/0/5377/coverbig.jpg?v=32b1811838a56e540f9afd48d65c0c72)
Después de ser «marcada», la joven Zoey se une a La Casa de Los Vampiros, una escuela donde se entrenará para convertirse en un vampiro adulto. Eso, si consigue superar el Cambio; y no todos los marcados lo logran. Es un rollo comenzar una nueva vida, en especial lejos de sus amigos. AdemásZoey no es la típica iniciada. La diosa vampira Nyx la ha elegido como alguien especial. Pero no es la única iniciada de La Casa de la Noche con poderes especiales. Cuando descubre que la líder de las Hermanas Oscuras, el grupo de élite de la escuela, abusa de los dones concedidos por la diosa, Zoey debe buscar en su interior el valor para abrazar su destino... Con algo de ayuda de sus nuevos amigos vampiros.
Justo cuando pensaba que el día no podía ir peor, vi al tipo muerto de pie junto a mi taquilla. Kayla hablaba sin parar con su habitual cháchara y ni siquiera se percató de su presencia. Al principio. De hecho, ahora que lo pienso, nadie más se fijó en él hasta que habló, lo cual es, por desgracia, una prueba más de mi extraña incapacidad para encajar.
-No, de verdad Zoey, te juro por Dios que Heath no estaba tan borracho después del partido. En serio, no deberías ser tan dura con él.
-Ya -contesté de forma distraída-. Claro. -Entonces tosí. De nuevo. Me sentía como la mierda. Debía estar cayendo bajo lo que el señor Wise, mi «más que un poco loco» profesor de biología avanzada llamaba la Plaga Adolescente.
Si moría, ¿me libraría eso del examen de geometría de mañana? Solo quedaba esa esperanza.
-Zoey, por favor. ¿Acaso me estás escuchando? Creo que sólo se tomó unas cuatro, no sé, quizá seis cervezas y tal vez unos tres chupitos. Pero en realidad eso no importa. Es probable que no hubiera tomado casi nada si tus estúpidos padres no te hubiesen obligado a volver a casa después del partido.
Compartimos una mirada de resignación, en total acuerdo sobre la última injusticia cometida contra mí por mi madre y el perdedor con el que se había casado hacía tres largos años. Luego, tras una pausa de apenas un suspiro, K siguió con su parloteo.
-Además, estaba celebrándolo. ¡Me refiero a la victoria sobre los de Union! -K me sacudió el hombro y acercó su cara a la mía-. ¡Hola! Tu novio...
-Mi casi novio -corregí, haciendo todo lo posible por no toser en su cara.
-Lo que sea. Heath es nuestro quarterback, así que es normal que lo celebre.
Hacía como un millón de años que BrokenArrow no ganaba a Union.
-Dieciséis. -Soy lo peor en mates, pero los problemas de K con los números hacen que yo parezca un genio.
-Vale, lo que sea. El caso es que estaba contento. Deberías dejar al chico en paz. -El caso es que estaba hasta el culo por quinta vez al menos esta semana. Lo siento, pero no quiero salir con un tío cuyo principal objetivo en la vida ha cambiado de querer jugar al fútbol universitario a intentar engullir un pack de seis birras sin vomitar. Por no hablar del hecho de que se va a poner gordo con tanta cerveza. - Tuve que parar para toser. Me sentía un poco mareada y me obligué a respirar lenta y profundamente cuando pasó el ataque de tos. K, con su parloteo, ni se dio cuenta.
-¡Aj! ¡Heath gordo! No es algo que una quiera ver.
Me las arreglé para evitar nuevas ganas de toser.
-Y besarle es como chupar pies empapados en alcohol.
K arrugó el gesto.
-Vale, enferma. Qué pena que esté tan bueno.
Puse los ojos en blanco, sin molestarme en intentar ocultar mi enfado ante su típica superficialidad.
-Siempre estás de mal humor cuando te pones enferma. Da igual, no tienes ni idea de la cara de perrito abandonado que Heath tenía cuando le ignoraste en la comida. Ni siquiera pudo...
Entonces le vi. El tío muerto. Vale, me di cuenta enseguida de que no estaba técnicamente «muerto». Era un no muerto. O un no humano. Lo que fuera. Los científicos decían una cosa, la gente decía otra, pero al final el resultado era el mismo. No había confusión sobre qué era él, e incluso aunque no hubiera sentido el poder y la oscuridad que emanaban de él, no había maldita forma de que me pasase desapercibida su marca, una luna creciente de color azul zafiro en la frente, además del tatuaje de nudos entrelazados que enmarcaba sus ojos igualmente azules. Era un vampiro. Era algo peor, un rastreador.
Pues, joder, estaba ahí de pie junto a mi taquilla.
-¡Zoey, que no me estás haciendo caso!
Entonces el vampiro habló y sus ceremoniales palabras fluyeron a través del espacio que nos separaba, peligrosas y seductoras, como sangre mezclada con chocolate derretido.
-¡Zoey Montgomery! La Noche os ha escogido, vuestra muerte será vuestro renacer. La Noche os llama, escuchad su dulce llamada. ¡El destino os aguarda en La Casa de la Noche!
Levantó un dedo largo y pálido y me señaló. Con el estallido de dolor en mi frente, Kayla abrió la boca y gritó.
Cuando las manchas brillantes desaparecieron al fin de mis ojos, levanté la mirada hacia el rostro sin color de K, que me observaba.
Como de costumbre, dije la primera tontería que se me vino a la cabeza.
-K, los ojos se te salen como los de un pez.
-Te ha marcado. ¡Oh, Zoey! ¡Tienes el perfil de esa cosa en la frente! - Entonces se llevó la mano temblorosa a sus blancos labios e intentó, sin éxito, contener un sollozo.
Me incorporé y tosí. Tenía un tremendo dolor de cabeza y me froté el entrecejo. Notaba una punzada, como si me hubiera picado una avispa y el dolor se iba extendiendo alrededor de los ojos y bajaba hasta mis mejillas. Me sentía como si fuese a vomitar.
-¡Zoey! -K ahora sí que lloraba y hablaba entre pequeños hipos húmedos-. Oh... Dios... mío. Ese tío era un rastreador. ¡Un rastreador de vampiros!
-K. -Guiñé los ojos con fuerza, en un intento de despejar el dolor de cabeza-. Deja de llorar. Ya sabes que odio que llores. -Estiré los brazos para intentar tranquilizarla tocándole los hombros.
Ella se encogió de forma instintiva y se alejó de mí.
No podía creerlo. Se había apartado, como si me tuviese miedo. Debió ver el dolor en mis ojos, porque al momento empezó de nuevo con su chachara incesante.
-¡Oh, Dios, Zoey! ¿Qué vas a hacer? No puedes ir a ese lugar. No puedes ser una de esas cosas. ¡Esto no está pasando! ¿Con quién se supone que voy a ir ahora a los partidos de fútbol?
Me percaté de que no se había acercado a mí en ningún momento durante su arranque. Me aferré a ese sentimiento de dolor y malestar en mi interior que amenazaba con hacerme romper a llorar. Mis ojos se secaron al instante. Era buena ocultando las lágrimas. Tenía que serlo, había tenido tres años para practicar.
-No pasa nada. Lo solucionaré. Es probable que no sea más que un... extraño error -mentí.
En realidad no conversaba, tan solo hacía que salieran palabras de mi boca. Todavía haciendo una mueca por el dolor de cabeza, me puse en pie. Al mirar a mi alrededor tuve una ligera sensación de alivio al ver que K y yo éramos las únicas en la sala de mates y tuve que contener lo que sabía que era una risa histérica. Si no hubiese estado totalmente atacada con el dichoso examen de geometría que tenía al día siguiente, razón por la que había corrido hacia mi taquilla para coger el libro con la intención de intentar estudiar de forma obsesiva (e inútil) por la noche, el rastreador me hubiese encontrado frente a la escuela con la mayoría de los mil trescientos chicos que iban al Instituto Sur de Secundaria de BrokenArrow, esperando a lo que el estúpido clon de Barbie que tengo por hermana llama «la gran limusina amarilla». Tengo un coche, pero estar allí con los menos afortunados que tienen que ir en los autobuses es la tradición, por no mencionar que es una excelente manera de observar quién pega a quién. Por lo que parecía, tan solo había otro chico en la sala de mates; un empollón alto y delgado con los dientes torcidos, de los que por desgracia tenía un primer plano porque estaba allí de pie con la boca abierta, y mirándome como si yo acabase de dar a luz a una piara de cerdos voladores.
Tosí de nuevo, en esta ocasión una tos realmente húmeda y desagradable. El empollón emitió un leve chillido y se escabulló por la sala hacia el aula de la señora Day, aferrando un fino tablero contra su huesudo pecho. Supongo que el club de ajedrez había cambiado su hora de reunión a los lunes después de clase.
¿Juegan los vampiros al ajedrez? ¿Había vampiros empollones? ¿Y qué hay de animadoras vampiras tipo Barbie? ¿Tocaba algún vampiro en la banda? ¿Había vampiros Emo con su raro estilo «chico con pantalón de chica» y esos horribles flequillos cubriéndoles media cara? ¿O eran todos esos extraños chicos góticos a los que no les gustaba demasiado lavarse? ¿Me iba a convertir en una chica gótica? O peor, ¿en una Emo? No me gustaba particularmente ir de negro, al menos no solo de negro, ni sentía una repentina aversión hacia el agua y el jabón, ni tampoco tenía un deseo obsesivo de cambiar mi peinado y llevar demasiado lápiz de ojos.
Promocion de Historias Romanticas para ti. Cada capitulo, una historia romantica diferente
Santander. Verano, 1918. Una abuela desconocida. Oscuros secretos familiares. Un amor poco adecuado. Alba Ansorena, hija de los marqueses de Lucientes, vive en la burbuja de comodidad propia de su aristocrática familia, aunque ella, a espaldas de sus padres, traza unos planes muy diferentes para romper con su destino. Acude con la familia a pasar un verano más en el Sardinero; sin embargo, en esta ocasión, el regreso de Cuba de una desconocida abuela sacará del armario familiar los esqueletos guardados que alterarán de forma drástica su apacible existencia. Al mismo tiempo, un atractivo viudo se cruzará en su camino. Tras un exilio de cinco años, Eduardo Arias ha regresado y levanta rumores de un escándalo en el pasado allá por donde va. A pesar de las advertencias y del vacío que la sociedad ejerce en torno del hombre, Alba no hace caso y transgrede las invisibles normas. La acción transcurre durante el veraneo de los reyes, de la Corte y del Gobierno en la ciudad de Santander, la cual permanece ajena a la primera guerra europea y al hambre que asola España por el encarecimiento de los alimentos, aunque no podrá escapar de la gripe que se convirtió en pandemia y que causó más muertes que el propio conflicto bélico.
Arturo se dio la vuelta y vino resueltamente hacia nosotros. Estaba espléndido, y nunca olvidaré que en ese momento comencé a amarlo. Y ya nunca dejé de hacerlo. Nunca nadie me ha provocado tanta pena, dolor y alegría como él. Ni siquiera por mis hijos he sentido el amor que le profeso todavía ahora. Y creo que aunque hubiera sabido lo que nos deparaba el futuro (preocupaciones, tormentos, batallas y penas), aun así le habría entregado mi corazón tal como hice entonces. Nacida en un entorno en el que los enfrentamientos son constantes y las armas están siempre presentes en la vida de hombres y mujeres, Guinevere, hija de una poderosa reina pagana, es una amenaza para su gente y una preciada presa para el temible mago Merlín. Enviada a un lugar secreto, crece bajo la protección de un hombre-lobo y de un druida de agrio carácter. Pero ni siquiera en las remotas costas de Escocia, donde los dragones velan por ella, está a salvo del todopoderoso mago. Merlín conoce el destino de la bella joven y no se detendrá ante nada para evitar el cumplimiento de la profecía, puesto que si Guinevere y Arturo llegan a reinar, llevarán la paz al país que convertirá a Merlín, hambriento de poder, en un personaje secundario.
Esta historia fantástica retrata el peligroso viaje de una guerrera mágica junto a un grupo de jóvenes, que tendrán que enfrentarse a un mundo arruinado y completamente desorganizado, e intentarán conseguir la reencarnación del Dragón , con unos poderes increíbles.
Madison siempre había creído que se casaría con Colten. Pasó su juventud admirándolo, soñando con su futura vida juntos. Pero Colten siempre le fue indiferente, y cuando la abandonó en el momento en que más lo necesitaba, por fin se dio cuenta de que él nunca la había amado. Con la determinación de empezar de nueno y sed de venganza, Madison se marchó. Tenía por delante un sinfín de posibilidades, pero Colten ya no formaba parte de su vida. El hombre, por su parte, corrió a buscarla presa del pánico al darse cuenta de ello. "Madison, por favor, vuelve conmigo. Te lo daré todo". Sin embargo, fue su poderoso tío quien abrió la puerta y le dijo: "Ella es mi mujer ahora".
Una chica que solo quería llegar a ser alguien en su vida. Nunca espero que su madrastra y su hermana tuvieran el plan más malvado, de quitarle la su más preciado. Una noche bajo una lluvia intensa. Shasha Yan, perdió su virginidad por un hombre desconocido. Tras ser humillada por su familia, huye. Ocho años más tarde regresa con tres tesoros, que la vida le regalo. Tras ser una mujer fuerte y exitosa ahora. Su vida es otra. Regresando como una diseñadora famosa, y sus tres hijos en busca de quien es su padre real. ¿Podrá shasha perdonar a su familia?, ¿podrá ella, volver a amar después de la traición? ¿Aceptará ella, a este hombre que se identificó como el padre de sus hijos?
Sólo había un hombre en el corazón de Raegan: Mitchel. Tras dos años de matrimonio quedó embarazada. Raegan se sintió muy feliz. Pero antes de que ella pudiera darle la noticia, él solicitó el divorcio porque quería casarse con su primer amor. Más tarde, Raegan tuvo un accidente y, tumbada en un charco de su propia sangre, le pidió ayuda a Mitchel. Sin embargo, se fue con su primer amor en brazos. Afortunadamente, Raegan escapó por poco de la muerte y decidió retomar su vida. Años después, se hizo famosa en casi todo el mundo. Después del divorcio, Mitchel se sintió muy incómodo. Por alguna razón, empezó a extrañarla. Le dolió el corazón cuando la vio sonreírle a otro hombre. En la ceremonia de su boda, él irrumpió y se arrodilló. Con los ojos rojos, preguntó: "¿No dijiste que tu amor por mí era inquebrantable? ¿Por qué te casas con otro hombre? ¡Vuelve a mí!".
Corinne dedicó tres años de su vida a su novio, pero todo fue en vano. Él no la veía más que como una pueblerina y la dejó sola en la boda para estar con su verdadero amor. Tras ser despechada, Corinne recuperó su identidad como nieta del hombre más rico de la ciudad, heredó una fortuna de mil millones de dólares y acabó llegando a lo más alto. Pero su éxito atrajo la envidia de los demás, y la gente trató constantemente de hundirla. El Sr. Hopkins, famoso por su crueldad, la animaba mientras ella se enfrentaba uno a uno a esos alborotadores. "¡Así se hace, cariño!".
Anoche pasé una noche erótica con un desconocido en un bar. No soy una mujer al azar. Hice esto porque estaba muy triste ayer. El novio que había estado enamorado de mí durante tres años me dejó y se casó rápidamente con una chica rica. Aunque actúo como si nada hubiera pasado delante de mis amigos, estoy muy triste. Para aliviar mi estado de ánimo, fui solo al bar y me emborraché. Accidentalmente, me encontré con él. Él es más que atractivo e increíblemente sexy. Como el deseo controlaba mi mente, tuve una aventura de una noche con él. Cuando decidí olvidarme de todo y seguir adelante, descubrí que mi aventura de una noche se convirtió en mi nuevo jefe. Un tipo posesivo.
Scarlett nunca pensó que su apacible vida sufriría en un día cambios tan grandes. ¡Su mejor amiga Megan era su hermanastra! Megan y su madre planeaban quitarle a Scarlett todo lo que tenía, incluyendo su riqueza, su estatus, su padre e incluso su novio. Le tendió una trampa a Scarlett para destruir su virtud. Pero, ¿por qué el hombre que yacía junto a Scarlett no era el que Megan encontró? Despiertos, los dos desconocidos empezaron a rastrear la identidad del otro. Pero la identidad de este hombre conmocionó a Scarlett. ¡Era el director ejecutivo más rico Ryke Méndez!