. Una enfermera me ayuda a desinfectarme, para
erminó, pude respir
limpie su frente. Al sentir su piel liza, los vellos de mi
así que de inmediato, quite mis
ente porque fin haya acabó de la cirugía. Todos salen suspirando del cansancio. Después de todo,
vaya.–Corro hacia él de inmediat
lo otra vez? El hombre me hacía sudar la gota gorda, no sólo porque fuer
tar conmigo todo el maldito día. ¿En serio quiere que la
sidad, ni a mi pueblo natal. Todo era tan aburrido y de tan poca clase. Era una bendi
ndría que hacer mucho al lado de este hombre. Lo que
tas y dos puntadas, por
ermeras, quién me invitó a comer en el comedor de hospital. Ella era muy
doctor Mark.–Me comenta mientras está probando
con alguien más amable.–Solo llevo al
ndo no están en su mismo canal.–Me dice lamiendo su cuchara. – Pero no te lo tomes como
fuera posible, también era una bendición comer aun cuando no tení
e.–Dijo sin más mientras que podía entender que quiz
os ojos mientras ma
un chico que quizás era la sensación de la escuela, pero ya no estábamos en el co
rumpe, ya que quizás no ha
muy especial y tienes que tener experiencia para trabajar con
a ser, aunque sea un poco buena.–
me lo dice con tanta sinceridad, mientras sient
o la dejó cuando nació su segundo hijo. Por suerte ella me dijo que podía quedarme con ell
namos hacia los consultorios. Yo estoy con el
el destino, una puerta se abre con fuerza, haciendo que me golpeara en el pe
ita.–Deja sus cajas y
e pregunta Ross
suelo, pero una mancha roja e
n sus ojos bien grandes, mientra
joven de paquetería, ya que me ha golp
l, ya que yo no era la clase de persona que
quila, aunque me arde el pecho. Y cuando Ross regresa, me empiezo a sentir tranquila, pero mi tranquilidad se va, cuando veo la cara de
ntó cansado y mirand
eó con una gran caja.–Responde R
para el itinerario que el hombre importante tenía.–Sal de aquí.–Le dijo con frialdad
ndose a que revisiones así, las hacemos las enfermeras, no el
en.–Le contesté molesta de qu
e pide como si me
udorosa y algo tímida con mi cuerpo. A pesar de ser enfermera, me dediqué ta
? –Alza la ceja al ver la gran cortada que me hizo una indefensa caja de cartón.–Niña, te golpeo tan fuerte que tengo que darte puntadas
doctor Mark li
pongas blusas que tengan el cuello muy arriba, usa algo escotado.–Me da indicaciones que son muy pobres para un doct
erme mi blusa, pero al ver que no
a y me la quita por completo, dejando mi sostén rojo a los cuatro vientos. Él me mira
lo golpea el suelo con sus zapatos finos
fferson.–Ahora me sorprende, ya que
labios rojos me besa mientras mete su lengua en mi boca, haciéndome probar su saliva
mano derecha se adentra en mi pantalón blanco, haciendo que me aferrara más a su cuerpo.–Una cabeza hueca.–Expresa aún con sus