Florencia esta huyendo de un pasado que la destrozo, pero en especial de Manuel un narcotraficante que esta obsesionado con ella, sin saber que se encontrarÃa con el amor de su vida a mitad de camino; Leonardo escapa de un matrimonio arreglado por sus padres, ya que no tienen la fuerza para imponerse, hasta que la ve, su hada como la llama, ambos viven un amor verdadero y único, jurándose amor eterno, sin tener en cuenta que el ser humano tienen fecha de caducidad. capos narcos, muerte, un bebé, una promesa, una suplica, un buen amigo y muchas verdades que saldrán a la luz.
Leonardo.
Cierro los ojos y respiro profundamente disfrutando del aire puro y los rayos de sol que bañan mi cuerpo, este lugar siempre me gustó, es un remanso de paz, donde venÃa cada vez que mi mente se convertÃa en un caos, cuando me sentÃa acorralado y abatido, mi lugar favorito, mi refugio.
- Nunca terminé de entender ¿por qué de todos los lugares del mundo en los que posees propiedades tu destino favorito es este pequeño pueblo? en un paÃs tan...
- Ten cuidado con lo que dices, los argentinos se destacan por defender su patria ante todo insulto, créeme son personas pasionales, no solo con su patria, su equipo de fútbol e incluso con su forma de pensar, te puede salir caro menospreciarlos, además, mira a tu alrededor, montañas con cumbres nevadas, bosques casi vÃrgenes, lagos que guardan un encanto especial y a cada paso una leyenda que oÃr de sus indÃgenas, te enseñan a ver la naturaleza de otra forma. El Bolsón es un lugar mágico, toda la Patagonia lo es. - Trato de que mi amigo entienda lo maravilloso que es este lugar, pero lo dudo somos muy diferentes, mientras que él dice dÃa yo digo noche, él dice cuidad y yo digo bosque.
- Bueno eso es verdad, pero para alguien como yo, que necesita del bullicio de la ciudad, el ruido de la noche... no sé cuánto tiempo te pueda hacerte compañÃa, hace tres dÃas que llegamos y no hemos hecho nada más que estar con tus caballos y pasear por el lago, necesito mujeres si vamos a estar recluidos en tu pequeño fuerte.
- Bien Kevin, esta noche iremos a un lugar, que cumplirá con tus requisitos y quizás con suerte encuentres a alguna turista que quiera divertirse, aunque no lo creas no seremos los únicos norteamericanos por estos lugares, viene gente de todo el mundo, a un par de horas de aquà esta Bariloche en el se encuentra el hotel spa llao llao, es un lugar que ha sido sede de la cumbre iberoamericana de presidentes y ha albergado a grandes celebridades, un poco más lejos se encuentra Villa la angostura, allà tienen una residencia los reyes de Holanda, como verás, no soy el único millonario que encuentra maravillosa esta región.
- Entonces amigo, espero que tengamos suerte esta noche y puedas empezar a despedir tu solterÃa como corresponde, Charlotte te está esperando para poner fecha a la boda, sabes que su compromiso ya empieza a levantar habladurÃas, digo, ¡¿quién se compromete por 6 años y aún sin decidir fecha para la boda?!
Y esa es la razón por la que escape, ese maldito compromiso que me hace sentir que me asfixio con cada minuto que pasa.
- Sabes que ese compromiso fue organizado por mis padres, yo nunca estuve de acuerdo. - digo una vez más con el cansancio que ello me ocasiona.
- Pero no te opusiste como era debido.
- ¡Apenas tenÃa 18 años! Solo pensé que, con el paso del tiempo, ella se aburrirÃa de mi desinterés y cancelaria todo.
- Ella solo busca tu billetera y capturarte eres uno de los millonarios más codiciado por las mujeres en California, no solo por tu dinero también eres extremadamente guapo.
- Wou detente ahà o creeré que te gusto. - digo divertido solo para molestarlo.
- ¡Rayos Leo! Eres realmente un idiota.
Seguà bromeando todo el dÃa con Kevin, pero la verdad era por ese compromiso que estaba en este lugar, habÃa comprado estas tierras un año después de mi sentencia, porque si, el compromiso con Charlotte Pincen era eso, una sentencia, un castigo, una condena, necesitaba un lugar donde escapar de ella, de mis padres, de todo el mundo, buscando una solución a todo esto, pero los años pasaron, y estoy como en el principio, atado a alguien que no amo y sin una firme razón para oponerme a los deseos de mis padres, ¿qué les puedo decir?, que nunca me ha atraÃdo ninguna mujer u hombre, si claro, seguro que se resignarÃan a perder su amistad con la familia Pincen asà como asÃ.
Estoy comenzando a creer que algo no está bien en mÃ, ¿acaso no puedo sentir amor por nadie?, no creo ser homosexual, tampoco heterosexual, no sé qué está mal conmigo, acudà a decenas de psicólogos e inclusive psiquiatras, pero nadie sabe a qué se debe mi falta de deseo sexual, es frustrante, no es como que nunca estuve con alguna mujer, es solo que no siento placer, no siento nada.
Florencia:
Mi vista recorre el paisaje tan hermoso que esta fuera del restaurante como si de una hermosa obra de arte se tratara, mientras el tono del teléfono llama una y otra vez, hasta que al fin alguien atiende.
- Hola.
- Hola Diana ¿cómo estás?
- ¡Amiga! estamos bien, no te preocupes por nosotros, mejor dime ¿cómo estás tú? ¿Cuándo te veremos?
- Estoy bien, en serio, no se preocupen, en cuanto a vernos... no lo sé, sabes que eso será difÃcil. - Dios como los extraño.
- Dime por lo menos ¿dónde estás? Hace meses que no sabemos nada de ti.
- No lo creo conveniente, si él se entera, estoy segura de que esta vez me matará. - de solo pensarlo tiemblo.
- ¿Por qué te fuiste Flor?, él está en México, nosotros en Colombia, aquà no nos puede hacer nada, no a menos que quiera iniciar una guerra entre cárteles. Además, sabes muy bien que mi padre jamás dejara que te haga alguna cosa. Él te aprecia como una hija, se siente en deuda con tus padres, nos hace mal no saber de ti.
Diana siempre encuentra la manera de hacerme sentir culpable, es increÃble, pero no puedo poner a nadie más en peligro, no soportarÃa ver morir a más nadie.
- No querÃa ponerlos en peligro y yo ya no quiero saber nada con esa vida, sabes muy bien el precio que pague por no querer ver lo obvio. Si te hubiera escuchado en aquel entonces. - me lamento en vano, ya es tarde para eso.
- Eso ya no importa, dime, por lo menos si estás en este paÃs, si necesitas dinero, sabes que puedes contar conmigo para lo que necesites, con todos nosotros.
- No, no estoy en Colombia, vine a conocer el paÃs de mi padre, estoy en Argentina, no te preocupes, tengo trabajo, estoy bien. Ahora Debo colgar, adiós saluda a todos de mi parte.
- Adiós, Florencia. CuÃdate. No olvides que te queremos.
Extraño tanto a mis amigos, Diana, Esteban, Javier, como me gustarÃa estar con ellos, pero mi sola presencia podrÃa ser causa de muerte para ellos, soy una idiota, por lo menos aquà estoy tranquila.
TenÃas razón papá, Argentina me iba a encantar, es un lugar maravilloso.
- Florencia, ¿estás bien? - Diego, el encargado del restaurant siempre está al pendiente de todo lo que hago, es un buen hombre que se preocupa por mÃ.
- SÃ, sÃ, todo perfecto, comenzaré a acomodar las mesas.
- ¿Sabes? hoy tendremos a gente importante, viene Amara Scott y sus amigas.
- Mmm, no me suena su nombre, pero no te preocupes mi servicio será excelente como siempre. - Y es que esa es la verdad, siempre atiendo a todos por igual, con respeto y de buena forma.
- Lo sé, en realidad te iba a pedir que cantaras una vez servidas las mesas, Elio llegará más tarde esta noche, ¿crees que podrás cubrirlo?
- Si tú confÃas en mÃ.
- Si, obviamente que confió en tu hermosa voz.
- De acuerdo. Solo necesito una guitarra.
- Y la tendrás, aparte también tendrás un plus este fin de semana en tu sueldo.
- Gracias, aunque sabes que lo harÃa gratis ¿verdad?
- Claro que lo sé, pero es lo que corresponde.
- Eres una luz Diego.
- ¿Tanto como para iluminar tú corazón?
- No estropees el momento, eres mi único amigo aquÃ. - Diego es un joven maravilloso, pero no quiero involucrarme con nadie, no después de todo lo que he pasado.
- De acuerdo, hagamos de cuenta que no dije nada. Pero no perderé las esperanzas.
La tarde pasó rápidamente, entre acomodar y servir las mesas, pude distinguir de inmediato a la famosa Amara, bueno, aunque de famosa no tenÃa nada, era la hermana de un gran empresario de California, eso era lo único por lo que era conocida.
Aparte de ella y su grupo de amigas que ocupaban casi la totalidad del local, solo habÃan dos mesas más ocupadas, en frente del escenario una familia de empresarios argentinos que le servÃan de guÃa turÃstica a la señorita Scott y dos hombres jóvenes que se sentaban en la última mesa, no pude ver sus rostros en lo que iba de la noche, ya que Diego me designó a la familia argentina, mientras que él y Fabián atendÃan a las hermosas jóvenes, a pesar de que mi Inglés era mejor que el de Fabián entendÃa porque hizo ese movimiento y es que ambos jóvenes eran bien parecidos, ellos querÃan conquistar a algunas de las muchachas, son dos mujeriegos empedernidos.
- Che, Flor, ¿te diste cuenta de que ese bombón no te saca la vista de enzima cada vez que vas a su mesa?
- ¿Eh? No, no lo creo es solo un niño. - El joven argentino, era bonito a la vista, pero su cara de niño no era para mÃ.
- Vamos muñeca, debe tener entre 19, 20 años. - dijo con voz tentadora mi compañera de trabajo.
- Exacto, yo tengo 24 ¿conoces el dicho el que duerme con niños amanece mojado?
- En ese caso te cambio de mesa, yo tengo 20, y ese par rondan entre los 25 y los 30.
- Concéntrate en trabajar Mónica, deja de querer ligar con todo el mundo.
¿Qué pasaba con ellos esta noche? ¿Acaso estaban bajo algún embrujo alborotador de hormonas? ¿O solo era yo que perdà la fe en el amor? Al fin Diego me dio la señal para que suba a cantar, algo que me encantaba y que pocas veces tenÃa oportunidad de hacer, menos aquÃ, a Elio no le gustaba y ser el sobrino del dueño tenÃa sus ventajas, no le agradaba que tuviera mejor voz que él, y no es por dármela de diva, pero era la verdad. Mientras comencé a tocar la guitarra me decepcione un poco al ver que solo la mesa que yo habÃa atendido me prestaba atención, mientras las muchachas seguÃan con sus risas escandalosas, supongo que a todos nos pasa, ser ignorados cuando solo queremos dar lo mejor que tenemos.
SabÃa muy bien lo que debÃa cantar, el tema preferido de mis padres, la leyenda del hada y el mago de rata blanca.
- Buenas noches, espero que estén disfrutando de este hermoso lugar, y que les agrade el siguiente tema: la leyenda del hada y el mago.
Cuenta la historia de un mago
Que un dÃa en su bosque encantado lloró
Porque a pesar de su magia
No habÃa podido encontrar el amor
La luna, su única amiga
Le daba fuerzas para soportar
Todo el dolor que sentÃa
Por culpa de su tan larga soledad
Es que él sabÃa muy bien que en su existir
Nunca debÃa salir de su destino
Si alguien te tiene que amar, ya lo sabrás
Solo tendrás que saber reconocerlo
Fue en una tarde que el mago
Paseando en el bosque la vista cruzó
Con la más dulce mirada
Que en toda su vida jamás conoció
Desde ese mismo momento
El hada y el mago quisieron estar
Solos los dos en el bosque
Amándose siempre y en todo lugar
Y el mal que siempre existió, no soportó
Ver tanta felicidad entre dos seres
Y con su odio atacó, hasta que el hada cayó
En ese sueño fatal de no sentir
En su castillo pasaba
Las noches el mago buscando el poder
Que devolviera a su hada
Su amor, su mirada tan dulce de ayer
Y no paró desde entonces
Buscando la forma de recuperar
A la mujer que aquel dÃa
En medio del bosque por fin pudo amar
Y hoy sabe qué es el amor, y que tendrá
Fuerzas para soportar aquel conjuro
Sabe que un dÃa verá su dulce hada llegar
Y para siempre con él se quedará.
Para cuando terminé solo escuchaban aplausos, eso me hizo sentir muy bien, no sé si ellas entendieron toda la canción, supongo que siendo personas ricas hablarÃan varios idiomas, yo era una don nadie y sabia castellano, inglés, italiano y un poco de portugués, mis padres se esforzaron para que tuviera un buen futuro, lástima que lo eche todo a perder.
Estaba por bajar cuando comenzaron a pedir otra, no sabÃa qué hacer, podÃa ver que Elio y su grupo ya estaban tomando lugar en sus instrumentos y sus rostros no eran de felicidad.
- Dame eso, nadie te dio permiso de tocar mis cosas.
- Diego me lo pidió. - Le respondo algo irritada, no soporto al idiota Elio.
- Él es solo el encargado no el dueño. - El idiota ni siquiera disimuló cuando me arrebató el micrófono y me empujó para que bajara del escenario. QuerÃa golpearlo, odiaba cuando actuaba como él niño mal criado que era.
- Lamento eso, hablaré con Alfredo, él no puede tratarte asà menos delante de los clientes.
- No te preocupes Diego, sabemos de sobra como es el niño caprichoso.
- Flor, los hombres de la última mesa pidieron tu presencia. - dice Mónica interrumpiendo nuestra charla.
- ¿Eh? ¿Para qué?
- No lo sé.
- Será mejor que vayas, es conocido de Alfredo, se llama Leonardo Roth, creo que tienen negocios juntos.
- Bien. De acuerdo iré.
Leonardo:
- Dime ¿que te parece? - espero que el lugar sea del agrado de Kevin.
- En verdad, la bebida y la comida es muy buena, aunque si la camarera supiera hablar inglés serÃa mejor, odio usarte como traductor, en especial porque estoy seguro de que no le pediste su número telefónico, mi castellano es escaso no lo hablo, pero lo entiendo.
- Vamos, es solo una niña, si te gustan jóvenes ve por Amara, no ha dejado de coquetearte.
- ¡Estás loco! ¿Sabes quién es su hermano? Alexander Scott, fue nuestro compañero en la universidad ¿acaso lo olvidaste?
- No podrÃa olvidar a un maldito como él, es por eso mismo, que te digo que ligues con Amara, él se burló de tu hermana, págale con la misma moneda. - y una vez que lo dije me avergoncé, ¿Cómo pude darle tal idea? Pobre chica, no tenÃa la culpa de que su hermano sea un desgraciado.
- Suena tentador, pero todavÃa recuerdo la paliza que me dio cuando lo confronte por lo de Lisa, dicen que está aún más loco y violento desde que su prometida murió. Creo que ese fue su karma, jugo con tantas mujeres que tuvo su castigo al perder a la única que amo.
- Esas cosas no se dicen. Mira va a empezar el espectáculo.
- ¿Esa no es la otra camarera? ¿Acaso no dijiste que tocaba una banda?
- SÃ, es raro, aquà solo toca el sobrino de Alfredo, tiene talento, pero no tanto, veamos si ella es mejor.
Cuando volvà a mirar al escenario una sensación extraña se apoderó de mÃ, esa mujer, era la más hermosa que habÃa visto en mi vida, dejé de prestarle atención a Kevin, y le hice seña de que se callara. No podÃa dejar de mirarla. Su piel era de un color tan hermoso que contrastaba de una forma maravillosa sobre el escenario negro, su cabello castaño a pesar de estar atado en una coleta alta caÃa y bajaba por su espalda hasta su cintura como si fuera una cascada, su figura frágil se perdió cuando comenzó a tocar y luego a cantar, parecÃa una diosa guerrera, y su canto era como el de una sirena que me llamaba, mejor dicho, me hacÃa sentir exactamente igual que su canción, ella era el hada y yo ese mago que vagaba solo, perdido, por primera vez sentÃa algo, esto era amor, me habÃa enamorado del primer momento en que la vi, y cuando me di cuenta de eso el miedo se apoderó de mÃ, era hermosa, estoy seguro que debe tener a alguien en su vida, ¿qué hago? ¿Cómo saber? ¿Cómo conquistarla? Jamás sentà estas emociones, me siento raro, y malditamente excitado.
Para cuando termino, tenÃa ganas de salir corriendo y tomarla en mis brazos, ¿cómo puede ser que no la haya visto antes?, vengo al menos dos veces al año, debe ser una empleada nueva.
- ¡Pero que hace ese idiota de Elio! - Ver como Elio le arrebata la guitarra de sus pequeñas manos me enoja, ¡¿acaso no sabe tratar a una dama?!
- Creo que echando a la mujer con el mejor trasero que he visto en mi vida.
- ¡Compórtate estúpido! - Que ni se le ocurra mirar a mi hada, será mi amigo, pero esa mujer despertó algo en mà y no la pienso dejar ir.
- ¿Pero a ti que te pasa? - Ignoro a Kevin, aunque en realidad estoy tratando de no golpearlo. Llamo a la camarera que se nos designó.
- SÃ, ¿desean algo más?
- ¿Cómo se llama ella? - Y con un gesto de cabeza señale al amor de mi vida.
- Florencia.
- Dile que venga por favor.
- Ella está atendiendo otra mesa...
- Soy amigo de Alfredo, me has visto antes, dile que venga.
- Le preguntaré. - Bien, si debe de consultarle es porque la pequeña tiene carácter, no sé porque, pero eso me alegra.
Florencia:
- Buenas noches caballeros, ¿qué puedo hacer por ustedes?
- Buenas noches, toma asiento por favor, mi nombre es Leonardo. - el hombre de cabello negro hablo primero, estaba a punto de declinar su oferta cuando se levantó y corrió la silla de su lado para que la ocupara, ya no podÃa rechazarlo, si tenÃa negocios con mi jefe, no era buena idea. Me senté y miré a Diego, quien solo levantó los hombros. Y se dirigió a atender mi mesa.
- QuerÃa felicitarte, cantas muy bien señora o señorita... - No pude evitar sonreÃr, ¡¿señora?! ¡Jamás!
- Señorita, aunque solo dÃgame, Florencia, no es necesario tanta formalidad, solo soy una empleada. - Y a ti se te nota lo rico que eres con ese traje a medida, pensé, pero no lo dirÃa en voz alta.
- Es una empleada, pero no por eso no merece respeto, señorita Florencia, ¿tendrá algún apellido? - En ese momento me asusté, ¿para qué querÃa saber mi apellido? No se veÃa como si fuera alguien del cartel de Manuel, además era conocido de Alfredo, no deberÃa preocuparme, ¿o sÃ? El hombre se dio cuenta de mi conflicto y agrego apresuradamente.
- Disculpe mi curiosidad, es solo que quiero recomendarle a Alfredo que le permita subir al escenario más seguido, su voz es realmente... hipnotizaste.
- Florencia oliva, gracias por el halago. Señor Leonardo.
- Leo, dime Leo, lo de señor está de más. - Una Sonora carcajada me hizo mirar hacia el frente, pero antes de decir nada él hombre en cuestión hablo con Leo, en un perfecto inglés.
- Vamos Leo, ¿estas coqueteando? No lo puedo creer, pareces un adolescente, solo muéstrale tu billetera y la tendrás en tu cama en dos minutos, con sus piernas abiertas. - el rubio idiota dijo aquello como si nada y mi carácter rasguñaba mi interior por salir y darle unos buenos golpes.
- Veo que no sabes distinguir entre una dama y tus habituales amigas, si vuelves hablar de esa forma de ella da por terminada nuestra amistad, ¡¿entendido?! - Traté de mantener la calma, más aún cuando él me defendió, se veÃa realmente enojado y por primera vez me atrevà a mirarlo a la cara, ya que hasta ese momento lo habÃa evitado.
Su piel tenÃa un bronceado exquisito, sus ojos color miel me dejaron sin respiración por unos segundos, su cabello negro se veÃa sedoso e invitaba a hundir mis manos en él. Pero sus labios fue lo que más me cautivó, eran carnosos y se veÃan tan suaves, me pregunto qué sabor tendrán ¡¿Por Dios, yo no soy asÃ, que me sucede?! Quizás sea la abstinencia de sexo lo que me está enloqueciendo.
- Disculpa a mi amigo, Kevin Collins, es un poco.... Idiota. Me gustarÃa invitarte una copa, si no te...
- Disculpe señor Leonardo, pero estoy trabajando, si me disculpan, que tenga una buena noche. - Me levanté para irme, pero antes que eso sucediera el idiota del tal Kevin, abrió su boca de nuevo.
- Solo pregúntale cuánto cobra, y te ahorrarás todo esto. - Eso fue suficiente, tengo mi carácter, no soy una santa, me levanté y desde mi altura, ya que él estaba sentado mirándome, Clavé mis ojos en él y le respondà en inglés.
- Se nota que las mujeres a su alrededor solo están con usted si le pagan a cambio, que lástima da, un hombre joven con una mentalidad de mierda. - Giré sobre mis pies y me fui.
Al entrar en la cocina Diego me miraba con cara de pánico, ¿acaso escucho lo que pasó?
- ¿Que sucede Diego?
- Deja que te lo diga yo, o te despide o lo despido. - Elio estaba apoyado en la mesada de la cocina con su estúpida sonrisa.
- ¿De qué hablas Elio?
- Ven, vamos a la oficina.
- ¡No, tú no eres el dueño, es tu tÃo!
- Solo quiero hablar a solas contigo, ¿¡porque eres asà siempre!? - No me intimidaban sus gritos, no querÃa estar sola con él, porque conozco a los de su tipo.
- Por favor, chicos, no griten, los clientes escucharán. - Diego trata de intervenir, pero es en vano.
- Bien vamos a arreglar esto de una vez, vamos a fuera, no entraré a la oficina de tu tÃo si él no está. - Salà por la puerta trasera y Elio me siguió, ya me tenÃa harta, con ese comportamiento de dueño del lugar, era patético.
- ¡En que te basas para despedirme! - explote, porque ya no me aguantaba su acoso.
- Me quieres sacar mi lugar, eres una mal agradecida, yo te di este trabajo. - refuta furioso y tengo ganas de reÃr a carcajadas, pero me abstengo.
- No quiero tu lugar, y no te des baños de santo, los dos sabemos que solo querÃas acostarte conmigo a cambió del trabajo. Pero como no conseguiste nada ahora no sabes que hacer para echarme. Sabes, me cansé hablaré con Alfredo.
- ¿Y qué piensas que hará mi tÃo? ¿Creerte a ti o a mÃ? Le diré que coqueteas con los clientes, incluso con los casados y que hemos tenido quejas.
Mis lágrimas comenzaron a caer de pura impotencia, él tenÃa razón, aunque las pocas veces que trate con el dueño se veÃa una persona comprensiva, se podÃa ver también que cumplÃa todos los caprichos de su sobrino, y ante la palabra de él, la mÃa perderÃa valor.
- ¿Sabes? solo te pido una noche en mi cama y ya no te molestare, es más, quizás hasta te deje subir al escenario conmigo.
- ¡Te puedes ir a la mierda, renunció! - Entré, deje mi delantal en la cocina, tome mi bolso y sin mirar a nadie salÃ, casi corriendo porque no querÃa que me vieran llorar.
Me dirigà a el parque principal, los artesanos que trabajan en el lugar, ya hacÃa tiempo se habÃan marchado, solo quedaban unos pocos turistas y algunos malabaristas, me senté en el cantero que sostenÃa la maravillosa escultura tallada en un árbol, era una de mis favoritas. Perdà el tiempo mirándola, tratando de entender cuanto puedes amar a alguien para terminar asÃ, y si yo alguna vez amarÃa tanto como para morir por él o si alguien muriese por mÃ.
- ¿Cómo tanto amor, puede hacer tanto mal?
- Hablar con objetos inanimados no habla muy bien de tu cordura. - Una voz profunda me hizo girar, ahà estaba, el hombre más bonito que habÃa visto en mi vida, y para mi sorpresa, me di cuenta de que era alto, muy alto. Leonardo, ¿Qué es lo que quieres de mÃ?
La familia Zhao era la dueña indiscutible de casi todo el oriente, su clan, el tigre blanco, manejaba todo dentro del paÃs, aunque no siempre fue asÃ, antes, casi 20 años atrás, existió otro clan igual de poderoso, el dragón rojo, pero dicho clan encontró su fin por ir tras lo prohibido, ahora la suerte le sonreÃa al tigre blanco o al menos eso pensaban, hasta que su lÃder, Loan Zhao, decidió que era tiempo de retirarse y acudió a los monjes para que vieran su tatuaje, ese que los más ancianos le hacen en la espalda cuando asumen como lÃder y que solo puede ser descifrado, cuando se retiran de su lugar, y asà pudieran decir cuál de sus hijos seria la nueva cabeza del tigre. Lo que menos espero escuchar, era que el futuro de sus hijos estarÃa regido por amores prohibidos, esos que pueden llegar a matarte, por destino o casualidad, el pasado se unirÃa con el presente, dejando solo dos caminos, la unión con familias poderosas a través de lazos indestructibles, o el dolor y la agonÃa de arder en amores prohibidos.
Mi nombre es princesa Antara primera del reino Kael, o al menos ese era mi nombre, pero cuando el reino de las brujas cayó, mi vida cambio, pase de vestir sedas y ser adornada con oro, a ser cubierta con harapos y lodo, una vagabunda mendigando en las calles del reino de Joako, los lobos son crueles con los extraños, pero entre todos ellos, creà tener una posibilidad de vivir, fingiendo ser una simple humana, el Duque White sufrÃa por la pérdida de su hija y me acogió como remplazo, no fue fácil, pero pensé que habÃa logrado al menos ganarme su cariño, pero luego entendà que no podÃa dar nada por sentado, comprendà que si no queria regresar a las calles, solo me quedaba una opción, atrapar al futuro rey Alpha, cualquiera dirÃa que serÃa fácil salir embarazada de semejante hombre, claro que teniendo en cuenta lo loco que ese bastardo esta, lo genial seria salir viva luego de estar con él.
Si amas a alguien déjalo ir, si vuelve es porque es tuyo, sino nunca lo fue, al menos eso se dice, el problema es cuando alguien que nunca fue tuyo, regresa a tu vida, despertando demonios que creÃas enterrados. El gran empresario Mateo Zabet coloco una muralla entre ellos en su adolescencia, respetando que la joven que amaba tenÃa novio, casi dos décadas han pasado desde que la vio por última vez, hoy frente a él está el amor de su vida ¿feliz mente casada? — Esto no está bien, estoy casada y tengo hijos y... — susurra con voz temblorosa. — Esto es lo único que está bien Elizabeth, siempre fuiste tú, mi amor, mi vida, mi todo y no sabes cuanto odio no habértelo dicho antes. — reconoció tomando sus labios con verdadera pasión. gratis hasta finalización.
Mi vida fue un calvario, un mal cuento, aun asÃ, me aferre a lo único que me daba esperanzas, mi compañero, no me importaba de que especie fuera, solo queria que me encuentre, y tener al fin un poco de felicidad, pero claro que nunca nada sucede como deseo. Ahora se supone que mi vida cambio, incluso hasta mi nombre, pero, sin embargo, el dolor permanece, se supone que debÃa cuidarme, amarme y respetarme, era mi Alpha después de todo, pero resultó ser un maldito, y lo peor, es que me embarazo, estoy embarazada del maldito Alpha, y ya no sé qué hacer con mi vida, ni siquiera sé si tengo una. 
Pertenecer a la mafia no es fácil, mantener tu lugar mucho menos, atrapar a uno de los lideres más grandes del bajo mundo... es casi imposible. Dasha Morozova solo queria su lugar en el mundo, al lado de quien amaba, sabia los riesgos, creció con ellos, y cuando al fin creyó conseguir a quien queria... la vida le demostró que no todo es un cuento de hadas, más cuando vives rodeada de enemigos, ahora el amor ya no es su prioridad, busca venganza, quiere recuperar lo que por ley es suyo y no le importa a que demonio deba tentar para ello. Lukyan Neizan, sabe que el legado de sus padres pesa sobre sus hombros, el don de ver destellos del futuro es su gran aliado cuando debe cuidar su espalda y destruir enemigos, pero... hay imprevistos que escapan incluso de su don, es asà como el gran mafioso dueño de casi toda rusia y apodado la muerte blanca, despierta un dÃa con la noticia de que tiene un hijo, del cual ni siquiera sabe quién es la madre. Dasha debe atrapar a un mafioso que la ayude en su venganza. Lukyan debe honrar las leyes de su clan y casarse solo con la madre de su hijo. La venganza es un plato que se sirve frio, y atrapar a un mafioso puede hacerte arder mucho antes de conseguir lo que quieres, pero eso Dasha... aun no lo sabe.
Cuatro mujeres que fueron asesinadas por los hombres que amaban un mismo dÃa, a la misma hora, en diferentes lugares del mundo. Pero el universo les tenÃa preparada una grata sorpresa, darles la oportunidad de renacer de los elementos, agua, tierra, aire, fuego, según como fueron asesinadas, en una nueva vida donde son elegidas para convertirse en hadas. Luego de estar en un complejo donde les enseñan a controlar sus poderes, son enviadas al cumplir 18 años a modo de última prueba a ayudar a cuatro hermanos que son responsables de un gran imperio empresarial, ellas creen que su misión es convertirlos en personas de bien, ya que estos hombres cargan con sus demonios personales, sin embargo, la última prueba es no enamorarse y asà poder obtener sus alas y la vida eterna. ¿Podrán lograrlo? ¿O sus corazones volverán a latir por amor? ¿Podrán superar el dolor y la furia que les causó ser traicionadas por sus parejas, amigos y familia en sus vidas pasadas? ¿O desquitaran su ira en los hermanos Romanov? ¿Estos hermanos podrán jurarles amor eterno o están jugando con ellas? ¿Obtendrán sus venganzas, cuando el destino las ponga frente a sus homicidas? ¿Los enfrentarán ellas o los cuatro hermanos a los que han hechizado con su belleza? ¿Podrá más el amor o el sufrimiento? "Si un hombre espera que la mujer sea un ángel en su vida primero debe crear un cielo para ella. Los ángeles no viven en el infierno."
Sabrina tardó tres años enteros en darse cuenta de que su marido, Tyrone, era el hombre más despiadado e indiferente que jamás habÃa conocido. Él nunca le sonrió y mucho menos la trató como a su esposa. Para empeorar las cosas, el regreso del primer amor del hombre no le trajo a Sabrina nada más que los papeles del divorcio. Con la esperanza de que todavÃa hubiera una posibilidad de salvar su matrimonio, le preguntó: "Tyrone, aún te divorciarÃas de mà si te dijera que estoy embarazada?". "¡SÃ!", él respondió. Al comprender que ella no significaba nada para él, Sabrina finalmente se rindió. Firmó el acuerdo de divorcio mientras yacÃa en su lecho de enferma con el corazón hecho pedazos. Sorprendentemente, ese no fue el final para la pareja. Fue como si Tyrone despejara la mente después de firmar el acuerdo de divorcio. El hombre que alguna vez fue tan desalmado se arrastró junto a su cama y le suplicó: "Sabrina, cometà un gran error. Por favor, no te divorcies de mÃ. Te prometo que voy a cambiar". Sabrina sonrió débilmente, sin saber qué hacer…
Rachel Anderson era una tÃmida pero hermosa muchacha, criada por sus abuelos y un hermano mayor muy sobreprotector. QuerÃa ser independiente, por lo que se decide a buscar empleo y lo consigue por su tÃtulos y excelentes referencias. Pero su jefe directo, Patrick Hamilton, es el CEO de Hamilton's Corp. una enorme corporación financiera, es un hombre duro y amargado, que detesta a las mujeres en general, pero en especial a las bonitas a quienes nunca contrata. Su padre, Randall Hamilton, un hombre duro también, viejo y con altos principios morales y familiares, le impone una condición inviolable para que pueda heredar el vasto imperio familiar: Debe casarse y tener un heredero en el plazo de un año. Si no lo hace el setenta y cinco por ciento de su fortuna irÃa a parar a su madre y ésta preferÃa a su pedante y egocéntrico primo, Derek Coleman, quien además es mala persona, pero está casado y tiene dos hijos, y con toda seguridad serÃa el nuevo CEO de las empresas. Entonces en medio de su apuro se le ocurre una idea: pedirle matrimonio a su tÃmida e inteligente asistente, quién en secreto se ha enamorado de él, aunque él la menosprecia y la trata mal como a todas las mujeres, al menos al principio. Pero la chica resultó tener un cerebro sobresaliente y va escalando puestos en la empresa por mérito propio, y quizás también, en el endurecido corazón de Patrick Hamilton.
El dÃa de su aniversario de boda, la amante de Joshua drogó a Alicia, que acabó en la cama de un desconocido. En una noche, Alicia perdió su inocencia, mientras la amante de Joshua llevaba a su hijo en el vientre. Desconsolada y humillada, Alicia pidió el divorcio, pero Joshua lo consideró una rabieta más. Cuando finalmente se separaron, ella se convirtió en una artista de renombre, admirada por todos. Consumido por el remordimiento, Joshua se acercó a su puerta con la esperanza de reconciliarse, solo para encontrarla en brazos de un poderoso magnate. "Saluda a tu cuñada", dijo este.
Cuando eran niños, Derek le salvó la vida a Norah. Años más tarde, Derek quedó en estado vegetativo tras un accidente automovilÃstico y Norah se casó con él sin pensarlo dos veces. Con sus conocimientos médicos, incluso lo curó. Durante dos años, Norah amó a su marido con todo su corazón, esperando poder devolverle su bondad. Pero cuando volvió su primer amor, él pidió el divorcio. Sin dudarlo, ella estuvo de acuerdo. Lo que pocas personas sabÃan es que ella, etiquetada como "abandonada", era en realidad una piloto de carreras, una famosa diseñadora, una genio hacker y una reconocida doctora. Lamentando su decisión, Derek le pidió perdón a Norah. De repente, apareció un encantador CEO, abrazó a Norah y le dijo: "¡Aléjate de mi esposa!". Sorprendida, Norah soltó: "¿Qué?".
Tras ser expulsada de su casa, Harlee se enteró de que no era hija biológica de su familia. Se rumoreaba que su empobrecida familia biológica favorecÃa a los hijos varones y planeaba sacar provecho de su regreso. Inesperadamente, su verdadero padre era multimillonario, lo que la catapultó a una inmensa riqueza y la convirtió en el miembro más apreciado de la familia. Mientras esperaban su desgracia, Harlee poseÃa en secreto patentes de diseño valoradas en miles de millones. Por su brillantez, fue invitada como mentora a un grupo nacional de aviación, atrajo el interés de varios pretendientes adinerados y llamó la atención de un misterioso personaje, ascendiendo a la cima del mundo.
Belinda pensó que, tras el divorcio, separarÃan sus caminos para siempre: él podrÃa vivir su vida como quiera, mientras ella podrÃa dedicarse a disfrutar el resto de la suya. Sin embargo, el destino tenÃa otros planes. "Cariño mÃo, estaba equivocado. ¿PodrÃas volver conmigo?". El hombre arrogante, al que una vez ella amó profundamente, bajó humildemente la cabeza. "Te ruego". Belinda apartó con frialdad el ramo de flores que él le habÃa regalado y respondió frÃamente: "Es demasiado tarde".