión, era la única que le subía el ánimo y la única que Marco permitía que viera, eventualmente volvió a sonreír un poco, no era fácil olvidarse de Mark, y del todo el amor que se tenian, ella seguía tan enamorada c
único que hacía era reprocharle todo lo que había tratado de hacer, en como pudo haber puesto en peligro el bienestar de la empresa
e lo suficientemente indulgente para olvidar su dalta y querer seguir casada con ella, Megan no creía lo mismo
. Megan estaba sumergida en sus pensamientos mientras él se desesperaba un poco más cada día. Al contrario de ella, Marco si quería conversar, quería saber de su esposa, saber lo que pensaba, lo que sentia y quería, no quería ser mas duro, pero no sabia co
ó a Megan y con mucha razón, no tenía derecho, lo tenía, por que era su casa, pero no con ella. Marco iba en plan neutral, realmente no había hecho eso pora molestarla o algo parecido, solo quería conversar des
ojo sobre la cama-. Vendrán a cenar personas impor
, no dio a conocer sus pensamientos con ninguna reacción, no tenía por que darle el gisto. Sin importarle lo qu
para que tu te levantes el cuello diciendo que somos una parej
un movimiento rápido tomó a su esposa entre sus brazos, apretado un poco su cintura. Megan se quedó sin palabras ante el movimiento incluso dejó de respirar al sentirlo tan cerca a su esposo, a pesar de cuánto lo
propios labios, aunque que se reprendiera enseguida, a penas fuera consciente de ello, se odiaba a sí misma cuando esos pensamientos invadieron su razón. No podía pensar en
amientos eran muy diferentes a los que quería pensar. Su esposo la aprisiono más entre sus brazos y ella se obligó a desviar la mirada. Era demasiado, no podía seguir sintiéndose de esa manera cada vez que a M
sin rodeos. Incluso su cálido aliento la hacía estremecerse, tanto que se quedó ca
o la estaba tomando tan posesivo y dominante, estaba loca en verdad, como podía gustarle que la tratara de esa forma, entonces puso más atención en Marco y sus oj
a de lo que sería capaz de hacer si lo seguía desobedeciendo, hasta ese punto había llegado su soberbia. Era un hijo de puta, eso ya lo tenía claro. Se forcejeó con más fuerza soltándose por completo, ya que las manos de Marco aún sostenían s