/0/12318/coverbig.jpg?v=cec4de93f1b7639c982ccf6f2d9289fa)
Lily comienza la universidad y conoce a su guapo profesor de matemáticas, en cada clase, las miradas que se echan son intensas, pero no accede a estar con ella por su ética, y porque moralmente no se lo puede permitir, pero interfiere cuando un estudiante la quiere para él, la busca y le roba los besos que le pertenecen. Los tres tendrán que lidiar con sus sentimientos cuando sepan que estarán unidos de por vida.
Lily Stronge
Camino por los pasillos de la universidad intentando encontrar mi salón de clases, apenas era mi primer día, me sentía perdida, no sabia donde tenia que ir exactamente.
Pregunté a un par de personas, pero al parecer eran igual de nuevos que yo, y el resto de los estudiantes, solo me ignoraron.
Mis ánimos estaban por el suelo, se supone que debería estar feliz por comenzar en la universidad, pero no lo estaba, y no porque no me gustara estudiar, sino porque el viernes recién me enteré que era la mujer mas cornuda de California. El hombre que se supone me amaba y que por supuesto le correspondía, porque fue el primero con el que estuve y perdí mi virginidad, me estaba engañando con una de las chicas que iba al instituto con nosotros.
Todo pasó muy rápido, y al principio no sabia como reaccionar, iba de camino a la disco, porque mis amigas me habían invitado, pero antes de entrar, vi el auto de Micah, mi novio, estacionado al cruzar la calle, Sonreí pensando que me quería sorprender. Entre negando con la cabeza pensando en lo lindo que podía ser en ocasiones, pero ya dentro del local, solo vi a mis amigas.
Cuando me acerqué a ellas, y le pregunté por Micah, fruncieron el ceño y quedaron con caras de desconcierto, lo que me hizo descartar la idea de que estuviera allí porque ellas lo habían invitado.
Me disculpé con ellas y volví a salir a ver si con suerte lo encontraba dentro del auto, mis pasos eran apresurados, cuando llegué y vi todos las ventanas arribas, pensé que ni estaba, pero escuche unos jadeos dentro y mi corazón se paralizó, pensé que todo lo estaba imaginando, que era solo un sueño, pero cuando puse mi mano para hacer sombra y visualizar mejor, la escena que miré, comprobó mis sospechas.
Micah estaba sentado en el asiento de atrás, tenia los ojos cerrados y por eso no me vio al llegar, una chica morena estaba encima de él con la blusa abajo y las tetas al aire, el se las apretaba y ella brincaba montándolo sin ningún tipo de remordimiento.
Me quedé como tonta parada, mirando la escena hasta que el abrió los ojos y los conectó con los míos, tardó unos segundos en reaccionar e hizo a un lado de forma brusca a la mujer. Esa fue mi señal de que tenia que irme.
No lloré, no soy de desplomarme cuando tengo personas cerca, pero si me dolió, por supuesto que lo hizo, llevábamos un par de años juntos.
Recuerdo que corrí, no me detuve, ni siquiera para mirar si me seguía, que lo mas seguro era eso. Tomé el primer taxi que conseguí, pero no me fui a mi casa, me fui a casa de una tía con la excusa que estaba mas cerca de la disco y estaba cansada, no estaba para dramas familiares y menos a esas horas, por lo que llegué como si nada hubiera pasado aunque las lágrimas querían salir de mis ojos.
Me disculpé con ella y subí a la habitación de mi prima que ese día no salió conmigo porque tenia que ir a clases mañana Sábado, si, estudia medicina y se la pasa mas en la universidad que en su propia casa.
Allí le conté todo cuando ella se despertó al sentirme a su lado, pero todo fue entre susurros porque no quería que se enteraran mis tíos, allí me desahogué. Lloré y lloré, hasta que sentí que ya me había desahogado un poco, hasta que noté que ya no me quedaban fuerzas y así fue como me dormí.
Esa mañana siguiente tuve que salirme muy temprano con mi prima con la excusa que tenia que acompañarla a la universidad, allí nos pasamos el tiempo y la ayudaba en lo que necesitaba, no quería regresar a casa aun, sabia que me tenia que enfrentar a Micah, no quería verle la cara, sabia que lo golpearía por la ira que acumulaba, y como sé un poco de box, sabia también que la cara se niño bonito se la partiría.
Mi prima, que ha sido mi mejor amiga desde toda la vida; me escucho atentamente mientras seguí con el desahogo, así que fue mi pañuelo de lágrimas. El domingo también la pasé en su casa, con la excusa de que teníamos planeado una salida de chicas a mi madre, porque se pondría intensa si le contaba todo lo que había pasado.
En fin; hoy lunes, ya estoy en la universidad, es la misma donde está mi prima, solo que estamos en carreras diferentes, mientras ella estudia medicina, yo me fui por estudios financieros porque mi padre quiere que trabaje en la empresa de la familia.
Para ser sinceros, esta no es la carrera que yo quería, desde pequeña tenia las ganas de estudiar medicina o Psicología, pero lamentablemente no pude decidir. Mi padre es una persona autoritaria, de las que se tienen que hacer lo que el diga, sino correrás con las consecuencias del castigo, y no quiero eso, tampoco perder la herencia que se tiene destinada hacia mi. Una vez, mi hermano mayor, decidió desobedecerle, no fue a una entrevista con unos posibles socios que el le consiguió, y lo terminó apartando de todos y le quitó todas las tarjetas bancarias, casi lo terminó corriendo.
Mi hermano mayor siempre ha sido un rebelde, por lo que se fue de la casa a una habitación en alquiler, hasta que trabajó en lo que quería, así fue como comenzó a tener todo lo que el deseaba, sin la ayuda de nuestros padres. En cambio yo, no puedo hacer eso, quiero estudiar primero, sé que si trabajo medio tiempo, no podré concentrarme del todo en los estudios. Por los momentos, me limito a estudiar y ya veré que hacer.
Ahora estoy aquí, en mi primer día de clases de estudios financieros, a la que llegaré tarde si no consigo la jodida aula.
-Disculpe- me dirijo a uno de los chicos que considero maduro y me puede llevar por tener mas tiempo. El se saca el cigarrillo que tenia en los labios y dirige su mirada de chico malo a mi -¿me puedes ayudar?
Su mirada es intensa, tanto que creo que Correré y me arrepentiré de pedirle un favor.
-¿Qué me darás a cambio del favor?- pregunta echándome el humo en la cara y mirándome de arriba abajo. Comienzo a toser por el olor que desprende
¿Qué le daré a cambio? ¿esta cobrándome por pedirle una información? Frunzo el ceño sin comprender.
-no entiendo, ¿Qué quiere? ¿dinero?
Suelta una carcajada que se me hace siniestra
-eres tan ingenua, niña.
-Yo no soy una niña- Arrugo la nariz -¿Me ayudaras o no?
-Si, te ayudaré- dice sin borrar la sonrisa de su cara -pero ya sabes que estaremos en deuda.
Me quita el papel que tengo en la mano y después de mirar el aula que me toca, comienza a caminar sin esperarme, yo prácticamente corro detrás de él. Es muy alto, de cuerpo delgado, piel pálida y llena de tatuajes, el típico chico malo.
Tomamos un desvío por uno de los pasillos y se detiene de pronto de forma brusca, haciendo que choque con él.
¡Auch!
Me froto la nariz para calmar el ardor, él voltea y se ríe de mi momento.
-Es aquí- dice mirando por la ventanilla de la puerta -te toca clases con Roshwell, creo que llegaste tarde.
-No me digas- uso el sarcasmo volteando los ojos aun con mi mano en la nariz -casi ni lo noto.
-déjame ver esa narizota- me quita la mano de forma brusca para evaluar la nariz -Creo que no tienes sangre, solo mocos.
Le doy un manotazo y me vuelvo a cubrir la nariz para que no la siga viendo y el se echa a reír de nuevo. Viéndolo bien, me gusta su risa.
-no es gracioso- lo miro mal -y gracias por ayudarme.
Intento caminar, pero me detiene por la muñeca, me jala contra su cuerpo dejándome sorprendida y desorientada. Estampa sus labios en los míos y Quedo en shock por tan grande abuso y cuando se aparta de mi, me dedica una sonrisa traviesa, como si hubiera pasado algo casual y fuera un juego divertido para él.
-creo que debes aprender a besar- se limpia la parte de abajo del labio de forma sensual con su pulgar y yo lo empujo lejos
-¿Qué crees que haces, imbécil?- me limpio la boca y lo fulminó con la mirada
-cobrándome el favor que te hice- rueda los ojos -Pero ya me voy, sino no te dejarán entrar. Aunque igual no creo que lo haga.
Me da la espalda y se va, mientras yo me quedo allí aun impactada. ¿Son así todos los chicos de la universidad? ¿Por qué no le patee las pelotas? Creo que es por miedo, estoy en un mundo nuevo que desconozco, y no supe como reaccionar.
Abro la puerta de forma distraída dispuesta a disculparme, pero me quedo paralizada cuando se hace un silencio en el salón, todos me miran y siento que me hago pequeña, voy a mirar al profesor para pedirle disculpas, pero no me puedo mover, siento calor repentino.
¡Dios! ¿ese es mi profesor? ¿es así de bello o lo estoy imaginando? ¡Concéntrate Lily!
-Señorita ¿necesita algo?- su porte serio y ¡esa voz! Gruesa y varonil.
Tengo las piernas de gelatina y mi voz me traiciona, no quiere salir. Todos se me quedan mirando y la vergüenza es la que me hace reaccionar.
-¡Disculpe!- es lo que logro decir antes de cerrar la puerta e irme de allí muy rápido.
¡Oh por favor! ¿se puede ser mas patética?
Hoy definitivamente no es mi día, falta que un perro venga y me orine en los pies. Gruño en frustración y me siento en una de las bancas del área verde, saco mi móvil y le escribo a mi prima un texto preguntándole si esta libre ahorita, su respuesta llega a los minutos
"No, nena. Ahorita estoy en clase de genética, aún me falta para terminar"
Sé que no me puedo ir, tengo que mas clases, así que respiro y cierro los ojos, me digo a mí misma que todo saldrá mejor.
-¿Así los cierras también cuando tienes un orgasmo?- esa jodida voz que me hace enfurecery sobresaltar
-¿Siempre eres así de cochino?
El se ríe de mi comentario y se acerca más, pero lo ignoro y saco la hoja donde tengo el resto de las materias que me tocan hoy
-créeme que si me conocieras en la cama, me llamarías de todo, menos cochino- ruedo los ojos
‹‹imbecil››
-¿Puedes ir a molestar a otra?- no lo miro, sigo en lo mio -No sé, quizás te consigas a una que te soporte.
-No. Es mas divertido molestarte a ti- se sienta frente a mi y no me quita la mirada -¿Quieres que te ayude con eso?
-No, gracias. No quiero deberle favores a un demonio.
Suelta otra carcajada, pero como no estoy para sus sandeces, me levanto y me voy dejándolo atrás con la voz estridente de su risa.
¿Por qué tengo que cruzarme puros idiotas? ¿Tengo un imán para atraerlos? Parece que tengo un letrero donde dice "todos los idiotas acérquense" ¡Aarg! Seguiré por mi cuenta, buscando las aulas.
Emilio, va a una guerra con la familia irlandés, cuando estudia las debilidades del enemigo, se da cuenta que tienen una mujer hija del capo irlandes, de la cual queda completamente flechado. Considera que es una de las más hermosas que ha visto en su vida, por lo que decide pedirle a su hija en matrimonio para evitar la guerra. Lyla en un principio se niega y luego accede por el bien de su familia, sin embargo no se arrepentirá más adelante, al descubrir lo que se siente estar envuelta en las llamas de este mafioso italiano.
Ana es abogada para el alcalde, pero por una apuesta de unas amigas, terminó bailando para un antro de mala muerte, cuando el dueño la grabó para extorsionarla. Como abogada debe cuidar su reputación, por lo que decide mantenerlo en secreto. Conoce a un chico guapo, quien busca conquistarla, cuando lo logran y deciden estar juntos, él descubre su secreto. Ahora deberán decidir si permanecer juntos o separados.
Emily es una princesa de la mafia, tenía todo en cuando ella quería referente a lujos. Su madre fue asesinada cuando ella era muy jóven, pero vivía con su padre, aunque no contaba con que este, la vendería a una familia poderosa en Utah. Conoce a un hombre perfeccionista, amargado y controlador, pero que ella decide que le gusta. Con su forma de ser espontánea y divertida propone conquistarlo, lo que ella no sabe es que la familia de este hombre mató a su madre, y al final ella deberá decidir si lo perdona o no.
Dakota fue engañada el día de su boda y con un bebé en camino. Decide rehacer su vida como madre soltera. Cuando regresa a la compañía después de su reposo posparto, se encuentra con un nuevo jefe que le hará la vida imposible, ella le demostrará que no es una mujer débil, entre discusiones, descubren que en ellos hay una pasión muy fuerte, pero deberán superar tantos secretos y así mismo confiar uno en el otro.
Después de tres años de matrimonio hermético, Eliana nunca había visto a su enigmático esposo hasta que le entregaron los papeles del divorcio y se enteró de que su supuesto esposo estaba cortejando a otra mujer sin importarle cuánto le costara. Ella volvió a la realidad y decidió divorciarse. A partir de entonces, Eliana dio a conocer sus diversos personajes: estimada doctora, legendaria agente secreta, hacker reconocida, célebre diseñadora, experta piloto de carreras y distinguida científica. A medida que se conocieron sus diversos talentos, su exesposo fue consumido por el remordimiento. Desesperado, suplicó: "¡Eliana, dame otra oportunidad! Todas mis propiedades, incluso mi vida, son tuyas".
Anoche pasé una noche erótica con un desconocido en un bar. No soy una mujer al azar. Hice esto porque estaba muy triste ayer. El novio que había estado enamorado de mí durante tres años me dejó y se casó rápidamente con una chica rica. Aunque actúo como si nada hubiera pasado delante de mis amigos, estoy muy triste. Para aliviar mi estado de ánimo, fui solo al bar y me emborraché. Accidentalmente, me encontré con él. Él es más que atractivo e increíblemente sexy. Como el deseo controlaba mi mente, tuve una aventura de una noche con él. Cuando decidí olvidarme de todo y seguir adelante, descubrí que mi aventura de una noche se convirtió en mi nuevo jefe. Un tipo posesivo.
Sabrina tardó tres años enteros en darse cuenta de que su marido, Tyrone, era el hombre más despiadado e indiferente que jamás había conocido. Él nunca le sonrió y mucho menos la trató como a su esposa. Para empeorar las cosas, el regreso del primer amor del hombre no le trajo a Sabrina nada más que los papeles del divorcio. Con la esperanza de que todavía hubiera una posibilidad de salvar su matrimonio, le preguntó: "Tyrone, aún te divorciarías de mí si te dijera que estoy embarazada?". "¡Sí!", él respondió. Al comprender que ella no significaba nada para él, Sabrina finalmente se rindió. Firmó el acuerdo de divorcio mientras yacía en su lecho de enferma con el corazón hecho pedazos. Sorprendentemente, ese no fue el final para la pareja. Fue como si Tyrone despejara la mente después de firmar el acuerdo de divorcio. El hombre que alguna vez fue tan desalmado se arrastró junto a su cama y le suplicó: "Sabrina, cometí un gran error. Por favor, no te divorcies de mí. Te prometo que voy a cambiar". Sabrina sonrió débilmente, sin saber qué hacer…
Cheryl, una huérfana ordinaria, logró casarse con el hombre más poderoso de la ciudad. Era perfecto en todos los sentidos, excepto en una cosa: no le gustaba ella. Tres años después de su matrimonio, finalmente quedó embarazada, en el mismo día en que su esposo le entregó los papeles de divorcio. Parecía que se había enamorado de otra mujer, y por alguna razón que ella desconocía, él creía que ella también se había encaprichado de otro hombre. Justo cuando ella pensaba que su relación estaba llegando a su fin, él no quería que se fuera. La mujer ya estaba dispuesta a renunciar, pero él le confesó su amor. ¿Qué iba a hacer Cheryl en esta maraña del amor y del odio, mientras estaba embarazada?
Los rumores decían que Lucas se había casado con una mujer poco atractiva y sin antecedentes. En los tres años que estuvieron juntos, se mantuvo frío y distante con Belinda, que aguantó en silencio. Su amor por él la obligó a sacrificar su autoestima y sus sueños. Cuando el primer amor de Lucas reapareció, Belinda se dio cuenta de que su matrimonio era una farsa desde el principio, una estratagema para salvar la vida de otra mujer. Entonces firmó los papeles del divorcio y se marchó. Tres años después, Belinda regresó convertida en un prodigio de la cirugía y una maestra del piano. Perdido en el arrepentimiento, Lucas la persiguió bajo la lluvia y la abrazó con fuerza: "Eres mía, Belinda".
Katya siempre ha sido una extraña, rechazada por no tener lobo e incapaz de estar a la altura de la reputación de su padre Beta y su infame madre guerrera. Justo antes de cumplir 18 años, su familia es despojada de sus títulos y rechazada de la manada. Solo tienen dos opciones: volverse rebeldes o buscar refugio en un Black Creek Pack. Katya de repente se encuentra atrapada en una red de mentiras que le dijeron sus padres. Ahora no solo necesita demostrar su valía ante su nuevo Alfa, sino que también debe evitar que descubra su secreto. Sin embargo, a Katya le resulta más difícil de lo que pensaba mantener su secreto cuando el Alfa muestra un gran interés en ella. Se ve obligada a mudarse a la empacadora. Y sin ningún lugar donde esconderse, se ve obligada a tomar medidas extremas para evitar que él descubra que no tiene lobo. Pero la oscuridad se avecina y los secretos salen a la luz, más de lo que jamás imaginó. Ahora Katya no sabe en quién confiar o a quién acudir cuando todo lo que creía saber era solo otra mentira de un secreto más grande guardado. Justo cuando cree que tiene todas las piezas del rompecabezas, se entera de que Alpha guarda un secreto propio. Ella es su pareja. Solo hay un problema: Katya no tiene lobo, y si él se da cuenta, ¿la mantendrá o la evitará como lo hizo su último Alfa?