Sinopsis: Luka, era un joven huérfano, debido a que su madre había fallecido, consecuencia de sus adicciones, cuando él era muy pequeño y su padre, a los pocos meses de eso, lo había abandonado a su suerte. Como resultado de ello, se crio en las calles, mezclándose con toda clase de gente a cuál pero que la anterior. Primero fue miembro de un par de pandillas, hasta que, en una disputa de territorio, terminó mal herido, eso hizo que el capo de una familia de la mafia, la más poderosa, que le venía haciendo un seguimiento, lo encontrara al borde de la muerte. Así que se lo llevó, le salvó la vida y terminó ganándose su lealtad. Haciendo que se convirtiera en su mano derecha primero y luego en el CEO de sus empresas. Alicia, la nieta de ese mafioso, fue secuestrada de niña junto con su madre por el capo de una familia rival, su verdadero abuelo, quien le había perdido el rastro, pero no había dejado de buscarlas jamás, consigue dar con su paradero. Trata de negociar con el secuestrador, pero éste no cede, así que envía, como último recurso, a su mano derecha, Luka. Quien termina recuperando a la niña. Niña que vuelve a ser cautiva, pero ahora de su abuelo, y cuando cree que será libre al fin para elegir como vivir y a quien amar, se ve obligada a casarse con su último raptor. Ninguno de los jóvenes se ama, es más, ni siquiera se conocen, pero deben hacerlo, la pregunta es; ¿llegarán a enamorarse? y ¿podrá, aquella niña, ahora convertida en mujer, perdonar lo que le hizo éste hombre en contra del que ella creía su padre? No te pierdas esta historia donde hay matrimonio arreglado, CEO, mafia, desencuentros, y mucho más.
Alicia:
El día fijado había llegado. No quería levantarme de la cama, como, si quedándome en ella, pudiera evitar lo que se venía.
Siempre fui una prisionera, no conozco la libertad, desde muy temprana edad, alguien me ha tenido cautiva, solo los primeros años de mi vida los viví de forma libre, pero cada vez los recuerdo menos y se van sumiendo como en una niebla de ensueños más que recuerdos.
A pesar de estar a acostumbrada, ésta vez era diferente, seguiría siendo cautiva, ahora de un nuevo dueño, pero éste tenía un documento que lo convertía en legal.
Tenía tres opciones en la vida; la primera, era escapar de aquella prisión, la segunda, quitarme la vida y la tercera, aceptar mi vida tal cual era.
La primera era sencillamente imposible, no solo por la guardia que siempre me custodiaba, sino que, con ésta gente, no hay lugar en el mundo donde me pueda esconder sin que me encuentren, menos estando sola y sin dinero. La segunda, no podía ni pensarlo, pues era muy cobarde, demasiado valiente o ambas, pero de seguro que no lo haría. Así que me quedaba la tercera opción, quedarme tal cual estaba y tratar de hacer mi vida lo más llevadera posible.
Irrumpió en mi habitación, Mercedes, ella era mi institutriz desde que mi padre murió, o mejor dicho lo asesinaron, extraño a mi antigua Nana, más en aquel momento, pues ella seguro tendría la palabra justa para calmarme, en cambio Mercedes, ella era todo seriedad, buenos modales y rectitud. Vamos... ¡una verdadera Dama de Hierro!
- ¡Alicia, ya levántate! – siempre con su mismo tono de mando – que se hace tarde para la ceremonia y debes arreglarte
- Ya voy...
Respondí mientras extendía mis brazos para desperezarme. La realidad me llamaba, o mejor dicho me daba una bofetada, otra para la colección.
- Ya voy, no es una respuesta aceptable, debes levantarte y hacerlo de inmediato
Obedecí a regañadientes, pero no me quedaba otro camino, esa mujer se ponía muy intensa a veces.
Luego de tomar un largo baño, me puse mi bata y la seguí hasta la habitación contigua. Me senté en una butaca frente a un espejo, de inmediato vino una mujer con un maletín y al abrirlo tenía todo tipo de maquillaje
- El novio la quiere sencilla – ordenó Mercedes
- Como ordene, señora
¡Sí, era el día de mi boda! y, como era de esperarse, yo no tenía voz ni voto.
La chica hizo un maquillaje sencillo, fresco y juvenil, cuando terminó y pude verme, me desconocí, estaba hermosa. El estilista hizo lo suyo con mi rebelde cabello ne*gro, lo recogió en un finísimo moño, dejando unos mechones enrulados caer graciosamente por todo el peinado. Luego de un rato le llegó el turno al vestido, si bien me había hecho pruebas, no lo había visto terminado, así que cuando lo vi en el maniquí, casi me desmayo, pero al ponérmelo, con el velo incluido, casi me pongo a llorar, ¿qué niña no sueña con ir al altar vestida de princesa, para casarse con su príncipe azul? Con la diferencia de que yo casi no conocía a mi príncipe, solo lo había visto algunas veces en todos estos años, aunque jamás olvidaría la primera vez que lo vi y como ocultaba aquel objeto plateado que brillaba, en uno de sus bolsillos.
Luka:
Por fin había llegado el maldito día, si bien aún no había comenzado, estaba deseoso de que llegara a su fin. Salté de la cama, siempre me levantaba temprano, pero ese día lo hice más tarde, como si con eso retrasara lo inevitable. Con los años me había vuelto codicioso y muy dependiente de la posición que había logrado, este era el paso que faltaba para hacerme de todos los negocios de la familia y así regentearla por completo. Don Paolo había sido muy claro en lo que deseaba. "Te he preparado durante años para que me suplentes en todos los negocios, si bien una parte será de mi nieta, tú lo manejaras por completo. Tengo mucha confianza en ti y por eso necesito que hagas esto"
Lo que continuó a esas palabras fue una bendición y una maldición al mismo tiempo, pues tendría el mundo a mis pies, todo lo que consideraba me merecía, luego de mi gran esfuerzo y mis años de dedicación, pero a un precio muy alto, debía casarme con una mujer que no amaba y casi no conocía.
- ¡No me jodas, Luka!, todavía no te vistes
Rezongó Renzo, quien era mi amigo y guardaespaldas
- Es que en realidad no quiero hacer esto
- ¿Estás loco o qué?, hoy es tu boda
- Tu sabes bien que es una farsa
- En esta farsa hay algo que es muy real
- ¿Qué cosa?
- Que la novia es hermosa
- Casi no la conozco, es más, si me la encontrara de casualidad en la calle, no la reconocería
- Yo he estado muchas veces cerca de ella, me ha tocado trasladarla algunas veces, antes de ser tu custodio personal.
- Así que la conoces bien
- Bueno, lo que se dice bien no la conozco, pero puedo decirte que es una jovencita hermosa, muy agradable y fresca. Creo que es mucho para ti
Me reí y le propiné un golpe en el hombro, al final me resigné a que tenía que pasar lo que tenía que pasar, y no podía evitarlo. Me bañé y me metí dentro de un impecable esmoquin ne*gro, gracias a Don Paolo, había aprendido a vestirme de forma elegante. Renzo trataba de apurarme, pero yo no tenía prisa alguna
- Ya, no me apures más
- Es que vas tarde, ¿acaso quieres hacer esperar a la novia en el altar?
- Me da lo mismo...
- No seas malo, Luka, te desconozco
- ¡Ah, resulta que soy malo por hacer esperar a la novia, novia que te recuerdo casi ni conozco, pero no soy malo cuando ma*to gente! – Renzo sonrió – confirmado, el mundo cada vez está más loco
- Anda, Luka, que hace mucho que no haces eso, ahora eres un hombre de negocios y, luego de ésta boda, lo serás más aún
Sin perder más tiempo nos fuimos a la iglesia, ya que la boda era religiosa, por lo civil nos habíamos casado días antes, pero como solo era firmar papeles, ni siquiera nos habíamos visto.
En unos pocos minutos ya me encontraba allí, de pie, frente al altar, esperando por la mujer que se había convertido en mi esposa.
Cuando las puertas se abrieron y la música se escuchó, puede verla ingresar, del brazo de uno de sus custodios, la pobre no tenía ni siquiera algún familiar para que la entregara, así que se le asignó alguien para que la escoltara hasta el altar.
Nunca me había detenido a pensar en el día de mi boda, siempre creí que eso era cosa de mujeres, es más, yo ni siquiera quería casarme jamás, pero las circunstancias hicieron que me encontrara allí, a punto de hacerlo.
Debo reconocer que la escena era impactante, ver a aquella joven, metida en ese imponente vestido blanco, me pareció más un ángel que una mujer. Se acercó muy lentamente, tal y como dictaba el protocolo, no tengo idea de por qué pero mi corazón comenzó a agitarse y, por primera vez en mi vida, me sentí ansioso.
Cuando llegó hasta mí, me fue ofrecida su mano y la tomé, traté de ver a través de su velo, pero era imposible. El sacerdote empezó con la ceremonia, hasta que llegó la parte importante
- Tú, Luka Dante Gentile de María, ¿aceptas a Alicia Mastrani Gentile, como tu legítima esposa, para amarla, respetarla, serle fiel y cuidarla, en las buenas y en las malas, hasta que la mue*rte los separe?
- Si, acepto – respondí sin titubear, pues era algo que debía hacer y lo estaba haciendo, ya lo de la fidelidad, lo veríamos más adelante
- Y tú, Alicia Mastrani Gentile, ¿aceptas a Luka Dante Gentile de María, como tu legítimo esposo, para amarlo, respetarlo, serle fiel y cuidarlo, en las buenas y en las malas, hasta que la mue*rte los separe? - la sangre se me heló, pues ella no respondía – Alicia, ¿aceptas? – repitió el sacerdote y noté que me apretaba con su mano el brazo, también pude sentir su nerviosismo, pues temblaba
- Alicia, debes responder – le susurré
- Sí, acepto – respondió tímidamente, al fin
- Por el poder que el Señor y la iglesia me confieren, los declaro marido y mujer, que el hombre no separe lo que Dios ha unido – el sacerdote respiró aliviado – los anillos, por favor - cogimos los anillos, los alcanzó Renzo y nos los pusimos – puede besar a la novia
¿Besar a la novia?, eso no me lo esperaba, ¿acaso uno no puede casarse sin tener que besarse? Pude notar que moría de los nervios, pero era lo que se esperaba que hiciera. Así que levanté su velo, dejando expuesto al fin su rostro. Era una criatura adorable, hermosa por demás, en otra circunstancia seguro me hubiera enamorado de ella. Estaba con la cabeza gacha, así que tomé su barbilla y la levanté. Me miró con una expresión entre miedo y tristeza, me recordó a aquella niña detrás de la cortina, eso hizo que mi corazón se angustiara, pero alejé los pensamientos y apoyé mis labios en los suyos para besarla. Lo hice dulcemente, tal es así que hasta yo me vi sorprendido, pero no quise invadirla tanto, ya era suficiente que estuviera casándose con un hombre que no conocía y que no la amaba en lo absoluto.
Sinopsis: Oriana es una joven atormentada por emociones encontradas, entre seguir su deseo o hacer lo correcto. Criada por una madre ambiciosa y distante, ella nunca imaginó que su mundo daría un giro inesperado con la llegada de Iván, un hombre enigmático y seductor, que entra en su vida como un torbellino despertando en ella pasión y deseo. A medida que comparten el mismo espacio, una atracción magnética comienza a arder entre ellos, desafiando las normas sociales y amenazando con desatar el caos. A pesar de sus esfuerzos por resistirse, se encuentran atraídos el uno hacia el otro. Envuelta en una tormenta que no puede controlar, desesperada, Oriana se va a vivir con su padre, tratando de acallar a su corazón, dándole prioridad a su cerebro, que le grita que eso está mal y que lo mejor es alejarse de Iván, pues él no es cualquier hombre que ha llegado a su vida; es el esposo de su madre…
Sinopsis: Luka Gentile, es El Oscuro CEO, quien está casado con Alicia Mastrani, su matrimonio comenzó como un arreglo, pero luego se transformó en algo más. Estaba bien y eran felices, hasta que sucede algo muy grave y todo se desmorona, al punto que deben empezar desde el principio, pero es más complicado que en aquel entonces. Es una historia de amor, venganza, desamor, celos y reencuentros. Si leyeron El Oscuro CEO, esta historia les va a encantar porque es la continuación, si no la leyeron, les recomiendo que lo hagan. Prólogo: Esta es la continuación de El Oscuro CEO. Pero no es imprescindible haberla leído, pues se puede tomar como una historia independiente, si así lo desean. De todas maneras mi deber, como escritora de ambas, es invitarlos a leer la historia anterior. Aclarado ésto; les haré una breve reseña de lo que pasó anteriormente. Un poco de historia: Luka Gentile es el CEO de una gran empresa que maneja varias pequeñas y de diferentes rubros. Es un hombre que creció en las calles, huérfano de madre y un padre que lo abandonó cuando apenas tenía 6 años de edad. Se involucró con diferentes pandillas, hasta que, en una guerra de territorio, sufrió una herida que lo dejó al borde de la muerte. Don Paolo Gentile, quien era el jefe de la más poderosa familia de la mafia, y que venía observando a Luka, lo rescató para salvarle la vida. A cambio de eso, el joven se integró a esa familia y se convirtió en la mano derecha de Don Paolo, quien a su muerte le deja todos los negocios. Alicia Mastrani es la nieta de Don Paolo, pero es secuestrada, junto con su madre, por el capo de una familia rival, su padre muere en ese secuestro. El abuelo le pierde la pista por unos años, hasta que logra dar con su paradero, cuando eso sucede se entera que su hija, la madre de Alicia, fue asesinada en un intento por escapar. Don Paolo trata por todos los medios de negociar con el captor, para que le devuelva a su nieta; pero éste se niega, así que envía a su mejor elemento, su hombre de confianza, para que lo persuada por las buenas o traiga a la niña por las malas. Y es así como se conocen Luka y Alicia. Una vez devuelta a su propio hogar, la niña sigue siendo cautiva, pero ahora de su abuelo, y antes de morir, para asegurarse de que Luka la cuidará con su propia vida, los obliga a casarse una vez que él fallezca. Obviamente es un matrimonio por contrato. Pero la vida les tenía prepara una última prueba de amor, y de eso se trata esta parte de la historia. ¿Podrán superar este nuevo obstáculo? Espero que les guste tanto como a mí me gustó escribirla. Amo a ésta pareja y creo que se ha comprado el corazón de todos los lectores, va a ser difícil dejarla ir.
Aurora; conocida como la Aurora del Pacto, Caín; como Líder del Clan de Vampiros más antiguo y Dilan; quien es el Alfa de la manada de Lobos del Norte, se embarcan en la búsqueda de que se cumpla la antigua profecía. Para ello deberán unir fuerzas, pero los acontecimientos darán muchos giros que los tomará desprevenidos, generando un peligroso triángulo amoroso, con un desenlace inesperado. Aurora no comprende aun lo que debe hacer ni de que se trata la profecía, aunque sabe que es la pieza fundamental. Pero se debate entre su nueva vida de vampiro, su relación con Caín y su amistad, o algo más, con Dilan. Caín trata de mantener el control sobre una situación que se le está yendo de las manos. Dilan solo está preocupado por proteger a Aurora, demostrando así su arrepentimiento y que no todo lo malo es tan malo ni lo bueno tan bueno.
Kallie era una muda. Su marido la ignoró durante cinco años desde su boda, no solo esto, ella hasta sufrió un aborto por culpa de su cruel suegra. Tras el divorcio, Kallie se enteró de que su exmarido se había prometido rápidamente con la mujer que realmente amaba. Sujetando su vientre ligeramente redondeado, se dio cuenta de que él nunca se había preocupado realmente por ella. Decidida, ella lo dejó atrás, tratándolo como a un extraño. Sin embargo, tras su marcha, ese hombre recorrió el mundo para buscarla. Cuando sus caminos volvieron a cruzarse, Kallie ya había encontrado una nueva felicidad. Por primera vez, él se humilló ante ella y le suplicó: "Por favor, no me dejes...". Pero la respuesta de Kallie fue firme y despectiva, cortando cualquier vínculo entre ellos: "¡Lárgate!".
El mayor arrepentimiento de Valerie es que aceptó trabajar como secretaria personal de Edwin. Resultó que la lealtad no significaba nada para él. Cuando se cansó de ella después de todo lo que ella había hecho por él durante los últimos cinco años, la transfirió a una sucursal sin pestañear. Se dijo que el trabajo en la sucursal era más difícil. Sin embargo, Valerie se regocijaba en cada momento. Estaba feliz de haber finalmente deshecho de ese malapata. Lejos de su jefe desagradable, la vida de Valerie ha experimentado muchos cambios: un chico guapo la invitó a salir. Mientras tanto, descubrió que su padre era un multimillonario moribundo. Solo tuvo que asentir con la cabeza para heredar su fortuna. Mientras Valerie disfrutaba de su nueva vida, sus caminos se cruzaron unos días después durante un cóctel. Edwin, que estaba tan absorto en sí mismo, se burló: "Veo que todavía no te has recuperado. Incluso me seguiste a esa fiesta. ¿Cómo puedes ser tan obstinada?". Valerie se rio de eso y chasqueó la lengua. "Hola, Edwin. No recuerdo haberte invitado aquí". "¿Qué estás diciendo? Oh, veo que la angustia ha afectado tu cerebro. Debes ir a ver al médico", replicó Edwin con una sonrisa irónica.
Hace siete años, Emerald Hutton dejó a su familia y sus amigos para ir a la escuela secundaria en Nueva York con el corazón roto, solo para escapar de una persona: el mejor amigo de su hermano, a quien amaba desde el día en que la salvó de los matones cuando tenía siete años. Herida por el chico de sus sueños y traicionada por sus seres queridos, Emerald enterró los pedazos de su corazón roto en el rincón más profundo de sus recuerdos. Siete años después, tuvo que regresar a su ciudad natal después de terminar sus estudios universitarios. Su corazón se convirtió en una fría piedra, vacío de amor y cayendo en el olvido que una vez latió por un hombre. Traumatizado por su pasado, Achilles Valencian se había convertido en el hombre al que todos temían. Los golpes de la vida habían llenado su corazón de una oscuridad sin fondo. Y la única luz que lo había mantenido cuerdo era una chica con pecas y ojos turquesa que había adorado desde siempre, la hermana pequeña de su mejor amigo. Después de tantos años, cuando finalmente había llegado el momento de capturar a su presa en su territorio, Achilles Valencian comenzará su juego. Un juego para reclamar lo que es suyo. ¿Podrá Emerald distinguir la diferencia entre el amor y el deseo, y evitar la peligrosa ola que una vez la arrasó para mantener su corazón a salvo? ¿O caerá en la trampa? Nadie jamás pudo escapar de las manos del hombre y él siempre obtiene lo que quiere. Y ese juego se llama: 'La Trampa de Ace'.
Joelle pensó que podría cambiar el corazón de Adrian después de tres años de matrimonio, pero cuando se dio cuenta de que ya pertenecía a otra mujer, ya era demasiado tarde. "Dame un bebé y te liberaré". Sin embargo, el día en que Joelle se puso de parto, Adrian viajaba con su amante en su jet privado. "No me importa a quién ames. Ahora ya he pagado lo que te debo. A partir de ahora, no tenemos nada que ver el uno con el otro". No mucho después de que Joelle se fuera, Adrian se encontró suplicando de rodillas: "Por favor, vuelve conmigo".
Fue un gran día para Camilla. Estaba ansiosa por casarse con su guapo esposo. Desafortunadamente, él nunca apareció durante toda la ceremonia. Se convirtió en el hazmerreír de todos los invitados. En un ataque de rabia, salió con un extraño en su noche de bodas. Se suponía que iba a ser una aventura de una noche. Pero para su sorpresa, el hombre se negó a superarla. La persiguió incesantemente como si le hubiera robado el corazón esa noche. Camilla no sabía qué hacer. ¿Debería darle una oportunidad? ¿O simplemente mantenerse alejada de los hombres?
Todo el mundo esperaba con impaciencia que Rhett se divorciara de Jillian para poder estar con su amor de la infancia. Pero cuando él por fin convocó una rueda de prensa, no fue para anunciar su divorcio, sino para presentar con orgullo al público a su hijo recién nacido. "Ha habido rumores de que mi mujer y yo nos estamos separando. Estoy aquí para aclarar las cosas de una vez por todas. Estamos felices y enamorados, y recientemente hemos sido bendecidos con nuestro angelito".