ícil de
aceptado la propuesta de Gena ella aún mantenía la esperanza de que su situación pudiese mejorar con algún tipo de milagro repentino, pero Eli estaba clara en la ide
para los problemas de su pequeño. Ángel lo era todo para ella después de lo que había ocurrido. No había forma de que ella se diese el lujo de poner en riesgo la vida de él, no después de lo que le había prometido a su mejor amiga; por eso estaba dispuesta a todo conta
brante y feliz, pero que ahora debía sufrir las consecuencias de una enfermedad cruel e indolente que le sometía a una vida limitada y con mucho dolor. Cada vez que El
cuperación del pequeño, por lo cual Eli se atrevió a realizar una jugada arriesgada: se presentó el despacho donde había
la mitad del trat
tipo de acuerdo firmado, por lo cual no le sorprendió cuando Gena se neg
para darte ni un centavo sabiendo que en cualquier momento tú podrías retractarte de nuestro acuerdo y aprovecharte de mí buena voluntad ―Al decir aquello, Gena se dio cuenta de lo absurdo que
irigido hacia ella, pero no se quedó con esa sensación, sino que se decidió a dejarlo de lado, manteni
tengo que hacer... q
li, por lo que no se detuvo en rodeos, sino q
temos l
rrible situación en la que se encontraba, pero no tenía de otra. Le tocaba tomar una decisión o
que, ni siquiera conocía, era algo absolutamente insoportable, pero no había nada que hacer. Aunque le resultara algo ridículamente insoportable,
complacida
misma
do de bodas que Gena le había proporcionado. No era lo que hubiese soñado para su vida ni mucho menos, pero por lo menos encontraba un dejo de agrado al verse así de hermosa frente a su propia imagen: su reflejo le dejaba apreciar la figura esbelta que había heredado de su madre y el cabello castaño que había sido una herencia de su abuela paterna, pero sobre todo se congració cuando descubrió que sus ojo
que se suponía que debía recibir en el altar, entonces Elia caminó con nerviosismo y un poco de susto, pero todo eso se le convirtió en desagrado cuando se dio cuenta de que el hombre que le esp
al darse cuenta de su mala suerte. Definitiv
captar cada detalle de lo que ahí acontecía. Muy pocos invitados y los pocos que estaban presentes parecían obligados por la situación. Eli se quedó muda al lado del sujeto, que se mantenía como una piedra, insensible e indolente, como si no h
ca le dio la oportunidad de hablar. En todo momento tuvo que quedarse muda, haciendo un esfuerzo para sonreír cuando en realidad su alma estaba completamente perdid
me caes bien, así como yo tamp
ento e
era su esposa. Aquella era su primera conversación como "marido y mujer" y él había t
nombre de Maximiliano Benz, ni hacía el intento de ser empático―... solamente me casé contigo para cumplir esa estúpida voluntad de mi abuelo... no m
a ella para engañar a ese hombre, por lo que ella debía mantenerse apegada al plan y no decir nada o de lo contrario pondría en riesgo la ayuda que esta había
s, por lo que tampoco esperes saber nada de mí... limítate a guardar silencio y posiblemente no suframos tanto este
sas por lo sano, evitando así que su genio explotara por la furia que le ocasionaba aquel intento de abuso de parte de él. Eli sencillamente se dio la vuelta y regreso a su habitación exasperada por todo aquello. Maximiliano quedó en la s