hasta qué hora lo hice, sólo sé que desperté ante el constante llamado del timbre de la pu
é la puerta y la seguí, estaba sacando comida de la bolsa,
puerta, se volteó a mi y negó con la cabeza, alcé las cejas cu
inar -¡George al fin m
e saber lo feliz que me hacía, llevaba tantos año
años -reí, mi amiga había hecho tantos planes de cómo sería su boda con su nov
remos ninguno de ellos, todo es tan viej
no,
udarme a preparar esto, ¡Dios! No tengo n
o fijan
nco meses es nuestro aniversari
poco tiempo -la
al necesario para ello. Tu tranquila
asint
i misión en
s mientras le contaba lo ocurrido ayer, su cara se volvió roja y comenzó a d
endrá en estos dí
compras y spa! Necesitas mucha lencería y una depilación, llevas tant
cuerpo libre de bello, después de tantas semanas en a
ndo terminé de comer la tarta d
tro hombre que no sea Aidan, una vez estuve a pu
ía, compré lencería, exfolié mi cuerpo y me di un relajante ma
e nos ayude con tu empleo -di
terrumpió poniendo la palm
cerraría todas las puertas y es por eso que es necesari
éndola que la apartara de inm
i pantalón para limpiarla -que asco, quien sabe dó
n poco más aliviada, ya había pensado en decirle al señor Baker que me ayudara pues era consiente
s veces pero no contestó y no quise seguir insistien
de tener, todo comenzaba a pasarme factura, mi cabeza dolía
stiendo en que fuera a casa y resolviéramos los problemas como las personas adultas que éramos. Por
mes y queremos que estés aquí. Te llega
i, estaba tan dedicada a mi trabajo y me parecía totalmente injusto haberlo perdido solo por los caprichos de aquella mujer. Me indicó indignaba porque en ningún momento tuve acercamiento con mi
mpañaba al señor Marshall a otras ciudades inclusive fuera del país, lo llamaba a cada instante y ni eso fue suficiente para que su marido le fuera fiel, n
no había resultado. Aidan avisó que llegaría hoy, por lo que me encontraba emocionada arreglando todo para su llegada, su comida
un taburete de la barra -¿a q
eloj de m
dos
cillo dándole un mordisco -deja respiro un poco y comenza
e el delantal y
la m
ojo dándole otra m
trar a la ducha justo cuando mi móvil vibró con una llamad
contestas, llevo
mi labio inferior sintiéndome n
ar, surgió un evento de último momento en el que debo estar