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cierta manera era así, pues ella planeaba seguir el juego de ese matrimonio vacío y sin sentido para tener contenta a la mujer hasta que ella decidiese que era el momento de saldar su cuenta, pero mientras lo hacía procuraría pagar aque
sa sabia de sus escapadas y que muy posiblemente a oídos de Maximiliano había llegado esa información, pero a él parecía importarle bastante poco lo que ella h
uenta todo el cúmulo de pendientes que tenía en su haber, Eli no se podía dar el lujo de estar ocupa
ndo de encontrar trabajo, pero no se podía rendir, Eli sabía que la meta no era
a sin ninguna oportunidad. Eli no tenía manera de probarlo, pero estaba completamente segura: aquello debía ser definitivamente una artimaña de Gena para hacerle la vida imposible. Qué tipo de poder debía tener aquella mujer para hacer algo de esa índole, algo realmente ap
tado sería el mismo. No era la mejor manera de hacer algo por su pequeño Ángel, que permanecía recluido en el hospital bajo los cuidados de las enfermeras, pero era lo más que podía h
fue la misma, incluso había tenido el tino de intentar conseguir alguna oportunidad en la rama del aseo y la limpieza y también en restaurantes como mesera y lavando platos, pero su suerte fue más cruda que en las otras ocasiones, ahora solo le qued
ó de solo pensar en lo que estaba vivie
stros deformados de quienes bailaban y bebían eran solo un aviso de lo que podía ocurrir. Tal como le fue con el sujeto de la puerta que la dejó entrar sin oponerle mayores inconvenientes, así mismo ocurrió con el dueño del lugar, quien le ofreció comenzar a trabajar de inmediato sin siquiera pedirle la identificación,
: Trata de vestir más
ontenibles para la pobre, que cada vez se convencía más de que aquello no era más que una mala señal. La paga provocativa y las propinas que se
sentía que sus oídos estaban a punto de estallar por el fuerte sonido de la música que ocupaba el espacio contenido dentro de esas cuatro paredes. Sus oj
e conseguir pareja algo más, ya se habían retirado por haber tenido suerte, por haberse dado por vencidos al final de la carrera, sin embargo, quienes aún ocupaban aquellos recodos oscuros y solitarios del lugar dond
final del pasillo le llegó con un
de esta
o el jefe del sitio le servía para por lo menos sentir que el sacrificio había valido la pena. Eli recogió la bandeja con el par de cervezas y se enfiló directo al sitio donde había sido requerido su servicio. A lo lejos se veía una pareja sin fuerzas que se obstinaba
Para cuando Eli intentó reaccionar, el sujeto ya le había rodeado con el otro brazo cubriéndole el torso de manera lasciva, pues los dedos de él se ocupaban en tocar toda la piel de ella que le fuese posible. Así se dio por enterada que su suerte estaba a punto de cambiar para peor. La sombra sin rostro la haló hasta alejarla lo más posible de la vista de cualq
ucediendo: el sujeto delante de ella comenzó a desabrochar su pantalón mientras el qu
se dio cuenta de que ella apoyaba sus pies para aplicar mayor fuerza, él la elevó del suelo haciendo que los pies de ella quedaran suspendidos en el aire y sin u
ado para lo que ocurrió a continuación: el sujeto que le sostenía en el aire, de repente dejó de asfixiarla y simplemente se desplomó como una montaña estando a punto de llevársela a ella consigo, po
e reaccionar a este golpe poderoso, por lo que se fue de lleno contra la pared, chocando su cabeza contra el muro y cayendo a piso inconsciente. Eli estaba confundida y no podía ver nada en medio del desbarajust
ada, Maximiliano la tomó del brazo y la arrastró
a se había emitido ahora por su propia decisión, pero ahora que Maximiliano le est
i estaba tan ofuscada por la manera en que se dio todo que sencillamente se dio por vencida y dejó que todo siguiese su rumbo, después de todo estaba regresando a casa c