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tía como si nada hubiera pasado. Pero antes de que ninguno de nosotros
sin estar familia
xie corto se balanceaba y sus ojos brillaban con algo demasiado brillante para pertenecer a Car
tenía que mostrarle a mi mamá mi boleta de calificaciones. Mis pal
destellaron a todos. ¿Quién era? ¿Cuál era la relación con ellos? ¿De donde había? Joder.
Edwin! - Ella saludó
ez. Nunca había visto a nadie como ella. Su voz hizo
va cuando sus ojos finalmente encontraron los míos. Se vo
, dando un paso hacia mí. Edward la agarró de
ró y luego inclinó la cabe
todos los días, todas las noches, pero de alguna manera ella era diferente. No sabía
ás, me aclaré la garganta, sintiéndome abrumadoramente avergon
n mientras su sonrisa se estiraba. Todo su rostro se iluminó como el sol. Era tan pura... tan inocente... No creo que
, cerniéndose sobre ella. Empezó a
á daño -, le s
catrices estaban en todo su esplendor, listas para pelear sin motivo alguno. Pero de alguna manera, también sabía que lo que ella decí
a se paró frente a mí y me ofreció su mano. Ella inclinó la
u palma viajó como un cálido hormigueo a través de mi brazo. Sentí que se me erizaba el vello de la nuca.
un milagro estuviera sucediendo ante mis ojos, pero no sabía qué er
hock, los de ella estaban extasiados y tenían algún secreto de conocimiento detrás de ellos, como si
quieta, que me protegiera mientras mi cuerpo me decía que me derritiera en su abrazo. Se sentía tan suave y cálida... una parte de mí quería abraz
la franqueza de Mariabella. La pandilla dio aull
Lo sé -, susurró Mariabe
lo que acababa de suceder. ¡
le, pero no salió nada. Lo
rió en s
ocupes - Su mano volv
jarse. Con su mano en la mía, algo sucedió. Sentí algo que no había sentido en to
espe