/0/13506/coverbig.jpg?v=f94ec18f7c7658e1dee6d3b24f7d6f58)
Layla llevaba una vida normal en Copenhague, Dinamarca. En la fiesta de cumpleaños de su hermano Tony, conoce a Leo. Con este encuentro, la leyenda comenzó a tomar su curso. Ella creía desde pequeña en los elfos y los trolls, pero ¿vampiros y hombres lobo? Casi que imposible. Una poderosa leyenda y un amor por quien menos se lo espera, llevará a Layla a dejar atrás su pasado en Dinamarca y empezar de nuevo en la Patagonia, Argentina. Ella oculta hábilmente que su gran amor pertenece a un hombre lobo. Tras un último viaje a Dinamarca, su vida vuelve a cambiar. Es secuestrada a un mundo en el que su alma amenaza con perderse. Casi pierde la cabeza, olvida el tiempo y el espacio. No se sabe si su antiguo amor por el hombre lobo sigue existiendo. ¿Podrá salvarse su alma?
El tiempo que pasé en Ginebra fue un tiempo muy emocionante y del que aprendí lo impensable.
Tuve mucha suerte de mudarme a una comunidad mixta de pisos compartidos. Allí estaba Franco, el chico de Lucerna que estaba haciendo un viaje de estudios de idiomas. Luego estaba Mina, que también vino de Copenhague, así como yo, para un curso de idiomas. Era el tipo de chica que siempre la veías de buen humor y que traía a casa un novio nuevo "casi" cada mes. Siempre estaba sonriendo y nunca se dejaba abatir, aunque las circunstancias fueran adversas. El idioma no era realmente un problema para ella, se le daba muy bien.
Luego estaba Timmy Richardson, también de Copenhague. Se formó como periodista en una buena revista de Ginebra. También hizo su formación ahí para mejorar sus conocimientos de idiomas. ¡El periodismo era realmente lo suyo! Cuando quería saber algo, podía acorralarte tan hábilmente con sus preguntas que no te dabas cuenta de lo que le decías, y cuando lo hacías, ya era demasiado tarde. Le habías desembuchado todo, todito. Todos sabíamos que el mundo estaba abierto para él después del entrenamiento, si así lo quisiera.
Timmy y yo éramos "casi" inseparables. Hubo un tiempo en el que le hubiera gustado tenerme como novia, pero realmente no me di cuenta, el despiste mío es de niveles insospechados. Estaba ocupada con Alejandro en ese momento.
Alejandro, alto, hombros anchos, pelo negro y ojos azul acero y, por desgracia, sólo existía él para mí como compañero en la cama. Pero el amor es ciego y por eso me atormenté durante un tiempo con el apuesto latino. No era realmente tan especial en la intimidad. Incluso allí estaba, ¿cómo debería describirlo?... como una tabla de tieso y rígido, es probablemente la mejor manera de decirlo. Todo en él era metódico y cuadrado. En algún momento, esta historia también llegaría a su fin. ¡Hurra!
Cuando llegó el momento de tomar conciencia de mi Timmy, ya era demasiado tarde. Así que, seguimos siendo buenos amigos, de esos amigos que sabes que estarán pase lo que pase de por vida. Cuando había un problema, nos ayudábamos mutuamente. Éramos uña y carne, por así decirlo.
Timmy es de estatura media, tiene ojos marrones, pelo rubio y una figura atlética. Una para morder por todos lados. Quería una verdadera relación apasionada con todos los detalles, me confesó. En realidad, era el hombre con el que había que casarse, que también quería formar una familia más adelante. En fin, el novio ideal. Ése con el que seguramente cualquier suegra estaría sumamente encantada.
Pero también era lo suficientemente realista como para saber que tenía que tener una carrera primero para poder concentrarse en una familia después. Siempre decía: -Primero la carrera, luego el dinero y el tiempo para la familia llegarán solos.
Yo, antes de comprometerme, quiero viajar un poco, vivir y conocer, ¡no es que le esté huyendo al matrimonio! Según descubrí, los padres de Timmy se habían divorciado por esa misma razón, por no vivir a tope y aparte de los suegros, eso me demostró una vez más, la suerte que tuve con mis padres.
No obstante, Timmy tampoco estuvo soltero por mucho tiempo. ¡Al menos no tanto como para dejar de disfrutar y vivir antes a lo grande! Pero tal vez la adecuada no estaba todavía allí.
He tenido mi tanda de relaciones, pero la "definitiva" tampoco estuvo nunca ahí. Incluso Alan, con sus hermosos labios carnosos, su pelo rubio semilargo y sus ojos azules y, en realidad, el yerno perfecto, que incluso tuvo un compromiso de seis meses conmigo, no llegó a ser nada de lo que pensaba. ¡Qué historia! Porque un día en una discoteca, en Copenhague, "conocimos" juntos al inteligente Richard.
Pensé que era el típico simpático buscavidas con mucho fuego en el trasero. Sólo un chico hispano-italiano. Sus ojos eran increíbles, un marrón tan bonito, casi caramelo, con largas pestañas. Todas las mujeres estaban celosas de sus pestañas. Fue aceptado tan rápidamente en nuestro círculo de amigos, así como también casi en cuestión de nada, resultó ser el gran, gran amor de mi perfecto Alan.
Sí, qué puedo decir, me decepcionó. No obstante, fuera lo correcto o no, había hecho otro amigo. Quizás fue gracias a mi colorida educación que lo acepté así. O el simple hecho de que, las señales de Alan siempre habían estado allí antes y yo, no quise admitirlas. Porque cuando pasaba por delante de mí en calzoncillos y movía el trasero de esa manera, prácticamente siempre ponía los ojos en blanco. Me molestaba mucho esa forma de caminar; ¡mezclada con un poco de marcha masculina y swing femenino!
Además, tenía a Timmy para atraparme cuando las cosas no iban bien y me estrellaba contra el suelo a toda velocidad. A veces me preguntaba si él también era gay. Pero no resultó así.
Un día decidimos ir a la Expo de Automóviles de Ginebra, pero ya estábamos viviendo de nuevo en Copenhague. Planeamos pasar la noche allí y rememoramos nuestro tiempo de aprendizaje. Aquella noche, ambos debimos beber demasiado y él quedó tan prendado de mi... como siempre dice, bien proporcionado cuerpo (y yo de él en mi merecido estupor de borrachera) que acabamos juntos en la cama. Recuerdo que todo en él era suave. Sus besos, sus labios. Realmente, te puedes fundir total y fácilmente con él.
-Estar contigo es algo tan... tan... ¿diferente? -balbuceaba mientras él me besaba el cuello de una forma muy tierna.
-Eres una mujer maravillosa Lay, me encanta este momento que paso a tu lado, aunque no sé si es debido o no. -repetía Timmy
Su tacto también era suave y delicado. Se sintió muy agradable, como si fuera lo más natural del mundo meterse en la cama con un colega tan rápidamente. Fue una noche sumamente hermosa. Una gran sorpresa para mí. Pero bueno, eso fue todo.
Después de esta bellísima experiencia, los dos estábamos un poco cohibidos, y el viaje en coche de vuelta a Copenhague fue muy tranquilo. No pude conseguir hablar nada ese día. Tenía miedo de perder a mi amigo, no sabía qué pensar. Por la noche, decidí ir a casa con él. Vaya, me sentí bastante mareada y con dolor en el estómago. En realidad, me daba un poco de vergüenza volver a hablar de lo que había pasado.
Se podría haber descrito como una aventura de una noche y olvidarse de ella. Pero la amistad se resentiría, y yo no quería eso. Timmy era demasiado importante para mí para hacer eso.
Así que fui y llamé a la puerta. Por supuesto, me invitó a entrar y mantuvimos una larga conversación. Una buena y esclarecedora conversación. Y tuve la suerte que mi Timmy sentía lo mismo que yo. Ambos sabíamos que no nos queríamos como deberíamos para llegar a ser una pareja.
Así que nos tomamos esa noche como algo muy especial y continuamos siendo los mejores amigos el uno para el otro. Nos despedimos con un abrazo y me soltó un "Cariño, te quiero", yo sonreí y respondí: -Sí, yo también te quiero.
De todos modos, los dos estábamos solos, así que no le debíamos dar cuentas a nadie, pero fue bueno aclararlo después de todo.
De hecho, luego de esta experiencia estábamos aún más unidos que antes. Nos unió aún más, por así decirlo. Definitivamente no teníamos grandes secretos entre nosotros. Nos queríamos a nuestra manera. De vuelta a Copenhague, me quedé a vivir allí, una de las ciudades más bonitas de Europa.
Sarah era una niña dulce, extrovertida y muy feliz, sin embargo por las noches, extrañas pesadillas le arrebataban el sueño, causándole angustia y temor. Lo que todos creían que solo eran malos sueños, en realidad, eran visiones que le mostraban a la pequeña, su desconcertante e inesperado futuro. Una noche de tormenta cuando retornaba de vacaciones con su familia, un trágico accidente, les arrebató la vida a los padres, siendo adoptada junto con su hermano Ian, por una manada de lobos, haciéndole recordar a la pequeña, aquellas visiones que tenía. Se esperaba que al transcurrir el tiempo cuando Lyam Black, el primogénito del Rey Alpha, cumpliera la mayoría de edad, contrajera matrimonio con Sarah y así, cumplir la profecía, sin embargo, los planes de este, se ven truncados cuando la joven es secuestrada por una manada enemiga, los cuales, tiempo después dan muerte al viejo Rey. A raíz de la desaparición del Alpha, Lyam tuvo que liderar la manada desde muy niño, y de la misma forma, debía hallar inmediatamente a su Luna, pues, todos corrían un peligro inminente, pero solo se llevaba grandes desilusiones que lo arrastraron a ser un Rey incrédulo y despiadado. Aún así, en el fondo de su corazón, tenía viva la esperanza de hallar a esa mate que tanto ansiaba, no solo para liderar su reino y salvar a su gremio, sino para cumplir el último deseo de su padre: "Unirse eternamente a su Luna". Un Reino y un Rey, no son nada sin su Reina... ¿Cuál será el destino del Rey Alpha y su manada? ¿Encontrará en Sarah a la luna que tanto ansía su corazón? ¿Cuántas pruebas tendrá que pasar para llegar a ella? Una historia desbordante de romanticismo, fantasía, y emoción que te llevará a descubrirla, y a vivirla en carne propia.
La historia gira en torno al amor de los protagonistas, dos Alfas guerreros, que además de ser gemelos idénticos, ambos son sumamente altivos y dominantes; y una joven Omega virgen, Freya, a punto de entrar en su período de celo. Los tres se conocen en circunstancias muy adversas y desfavorables para que surja la amistad y mucho menos el amor. Al contrario, lo que hay en el corazón de la hermosa Omega, quien vio con sus propios ojos como los suyos eran masacrados sin piedad por los soberbios Alfas, es puro rencor y odio. Sin embargo, tras varios sucesos, algunos forzados, otros no, nace un sentimiento muy fuerte que bien podría o abrir el camino hacia el amor verdadero o encender la llama del odio más vengativo. ¿Cuál de los dos gemelos Alfas será el dueño absoluto del corazón de Freya? ¿Seguirán siendo tan unidos como siempre o su pasión por ella los cegarán al punto del enfrentamiento?
Con sentimientos encontrados, Kilye Andersen acude encubierta al casting de la nueva temporada de "La supermodelo" para investigar el caso de una chica desaparecida entre bastidores; evento ocurrido un año atrás y del que aún, no se sabía qué había pasado pasado exactamente allí. Antes de que se de cuenta, tropieza con un turbulento torbellino de glamour, ambición y negocios turbios. Cuando, para colmo, se enamora y tiene que pasar de una mentira a otra, su vida parece desmoronarse por completo.
Janet fue adoptada cuando era niña, un sueño hecho realidad para los huérfanos. Sin embargo, su vida fue cualquier cosa menos feliz. Su madre adoptiva se burló de ella y la acosó toda su vida. La mucama que la crio le dio todo el amor y el afecto de una madre. Desafortunadamente, la anciana se enfermó gravemente y Janet tuvo que casarse con un hombre que tenía mala fama en sustitución de la hija biológica de sus padres para cubrir los gastos médicos de la criada. ¿Podría ser este un cuento de Cenicienta? Pero el hombre estaba lejos de ser un príncipe, aunque tenía un rostro atractivo. Ethan era el hijo ilegítimo de una familia rica que vivía una vida lujosa y apenas llegaba a fin de mes. Él se casó para cumplir el último deseo de su madre. Sin embargo, en su noche de bodas, tuvo el presentimiento de que su esposa era diferente a lo que había escuchado sobre ella. El destino había unido a las dos personas con profundos secretos. ¿Ethan era realmente el hombre que pensábamos que era? Sorprendentemente, tenía un extraño parecido con el impenetrable hombre más rico de la ciudad. ¿Descubriría que Janet se casó con él por su hermana? ¿Sería su matrimonio una historia romántica o un completo desastre? Siga leyendo para saber cómo se desarrolla el amor entre Janet y Ethan.
Paola Fischer vive un matrimonio aparentemente feliz hasta el día en que, al regresar a casa, encuentra a su esposo, Lucas Hotman, en la cama con su secretaria, Rose Evans. La traición la deja destrozada, y, sin saber cómo enfrentar el dolor, se marcha de su hogar. Esa noche, en un bar, conoce a un enigmático desconocido que le ofrece una compañía inesperada. Buscando escapar de su desilusión, Paola se entrega a una noche de pasión con él, dejando que el dolor de su traición se diluya en la intimidad. Al día siguiente, trata de seguir adelante, pero pronto se enfrenta a una sorpresa que cambia el curso de su vida: está embarazada, y el padre no es Lucas, sino aquel hombre al que apenas conoció.
El marido de Vivianna se casó con ella por su herencia, y después de quitarle todo lo que tenía, la mandó a la cama de un acompañante y le tomó fotos. La amenazó con divorciarse con esas fotos y la obligó a salir de su casa sin un centavo. Dejó su país de origen en desgracia. Cuatro años más tarde, regresó a casa como Jefa de Diseño de Joyas y tuvo un hijo de tres años. Su niño genio le dijo después de bajarse del avión: "¡Conseguiré que el hombre más rico del mundo sea mi papá y te respalde!" Ella lo tomó como una broma, pero dos días después, su asistente le dijo que el hombre más poderoso del mundo se había robado a su hijo y la invitó a cenar. Al encontrarse, ese hombre sostuvo a su hijito y le dijo dominantemente: "Es mi hijo!".
Después de que Ellie recuperara su verdadera identidad, se encontró en un inesperado matrimonio con el Sr. Thorpe, un hombre lisiado que era despreciado por todos. Su exnovio infiel aguardaba su arrepentimiento, mientras los demás la miraban con sorna. Sin embargo, para Ellie, su aclamado bar no era más que un proyecto secundario. Su vasta colección de joyas parecía trivial. Los mejores diseñadores estaban a su disposición. Poseía autos de lujo, grandes mansiones e incluso islas privadas. Tenía el poder de ganar prestigiosos premios y vengarse de su infiel ex y de la amante descarada de este. No obstante, para los extraños, su vida parecía aburrida, ensombrecida por la discapacidad de su marido. Un día, el Sr. Thorpe se levantó de su silla de ruedas, incapaz de mantener la fachada por más tiempo. "Ya no puedo seguir fingiendo. Mi mujer es demasiado extraordinaria", declaró. Ellie, con las manos en la cintura y los dientes apretados, se enfrentó a él: "¿Y el divorcio que prometiste?". Tocándole suavemente el vientre ligeramente abultado, el Sr. Thorpe respondió en voz baja: "¡En tus sueños!".
Ethan siempre consideró a Nyla una mentirosa, mientras que ella lo veía a él distante e insensible. Nyla había acariciado la idea de que Ethan la quería, pero se sintió fríamente rechazada cuando se dio cuenta de que su lugar en el corazón de él era insignificante. Como ya no podía soportar su frialdad, dio un paso atrás, solo para que él cambiara inesperadamente de actitud. Ella le desafió: "Si confías tan poco en mí, ¿por qué me tienes cerca?". Ethan, que antes se había comportado con orgullo, ahora estaba ante ella y le suplicó desesperado: "Nyla, he cometido errores. Por favor, no te alejes de mí".
Madisyn se quedó de piedra al descubrir que no era hija biológica de sus padres. Luego la verdadera hija de esa familia le tendió una trampa, haciendo que la echaran de casa y se convirtiera en el hazmerreír de todos. Creyendo que era hija de campesinos, Madisyn se sorprendió al descubrir que su verdadero padre era el hombre más rico de la ciudad y que sus hermanos eran figuras de renombre en sus respectivos campos. Todos la colmaron de amor, solo para enterarse de que Madisyn tenía un próspero negocio propio. "¡Deja de molestarme!", dijo su exnovio. "Mi corazón solo pertenece a Jenna". "¿Quién te crees que eres? ¿Mi mujer siente algo por ti?", reclamó un misterioso magnate.