/0/14046/coverbig.jpg?v=cd7de0b4e5b3ac821e54d543e56279fc)
Enzo Ivanov, un millonario que no tiene interés en casarse, se encuentra presionado por su padre para elegir entre varias candidatas, algo a lo que se niega rotundamente. Por otro lado, Celine Dubois es una joven que sufre abusos por parte de su padrastro. Un día, escapa de su agresor y busca ayuda. Encuentra a Enzo Ivanov, quien siente una conexión instantánea con ella. Enzo Ivanov la lleva a su casa y le permite quedarse allí. Impulsado por un deseo de proteger a Celine, Enzo le propone un matrimonio falso. Entonces, ambos se ven envueltos en una mentira que conlleva a sentimientos inesperados, poniendo a prueba su trato inicial y lo que verdaderamente sienten.
El sonido ahogado de los pasos en el exterior advertía de la pronta llegada de su padre. Sabía a lo que venía y se preparaba para enfrentarlo. No transcurrió menos de un minuto cuando la puerta fue abierta de golpe, mostrando la figura de un señor entrado en años cuya presencia formidable imponía respeto a su paso. Su cuerpo erguido pero frágil se sostenía en un bastón negro que le otorgaba cierta aura aterradora.
-Enzo, ¿puedes explicarme qué hiciste para que la señorita Jossie acabara llorando? -preguntó demandante.
Enzo volteó a mirarlo desde su lugar. Había pasado un rato frente al ventanal que daba hacia el jardín, observando un punto en específico; el árbol de cerezo que su madre había plantado años atrás.
-¿Qué quieres que te diga? -inquirió en medio de un bostezo-. Le he dejado claro algunas cosas. Eso es todo.
-¿Ah sí? ¿Y era necesario hacerlo delante de todos? Pobre muchacha, debió sentirse avergonzada... -un resoplido escapó de Enzo, ganándose una mirada de recriminación por parte de su padre, quien indagó sobre lo sucedido-. ¿Exactamente qué le dijiste, Enzo?
Enzo soltó un chasquido, le resultaba molesta la intromisión de su padre.
Hacía pocos minutos que se había escabullido del salón de fiestas donde se llevaba a cabo una recaudación de fondos para los orfanatos. Pero solo hacía un bulto más en el lugar, como muchos de los presentes. Se esforzó por mantener la conversación con el señor Reynolds, sin embargo, fue evidente su incomodidad al haber llamado la atención minutos antes. No había sido su intención gritarle a Jossie, pero había llegado al límite y su actitud no hacía más que empeorar su desagrado hacia ella.
No tenía el derecho de esparcir rumores falsos sobre una supuesta relación entre ellos. Le había dejado en claro a Jossie lo que quería para su vida, y entre sus planes no estaba el compromiso. Además, en cualquier cambio de parecer no sería ella la mujer con la que se casaría.
Sus palabras quizás fueron bastante duras, pero su sinceridad era su mayor virtud y no podía fingir ni mentir al respecto. Era mejor detener los rumores y así evitar malentendidos, ya que no dejaban de sacar a relucir el mismo tema a cada rato.
Matrimonio.
¿Cuántas veces le preguntarían lo mismo? ¿Acaso no podía permanecer soltero por elección propia? No todos debían casarse para ser felices en la vida, y estaba harto de la mentalidad cerrada de la mayoría que solo pensaban en el matrimonio como la solución a los problemas financieros de sus negocios.
Para Enzo, la felicidad no dependía de lo mucho o poco que tuviera en sentido material, sino de disfrutar de la vida a pesar de la situación, fuera mala o buena, en compañía o solo. Y el dinero no reemplazaría jamás eso.
Por ello, se había encerrado en el despacho de su padre, un lugar que creyó no sería interrumpido por nadie. Lo último que quería era lidiar con los invitados que se encontraban abajo, presumiendo de sus riquezas. Solo alardeando de ellos mismos y presumiendo del éxito que lograban a costa de los demás.
Enzo no soportaba estar en ese ambiente rodeado de personas que a su parecer eran superficiales y engreídas. Prefería la soledad, la tranquilidad que le otorgaba su propia compañía.
Sin embargo, esa noche sería imposible escapar de la persona que más lo sacaba de quicio en los últimos meses.
Emir Ivanov.
Un profundo suspiro escapó de Enzo antes de dirigirse a su padre.
-Papá, conoces perfectamente a Jossie. Es tan sensible que ni siquiera es capaz de controlar sus emociones en público -emitió en respuesta, su voz reflejando el fastidio que le provocaba aquella mujer.
-Sensible o no, debes ser considerado con ella. Su esposo ha muerto y la está pasando mal. Eres tan insensible que tu desinterés por los demás es percibido incluso por un niño -dijo su padre en reprimenda-. Así no es como tu madre quería que fueras, Enzo.
El rostro de su hijo se contrajo al escucharlo.
-Entonces no me obligues a serlo, padre. Permíteme elegir lo que quiero o no hacer con mi vida y no tomes decisiones que no te corresponden -espetó con reproche.
-¿Y dejar que arruines el legado de la familia? No voy a arriesgarme de esa manera. Si de mí dependiera el futuro de la empresa, no estaría tan preocupado. Pero he depositado todas mis esperanzas en mi único hijo. Sin embargo, tú te niegas al matrimonio, sabiendo que garantiza muchos beneficios para nosotros si te comprometes con la señorita Jossie -objetó su padre, el rostro de su hijo se mostraba impasible.
Era incapaz de entender por qué su padre no tomaba en cuenta lo que él quería y sentía. Enzo respiró hondo, tratando de buscar las palabras adecuadas para no entrar nuevamente en discusión con lo que estaba por decir.
-Debe haber otra manera de asegurar tu legado, y no necesariamente es a través del matrimonio arreglado, o un nieto -argumentó con firmeza.
-¿Acaso pretendes vivir con alguien sin casarte? Eso sería un escándalo total y una deshonra para la familia...
-No malinterpretes mis palabras, padre. Me estoy refiriendo a que, dadas las circunstancias en este momento, podemos encontrar otra solución -se apresuró a decir Enzo-. La empresa está funcionando bien hasta ahora, no debemos adelantarnos y ser tan pesimistas. Solo relájate un poco, ¿quieres?
-No voy a desperdiciar ni un momento de mi tiempo mientras esté vivo. Lo aprovecharé al máximo, y con esto me refiero a buscar una compañera de negocios para ti. Estás al tanto de mi situación y no desconoces el delicado estado de salud en el que me encuentro. A mi edad, hay más probabilidades de morir mientras duermo, y si eso sucede, no podría asegurarme de que mi hijo esté manejando la empresa mejor de lo que yo lo hubiera hecho -emitió de manera exagerada.
-Padre, estás yendo demasiado lejos. El doctor claramente dijo que solo era una jaqueca por el estrés. No te vas a morir, por favor -un bufido escapó de sus labios.
-¿Nada de lo que diga te hará cambiar de opinión, verdad? -su hijo negó con la cabeza-. La señorita Jossie es una buena opción...
-No me casaré con Jossie, papá. No siento ni una pizca de amor por ella y no creo sentirlo nunca -expresó sinceramente-. Así que por favor, te pido que no le hagas creer a Jossie y su familia que tendremos un futuro juntos, eso no pasará.
-Bien, bien, no puedo obligarte. Sabía que ibas negarte-admitió su padre en rendición, mientras Enzo lo miraba-. Y por eso, he preparado una lista de las jóvenes más hermosas. Tú solo decídete por la que te parezca mejor, tendrá mi aprobación.
Enzo sostuvo el puente de su nariz, cada vez más impaciente.
-Te he dicho que no necesito a nadie, estoy perfectamente bien así...
-Tonterías -intervino su progenitor-. Todos en algún momento de nuestra vida necesitamos compañía, aunque creamos que estamos bien solos, pero una vez que nos acostumbramos a tener a alguien a nuestro lado nos volvemos tan dependientes de su presencia que nada vuelve a ser lo mismo.
Su hijo pudo percibir cierta melancolía en las palabras de su padre, él sabía que hablaba de su madre. Habían pasado doce años desde su muerte y aún seguía doliendo como si hubiera sido ayer. La echaba mucho de menos y no era el único. Su padre no había sido capaz de superarla y él tampoco.
-No creo jamás encontrar una persona que se parezca a mamá, ni mucho menos experimentar el amor que ustedes tuvieron. Preferiría una vida sin compromiso que lamentar estar con la persona incorrecta -expresó Enzo suavizando su voz-. Así que espero respetes mi decisión, padre. Ahora, si me disculpas, iré a descansar.
-Enzo... -llamó su padre, pero él lo ignoró y continuó caminando hacia la puerta-. Enzo, aún no he terminado de hablar contigo. Regresa aquí...
El susodicho abandonó el despacho, sin importar la voz amenazante de su padre. Se dirigió a una de las salidas traseras de la mansión para no tener que toparse con los invitados que aún no se habían marchado. Subió a su coche y arrancó el motor antes de ser detenido por alguien más. Adentrándose en las calles abarrotadas de la ciudad, condujo hacia lo que últimamente se había vuelto su hogar esos últimos meses. La pequeña residencia quedaba ubicada un poco alejada de la ciudad, cerca del bosque.
Un lugar pacífico que había descubierto años atrás con su madre, y se había convertido en el sitio preferido de Enzo. Sitio que guardaba secretos que pronto descubriría.
En el día de su boda, Laura se encuentra en el centro de un devastador escándalo cuando su prometido la deja plantada en el altar tras recibir una llamada de su exnovio. Humillada y llena de dolor, Laura decide reinventarse y dejar atrás su pasado, embarcándose en un viaje de autodescubrimiento y transformación personal. A medida que intenta sanar, conoce a Daniel, un joven encantador y carismático, en un club de actividades al aire libre. Lo que comienza como una amistad reconfortante rápidamente se convierte en una conexión profunda. Sin embargo, cuando Laura descubre que Daniel proviene de una familia adinerada y tiene un estatus de heredero, sus inseguridades resurgen. Mientras ambos enfrentan las expectativas de la sociedad y las presiones familiares, Laura debe decidir si está dispuesta a abrir su corazón nuevamente.
María Montero, una joven que escapa de los abusos de su padrastro en busca de libertad y un nuevo comienzo. Sin embargo, su huida toma un giro inesperado cuando es atropellada por Andrew de la Torre, un atractivo y adinerado millonario. Despertando en una mansión desconocida, María se encuentra bajo el cuidado de Andrew, quien le explica que el accidente no puede salir a la luz. En un intento de protegerla y salvar su reputación, Andrew le propone un matrimonio de conveniencia. A medida que conviven, la relación entre ellos evoluciona de la frialdad a la complicidad, y María comienza a ver a Andrew como más que un extraño. Sin embargo, su felicidad se ve amenazada por un escándalo mediático y la venganza de un antiguo socio de Andrew que busca destruir su imagen. En medio de esta tormenta, María descubre que está embarazada, lo que la lleva a enfrentarse a sus propios miedos y secretos. A medida que la pareja navega por las dificultades externas e internas, descubren que el amor verdadero puede surgir incluso de las circunstancias más complicadas. Juntos, luchan por su felicidad y su futuro, demostrando que, a pesar de las adversidades, pueden encontrar la luz en la oscuridad.
Ana Clark, una joven de veintiocho años atrapada en una búsqueda laboral infructuosa, enfrenta la desesperación por la salud de su padre. Cuando recibe una sorprendente propuesta de Dominic Ivanov, un millonario enigmático, se le ofrece una solución a cambio de un matrimonio sin amor por un año. A pesar de sus reservas, Ana acepta el trato, sintiendo que no tiene más opciones. A medida que se adentra en esta nueva vida, se enfrenta a la frialdad de Dominic y la incertidumbre de un futuro lleno de sombras, luchando por encontrar su camino en medio de un acuerdo que desafía sus valores y sueños.
Karim solo cree que sus padres desean verlo casado con una mujer fuera de los focos y de reputación intachable, pero la turbia realidad es que le presentan a una joven Virgen, que fue robada, a quien deberá desposar. El hombre de negocios, rico y frío, será la cruel pesadilla de Juliette, quien deberá vivir atada al millonario, en una jaula opresora, y más cuando él le exige que debe darle un hijo.
Claudia, una joven artista con grandes sueños, es raptada y subastada en un evento clandestino. Su comprador, Jonathan de Luca, un magnate con un oscuro pasado, la mantiene en un mundo de lujo y opresión, mostrando una naturaleza posesiva y dominante. Atrapada entre el miedo y una extraña atracción hacia él, Claudia lucha por mantener su identidad mientras intenta escapar de su control. A medida que descubre los demonios que atormentan a Jonathan, se enfrenta a una decisión crucial: someterse a su voluntad o luchar por su libertad.
Valeria descubre que su novio le fue infiel con su mejor amiga y, en su dolor, se aleja de todo. Tras un trágico accidente que le hace perder su bebé, Alejandro Salazar, un magnate que desea remediar su culpa, le propone matrimonio. Sin embargo, Valeria se enfrenta a una nueva realidad al enterarse de que está embarazada de él. En medio de emociones contradictorias, deberá decidir si abrir su corazón nuevamente y encontrar el amor en un mar de traiciones y redención.
Amar y ser amada es lo que toda mujer sueña. Sin embargo, lo único que Debbie quería era el divorcio. Llevaba tres años casada con Carlos, un joven multimillonario a quien ni siquiera había visto la cara. Cuando por fin decidió poner fin a su irónico matrimonio e ir en busca de la felicidad verdadera, apareció su supuesto marido y le pidió que lo intentaran de nuevo. A partir de entonces, Carlos se sentía increíblemente atraído por el espíritu libre y salvaje de Debbie y se enamoró de ella. Él comenzaba a mimarla. Poco a poco, lo que había entre ellos se iba a convirtiéndose en una atracción irrefrenable. Esto es una extraordinaria historia de amor donde descubrirá que, a veces, el amor no está muy lejos de cada uno de nosotros.
El día de su boda, Khloe fue inculpada de un delito que no había cometido por su hermana y su novio. Fue condenada a tres años de prisión, donde soportó mucho sufrimiento. Cuando finalmente liberaron a Khloe, su malvada hermana utilizó a su madre para obligarla a mantener una relación indecente con un anciano. El destino quiso que Khloe se cruzara en su camino con Henrik, un elegante y despiadado mafioso, así cambió el curso de su vida. A pesar de su frialdad, Henrik quería a Khloe como nadie. La ayudó a vengarse de sus enemigos y evitó que volviera a sufrir acoso.
Melissa podía tolerar ser engañada y humillada; pero si la acusaban de algo injustamente, sería una historia diferente. A los ojos de su esposo, tres años de matrimonio eran menos importantes que una simple lágrima de su amante Arielle. Y finalmente, él la abandonó sin piedad en un día lluvioso. Cinco años después, Melissa reapareció con sus adorables gemelos; esta vez, se convertió en una médica de fama mundial. Fue entonces cuando su exmarido, Everett, le pidió que ayudara a Arielle... "Abuelo, si quieres hablar con mamá, primero tienes que pasar una prueba". El hijo pequeño de Melissa, Merrick, levantó con orgullo la barbilla. "¿Abuelo?". Everett se preguntó si parecía tan viejo. "Papá, sí eres muy viejo... ", dijo Lindsey, la hermana gemela de Merrick con un puchero.
-¡Quiero el divorcio! - me dice en un tono frío. No es la primera vez que me pide algo así; antes lo hacía a menudo. Se levantó del sofá y lo miró a los ojos. Le molestaba que no la dejara dar ni una sola explicación; solo asumía las cosas. Era mejor dejar todo como estaba. No pensaba rogarle para que la escuchara, no pensaba hacerlo nunca más. -¿Estás seguro de que eso es lo que quieres? - le preguntó, mirándolo fijamente. Por muy ilógico que pareciera, intentó aferrarse a su única esperanza. Le tiró los documentos al rostro, y ella los tomó con una sonrisa amarga. Tomó el bolígrafo de la mesa y firmó sin pensarlo ni un minuto más. Se levantó con la poca dignidad que todavía conservaba, empacó las pocas pertenencias que tenía y se marchó sin mirar atrás. 🌼 Nota de la autora Espero que les guste esta historia llena de amor, intriga y mucho más. Gracias por el apoyo de antemano. No olviden dejar sus comentarios.
Durante tres años, Jessica soportó un matrimonio sin amor mientras su marido fingía impotencia. Sus mentiras se desvelaron cuando apareció una amante embarazada. Tras seis meses recopilando pruebas en secreto, Jessica se deshizo de él y construyó su propio imperio multimillonario. Tras el divorcio, se transformó en una figura irresistible, atrayendo admiradores. Un día, al salir de su oficina, se encontró con Kevan, el hermano de su exesposo. Él intervino, enfrentándose a ella: "¿Acaso era solo una herramienta para ti?". Los labios de Jessica se curvaron en una sonrisa tranquila mientras respondía: "¿Cuánta compensación quieres?". La voz de Kevan se suavizó. "Todo lo que quiero eres tú".
En opinión de todos, William se había casado con Renee bajo la presión. Ahora que su verdadero amor había vuelto embarazada, no podían esperar a que abandonara a Renee. Sorprendentemente, Renee fue sincera sobre la situación: "Para ser franca, soy yo la que pide el divorcio todos los días. Lo deseo incluso más que cualquiera de ustedes". Pero ellos ignoraron su comentario como un mísero intento de salvar las apariencias. Hasta que William hizo una declaración: "El divorcio está fuera de discusión. Cualquiera que difunda falsos rumores se enfrentará a consecuencias legales". Renee estaba confundida. ¿Qué planeaba hacer ahora este loco?