Casey Monroe, creía que no se podía ser más arrogante como lo era Cauther. Ella no comprendía el cambio de actitud del socio de su padre, un día era tan frío como el hielo y al otro le estaba arrancando el ligero de su pierna en plena fiesta, mientras se encontraba en un estado excesivo de excitación. Cauther Lance Acrom, es un acaudalado millonario lo bastante reservado como para que muchas personas preguntasen sobre su vida privada. Ninguna revista de cotilleo tenía algo que decir al respecto, ya que era uno de los dos empresarios más poderosos de Washington D.C, pero también el más misterioso y ególatra que pudiera existir. Por ese motivo, nadie tenía que decir respecto a su vida, ni mucho menos con respecto a lo amoroso. Por supuesto que a él le importaba un carajo si las revistas lo catalogaban como el hombre más misterioso del país, su único interés era hacer grandes cantidades dinero para utilizarlo en un solo propósito... Pero entonces surge un pequeño inconveniente para él, nunca se imaginó que un simple ligero pudiera hacerlo arder en llamas, llevándolo a pensar que quizás ahora existiesen dos cosas de su interés. Casey Monroe, no era lo que él creía y luego de esa noche deseo tenerla, pero existía un problema, ella era la hija de su socio y eso complicaba sus planes de ambicionar llevársela a la cama.
La música que sonaba a fondo era seductora, atrayente y envolvente. La idea principal era atraer al cliente, engancharlo y hacerle gastar todo el dinero que traía consigo esa noche. Las chicas estaban más que dispuestas a complacer a cualquiera hombre, con tal de que pagaran la exorbitante suma de dinero que Otto exigía por cada una de ellas.
Y si alguna se negaba a acceder a las peticiones de su jefe entonces, la que se resistiera pagaría el precio por su desobediencia. Para Otto u cualquier otro cliente, estas chicas únicamente eran objetos sexuales que se podían utilizar para follar y complacer, y nada más... eran un negocio lucrativo, que llenaba las cuentas bancarias del dueño.
Una feroz mirada azulada se posó en el baile de una delgada joven de piel canela, está realizaba movimientos eróticos al punto de llegar a ser obscenos alrededor de un tubo metálico bastante brillante. La chica iba ataviada únicamente con unas bragas de encaje que hacían juego con el brasier, y unos impresionantes tacones cubiertos por cientos de pedrería brillante.
El sujeto que la observaba se preguntó, ¿Cómo es que diablos conseguía bailar tan bien con esos tacones tan altos? La miró un poco más, esperando que finalizara su encantador baile. A pesar de ser vulgar, no se le podía quitar que fuese excitante. Y pues, la verdad es que no era de piedra. Muy a pesar de que ella bailaba muy bien y de que lograría levantar el alma de un hombre moribundo, él se mantenía concentrado en lo ella que hacía. Le resultaba más provechoso.
-Pareces bastante interesado en esa chica, L.C . Dime una cosa, ¿la deseas? -Un sujeto se sienta sin su permiso en la silla vacía que está en su mesa, lo que lo lleva apretar la mandíbula con fuerza. Eso sí que lo enojaba -. Vamos hombre, no seas tímido. Si la quieres solo debes hablar conmigo.
De pronto una nueve milímetro fue presionada debajo de la papada del hombre que hablaba sin parar, el sonido del seguro del arma sonó, provocando que los guardaespaldas de Otto se pusieran en alerta.
-Tranquilo, tranquilo... -Dice Otto tragando saliva, por un momento la música se detuvo y con ello la joven que bailaba.
-¿Cuándo he dicho que te sentaras? -La fuerte voz de L.C resonó en aquel lugar llevándose las miradas de los demás clientes.
-Vamos, calmante... me pondré de pie, si es lo que quieres.
L.C retira el arma y termina por soltar a Otto. El hombre pasa una mano por su cuello, al tiempo que vuelve a tragar saliva. Recompone un poco su traje para luego dar órdenes de que el show continuara.
-Eres muy obstinado L.C, deberías mejorar un poco ese carácter tuyo.
-¡La comprare!
-¿Qué dices? -Lo mira ceñudo.
-A la chica -Contesta observando el baile de la joven -. Este mes, me llevare a la de piel canela -Otto sonríe de par en par, eso era todo lo que quería escuchar.
-Tienes buen ojo, apenas ha llegado ayer... aun no la había puesto a trabajar como se debe, pero en vista de que te la llevaras pues ya tendrá mucho trabajo contigo -Se ríe a carcajadas, pero no obtiene una respuesta del hombre que tiene al frente.
-¿La venderás, o seguirás hablando mierdas?
-¡Claro! ¡Claro! Te la venderé. Este es su precio -Le presenta un papel exponiendo su precio, L.C levanta la mirada después de ver semejante cantidad.
La mirada azulada del pelinegro se posa en la de Otto, quien parecía sudar como un jodido puerco. Y eso que en aquel lugar, el frío era demencial.
-¿Pretendes estafarme, Otto? -Afina la mirada, provocándole al castaño que trague más saliva, limpie su frente con un pañuelo y medio sonría.
-¿Por qué dices eso?
-Esa chica no vale esta cantidad, ¿me quieres ver la cara de idiota?
-Ella... ella es nueva, debes comprender que...
-¿Es virgen? -La seriedad del rostro de su cliente era sepulcral, Otto, pensó que moriría allí mismo como siguiera mintiendo.
-No, no lo es...
-¿La violaste?
-Nadie la ha tocado, te lo juro. El medico la reviso, ya no era virgen. Te lo juro -Contesta rápidamente intentando librarse de la muerte.
-Pagare únicamente la mitad de lo que pides.
-Pero... -En eso L.C se pone en pie, imponiendo su autoridad -Si, sí, claro que sí. Hagamos negocios con la mitad.
L.C, se da la vuelta perdiéndose detrás de las pesadas cortinas rojas aterciopeladas. Otto al verlo largarse, suelta el maldito aliento contenido. De pronto detrás de las mismas cortinas aparece Santino, la mano derecha de L.C. Era un tipo musculoso e intimidante, pero no tanto como su jefe, con la reputación que se gastaba era muy difícil que alguien hiciera de las suyas.
-¡Santino! -Lo saluda Otto con una sonrisa burlona.
-Aquí tienes tu pago -Deja una valija plateada sobre la mesa -. Saca a la chica de inmediato de la tarima. En 5 minutos iré por ella -Abre la maleta, y allí dentro se encuentra apilados filas de billetes de una sola denominación.
-Sería más fácil si me hicieran transferencias -Otto sonríe con un brillo peligroso en la mirada.
-4 minutos -Agrega manteniendo la seriedad en su mirada.
Santino se da la vuelta dirigiéndose hacia los camerinos donde siempre solía recoger a la chica que su jefe compraba cada mes.
-Otto, un día de estos L.C terminara por asesinarte. Ese sujeto es muy peligroso, no le importo que todos nosotros amenazáramos con asesinarlo si te hacía algo -Le dice uno de los guardias.
-Es el mejor cliente que este maldito y putrefacto lugar puede tener, desde que L.C se volvió cliente habitual he tenido mejores ingresos. Estás malditas perras, casi no atraen al público, pero con el ingreso de ese sujeto sí que me hago una buena pasta.
-¿Qué quiere que haga ahora?
-Saca de la tarima a la perra que está bailando, y ordénale a Serena que salga y que esta vez haga su maldito trabajo bien, sino quiere que azote su jodido trasero esta noche.
Otto miraba aquella maleta plateada ante él y sonríe abiertamente, todo el mes estuvo esperado por esa venta. Estaba muy seguro que a L.C le iba a gustar la nueva. Siempre se llevaba a las chicas nuevas, era el primero en ofertar por ellas. Los demás, únicamente pagaban para follarlas y nada más, él era el único que tenía el privilegio de llevárselas y no volver a traerlas.
Lo que hiciera con la chica, no era su jodido problema... pero asumía que no era nada bueno. Realmente, lo único que le importaba a Otto era que regresara mensual a por una nueva de sus zorrita.
[...]
Temblando del miedo y, soltando lágrimas sin parar, la joven que había sido comprada minutos antes permanecía de pie mientras que Serena le secaba las lágrimas y a su vez limpiaba su rostro ennegrecido por el rímel corrido.
-Debes parar de llorar, no conseguirás nada bueno si continuas llorando ¿entendiste? -La joven morena la animaba a que cambiara de actitud, bien sabía lo que le pasaba a las chicas que lloraban sin parar.
-Solo quiero irme a mi casa -Contesta en medio del llanto.
-Niña, todas aquí queremos lo mismo. Pero una vez que estos cerdos malditos nos atrapan ya nada más podemos hacer. No creas que hay un súper héroe en la calle rescatando chicas.
-Pero yo... -Responde a lo que su labio empieza a temblar.
-¡Ya basta! -Serena se ve obligada a cachetear a la muchacha, si la cachaban chillando como una estúpida, le darían una paliza, a ambas -Maldita sea, deja de llorar o harás que nos azoten estos putos de mierda.
La joven acariciaba su mejilla al tiempo que hipaba, seguía con la vista al piso. Serena la mira y siente lastima por ella, sabía que nunca más vería a la pobre diabla. Apenas había llegado la noche anterior, y ya estaba siendo vendida al mejor postor. Posiblemente su vida sería más desgraciada de la que todas en aquel infierno llevaban a diario.
Bianca fue secuestrada por el terrible descuido de un par de idiotas que no supieron hacer bien su trabajo, esta joven rubia después de salir de su trabajo muy tarde en la noche, es secuestrada por dos sujetos en la calle. La inocente rubia es llevaba a un club nocturno donde la vida no era nada fácil para las chicas de ese lugar. Y es aquí donde su destino estaría sellado de por vida, Bianca era la ofrenda perfecta para un italiano reconocido, Antonio Garibaldi, empresario, dueño de muchas compañías de coches prestigiosos. La virginidad de Bianca es lo que la lleva a unir su destino con este CEO de muy mal carácter, sin embargo, Antonio también podía ser su salvación. No tenía tantas opciones, o quedarse en ese club de prostitutas y ser vendida cada noche a diferentes hombres, o ser el obsequio para un solo hombre... En cuanto Bianca fija sus ojos en ese italiano, siente un espantoso miedo en su interior, pero también otra cosa más que no logra explicar o entender... sabía bien que irse con ese hombre era terminar en la cama con él. Antonio al observa a la rubia de pies a cabeza y al mirar esos ojos tan azules y tan penetrantes le provocaron cierta sensación extraña en su interior que no logro entender en ese momento. Sin embargo, dejarla en ese club no era precisamente lo que estaba pensando, y eso sí que era extraño. Definitivamente aceptaría su obsequio con mucho gusto...
Un trágico accidente arrebata la vida de la esposa de Hunter Lanzoni, a raíz de su partida ella le deja un precioso regalo para que recuerde que no está solo en el mundo. Hunter se hace cargo de su hija recién nacida después del fallecimiento de su esposa, pero no hace un buen papel como padre ya que sin la presencia de Victoria él siente que está perdido, y debido a eso la conexión con la pequeña es nula. Pero todo eso cambia cuando aparece en sus vidas Abril Graham. Esta encantadora niñera de radiante sonrisa llega a su vida para cambiarlo todo, solo que él no está del todo seguro si quiere que las cosas cambien. El detalle es que Abril le demuestra que la vida es hermosa a pesar de las adversidades. Sin embargo a pesar de que ella muestra un lado especial de su personalidad, oculta un secreto que la hace sentir insegura de sí misma, no obstante logra abrir los ojos de su jefe demostrándole que tiene una hija encantadora que necesita mucho amor. Pero a raíz de ese descubrimiento, este CEO también se da cuenta de que Abril es muy valiosa y única, y por primera vez en muchos años su corazón vuelve a latir de amor por una mujer, pero un obstáculo existe entre ellos dos y Hunter tendrá que sanar sus viejas heridas para poder ser feliz una vez más.
+18 Livia es una joven hermosa que aspira a ser novicia, pero por designios de sus padres la obligan a dejar sus votos en el convento e ingresar en la universidad, el trato era que probara un año siendo una universitaria común para que conviviera con muchachas de su edad. Ella acepta el trato ya que pretendía cumplir al pie de la letra las condiciones puesto que si lo lograba luego de un año regresaría al convento para continuar con su promesa, pero la partida se le echa para atrás cuando en la universidad conoce a un demonio personificado en persona “su profesor”. Dante Brennar, un pelinegro de penetrante mirada que la hace dudar de sus intenciones de ser monja, por más que Livia se resiste a él no consigue persuadir a sus deseos más oscuros que ni ella misma conocía. Dante es un hombre fuerte de decisiones firmes, pero su rectitud se va a la mierda cuando aparece en su vida Livia una inocente rubia que enciende su sangre tan solo verla. Esa chica era el pecado encarnado en una persona. Pero era un pecado que él pensaba cometer justo sobre la mesa de su escritorio… follarse a su alumna seria toda una aventura, pero también su perdición…
Mauricio Rinaldi no busca una relación estable a pesar de su edad, de hecho le gusta mucho la soledad de su hogar, por esa razón nunca en su vida había llevado a alguna de sus amantes a su casa, ya que este era un santuario. Todo cambia en su vida cuando es contratada una empleada nueva debido a que sus otras dos no cumplían correctamente sus funciones en la casa. Esta chica lo cautivo desde el primer momento que la vio salir por la puerta, todo su cuerpo se excito tan solo ver esa cara de inocencia y aquel cuerpo tan natural. Cansado de follar con modelos, plásticas y falsas. Pero al ver a Amber todo cambia en su interior, desde ese primer instante deseo a morir a esa mujer. Su ambición era tan grande que se ideo un plan para poder tenerla a ella sola en su casa y llevarla a la cama. Follaba con Amber en cualquier momento, mancillando ese cuerpo virginal que lo ponía cada vez más adicto, pero de lo que no se estaba dando cuenta este pervertido millonario era que su obsesión por ella estaba tomando otro rumbo diferente. El camino del amor se hacía paso y él se adentraba sin darse cuenta de que lo estaba haciendo.
Novela erótica. Lukas Verchot es un poderoso empresario que no cree en el amor. Tras la muerte de su madre, su padre volvió a casarse con una mujer que este CEO no aprobaba ya que pensaba que su papá nunca amo a su madre por casarse tan prematuramente. Sin embargo, por designios de la vida el apartamento de Lukas sufre un grave accidente que lo obliga a quedarse en casa de su padre por algunas semanas teniendo que soportar a su madrastra; pero la estadía en esta residencia no le resulta mal ya que se folla constantemente a una de las sirvientas. Pero sus reuniones sexuales con esta mujer se terminan justo cuando conoce a Dana Celaver una noche que llega tarde a casa, esta pelirroja resulta ser la hija de la esposa de su padre, por ende la convierte en una hermanastra de la cual no tenía idea de que existía. No obstante, a este rubio le vale mierda de quien es hija, a él lo único que le interesa era abrir sus piernas para meterse en ellas y saborear la virginidad de su coño. Pero todo este deseo carnal hacia Dana trae consecuencias, unas que Lukas iba a tener que afrontar o hacer lo que comúnmente hacia… huir.
¿Es posible sentir tanta atracción sexual por un extraño que acabas de conocer? Daviana Morris no se imaginó que se iba a convertir en la obsesión sexual de Michele Gershon, ella es la secretaria personal de Connor Gershon desde hace un año, y en todo ese tiempo nunca conoció al verdadero dueño de la compañía donde trabajaba. Connor era quien dirigía la empresa de su padre Michele durante su ausencia, pero una día cualquiera este CEO aparece retomando las riendas de su compañía, y es cuando la joven se da cuenta de que tendrá cambio de jefe. Sin embargo, surgen ciertos problemas durante ese cambio de director. Puesto que el joven Connor no desea que ella sea la secretaria de su padre, si no que continúe siendo su asistente; y la razón era que ese caprichoso CEO también quería abrir sus piernas para tener sexo con ella. Cabe destacar que ese pelinegro lujurioso se había follado a la mitad de las empleadas de la compañía, menos a ella. Lo que desconoce este joven imprudente era que el coño de Daviana solo reaccionaba ante la presencia reservada de Michele. Mientras que ella desconocía que ese CEO tenía pensado probar con su cuerpo muchas posiciones del kamasutra ignorando el hecho de que ella seguía manteniéndose virgen.
Luego de que mi cuarta secretaria, de las que tuve este año, me dijo que renunciaba, decidí que mi próxima secretaria sería fea, así no me dejaría para casarse con alguno de mis millonarios contactos. Mi empresa no es para que las secretarias busquen marido, por eso quiero una secretaria fea. Mi socio me dijo que por más que una mujer sea fea, igual se podía querer casar…Pienso que si es fea, nadie se va a casar con ella. Mi madre se enojó por mis pensamientos y mi hermana sonreía. Finalmente obtuve a mi secretaria fea, y yo, tan obsesionado con el tema, estaba feliz. Denis, es la hermana de un amigo mío, él es acaudalado, al igual que yo, mi obsesión, no me permitió ver con claridad el porque ella trabajaba de secretaria siendo millonaria. Descubrí que ella es la mejor amiga de mi hermana, y que lo único que tenía feo, solo era ese horrendo disfraz… No sabía el porqué se presentó vestida como su abuela, pintarrajeada como un espantapájaros y con esa peluca horrenda, mi obsesión mutó, tenía que saber que tramaba… Ella es…una mentirosa profesional y…la mujer más hermosa que vi en mi vida.
Mi familia era pobre y tenía que trabajar medio tiempo todos los días solo para pagar las cuentas y estudiar en la universidad. Fue entonces cuando la conocí, la chica bonita de mi clase con la que todos los chicos soñaban salir. Era muy consciente de que ella era demasiado buena para mí. De todos modos, reuniendo todo mi coraje, le dije que me había enamorado de ella. Para mi sorpresa, accedió a ser mi novia. Me dijo, con la sonrisa más bonita que he visto en mi vida, que quería que el primer regalo que le diera fuera el último iPhone de gama alta. Un mes después, mi arduo trabajo finalmente valió la pena. Pude comprar lo que ella quisiera. Sin embargo, la pillé en el vestuario besando al capitán del equipo de baloncesto. Incluso se burló despiadadamente de mis defectos. Para colmo, el tipo con el que me engañó me dio un puñetazo en la cara. La desesperación se apoderó de mí, pero no pude hacer nada más que tirarme en el suelo y dejar que pisotearan mi orgullo. Cuando nadie lo esperaba, mi padre me llamó de repente y mi vida cambió. Resulta que soy el hijo de un multimillonario.
Cuando eran niños, Derek le salvó la vida a Norah. Años más tarde, Derek quedó en estado vegetativo tras un accidente automovilístico y Norah se casó con él sin pensarlo dos veces. Con sus conocimientos médicos, incluso lo curó. Durante dos años, Norah amó a su marido con todo su corazón, esperando poder devolverle su bondad. Pero cuando volvió su primer amor, él pidió el divorcio. Sin dudarlo, ella estuvo de acuerdo. Lo que pocas personas sabían es que ella, etiquetada como "abandonada", era en realidad una piloto de carreras, una famosa diseñadora, una genio hacker y una reconocida doctora. Lamentando su decisión, Derek le pidió perdón a Norah. De repente, apareció un encantador CEO, abrazó a Norah y le dijo: "¡Aléjate de mi esposa!". Sorprendida, Norah soltó: "¿Qué?".
Dos años después de su boda, Ximena perdió el conocimiento en un charco de sangre durante un parto difícil, olvidando que su exmarido se iba a casar con otra persona ese día. "Nos vamos a divorciar, pero el bebé se queda conmigo". Estas palabras resonaron en su mente. Sabía que él no estaba allí para ayudarla, sino para quitarle a su hijo. Ximena preferiría morir antes que ver a su hijo llamar madre a otra mujer. Posteriormente perdió la vida en la mesa de operaciones con dos bebés en su vientre. Pero ese no fue el final para ella... Años más tarde volvió a encontrarse con Ramon, que ha cambiado mucho. Quería quedársela para él a pesar de que ya era madre de dos hijos. Y cuando supo que ella se iba a casar de nuevo, irrumpió como un loco. "Ramon, ya morí una vez antes, así que no me importa volver a morir. Pero esta vez, quiero que muramos juntos", gritó ella, mirándolo con angustia en sus ojos. Ximena pensó que él no la amaba y estaba feliz de estar fuera de su vida. Pero lo que ella no sabía era que la noticia de su inesperada muerte le había roto el corazón. Durante mucho tiempo lloró de dolor y agonía. Siempre deseó poder retroceder en el tiempo o ver su hermoso rostro una vez más. Todo esto fue demasiado para Ximena, cuya vida estuvo llena de idas y venidas. No sabía si debía volver al lado de su exmarido o seguir adelante con su vida. ¿Cuál elegiría ella?
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Rena se acostó con Waylen una noche cuando estaba borracha. Y como ella necesitaba su ayuda mientras él se sentía atraído por su belleza juvenil, lo que se suponía que sería una aventura de una noche se convirtió en algo más. Todo iba bien hasta que Rena descubrió que el corazón de Waylen pertenecía a otra mujer. Cuando esa mujer regresó, dejó de volver a casa, dejándola sola por muchas noches. Finalmente, un día, la pobre chica recibió un cheque y unas palabras de despedida. Para sorpresa de Waylen, Rena solo sonrió y dijo: "Fue divertido mientras estuvimos juntos, Waylen. Pero espero que no nos volvamos a ver nunca más. Que tengas una buena vida". Sin embargo, por voluntad del destino, los dos se volvieron a encontrar. Al ver que Rena tenía a otro hombre a su lado, los ojos de Waylen ardieron de celos y gritó: "¿Cómo diablos lograste seguir adelante? ¡Pensé que solo me amabas a mí!". "¡Es pasado!", Rena se burló, "hay demasiados hombres en este mundo, Waylen. Además, tú fuiste quien pidió la ruptura. Ahora, si quieres salir conmigo, tendrás que hacer cola". Al día siguiente, Rena recibió un anillo de diamantes y un mensaje del banco de que alguien había transferido miles de millones a su cuenta. Waylen apareció, se arrodilló frente a ella y dijo: "¿Puedo saltarme la fila, Rena? Todavía te quiero".