/0/16015/coverbig.jpg?v=6ea0178963203f5edb580de3355f1a34)
En una vieja hacienda, donde la tradición y el honor familiar pesaban más que los propios sentimientos, nació un amor que nunca debió existir. Elena y Alejandro crecieron juntos, compartiendo juegos en la infancia y secretos en la adolescencia. Eran primos, pero entre ellos siempre hubo una conexión más profunda, un lazo inexplicable que ninguno se atrevía a nombrar. Sin embargo, cuando ambos alcanzaron la madurez, esa cercanía se transformó en algo más peligroso: un amor prohibido. Sus familias, unidas por el apellido y los negocios, jamás permitirían semejante relación. A pesar de ello, las miradas furtivas, los roces accidentales y las noches de insomnio confesándose al oído hicieron imposible que se resistieran. Cuando los padres de Elena intentaron comprometerla con un hombre poderoso para fortalecer alianzas, Alejandro comprendió que debía tomar una decisión. ¿Huirían juntos, desafiando todo y a todos, o enterrarían su amor bajo el peso de las obligaciones familiares? Mientras el tiempo jugaba en su contra, el amor entre ellos se volvía más intenso... y el peligro de ser descubiertos, inminente. Hagamos el capitulo 1 de como su padre habia organizado su vida, hazlo largo y no lo hagas en lienzo
Elena siempre había sabido que su vida no le pertenecía del todo. Desde que tuvo uso de razón, su padre, Don Gonzalo del Villar, le había inculcado la idea de que el deber estaba por encima del deseo. En la antigua hacienda familiar, rodeada de vastos campos de cultivo y paredes cubiertas de retratos de sus antepasados, creció con la certeza de que su futuro ya estaba decidido mucho antes de su nacimiento.
-Las mujeres de nuestra familia no eligen, Elena -le repetía su padre con una mirada severa-. Ellas obedecen.
Desde niña, se acostumbró a vivir entre normas y expectativas que pesaban como cadenas invisibles. Su madre, Doña Isabel, era el reflejo perfecto de lo que se esperaba de ella: una mujer elegante, silenciosa y sumisa, cuyo único propósito era mantener la reputación de la familia intacta.
A los dieciséis años, Elena comprendió con claridad lo que eso significaba. Fue entonces cuando su padre comenzó a mencionarle posibles pretendientes, hombres con apellidos ilustres y fortunas imponentes. Cada vez que lo hacía, ella asentía en silencio, aunque su corazón se estremeciera con la idea de ser entregada como un simple peón en un tablero de ajedrez.
Pero lo que su padre ignoraba -o tal vez se negaba a ver- era que Elena ya tenía el corazón ocupado.
Desde pequeña, había compartido cada instante de su vida con Alejandro. Aunque eran primos, la cercanía entre ellos iba más allá de la simple relación familiar. Crecieron juntos, jugando entre los viñedos, persiguiéndose por los establos y contándose secretos bajo la sombra de los robles centenarios que rodeaban la hacienda.
Al principio, su relación había sido pura, inocente. Pero con los años, la complicidad se transformó en algo más. Sus miradas se alargaban demasiado, sus manos se rozaban por accidente con demasiada frecuencia, y los silencios entre ellos estaban cargados de palabras que ninguno se atrevía a pronunciar.
Sin embargo, Alejandro no era una opción. Aunque también llevaba el apellido del Villar, su posición en la familia no era lo suficientemente alta como para aspirar a ella. Su padre, Don Jaime, había tomado malas decisiones con los negocios y, a diferencia de Don Gonzalo, nunca logró recuperar la grandeza de su linaje. Alejandro, pese a su inteligencia y carisma, no era más que un hombre con un apellido noble, pero sin la fortuna que lo respaldara.
Elena sabía que era cuestión de tiempo antes de que su padre decidiera su destino. Y ese momento llegó una noche, durante una cena en la hacienda.
-He tomado una decisión, Elena -anunció Don Gonzalo, mientras cortaba la carne en su plato con precisión meticulosa-. Te casarás con Fernando Alarcón.
Elena sintió que el aire se le atascaba en la garganta.
-¿Fernando Alarcón? -repitió en un susurro.
-Un hombre respetable, de buena familia. Será un excelente esposo para ti -continuó su padre, sin levantar la vista de su plato-. Su padre y yo cerramos el acuerdo esta mañana.
A su lado, su madre permanecía en completo silencio, como siempre.
Elena quiso protestar, pero sabía que no serviría de nada. Su padre no era un hombre que aceptara un "no" como respuesta.
Esa noche, cuando todos se retiraron a sus habitaciones, ella salió al jardín con la esperanza de encontrar un respiro. Y ahí, en la penumbra, estaba Alejandro, esperándola.
Sus ojos se encontraron, y sin necesidad de palabras, él supo que algo estaba mal.
-Dímelo -susurró Alejandro, acercándose a ella.
Elena sintió las lágrimas arder en sus ojos.
-Me han comprometido.
Alejandro se quedó inmóvil por un instante. Luego, su mandíbula se tensó y sus manos se cerraron en puños.
-¿Con quién?
-Fernando Alarcón.
Un silencio denso se instaló entre ellos. Alejandro apartó la mirada, pero Elena vio el dolor reflejado en su rostro.
-No puedes casarte con él -dijo finalmente, con voz ronca.
-No tengo opción.
Él dio un paso hacia ella, acortando la distancia entre sus cuerpos.
-Siempre hay una opción, Elena.
Ella lo miró, sintiendo cómo su corazón latía con fuerza descontrolada. Durante años, habían fingido que lo suyo no era real, que solo era un lazo fraternal. Pero en ese instante, con la certeza de su destino acercándose como una sentencia, comprendió que no podía seguir negándolo.
-Alejandro... -susurró, pero no pudo terminar la frase.
Porque en ese momento, él tomó su rostro entre sus manos y, sin pensarlo dos veces, la besó.
El beso de Alejandro fue desesperado, lleno de todo lo que nunca se habían atrevido a decir en voz alta. Elena sintió que el mundo se desvanecía a su alrededor, que por primera vez en su vida, no estaba atrapada en la jaula de las expectativas familiares. Pero el momento fue fugaz.
Ella se separó, su respiración entrecortada, con el corazón latiendo frenéticamente en su pecho.
-No podemos... -murmuró, pero su voz carecía de convicción.
Alejandro la sujetó con suavidad por los brazos, obligándola a mirarlo. Sus ojos oscuros ardían con determinación.
-Sí podemos, Elena. Escapa conmigo.
Ella sintió que su cuerpo se estremecía con esas palabras.
-No digas eso... sabes que es imposible.
-Nada es imposible si lo queremos de verdad. Nos iremos lejos, donde nadie pueda encontrarnos.
Elena negó con la cabeza, retrocediendo un paso.
-Mi padre nos mataría.
-No me importa. Prefiero morir antes que verte convertida en la esposa de otro, antes que verte sufrir por un matrimonio que no deseas.
Ella quiso responder, decirle que no podía hacer algo tan temerario, pero en el fondo, una parte de ella anhelaba creer en esa posibilidad.
Alejandro dio un paso más hacia ella y tomó sus manos con fuerza.
-Piensa en esto, Elena. ¿De verdad puedes imaginarte una vida sin amor? ¿Pasando tus días junto a un hombre que no quieres, atendiendo reuniones de sociedad, siendo solo una pieza más en el juego de tu padre?
Sus palabras calaron hondo. Porque la verdad era que no podía imaginarlo sin sentir que se ahogaba.
-No sé cómo hacerlo... -susurró, con el miedo reflejado en su voz.
-Déjalo en mis manos. Solo dime que sí y te prometo que encontraremos la manera.
Elena cerró los ojos, sintiendo el peso de la decisión sobre sus hombros. Escapar significaba romper con todo lo que conocía, desobedecer a su padre, perder su lugar en la familia. Pero quedarse significaba perderse a sí misma.
Cuando abrió los ojos, Alejandro aún la miraba con intensidad, esperando su respuesta.
Y en ese instante, Elena supo que su vida estaba a punto de cambiar para siempre.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Elena Martínez, una joven enfermera, se enamora de James Thornton, un soldado británico, a través de cartas que intercambian mientras él está en el frente de batalla. A pesar de la distancia y los horrores de la guerra, su relación crece, y las cartas se convierten en su único consuelo. Cuando la guerra termina, Elena recibe una última carta de James, en la que le promete regresar, pero una frase inquietante cambia todo: "Mi deber me lleva más allá, y es posible que no vuelva a verte". Meses después, Elena descubre que James nunca volvió y que la última carta no fue escrita por él. Intrigada y desesperada, comienza a investigar la misteriosa desaparición de James, desvelando secretos de guerra, traición y una verdad que cambiará su vida para siempre. "Cartas desde la Guerra" es una historia de amor, misterio y sacrificio, donde una mujer busca respuestas sobre el hombre que amó y que nunca regresó a casa.
En un pintoresco y aislado pueblo costero, la calma habitual se ve interrumpida por una serie de desapariciones misteriosas de niños. Mientras la angustia crece y los padres se desesperan, una familia extraña y enigmática se muda al pueblo, buscando refugio en una antigua mansión en las colinas. La llegada de los forasteros coincide con los primeros desaparecimientos, lo que despierta las sospechas entre los habitantes locales. Alden, un joven periodista que ha regresado al pueblo para escapar de un oscuro pasado personal, se siente obligado a investigar los sucesos que perturban su tranquila ciudad natal. Intrigado por la familia recién llegada, se ve arrastrado en una trama de secretos, leyendas olvidadas y un mal que ha acechado a la humanidad durante siglos. Al principio, parece ser una historia de supersticiones locales y rumores infundados, pero a medida que Alden profundiza en la historia de la familia, descubre la aterradora verdad: los recién llegados no son humanos, sino criaturas que han sobrevivido en la sombra de la historia, alimentándose de la sangre de los inocentes. A medida que la investigación avanza, Alden se encuentra atrapado en un juego mortal, donde las desapariciones son solo el principio. A cada paso, la línea entre lo real y lo sobrenatural se difumina, y descubre que la familia, conocida como los hijos del abismo, ha vivido por siglos, esperando el momento adecuado para llevar a cabo su hambre insaciable. Para salvar a los niños desaparecidos y evitar que el mal destruya su hogar para siempre, Alden debe enfrentarse a seres que desafían toda comprensión humana, arriesgando su propia vida para evitar que el abismo se extienda. ¿Podrá Alden detener a los Hijos del Abismo antes de que todo el pueblo caiga bajo su yugo, o está destinado a convertirse en su próxima víctima?
Durante siglos, el Reino de Eldoria fue un símbolo de prosperidad y luz, hasta que una traición llevó a su caída. El cruel Rey de las Sombras, un hechicero de poder inmensurable, usurpó el trono con un ejército de criaturas oscuras, sumiendo la tierra en el caos. Se creía que la familia real había sido completamente erradicada... pero una verdad olvidada está a punto de salir a la luz. Aiden, un humilde herrero de un pueblo fronterizo, siempre sintió que su destino iba más allá del yunque y el fuego. Cuando extrañas visiones comienzan a atormentarlo y su cuerpo despierta habilidades latentes, descubre que es el heredero perdido del trono de Eldoria. Su existencia representa la última esperanza para el reino. Guiado por un enigmático hechicero y una guerrera de la resistencia, Aiden se embarca en una peligrosa misión para reclamar su derecho y acabar con la tiranía de las sombras. Pero el tiempo se agota. El Rey de las Sombras está reuniendo sus fuerzas para desatar la magia prohibida que podría consumir el mundo entero. Para detenerlo, Aiden y su grupo de aliados-un elfo desterrado, una ladrona con un oscuro secreto y un caballero caído en desgracia-deberán desentrañar antiguos misterios, domar poderes olvidados y enfrentar sus propios demonios. En un mundo donde la magia es tan peligrosa como necesaria, Aiden deberá decidir si está dispuesto a pagar el precio por la corona. ¿Podrá vencer a la oscuridad que amenaza con devorarlo todo... o se convertirá en aquello que juró destruir?
Sofía y Daniel son una joven pareja recién casada que lucha por salir adelante a pesar de las dificultades económicas. Su amor parecía ser suficiente hasta que un préstamo de emergencia cambió sus vidas. Daniel pidió dinero a su jefe, Ramírez, con la esperanza de mejorar su situación, pero antes de llegar a casa, fue asaltado y perdió todo el efectivo. La deuda no desapareció, sino que creció con intereses desorbitantes. Los meses pasaron y la presión aumentó. Ramírez, al principio comprensivo, pronto mostró su verdadero rostro, exigiendo pagos imposibles y acechando a Sofía con intenciones ocultas. Desesperada, ella tomó una decisión que la marcaría para siempre. Pero cuando creyó que todo había terminado, descubrió que su peor error no fue ceder, sino creer que podía alejarse de él. Ahora, con su esposo sin saber la verdad, Sofía está atrapada en una red de mentiras y chantaje. Ramírez no está dispuesto a dejarla ir... y está listo para destruirlo todo si ella se niega a seguir jugando su juego.
Cuando Daniel Arce, un joven y brillante CEO de una exitosa empresa de tecnología, conoce a Isabella Montiel, una inversionista de renombre, siente que finalmente ha encontrado a alguien que entiende su ritmo de vida. Lo que comienza como una relación basada en admiración y respeto mutuo pronto se convierte en un romance apasionado. Pero la vida da giros inesperados, y cuando Daniel conoce a Camila, la hermana menor de Isabella, siente una conexión distinta, más espontánea y natural, algo que nunca experimentó con nadie más. Camila, una talentosa diseñadora de interiores con una visión artística única, tiene un espíritu libre que contrasta con la perfección y el control que Isabella representa. Mientras Daniel se debate entre el amor que construyó con Isabella y la atracción genuina que siente por Camila, se enfrenta a una encrucijada: seguir el camino seguro con su novia o arriesgarse a perderlo todo por alguien que lo hace sentirse realmente vivo. Con el telón de fondo de acuerdos empresariales, eventos de alta sociedad y decisiones que pueden cambiar vidas, Daniel deberá descubrir qué significa el verdadero amor y si es posible elegir entre la razón y el corazón sin perderse a sí mismo en el proceso.
El pensamiento humano de que las mujeres pueden llamarse como sea, me ha cagado la vida. Mi madre, decidió que ponerme <<Lluvia>>... Era una idea fantástica. Y aquí estoy, siendo la burla a mis diez años, de todos los compañeros de mi clase, nadie considera que eso debería ser una forma de llamar a una niña. Y más allá de eso, ¿alguien le encuentra algún sentido?
Stella Richard se casó con Rene Kingston en lugar de su hermana Sophia por algunas razones. Pero desde el principio, ella sabe que su matrimonio era solo un contrato por tiempo límite y una vez que se cumplió el tiempo, ella tenía que irse. Para RK, este matrimonio fue solo una carga, pero para ella fue un regalo de Dios. Porque RK era el hombre al que había amado toda su juventud... Entonces, mientras tanto de su matrimonio, Stella hizo todo lo posible para que este matrimonio funcionara. Pero el día que descubrió que estaba embarazada, su esposo le dio el papel de divorcio y le dijo... "No quiero a este niño. No olvides abortar". Estas palabras salen de su boca, como una bomba para Stella, y cambiaron su vida... Ella firmó su nombre en el papel de divorcio y salió de la casa... Porque ella no quiere estar con un hombre tan frío... Seis años después... RK compró la empresa en la que trabajaba Stella. Pero Stella hizo todo lo posible por no tener nada que ver con él... Porque ella tenía un hijo y no quería que él se enterara de él... Pero un día, cuando Stella recogió a su hijo de la escuela, él la vio... RK, "¿Cómo te atreves a tener un hijo con otro hombre?" Stella, "No creo que tenga nada que ver contigo". RK estaba a punto de decir más cuando su mirada se posó en el niño a su lado... Su rostro se veía igual que cuando era joven...
Hace tres años, Avery quedó maltratada y sola por el hombre que más amaba, Dylan, pero ella completó valientemente la ceremonia de la boda mientras estaba embarazada. Tres años después, aunque estaban casados, con el tiempo se distanciaron. Avery se centró en su carrera y ya no creía tontamente en el amor. Pero su transformación instantáneamente hizo que Dylan entrara en pánico... ¿Y cuál es el secreto de hace 11 años que Avery siempre se ha mostrado reacia a revelar? *** "Fue a un bufete de abogados, se reunió con un abogado..." ¿Un abogado? ¿Avery está demandando a alguien? ¿OMS? ¿Existe algún litigio reciente contra la empresa? De repente, Dylan se rió entre dientes con frialdad: "¿A quién podría demandar? Soy el director ejecutivo de esta empresa. ¿Cómo es que ese asunto no me llega a mí primero?" La asistente tragó nerviosamente y habló en voz baja: "Señor, no hay ningún litigio contra la empresa. Se reunió con... un abogado de divorcios".
Janet fue adoptada cuando era niña, un sueño hecho realidad para los huérfanos. Sin embargo, su vida fue cualquier cosa menos feliz. Su madre adoptiva se burló de ella y la acosó toda su vida. La mucama que la crio le dio todo el amor y el afecto de una madre. Desafortunadamente, la anciana se enfermó gravemente y Janet tuvo que casarse con un hombre que tenía mala fama en sustitución de la hija biológica de sus padres para cubrir los gastos médicos de la criada. ¿Podría ser este un cuento de Cenicienta? Pero el hombre estaba lejos de ser un príncipe, aunque tenía un rostro atractivo. Ethan era el hijo ilegítimo de una familia rica que vivía una vida lujosa y apenas llegaba a fin de mes. Él se casó para cumplir el último deseo de su madre. Sin embargo, en su noche de bodas, tuvo el presentimiento de que su esposa era diferente a lo que había escuchado sobre ella. El destino había unido a las dos personas con profundos secretos. ¿Ethan era realmente el hombre que pensábamos que era? Sorprendentemente, tenía un extraño parecido con el impenetrable hombre más rico de la ciudad. ¿Descubriría que Janet se casó con él por su hermana? ¿Sería su matrimonio una historia romántica o un completo desastre? Siga leyendo para saber cómo se desarrolla el amor entre Janet y Ethan.
Ailan Caroline Miller rica heredera se prometió que ningún hombre la querría por su dinero, se trasladó a trabajar como jefa de diseño a las empresas de su familia en Londres, vivía como una chica normal. Conoció a Walter Patel, y dos meses después, y se casó con él. Casi desde el primer momento se arrepintió de su matrimonio, vivían con su suegra, que la trataba fatal. Para colmo, su mellizo, Roy William trasladó la sede central del grupo Miller, a Londres, para estar cerca de ella. Todos estalló el día que, sorprendido a su marido en una fiesta con dos mujeres, le pidió el divorcio, y se fue, en un hotel, donde acabo con todas las botellas del bar de su habitación, y pidió un hombre para esa noche, en su borrachera, salió a buscar a su acompañante, y se equivocó de habitación, pasando a la noche con un desconocido, que resultó ser Finlay Alacintye, el multimillonario presidente de M.F.P. Global multinacional, que la confundió con un regalo de un amigo, a la mañana siguiente ella huyó dejando su tarjeta de identidad, la de su verdadera identidad. Así que tomo una decisión, sólo había una única compensación posible para él. Ella era suya, y para siempre.
Se rumoreaba que Fernanda, recién vuelta con su familia, no era más que una violenta pueblerina. Pero Fernanda se limitaba a esbozar una sonrisa despreciativa. Otro rumor sugería que Cristian, normalmente racional, había perdido el juicio, locamente enamorado de Fernanda. Esto la frustró. Podía tolerar los cotilleos sobre sí misma, ¡pero calumniar a su amado era pasarse de la raya! Poco a poco, a medida que salían a la luz las múltiples identidades de Fernanda como célebre diseñadora, experta jugadora, reconocida pintora y exitosa magnate de los negocios, todos se daban cuenta de que eran ellos quienes habían sido engañados.
Tras dos años de matrimonio, Sadie por fin estaba embarazada, llena de esperanza y alegría. Pero su corazón rompió cuando Noah le pidió el divorcio. Durante un atentado fallido contra su vida, Sadie se encontró tendida en un charco de sangre, llamando desesperadamente a Noah para pedirle que la salvara a ella y al bebé. Pero sus llamadas quedaron sin respuesta. Destrozada por su traición, abandonó el país. Pasó el tiempo y Sadie estaba a punto de casarse por segunda vez. Noah apareció enloquecido y cayó de rodillas. "¿Cómo te atreves a casarte con otro después de haber dado a luz a mi hijo?".