unda p
oys" señalaba una puerta que estaba abierta. Gustavo se detuvo un p
bailarines hombres se presentaban, pudo incluso divisar en una mesa a Ivanov
ierda – susurro Gustavo a su
ro de "Girls" era básicamente lo mismo, solo que en vez de hombres bailando eran mujeres. Nuevamente pudo divisar a lo
rdo de confi
s, algunas abiertas o semiabiertas, pasaron por una que estaba abierta, Horacio estaba
a Horacio así, jamás cerraba la puer
ada la habitación, entreabrió los labios y pas
olo. La sonrisa del rubio se hizo ev
igo, pero en verdad quiere a
l único curios
sta la habitación contigua a la de Horacio. Entraron en ella, era
on la voz ronca, no podía ocultarlo, es
lanta hace y qué mejor que hacerl
infierno comenzaba a quemarles las manos. Bajo la luz roja neón, la sexy música de fondo, Gustavo se quitó su camisa, le sonrió y poniendo una ma
besar el cuello de Rusell, movió un poco su
no entendía bien el porqué, seducido por los besos del rubio, pero en cuanto cayó en cuenta re
re tomar el
o sabía cómo llegó a la habitación. ¿Có
urio
ba, ver sus tatuajes, como movía sus caderas,
cuerpo de ese rubio era más
e lubricante, condones y algunos "dulces" saco el lubricante y un condón. El siguiente cajón tenía algunos consola
o el labio, impaciente por ver lo que
ó su mirada
or las cuerdas,
rte latir de su corazón y pequeñ
dad pudo m
igo del mueble contiguo a ese
mientras el rubio recuperaba el aliento, tomó sus manos, las puso sobre
ien que hacía los nudos ¿Dón
n de Gustavo, no perdió más el tiempo y lo sacó junto con sus calzoncillos. No p
do nena – sonrió Rusell al
muy calie
or, nada de Rusell
señor – son
l cuerpo desnudo de Gustavo, sentir el frío de la
como el rubio perdía el con
uy rudo pero sí lo bastante fuer
zos hasta que se canso, la piel roja de Gustavo donde
latigazo más, estaba seguro de que se correría, por suerte
y sin que el rubio estuviera listo, lo penetro hacien
gust
enetrado por los dedos de Rusell. No era su primer sexo
solo el pr
le espera pero está más que ansio
quedando desnudo, se acercó hasta quedar frente al rostro del rubio, acerco su pene a la boca del rubio y delineo sus labios con la punt
ercó lo más que pudo hasta poder chupar el miembro de Rusell, admirando có
, la magia que no haría con ellas y de lo
su boca, quería seguir y sentir como el semen recorría su boca y su gar
avo lo miró, ansioso y queriendo descu
erías jugar? –
ronca debido a los gritos que me darás, quiero sentir como tus piernas flaquea
su cavidad anal. No vio ni cuando se puso el condón. No pudo pensar más, por más que R
pasara un minuto para que Gustavo se acostumbrara a su tamaño cua
si lo partieran a la
el rubio gemía, echaba la cabeza para atrás, jalaba sus manos, y movía sus caderas para satisfacció
a era muy grande, así como sus gan
da, cada vez un poco más fuerte, mirando como su piel se tornaba roja, sus lágr
como el rubio lo estaba apretando, dedujo que estaba por correrse así
iéndose por completo. Rusell satisfecho de ver como el rubio puso los ojos en blanco, y sus piern
n lo amarró y lo tiró. Gustavo comenzó a toser, tratando de recuperar el aliento
– dijo Gustav
ronca, se acercó a él y lo desató – Vert
icable – le sonrió, masajeando sus
minar? – sonr
ara recoger su ropa – Agradezco tener buenos analgésicos porque s
eres segu
usivo signifique que haya imbéciles que se pasen de listos – lo miró – Quédate todo lo que quieras, te traeré algo en u
se iba Gustavo dejándolo solo en esa habitación – La curi
es con un poco de vodka, se acercó a sus
eñor – los do
ven un minuto – la castaña lo siguió quedan
stavo? ¿Quiere
ación 6 de lado derecho, tiene un semental que necesita ser empotrad
e hal
ien cariño
corto beso en los labios ant
pa pero el sonido de la puerta abrirse lo detuvo. Esperando que fuera Gustavo, encont
a algo especial para us
curioso, intrigad
sonrió
de descontrol nada le quitará. Así que n
.
sin duda, todos adoraban el acuerdo de confidenci
e mejor humor, sin duda
estado cuando vio a Gustavo con unas rosas en la mano, quería acercarse pero según el acu
cadera pero la cogida había valido la pena. Había estado perfeccionando la
ería donde compró un ramo de rosas rojas y después cond
así que podía entender el alboroto. Inconscientemente buscaba con la mirada al Jefe pero no pudo verlo. Así q
los dos se acercaron casi corriendo, se abrazaron y después se besaron
suspiro – Pero ahora e
l camino y vi esto – le entrego el r
lo propones – le dio un cort
aminar a la salida, cuando la mirada de Gustavo se encontró
é pas
er a Horacio, eso solo eso – le dio un guiño
dio un guiño con su novia al lado. ¿Acaso estaba loco? ¿Cómo es que tiene nov
ncógnita más gra
.
serio? – sonr
onrió Gustavo term
enio y tratando a todo el mundo como si fuera un estupido. Pero si
ercó a su chica y la b
piste que tal le fue a Mel
os dos rieron – Deberías prob
ntigo – volvieron a reír – Por cierto, hablando de dej
escuc
cera planta para ser específica – le
– le sonrió – Sirve que vemos
r esposo que podre tener
ner – le sonrió Gustavo – Y hablando de eso, teng
a y hagamos una cita. Nuestr
a luna de miel –
.
con la esperanza de encontrar a
a noche aquí
¿Q
sonrío – Él está en la terce
planta más?
ltero o ti
eso? – dijo Rus
ienes pareja entras con facilidad – le dio un guiño – Diviértet
hay en la te