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El empresario Alistaír Stavrakis había rechazado el amor de Esmeralda, así que ella se fue de Grecia a su país de origen con el corazón destrozado. Tiempo después ella apareció en la boda de él con tres meses de embarazo. Esmeralda, una inocente virgen que solamente quiere pasar unas tranquilas vacaciones; Alistaír, un hombre apasionado que ya no confía en nadie. Cuando estos dos se encuentren, el sexo y el amor estarán a la orden del día. ¿Será solo una amante de paso o quizás, algo más? Atrévete a descubrirlo...
15 DE OCTUBRE
G R E C I A
En aquél cálido día de otoño, la castaña se revolvió entre las sábanas por una pesadilla que la había despertado, en donde un bebé le era arrebatado de los brazos y ella moría ahogada. Se estremeció de miedo, sabiendo que era un sueño pero aún así le asustaba en sobremanera cada vez que le llegaba ese aterrador sueño.
Una pequeña capa de sudor le recorrió la frente, tratando de calmarse, tanteó el otro lado de la cama.
Luego diviso en la penumbra un cuerpo masculino con el torso desnudo, y reprimió una pequeña sonrisa tímida, recordando que horas antes se lo había arañado loca del placer que él le daba entre sus piernas, jamás se cansaría de él.
Esmeralda miró al hombre que dormía junto a ella, la fémina estaba acostada de lado con una mano sosteniendo su cabeza. A la luz de la luna que entraba por la ventana de la habitación, se maravillo con tal hombre. Su torso desnudo brillaba, la piel dorada que él tenía era exquisita. El cabello castaño le caía en la frente, puesto que lo tenía un poco largo. Un barba ligera rodeaba su mentón firme, y resaltaba los llenos labios que hacía unas horas la habían devorado con pasión.
Él era perfecto.
Su amante.
Su compañero.
Su familia.
¿Cómo es posible que él, teniendo a su disposición muchísimas mujeres la hubiera elegido? Seguía preguntándose, incapaz de creerse que él la quisiera tanto... Pero siempre se quedaba perdida en la respuesta.
Aún después de las mentiras, y de los contratiempos que se impusieron, estaban juntos. Dejando de lado inseguridades, estaban intentando que aquello funcionase.
Le dolía pensar que aquél hombresote de fría mirada en el pasado hubiera creído en el amor y por personas egoístas hubiera dejado de creer, pero a raíz de eso ella pudo ayudarle a sanar sus heridas... A demostrarle que el amor no tenía porqué herir.
-Cariño, sé que soy increíblemente delicioso, pero esa mirada devoradora tuya hará que rompa mi voto de esperar hasta la boda para hacerte mía -advirtió Alistaír, con los ojos cerrados.
Ella respingo sorprendida, atrapada mirándolo. Se acostó entre sus brazos y escondió la cara en su pecho.
-Perdona, sabes que no puedo evitarlo. Anda, duérmete. Solamente déjame admirarte otro poco más -pidió con voz melosa.
Sintió los dedos de él acariciándole el abdomen con una ternura palpable.
-De acuerdo -susurró él.
Al día siguiente sería la boda que los uniría para siempre, que los convertiría en marido y mujer, y sellaría sus destinos para toda la vida, en la salud y la enfermedad.
Estaba a punto de tener su: «y vivieron felices por siempre...», aquello que había deseado durante toda su vida, al fin había encontrado alguien con quién tener ese final feliz que ansiaba. Nada podría arruinar la felicidad de ambos, no después de todo.
Pero pobre Esmeralda, no sabía lo que el destino le tenía deparado todavía, una prueba aún más difícil de superar...
"Tú no perteneces aquí. Lárgate". Hanna, la hija legítima de Wheeler, regresó sólo para ser expulsada por su familia. Su prometido la engañaba con la hija impostora, sus hermanos la despreciaban y su padre la ignoraba. Entonces, se cruzó con Chris, el formidable líder de la familia Willis y tío de su prometido. "Hagamos como si nunca hubiera pasado", dijo ella. Sin embargo, a pesar de la esperanza de Hanna de separarse, Chris insistió en que fuera responsable. Él amenazó con revelar los verdaderos talentos de Hanna como doctora sobresaliente, guionista brillante y cerebro de un famoso estudio de diseño, obligándola a casarse. Una vez le pidieron a Chris que protegiera a alguien. El destino los reunió en circunstancias delicadas. Él había planeado mantener su promesa y proporcionar un refugio seguro, sólo para descubrir que Hanna estaba lejos de ser la delicada mujer que parecía. Era ingeniosa y astuta...
Charlee fue abandonada en la boda y se convirtió en el hazmerreír de todos. Intentó mantener la cabeza alta, pero acabó humillada cuando recibió un vídeo sexual de su prometido y su hermanastra. Devastada, pasó una noche salvaje con un atractivo desconocido. Se suponía que iba a ser cosa de una sola vez, pero él siguió apareciendo, ayudándola con proyectos y venganzas, todo mientras coqueteaba con ella constantemente. Charlee pronto se dio cuenta de que era agradable tenerlo cerca, hasta que su ex apareció de repente en su puerta, rogándole otra oportunidad. Su amante magnate le preguntó: "¿A quién vas a elegir? Piensa bien antes de contestar".
Se rumoreaba que Fernanda, recién vuelta con su familia, no era más que una violenta pueblerina. Pero Fernanda se limitaba a esbozar una sonrisa despreciativa. Otro rumor sugería que Cristian, normalmente racional, había perdido el juicio, locamente enamorado de Fernanda. Esto la frustró. Podía tolerar los cotilleos sobre sí misma, ¡pero calumniar a su amado era pasarse de la raya! Poco a poco, a medida que salían a la luz las múltiples identidades de Fernanda como célebre diseñadora, experta jugadora, reconocida pintora y exitosa magnate de los negocios, todos se daban cuenta de que eran ellos quienes habían sido engañados.
Linsey fue abandonada por su novio, quien huyó con otra mujer el día de su boda. Furiosa, ella agarró a un desconocido al azar y declaró: "¡Casémonos!". Había actuado por impulso, pero luego se dio cuenta de que su nuevo esposo era el famoso inútil Collin. El público se rio de ella, e incluso su fugitivo ex se ofreció a reconciliarse. Pero Linsey se burló de él. "¡Mi esposo y yo estamos muy enamorados!". Aunque todos pensaron que deliraba. Entonces se reveló que Collin era el hombre más rico del mundo. Delante de todos, se arrodilló y levantó un impresionante anillo de diamantes mientras declaraba: "Estoy deseando que sea para siempre, cariño".
Como simple asistenta, enviar un mensaje al CEO en plena noche para solicitar películas pornográficas fue un movimiento audaz. Como era de esperar, Bethany no recibió ninguna película. Sin embargo, el CEO le respondió que, aunque no tenía películas para compartir, podía ofrecerle una demostración en directo. Tras una noche llena de pasión, Bethany estaba segura de que perdería su trabajo. Pero en lugar de eso, su jefe le propuso: "Cásate conmigo. Por favor, considéralo". "Sr. Bates, está bromeando, ¿verdad?".
El marido de Vivianna se casó con ella por su herencia, y después de quitarle todo lo que tenía, la mandó a la cama de un acompañante y le tomó fotos. La amenazó con divorciarse con esas fotos y la obligó a salir de su casa sin un centavo. Dejó su país de origen en desgracia. Cuatro años más tarde, regresó a casa como Jefa de Diseño de Joyas y tuvo un hijo de tres años. Su niño genio le dijo después de bajarse del avión: "¡Conseguiré que el hombre más rico del mundo sea mi papá y te respalde!" Ella lo tomó como una broma, pero dos días después, su asistente le dijo que el hombre más poderoso del mundo se había robado a su hijo y la invitó a cenar. Al encontrarse, ese hombre sostuvo a su hijito y le dijo dominantemente: "Es mi hijo!".