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Kimberly, 1 de los 9 nietos que tiene el multimillonario Marcus Bach, es la consentida de toda la familia, no solo por perder a sus padres en un accidente, si no que es la única mujer en toda la familia, por lo que siempre la cuidaron como el tesoro más grande que poseen. Liam el hijo mayor de la familia Simons una de las más poderosas del país, vuelve a su hogar después de estar varios años en el extranjero, ya que sus hermanos están fuera de control y su padre enfermó, deberá tomar su lugar como cabeza de la familia. Lamentablemente sucede una situación entre el hermano de Liam y Kimberly por lo que estos jóvenes se verán obligados a estar juntos , ¿Cuánto tiempo les llevará descubrir que tienen el poder de vivir en el paraíso o en el mismo infierno hasta que la muerte los separe?
Kimberly Bach de 18 años es la nieta preferida del multimillonario Marcus Bach, a pesar de que el hombre tiene varios nietos entre ellos el hermano mayor de Kim, Sam de 28 años, la joven es su debilidad, no solo porque es la única mujer de la familia entera, sino que también porque él la crio, y gracias a eso pudo seguir viviendo y es que en ese entonces hacía un año el hombre había perdido a su único amor, su esposa Dalia, cuando su hijo Dexter murió junto con su esposa Amelia en un accidente, la joven era apenas una bebé de 2 años, desde ese día Marcus se hizo cargo de ella y su hermano que
en aquel entonces tenía 12 años, crecieron en una familia unida y armoniosa, a decir verdad, toda su familia giraba al rededor suyo.
Sus tres tíos a pesar de ser serios y estrictos se doblegaban ante la sonrisa de la joven, y sus tías trataban de ser la madre que ella siempre necesito, aunque a veces eso creara asperezas entre ellas, que peleaban por el cariño de Kim.
Sus siete primos eran otra cosa, junto con Sam la trataban como lo que era, la niña más pequeña de la familia y es por eso por lo que eran sumamente hostiles con cualquier hombre que tratara de acercarse a ella, no importaba si era un príncipe o un mendigo, nadie podía acercarse a la joya de los Bach, Kimberly era intocable.
Todos trataban de que ella jamás se sintiera sola, triste o con algún malestar, habían jurado proteger a esa pobre niña que, con solo 2 años, había perdido más que cualquiera y algo que ellos con todo su dinero y poder que poseían, jamás le podrían dar, una madre y un padre, pero había algo que, si le podían brindar, un hogar con mucho amor.
Pero un día Kimberly confió en quien no debía, ella creía que todos eran tan buenos como su familia, y le tocó averiguar que la vida no es color de rosas, que una palabra te puede dañar más que mil golpes, que nadie te puede evitar sufrir por amor y lo peor de todo, que a veces decir NO, no es suficiente.
"Jared me mira sonriendo desde la puerta, y yo solo quiero desaparecer dejar de existir."
- Vamos Kimberly, sé que lo disfrutaste, quita esa cara.
- Confié en ti... ¡¿por qué?!- no pudo evitar levantar la voz al terminar de hablar de la misma impotencia que siento.
- Porque tú cuerpo lo pedía a gritos, ahora mejor vete, está es la habitación de mi hermano.
"Cerró la puerta y se fue, dejándome en esa cama sola y adolorida, ¡¿que hice?! las tías me lo advirtieron siempre, no debí confiar en él, no debo confiar en nadie."
Kimberly lloraba mientras recordaba las largas conversaciones que le tocó tener con sus tres tías, la primera y única vez que se embriago.
-Jamás Kim, jamás bebas más de la cuenta cuando no estén tus primos o hermano cerca, nunca, no confíes en tus amigas, ellas pueden distraerse y dejarte sola, además nadie te cuidara como la familia.
- Alissa, deja de asustarla, Kim, tú solo ten presente que si algo te pasa mataremos a cualquiera que se atreva a tocarte.
- Rebeca ¡eso no valdrá de nada! ¿Qué cosas le dices? Mira Kim tú solo no bebas de más, puedes tomar y divertirte, pero no hasta marearte, nuestra voluntad a veces flaquea cuando bebemos, y terminamos dejándonos llevar por lo que nuestro cuerpo siente y no por lo que la razón nos dice.
"No tía Denise, esto no está bien, mi cuerpo no quería, yo le dije que NO, eso lo recuerdo, no estaba tan ebria, no fue mi culpa, ¡YO DIJE NO!"
La puerta se abrió y un hombre que ella no conocía entro, estaba asustada, estaba sola, por primera vez en la vida tenía miedo.
- ¡¿Quién eres tú y que haces en mi habitación?!
- Yo... yo...lo siento, Jared... - La joven no sabía que decir, su boca se abría y cerraba parecía un pez, pero no salía sonido alguno, mientras sus lágrimas caían. ¿Qué podía decir? Si ni ella misma quería reconocer lo que le había sucedido.
- ¿Oye estas bien? Acaso mi hermano... - Él hombre reparó en que la joven no se encontraba bien, pero no quiso pensar nada malo de su hermano menor, después de todo acababa de volver al país, y no sabía si era la novia o amiga de Jared, además estaba con su vestido puesto, tenía el cabello un poco desarreglado, pero aparte de eso nada más.
- Disculpa, yo debo salir de aquí. - Y así sin más ella se levantó y salió casi corriendo, mientras se quitaba las lágrimas de su rostro.
"Es bonita, y tímida, ¿acaso mi hermanito por fin cambió de gustos? O ¿estaba llorando porque la dejó?"
Liam Simons es un hombre de 28 años muy responsable y orgulloso, a pesar de que su familia pertenece a la clase alta, y está ubicada como una de las más poderosas del país, él prefiere crear su propio camino, y es por eso que estuvo varios años viviendo en el extranjero, volviendo al país por una enfermedad que aqueja a su padre Jack y por pedido de su madre Nancy, quien le pidió ayuda con sus hermanos, Jared de 23 años, un mujeriego empedernido y que tiene problemas con el alcohol y su hermana menor Riny de 19 quien está sumida en una profunda depresión luego que su novio la abandonara por su mejor amiga.
El hombre que llegó a su casa después de tantos años de ausencia se encontró con una fiesta que su hermano estaba ofreciendo en su honor, eso estaría bien, si no es por el hecho que su padre estaba en el hospital, su hermana encerrada en su habitación y que la fiesta ya hacía varias horas que había empezado cuando él llego.
Dejo su maleta y fue a ducharse, para cuando regresó al cuarto y se sentó en la cama, la fiesta ya había terminado, pero no fue eso lo que lo aturdió, lo que estaba vendo le heló la sangre y cambiaría la vida de varias personas para siempre.
- ¡¿Que mierda?! no, no, no mi hermano no haría...
Salió de su habitación y fue a la de su hermano, la fiesta ya había terminado, su corazón latía tan rápido que creía que le daría un infarto al igual que su padre.
- ¡Jared!
- ¿Qué pasa Liam?, ya es tarde y estoy cansado.
- ¡¿Quién era esa chica que estaba en mi cuarto?!- podía jurar que su rostro estaba al rojo vivo de la misma furia que sentía.
- ¿Qué' ¿todavía no se marcha?, ¡oye, no le creas nada de lo que te diga!, ella quería, ahora que no mienta. - las palabras de Jared encendieron las alarmas en la mente de Liam.
- ¿Qué fue lo que hiciste? - Era tal el miedo que este hombre sintió que su pregunta salió con un débil sonido, trataba de respirar, pero era como si el aire no le llegara a los pulmones.
- Ella quería un poco de acción y se la di, eso es todo.
- ¿Es tu novia? - algo en su interior le decía que no, pero debía preguntar.
- Claro que no, solo es una ex compañera de clases de Riny, una niña mimada, ya sabes esas que se hacen las moscas muertas, las que provocan y después se hacen de rogar.
Liam veía como su hermano iba y venía por toda la habitación, aún en penumbras, por lo que encendió la luz para decirle que le explique qué era lo que estaba pasando realmente, pero no fueron necesario las aclaraciones cuando lo vio.
Jared tenía rasguñado parte de su cara, cuello, y la marca de dientes en su hombro, una clara evidencia de que alguien trato de resistirse a algo.
- ¡Abusaste de esa chica!
- No, claro que no, ella quería, solo que después se le pasó la borrachera... ¡ella quería Liam! ¡deja de mirarme así!... Tú no eres nadie para juzgarme, además no puedes decirle a papá ¡él tuvo un infarto!
- ¡Por tu culpa Jared! ¡porque está cansado de arreglar tus problemas!
- Mejor aún, no tienes nada de qué preocuparte ella no dirá nada, no le conviene, o su reputación de intocable se irá a la mierda.
- ¿Que?
- Ella jamás ha tenido un novio que le dure más de una semana, ¿por qué crees? Se debe revolcar con ellos y luego la deben dejar, pero claro, por más que preguntes nunca averiguas nada, si puede ocultar sus conquistas, de esto no se enterara nadie, ahora vete, mañana vendrán nuestros papás y no querrás que haya algún problema, ¿verdad?
- ¡Esto no se quedará así! esa chica... ¡era virgen!, mi cama está manchada con su sangre, y tú te harás responsable de ella.
- ¡Estás loco!, qué crees ¿que vivimos en el siglo pasado?
- ¡Te casaras con ella!
- Nunca, jamás y si me obligan te juro que la única que perderá será ella, haré de su vida un infierno.
Liam comenzó a ver en lo que su hermano se había convertido, y a comprender por qué su padre estaba enfermo, aunque discutieron por horas, no consiguió nada, ni siquiera un nombre, tampoco podría haber reconocido a esa joven, él hacía 10 años que estaba en el extranjero.
Volvió a su cuarto y sacó la manta que estaba sobre su cama, esa mancha de sangre que demostraba que la inocencia de alguien fue arrebatada esa noche.
Él era Liam Simons, y se aseguraría que el honor de esa joven sea restaurado.
- Era mía por ley, yo la vi primero, por ella adopte mi forma humana y solo por ella ardo en mil formas diferentes. No pertenece a los hijos de la luna. Ella es la elegida, la única que puede controlar a este Fénix, el primogénito del dios sol, el más antiguo, mi nombre es Nuriel, fuego de dios y ella es mi destino. - Me debo a los bosques vírgenes, a las cumbres nevadas, al momento efímero. Soy uno de los tantos descendientes del dios sol, dador de vida, hijo de un elfo y un hada. Mi deber es cuidar al más débil, a quien no puede defenderse. ¿Quién diría que escucharía su voz y mi existencia dejaría de tener sentido? Me he convertido en su esclavo por solo escuchar el latir de su corazón. Ella es mía, soy Ikigaí, el camino que realizas para conocerte y yo le mostrare que quedarse conmigo es su mejor opción. - Somos hijos de la luna, se nos ordenó cuidarla como castigo y así lo hicimos, porque ya no teníamos nada en nuestra existencia a lo que aferrarnos. Somos rechazados y aun así no deseamos morir, queremos amar y ser amados, por lo que aceptamos el pedido de la luna cambiante Aysel, con la promesa de que nos daría una nueva compañera, si conseguíamos su perdón, no estaba en nuestros planes enamorarnos, pero tampoco lo quisimos evitar. Somos hijos de la luna y la hemos reclamado como nuestra, le guste a quien le guste. - Estoy segura de que cuando mi madre escogió mi nombre no pensó que tan bien me quedaría, soy Kalila, que significa la más querida, eso estaría bien, si no fuera porque me encuentro en medio de cinco seres sobre naturales, uno más peligroso que el otro, dos son hijos del dios sol, tres son hijos de la diosa luna y en medio yo, una simple humana con alma de cazadora. Soy Kalila y esta es mi historia.
La familia Zhao era la dueña indiscutible de casi todo el oriente, su clan, el tigre blanco, manejaba todo dentro del país, aunque no siempre fue así, antes, casi 20 años atrás, existió otro clan igual de poderoso, el dragón rojo, pero dicho clan encontró su fin por ir tras lo prohibido, ahora la suerte le sonreía al tigre blanco o al menos eso pensaban, hasta que su líder, Loan Zhao, decidió que era tiempo de retirarse y acudió a los monjes para que vieran su tatuaje, ese que los más ancianos le hacen en la espalda cuando asumen como líder y que solo puede ser descifrado, cuando se retiran de su lugar, y así pudieran decir cuál de sus hijos seria la nueva cabeza del tigre. Lo que menos espero escuchar, era que el futuro de sus hijos estaría regido por amores prohibidos, esos que pueden llegar a matarte, por destino o casualidad, el pasado se uniría con el presente, dejando solo dos caminos, la unión con familias poderosas a través de lazos indestructibles, o el dolor y la agonía de arder en amores prohibidos.
Mi nombre es princesa Antara primera del reino Kael, o al menos ese era mi nombre, pero cuando el reino de las brujas cayó, mi vida cambio, pase de vestir sedas y ser adornada con oro, a ser cubierta con harapos y lodo, una vagabunda mendigando en las calles del reino de Joako, los lobos son crueles con los extraños, pero entre todos ellos, creí tener una posibilidad de vivir, fingiendo ser una simple humana, el Duque White sufría por la pérdida de su hija y me acogió como remplazo, no fue fácil, pero pensé que había logrado al menos ganarme su cariño, pero luego entendí que no podía dar nada por sentado, comprendí que si no queria regresar a las calles, solo me quedaba una opción, atrapar al futuro rey Alpha, cualquiera diría que sería fácil salir embarazada de semejante hombre, claro que teniendo en cuenta lo loco que ese bastardo esta, lo genial seria salir viva luego de estar con él.
Si amas a alguien déjalo ir, si vuelve es porque es tuyo, sino nunca lo fue, al menos eso se dice, el problema es cuando alguien que nunca fue tuyo, regresa a tu vida, despertando demonios que creías enterrados. El gran empresario Mateo Zabet coloco una muralla entre ellos en su adolescencia, respetando que la joven que amaba tenía novio, casi dos décadas han pasado desde que la vio por última vez, hoy frente a él está el amor de su vida ¿feliz mente casada? — Esto no está bien, estoy casada y tengo hijos y... — susurra con voz temblorosa. — Esto es lo único que está bien Elizabeth, siempre fuiste tú, mi amor, mi vida, mi todo y no sabes cuanto odio no habértelo dicho antes. — reconoció tomando sus labios con verdadera pasión. gratis hasta finalización.
Mi vida fue un calvario, un mal cuento, aun así, me aferre a lo único que me daba esperanzas, mi compañero, no me importaba de que especie fuera, solo queria que me encuentre, y tener al fin un poco de felicidad, pero claro que nunca nada sucede como deseo. Ahora se supone que mi vida cambio, incluso hasta mi nombre, pero, sin embargo, el dolor permanece, se supone que debía cuidarme, amarme y respetarme, era mi Alpha después de todo, pero resultó ser un maldito, y lo peor, es que me embarazo, estoy embarazada del maldito Alpha, y ya no sé qué hacer con mi vida, ni siquiera sé si tengo una.
Pertenecer a la mafia no es fácil, mantener tu lugar mucho menos, atrapar a uno de los lideres más grandes del bajo mundo... es casi imposible. Dasha Morozova solo queria su lugar en el mundo, al lado de quien amaba, sabia los riesgos, creció con ellos, y cuando al fin creyó conseguir a quien queria... la vida le demostró que no todo es un cuento de hadas, más cuando vives rodeada de enemigos, ahora el amor ya no es su prioridad, busca venganza, quiere recuperar lo que por ley es suyo y no le importa a que demonio deba tentar para ello. Lukyan Neizan, sabe que el legado de sus padres pesa sobre sus hombros, el don de ver destellos del futuro es su gran aliado cuando debe cuidar su espalda y destruir enemigos, pero... hay imprevistos que escapan incluso de su don, es así como el gran mafioso dueño de casi toda rusia y apodado la muerte blanca, despierta un día con la noticia de que tiene un hijo, del cual ni siquiera sabe quién es la madre. Dasha debe atrapar a un mafioso que la ayude en su venganza. Lukyan debe honrar las leyes de su clan y casarse solo con la madre de su hijo. La venganza es un plato que se sirve frio, y atrapar a un mafioso puede hacerte arder mucho antes de conseguir lo que quieres, pero eso Dasha... aun no lo sabe.
La vida de Candice dio un extraño giro la noche de su boda. Su marido, Greyson, no apareció para consumar su matrimonio. En su lugar, un desconocido irrumpió en su habitación y la violó. El matrimonio se convirtió en un infierno para ella. Mientras intentaba dejar atrás la pesadilla, su suegra aprovechaba cualquier oportunidad para desacreditarla. A Greyson, que debía apoyarla, le importaba un bledo. Al contrario, llevó a su amante a su casa. No pasó mucho tiempo antes de que Candice fuera expulsada de la casa. Todos pensaban que era una debilucha indefensa, sin saber que era una abogada extraordinaria. Llevó al hombre que la violó a los tribunales. Quería pagarle con la misma moneda. En el transcurso del proceso, descubrió estupefacta que el violador es el hombre más rico de la ciudad. Las cosas se le fueron rápidamente de las manos. El hombre intentó por todos los medios pedirle que se casara con él. Ella se dio cuenta de que se estaba buscando más problemas. ¿Cómo ella logría deshacerse de él pero acusarlo al mismo tiempo?
El día de su boda, Khloe fue inculpada de un delito que no había cometido por su hermana y su novio. Fue condenada a tres años de prisión, donde soportó mucho sufrimiento. Cuando finalmente liberaron a Khloe, su malvada hermana utilizó a su madre para obligarla a mantener una relación indecente con un anciano. El destino quiso que Khloe se cruzara en su camino con Henrik, un elegante y despiadado mafioso, así cambió el curso de su vida. A pesar de su frialdad, Henrik quería a Khloe como nadie. La ayudó a vengarse de sus enemigos y evitó que volviera a sufrir acoso.
Hace dos años, Ricky se vio obligado a casarse con Emma para proteger a la mujer que amaba. Desde el punto de vista de Ricky, Emma era despreciable y recurría a artimañas turbias para asegurar su matrimonio. Por eso mantenía una actitud distante y fría hacia ella, reservando su calidez para otra. Sin embargo, Emma amaba a Ricky de todo corazón durante más de diez años. Cuando ella se cansó y consideró la posibilidad de renunciar a sus esfuerzos, Ricky empezó a tener miedo de perderla. Solo cuando Emma estaba muriendo, embarazada, él se dio cuenta de que el amor de su vida siempre había sido Emma.
La vida era un lecho de rosas para Debra, la hija del Alfa, hasta que tuvo una aventura de una noche con Caleb. Estaba segura de que él era su pareja designada por la Diosa de la Luna. Pero este hombre odioso se negó a aceptarla. Pasaron semanas antes de que Debra descubriera que estaba embarazada. Su embarazo fue una vergüenza para ella y para todos los que amaba. No sólo ella fue expulsada, sino que su padre también fue perseguido por los usurpadores. Afortunadamente, sobrevivió con la ayuda de la misteriosa Manada Espina. Pasaron cinco años y Debra no supo nada de Caleb. Un día sus caminos se volvieron a cruzar. Ambos estaban en la misma misión: llevar a cabo investigaciones secretas en el peligroso pueblo de Roz por la seguridad y la posteridad de sus respectivas manadas. Caleb todavía se mostraba frío con ella. Pero con el paso del tiempo, se enamoró perdidamente de ella. Intentó compensar el abandono de Debra, pero la chica ya no lo quería. Estaba empeñada en ocultarle que tenían una hija y también en hacer una ruptura limpia. ¿Qué les deparaba el futuro a los dos mientras viajaban por el pueblo de Roz? ¿Qué tipo de secretos encontrarían? ¿Caleb se ganaría el corazón de Debra y conocería a su adorable hija? ¡Descúbralo!
Lenny era el hombre más rico de la capital. Estaba casado, pero su matrimonio no tenía amor. Accidentalmente tuvo una aventura de una noche con una extraña, por lo que decidió divorciarse de su esposa y buscar a la chica con la que se acostó. Juró casarse con ella. Meses después del divorcio, descubrió que su esposa estaba embarazada de siete meses. ¿La mujer lo engañó? Scarlet estaba buscando a su esposo, pero, por error, los dos pasaron una noche apasionada. Sin saber qué hacer, se escapó presa del pánico, pero luego descubrió que estaba embarazada. Justo cuando estaba lista para explicar lo que le había sucedido a su esposo, este le pidió el divorcio. ¿Descubriría Lenny que la extraña chica con la que se había acostado era en realidad su esposa? Más importante aún, ¿su matrimonio sin amor mejoraría o empeoraría?
Yelena descubrió que no era la hija biológica de sus padres. Después de darse cuenta de que intentaban venderla por conseguir una inversión, la enviaron a su lugar de nacimiento. Allí descubrió que en realidad era la heredera de una familia opulenta. Su verdadera familia la colmó de amor y adoración. Ante la envidia de su supuesta hermana, Yelena superó todas las adversidades y se vengó, al tiempo que demostraba su talento. Pronto llamó la atención del soltero más codiciado de la ciudad. Él acorraló a Yelena y la inmovilizó contra la pared. "Es hora de revelar tu verdadera identidad, querida".