por el brillo de tus ojos. Poco a poco te acercaste a mí. Yo quieta sólo esperaba lo q
esos hacia mi boca. Mis labios ansiosos te esperaban y mi respiración se aceleraba.
nudaste pieza por pieza. Ya no aguantaba y empecé a quitarte la tuya. No pudiste evitar mirarme así, completamente desnuda. Te abrace y sentiste lo a
mente mis senos. Llegaste al abdomen y aún más allá, donde tu lengua se internó dentro de mí y
uerpo y, al llegar a tu miembro, te hice ver cielo. Tus ojos me decían que no estabas en
cesitabas y querías de mí. Me penetraste tan lenta y profundamente, que me
io con nuestros gemidos. Me sentí completamente satisfecha y vi en tu cara, fe
e vestí y m
eseo es que ese