/0/9852/coverbig.jpg?v=06b45a103f581d4ce4b350a8cc40b89e)
Él ha matado a todo su salón, a excepción de ella. ¿Por qué? En un tiroteo escolar ella ha sido la única sobreviviente, incluso entre sus mejores amigos. El perpetrador era su mejor amigo, ¿porque mató a todos incluso a su grupo? ¿porque no la mató a ella?
En ocasiones la vida nos presenta situaciones que marcan para siempre. Algunos dicen que los recuerdos que se presentan como en ráfagas es más probable que sean los que más te hayan marcado. A veces no quiero aceptarlo. No quiero ver que estoy rota. No me gusta reconocer que no soy fuerte y que puedo lamentarme por lo que pasó, y en parte, en las noches, cuando nadie me ve, me siento tan culpable que abrazo el centro de mi pecho como si no hubiera un mañana. Y es que, debería sentirme afortunada, porque algunos sí que no van a tener un mañana.
Debería presentarme, creo que así se suele hacer este tipo de cosas, ciertamente no lo sé. No es como si pudiese decir ''Hola, soy Loraine, y soy sobreviviente de un tiroteo escolar'' y sin embargo, a eso me reduzco.
Supongo que querrán saber sobre el tiroteo, sobre ese día, porque a todos nos gusta saber los porqués. Pero adivinen algo, a mí también...
En el instituto no es que fuésemos de los más populares del colegio. Inclusive, me atrevo a decir que quizás solo yo lo era un poco más que el resto de mis compañeros. Algunas personas solían decir; ''¿Por qué andas con ese tipo de personas?'' quizás era la apariencia lo que llamaba la atención. Mis amigos; Jhay, Ezekiel, Mattew y Elijah, vestían y eran personas visiblemente muy contrarias a mí. Por ponerles en situación, a mí me gustaba ir de fiestas, y ellos las odiaban. A mí me gustaba escuchar Britney Spears, y a ellos metal. Y sin embargo, fueron las personas con las que mejor conecté en mi vida. Lo que me lleva a pensar, ¿por qué?
Jhay era el más desquiciado del grupo. Bueno, también es quien menos me caía del grupo a pesar de que fuese mi amigo. Por alguna razón, Jhay siempre encontraba la forma de menospreciar a alguno de los chicos o a mí. Pero no voy a mentirles, era una parte del grupo esencial aunque antes no lo hubiera querido admitir. Él alguna vez dijo en el receso, en el que no salíamos porque no nos gustaba ver a las personas, algo como ''cuando seamos adultos, viviremos todos en una casa inmensa, escucharemos metal, habrán botellas vacías de alcohol tiradas por todo el suelo, y probablemente Loraine, traiga un tipo diferente todos los días''.
Sí, Loraine, esa soy yo. La que no tiene parejas estables, la que solo tiene sexo con desconocidos y no crea conexiones profundas. Y no es porque no las quisiera, sino porque lo había intentado, y luego de haber llorado un par de veces como una estúpida, fui consciente de que los chicos y yo teníamos algo en común y que lo buscamos siempre; el sexo. Y me concentré en eso. Me esforcé tanto en concentrarme y hacerme creer a mí misma que no necesitaba de amor porque quería pensar que solo iban a quererme para tener sexo, entonces elegí también tomar esa postura en parte. Elegirlos de la misma manera que ellos me elegían a mí, por intereses sexuales. Pero no hay que ser un genio para saber que todo aquello era una fachada, una máscara. Loraine en el fondo solo buscaba un amor que la comprendiera en toda su esencia y que la valorara como persona, lo cual tuve, pero procederé a contarles esa historia más tarde.
Ezekiel era mi mejor amigo, la persona la cual confiaba más del grupo. Me enseñó tantas cosas que quizás sienta que le debo mi vida. Él fue quien unió al grupo. A Ezekiel lo conocía desde antes del instituto, pero no íbamos a la misma clase en un principio ni tampoco compartíamos materias con él. Pero luego, sugirió que me cambiase a su clase, porque no había muchos hombres, y era probablemente el salón más ignorado por todo el instituto. Y de hecho lo era. Admito que el hecho de que me haya cambiado a su clase en parte fue porque Ezekiel era genial, y otra de las razones era porque no tenía futuro en las clases en la que iba. Tenía compañeras, pero siempre sentía que era una dejada en comparación. Ellas solo se evocaban en estudiar, y mis planes desde luego no eran esos. Pero eh, no me juzguen, sí que sacaba buenas notas. Pero no porque lo quisiera. Siempre detesté la cultura del sacrificio.
Mattew, por su parte, era mi amor platónico. Nunca se lo dije de todos modos, y en parte era porque tampoco lo sabía. Mattew sí había compartido materias conmigo los primeros años del instituto, y se imaginarán que era el galán del instituto en aquél momento. Pero lo que nadie sabía es que Mattew no era solo una cara bonita, sino que también era una persona tan inocente y tonta como lo podría ser un perro. Una vez entablé amistad con él, fue muy fácil que me tomara como confidente. No sé realmente si acepté aquello porque realmente quería ayudarlo en sus problemas, o porque me gustaba un poco. Claro que luego de llegar a ser muy amigos, terminé dejando de lado toda fantasía, y lo quise como tal.
Y luego está Elijah, quien por su parte, era quien más seguía mis pasos. Lo conocí cuando ingresé a la clase de Ezekiel, donde se encontraba también Mattew, y donde conocí a Jhay. Pero éste era distinto a todos. Porque él no era de las personas que hablasen mucho. Inclusive, me senté junto a él porque no había asientos disponibles, y él no emitió palabra alguna así que opté por pensar que fue un sí. Durante esa mañana, le hablé lo suficiente para intentar entablar una conversación, pero se mostraba distante. Y desde entonces, había elegido todos los días de mi vida sentarme junto a él. Se volvió una rutina, e incluso me permitía llegar tarde cuando quisiera porque sabía que Elijah guardaría un asiento para mí.
Y así fue como el grupo se había unido. No es que fuese algo planeado, ni tampoco es que creo que fuese el destino. Solo se dio así, fue tan accidental, que me hizo pensar hasta el día de hoy que fue uno de los accidentes más lindos que tuve. Y lo más triste, es que el grupo jamás volverá a ser.
Pero de pronto, la mañana del martes treinta de junio, comenzando el segundo semestre, toda aquella familiaridad, felicidad y el cúmulo de cosas de las que no era consciente que tenía y que hoy soy consciente de que me faltan; se esfumó.
Ángela, la rectora, como era de costumbre, se encontraba en su oficina cerca de nuestro salón. Les dije que nuestro salón era casi inexistente. Mientras que Mariana, me sonrió cuando pasé por el pasillo. Los profesores solían esperar en la rectoría hasta que comience la clase. En realidad su sonrisa fue más bien falsa, Mariana nunca nos quiso. Solía decir que éramos el grupo más revoltoso de la clase, lo cual, admito, pudo haber tenido razón.
Diviso al entrar a Mattew y a Ezekiel, ambos sentados juntos y detrás del asiento que correspondía a Elijah y a mí. Tomé la oportunidad de tomar el asiento contra la pared ante la ausencia de Elijah. Siempre es bueno tomar el asiento contra la pared porque solía dolerme la espalda por momentos y necesitaba recostarme sobre ella. Además, de que era un punto clave de invisibilidad para no ser regañada por Mariana ni ser vista cuando dijese algún chiste al grupo.
- ¿Y Elijah y Jhay? -insté por lo bajo. Podía ver como el grupo de Agatha se iba incorporando en las sillas junto a la puerta. Nosotros en cambio, solíamos sentarnos al otro lado del salón, cerca de las ventanas, pero lejos de las puertas.
-Quizás falten-respondió Ezekiel -.Si faltan, se salvan de la tarea que dejó Mariana.
- ¡¿Mariana dejó tarea?! -exclamé preocupada. A lo que Mattew asiente con la cabeza - ¿Ustedes la hicieron?
Ambos negaron al unísono. Rápidamente me levanté de mi asiento dejando mi bolso, y me dirigí a las ''cerebritos'' de la clase; Lissa y Zoe. Les pedí si pudiesen mostrarme la tarea para darme una idea y me la llevé a mi asiento para copiársela, en realidad. No tenía mucho tiempo para que la clase comience.
En ocasiones, las cosas suceden tan de pronto, que no sabes cuál es el justo momento en el que las cosas pasan. Puedo decirles que ése último escrito escolar fue escrito como un relámpago, como podría decirles que duró una eternidad, pero no lo sé. Porque es entonces cuando todo comenzó a mascarse. ¿Han oído ese dicho? Que la tragedia se masca...
Jhay entró al salón mientras copiábamos la tarea, saludó pero no le hicimos caso alguno ya que entre Ezekiel y Mattew se empujaban uno a otro copiando y yo lo hacía sentada. Entonces, Jhay se incorpora.
-Si están haciendo la tarea de Mariana, apúrense porque estaba juntando sus cosas para venirse -concluyó él.
Y entonces, fue cuando se escuchó la quisquillosa voz de esa mujer preguntarle a Nicholas si estaban todos para poder dar inicio a la clase, a lo que él inspeccionó rápidamente con la vista y dijo ''Sí, parece que sí''. En mi mente pensé que faltaba Elijah, y para corroborar que mentía, intenté divisar si faltaba alguien más del grupo del resto, pero la vista se me dificultaba porque los chicos aún no se habían sentado y todos estaban sentándose, pero para cuando oí lo peor que se pudo oír esa mañana, Elijah se había hecho presente con un arma en la mano, y les mentiría si dijera que sabía cuál era.
En ráfagas, en dominós, así caían uno por uno, y todos gritaban o reaccionaban como debían, sin embargo, yo solo me quedé ahí, helada, con los ojos abiertos como platos, la respiración agitada, y viéndolo como se paseó por la clase dándole un fin, o lo que él creía hacer, a cada uno de nuestros compañeros. Observé fríamente como sucedió todo, y es entonces mi reacción lo que hizo que fuese inclusive una sospecha después. Cuando el arma me apuntó, lo miré, solo se me ocurrió mirarlo a él. A sus ojos negros como la noche, y quizás esa mañana llegaron a un negro que luego describieron como ''casi sin alma''. En cambio, yo solo vi a Elijah creyendo que hacía un acto heroico. No pude dirigirle palabra alguna, ni para suplicar por mi vida. Mis labios temblaron, sentía que podía irme. Me puse de rodillas, lo miré con los ojos llenos de lágrimas, y no puedo decirles si esto fue el momento más largo de mi vida, porque así fue como se sintió, eterno.
No sabía quién había muerto y quien no, porque todos eran cuerpos encimados, ensangrentados, y si hubo algún alarido, supongo que lo ocultaron con todas sus fuerzas mientras que la policía llegase. Pero nos encontrábamos en el último piso, pensé entonces que ése era mi momento de morir. Y entonces, él bajó la mira del arma, la quitó de mi ángulo, y creo que echó un suspiro. Lo escuché, y lo vi por el movimiento de su pecho. Yo solo lloraba, y puede sonar contradictorio, pero quería abrazarlo, pero no pude, él se encontraba cerca de la puerta, y yo contra la ventana del otro lado del salón. Nos vimos fijamente durante un segundo, él me vio llorar desesperadamente como muchas veces antes, y ahí fue cuando todo terminó.
La pesadilla había terminado.
El problema es que la pesadilla había comenzado desde antes, y el tiroteo solo había sido el final. Elijah me había perdonado la vida, dijeron. Para mí, creo que en el fondo él creyó que me la estaba salvando...
Daniel solo era un chico normal que deseaba ir a la universidad de sus sueños y ganar una beca para jugar fútbol profesional. Pero todo se disipó en su vida cuando encontró un Castillo, o los restos de éste, que solo él puede ver junto con una jovencita llamada Alice que puede manejar el tiempo y llevó el castillo a la oscuridad cuando se produjo la tragedia de Sablyer. ¿Que pasó en Sablyer? ¿Porque la joven puede manejar el tiempo? Lo descubrirá poco a poco mientras se enamora de ésta extraña joven.
Una historia basada en un hecho real. Honey es un chico que solo tiene dos cosas en claro; le gusta el rosa, y cocinar. Lo demás, es toda una incógnita. Honey a lo largo de su adolescencia tuvo que enfrentarse al rechazo y a la soledad. Conoció desde pequeño lo que era ser juzgado. Su dudosa sexualidad le ha jugado en contra. El mal trato con su padre, el bullying escolar, su pasado oscuro, y el conocer el mundo adulto con un golpe de la realidad; el SIDA. Ésta es la historia de Honey. No es la historia de un homosexual, tampoco la de un heterosexual. Solo es la historia de Honey, de la carga que se le ha dado durante todos los años de su vida, y la culpa, la culpa de vivir un mundo tan lleno de defectos.
Xanny cuenta la historia de Melany y cómo cae al mundo de los vicios del alcohol, de las drogas farmacológicas por su ansiedad y cómo comienza a distorsionar su realidad y su medicación comienza a ser una adicción después de iniciar una relación tóxica con su pareja Giuliano, que es adicto. Melany a través de sus escritos nos contará cómo las drogas la han alejado de su familia, cómo casi la mata y como le dificultará dejar aquello a sabiendas que la matará pero a la vez es lo único que le interesa; silencio para su mente, nada es importante, inhala y exhala y de pronto todo lo malo del mundo desaparece, como lo bueno...
Gladys Hamilton regresa al Reino Unido después de haber terminado sus estudios en América. Por supuesto, no regresó porque quisiera, sino porque a Gladys se le ha asignado el deber que a todas las muchachas de su edad se les destinaba en 1873; casarse por conveniencia. Gladys no se plantó frente a la decisión, después de todo es lo que se espera de ella, y ella siempre ha sido una señorita ejemplar para la sociedad, y Carlisle Woodgate parece ser un buen postor, generoso, atractivo, de elegancia arrolladora y su familia está dispuesta a unir dinastías. Todo parece ir bien, hasta que Gladys es secuestrada por Howard Collingwood, un asesino que mata a sangre fría. Gladys se verá envuelta en una historia de amor y odio con su propio secuestrador, mientras su hermana menor Esme Hamilton, sin noticias de ella, se ve en la espera del mismo destino que aconteció a su hermana antes de haber sido arrebatada; casarse con Carlisle. Pero al parecer unir a los Hamilton y a los Woodgate no está nada fácil, Victoria Browning está dispuesta a pelear por su amante Carlisle, y a ser ella quien se merezca el lugar que tanto ha anhelado desde la primera vez que se acostaron. Una historia de amor en tiempos difíciles, de matrimonios por conveniencias, de intereses jerárquicos, de seguir tradiciones y mantener el linaje, que entre sabanas, muchas veces se perdía. Localizada en la época victoriana.
Elize quien es la protagonista con 17 años, su compañera de escuela Ally de la misma edad, Catherina, Daniellie y Theodora de la misma edad que son inicialmente chicas que les hacen bullying pero terminan siendo sus amigas. Los principales vampiros que son Ezra, Enzo y Sasha, que serán los conflictos románticos en la trilogía, en el primer libro sobretodo éste último; Sasha.
¿Qué pasaría si eres encontrada en una playa sin recuerdos? ¿Y si vas a un instituto y conoces un montón de personas extrañas? Cloe es una chica de 15 años, que fue encontrada a los 8 años sin recuerdos en una playa. Ella quiere recordar su pasado, pero nunca ha podido hacerlo. Junto con sus hermanos adoptivos, van a un internado, donde conocerán personas únicas e inolvidables, con muchos problemas. Dónde crearán recuerdos inolvidables. Pero, puede que la mente de Cloe, le falle nuevamente.
La rivalidad que existe entre tú y Miguel viene de la secundaria, peleando siempre por demostrar quién es el mejor en todo, siempre fueron vecinos y ahora serán concuñados, el destino se empeña en unirlos ¿Cómo no lo ves?, tienen personalidades parecidas, son exitosos en sus campos, sus padres se llevan bien... ¡Melissa, ya deja de decir estupideces!, ese imbécil no me interesa ni lo me interesará nunca, además que no sabes que tiene novia, jamás haría pasar a otra mujer por lo mismo que yo pasé, sé lo que duele que te engañen y aún si fuera soltero él no es mi tipo y siempre seremos rivales y nunca nos caeremos bien, así seamos familia. ¿Por qué lo odias tanto? ¡No lo odio! Él a mi sí, pero no es de mi agrado nunca lo ha sido y nunca lo será ¿Por qué no lo entiendes?, eres un psicóloga exitosa...Deberías entender que hay personas que simplemente no se la llevan... Melissa: Solo te digo una cosa, en ocasiones...DE LA RIVALIDAD TAMBIEN NACE EL AMOR.
A veces el amor aparece de la manera más inesperada y en la forma de la persona menos pensada. Para Daniel, la vida a sus 40 años es una rutina entre sus tres hijos y su cargo de CEO de la empresa familiar. El fallecimiento de su esposa lo deja inmerso en la tristeza; creando, con el correr de los años, una coraza fría a su alrededor. Deanna tiene una vida normal, trabaja medio tiempo y estudia en la Universidad de Artes porque quiere lograr su sueño: cantar en la ópera. Solo le falta un año para terminar su carrera cuando su amigo Harry le pide ayuda desesperado. Una antigua regla familiar le impide casarse con su novia, la cual está embarazada. Para hacerlo, Daniel, su hermano, debe casarse primero. Para ayudarlo con su problema Daniel y Deanna acceden a fingir una relación y un matrimonio. Son tan opuestos que la atracción es inevitable. Él encuentra en ella la calidez que faltaba en su vida y Deanna el amor luego de una ruptura desastrosa. Finalmente, Daniel puede volver a tener una familia. Pero hay muchos intereses ocultos que buscan separarlos y alejarlos. El viaje es difícil, deben enfrentarse no solo a terceros que les complicaran las cosas, sino también a sus propios miedos e inseguridades. No es sencillo equilibrar 15 años de diferencia. Pero el corazón tiene razones que la misma razón nunca entenderá.
Un exitoso CEO que llega desde el extranjero para descubrir los problemas de una de sus sucursales en Latinoamérica. Gracias a su amigo más fiel y gerente de la empresa, se infiltra como un empleado más para descubrir qué está fallando. Conoce a una de las empleadas, una madre sustituta que cuida a sus sobrinos y que, sin saber quién es realmente el nuevo señor gruñón, se enamora del pesado pasante. Mientras él se siente cada vez más atraído por ella, su jefe directo, también interesado en ella, se mete todo el tiempo en esa relación secreta. El CEO deberá lidiar con su identidad secreta, los problemas de la empresa y el creciente conflicto personal, todo mientras intenta ganarse el corazón de su compañera.
Hace tres años, la familia Moore se opuso a la decisión de Charles Moore de casarse con su amada mujer y seleccionó a Scarlett Evans como su novia. Pero Charles no la amaba. De hecho, la odiaba. Poco después de la boda, Scarlett recibió una oferta de la universidad de sus sueños y se lanzó sobre ella. Tres años más tarde, la amada mujer de Charles cayó terriblemente enferma. Para cumplir su último deseo, él llamó a Scarlett y le presentó un acuerdo de divorcio. La joven estaba profundamente herida por la abrupta decisión de su esposo, pero ella decidió dejarlo libre y aceptó firmar los papeles. Sin embargo, Charles pareció retrasar el proceso deliberadamente, dejando a Scarlett confundida y frustrada. Ahora, Scarlett estaba atrapada en las consecuencias de la indecisión de Charles. ¿Sería capaz de liberarse de él? ¿Charles eventualmente entraría en razón y enfrentaría sus verdaderos sentimientos?
Todo el mundo pensaba que Lorenzo quería de verdad a Gracie, hasta el día de la operación de corazón de su hija. Para sorpresa de Gracie, Lorenzo donó el preciado órgano que necesitaba su hija a otra mujer. Desolada, Gracie optó por el divorcio. Impulsada por su necesidad de venganza, Gracie se unió al tío de Lorenzo, Waylon, y orquestó la caída de Lorenzo. Al final, este se quedó sin nada. Consumido por el remordimiento, él suplicó por una reconciliación. Gracie pensó que era libre de seguir adelante con su vida, pero Waylon la retuvo con un abrazo. "¿Pensaste que podías abandonarme?".
Después de ser incriminada por su novio y su mejor amiga, Nicole terminó pasando la noche con un misterioso extraño. Ella disfrutó mucho de la cita inesperada, pero cuando se despertó a la mañana siguiente, no pudo evitar sentirse mal por lo que había hecho. Sin embargo, toda la culpa que sentía se le pasó al ver el rostro del hombre que yacía a su lado. "Es realmente... hermoso", susurró, asombrada por lo que estaba viendo. La culpa se convirtió rápidamente en vergüenza, y eso le hizo dejarle al hombre un poco de dinero antes de irse. Kerr estaba asombrado. "¿Esa mujer trató de pagarme? ¿Como un prostituto?', pensó ofendido. "Pide al gerente del hotel el video de vigilancia", le ordenó a su asistente con tono autoritario. Tenía una expresión decidida en el rostro. "Quiero saber quién estuvo en mi habitación anoche, y cuando encuentre a esa mujer, ¡voy a enseñarle una lección!" ¿En qué terminará esta historia? ¡Averígüelo en El CEO Y SU ENCANTADOR HIJO en Manobook!