Aimê D'Auvergne Bretonne no nació primera en la línea de sucesión al trono. Pero todo el mundo supo siempre que tenía vocación de reina. Entre sus certezas en la vida, ella sabía: - Que no podía casarse con su novio porque no era de la realeza, aunque ella le había puesto en una situación en la que siempre estarían juntos. - Que sus obligaciones para con el pueblo estaban por encima de cualquier otra cosa, incluida ella misma. - Que el pueblo de Alpemburgo amaba a la D'Auvergne Bretonne y que tenía que ser una monarca tan buena o mejor que su padre y su hermana. Lo que nuestra futura Majestad no esperaba era eso: - Todas sus certezas se tornarían inciertas, tras un fatídico accidente, en el que la princesa bloguera pasó a ser tildada de irresponsable, ocupando la portada de los principales informativos del mundo. Al mismo tiempo, un escándalo en un pequeño reino salía a la luz en todo el mundo, con un príncipe desnudo ocupando los titulares. Un futuro rey con lo peor de la fama, que lleva a su país a ser blanco de especulaciones sobre una posible caída del régimen monárquico. Se hace una propuesta para paliar las noticias negativas. Una princesa es rechazada. Un rey es desenmascarado. Una revelación cambia todo lo que el pueblo siempre había creído. Aimê estaba preparada para absolutamente todo. Excepto para aceptar que podía tener cualquier cosa en la vida, pero lo único que quería era ser de él, el hombre más equivocado que jamás había conocido. Con diálogos ingeniosos, personajes carismáticos y una buena dosis de giros inesperados, "El hombre equivocado es mi pareja perfecta" es una divertidísima historia de amor que explora el viaje de Aimê en busca del amor verdadero, mientras lidia con sus propias inseguridades y dudas. Una lectura divertida y encantadora que nos recuerda que a veces el amor puede encontrarse en los lugares más inesperados. Portada: Larissa Matos
Alpemburg
Desde niña siempre quise ser reina de Alpemburgo, a pesar de ser la tercera en la línea de sucesión. Pauline, la futura monarca, que se había preparado prácticamente toda su vida para hacerse cargo del país, renunció, dejando la responsabilidad de llevar la corona en manos de nuestra hermana mediana, Alexia.
Siempre había oído decir a mis hermanas que ser la futura reina era una carga que había que soportar. Yo nunca lo vi así. Siempre me sentí una privilegiada por formar parte de la monarquía y haber nacido princesa de un reino/país tan maravilloso como Alpemburgo, que gobernaron mi padre, mi abuelo, sin duda mi bisabuelo y todo el linaje D'Auvergne Bretonne.
Me gustaba esa vida llena de lujos. Me sentía feliz de ser querido e idolatrado por la gente de mi país, como lo había sido mi padre en otro tiempo. Alexia, aunque seria y siempre bien apoyada políticamente por nuestro abuelo, había terminado su reinado con buena nota, considerada una reina responsable y con buenas alianzas políticas. En resumen: un reinado de paz.
Yo debería haber asumido el trono al cumplir los 18 años, pero debido a una ley hecha por mi hermana y desgraciadamente aceptada y firmada por todos los miembros de la corte, asumiría la corona al cumplir los 19 años. Según Alexia, yo era demasiado joven para ser reina a esa edad y el año anterior a la coronación lo pasaría estudiando en Alpemburgo.
Alexia tampoco permaneció en el poder. Mi padre asumió el poder de forma interina hasta que finalmente pude convertirme en reina. Mi hermana, en cambio, al día siguiente de dejar el trono voló directamente con su marido y sus dos hijos al país donde se celebraba el GP, que siempre había sido su amor: la velocidad, también compartida por su marido, Andy.
Yo ya empezaba a apropiarme de las cuestiones políticas como quería Alexia. Mi padre se había hecho cargo de Alpemburgo, pero entre bastidores yo le ayudaba y estudiaba como una loca sobre economía, administración, ciencias sociales y todo lo relacionado con los países cercanos al nuestro, especialmente los que compartían frontera territorial.
Oí que llamaban a la puerta y me gritaron que entrara. Era Odette. Llevaba un móvil en la mano y la expresión de su cara ya me decía que era trabajo para mí.
Puse los ojos en blanco, aburrido.
- No tiene sentido que me mire con esos ojos, ¡"Alteza"! - Era irónica.
- Haré que te corten la cabeza -amenacé, conteniendo la risa-.
- Como aún no eres la reina, mi cabeza está garantizada. - Ella parpadeó, libertina.
- ¿Qué es lo que quieres? - Me tumbé boca abajo en la cama, echando el libro hacia atrás.
- Donatello Durand ha llamado innumerables veces, me ha llenado la bandeja de entrada y creo que deberías darle una exclusiva.
- ¡Ni hablar!
- Esto es profesional, Aimê. Sólo está haciendo su trabajo. ¿Por qué no le das una oportunidad?
- Porque no me gusta.
- Eso no lo justifica.
- Yo puedo elegir a quién le doy entrevistas y a él no lo quiero.
- Tío, sólo te dejó cuando eras un adolescente. Tienes que superarlo.
- Ya lo superé.
- ¿Superarlo? - Se rió. - Si lo has superado, dale la entrevista.
- ¡No! No se hará famoso a mi costa.
- Como si no te gustara conceder entrevistas a nadie. - Volvió a mostrarse sarcástica. - Dale la exclusiva y acaba con la persecución de este hombre de una vez por todas.
- Si llega el caso, me perseguirá el resto de mi vida. - Me reí.
- Fue nuestro colega durante muchos años.
- No estábamos muy unidos a él.
- ¿No? Incluso le enviaba mensajes, que yo recuerde. Simplemente no nos acercábamos porque "él" no quería.
- ¡Maldita sea, siempre fue tan feo! ¿Qué me poseyó para querer estar con Donatello?
- ¿La adolescencia? - Se reía. - ¿Hormonas en su apogeo? ¿Picazón en la vagina?
Tiré de ella con fuerza, haciendo que se sentara en la cama:
- Tal vez lo piense más tarde. Por ahora no.
- ¿Me prometes que lo pensarás detenidamente? No soporto a este hombre obsesionado con una entrevista exclusiva con la princesa.
- ¿Y de qué tema quiere hablar?
- Relaciones amorosas y algo más que no quise mencionar.
Me eché a reír:
- Apuesto a que se arriesgará a decir que me rechazó en el pasado, cuando yo era una adolescente con granos. Y si lo hace, se convertirá en un reportero famoso de la noche a la mañana. No voy a dejar que se haga famoso a mi costa. Además, no estoy en una relación romántica.
- ¿No? - Odette arqueó una ceja. - ¿Y qué quiere decir Max?
- Max es... Bueno...
- Tardó un poco en contestar. En otras palabras, ¿significa algo?
Respiré hondo y me di la vuelta, mirando al techo, "su" cara me vino a la mente:
- ¿Imagina si decidiera decirle la verdad a Donatello Durand? ¿Que toda mi vida sólo me ha gustado un hombre... ¿Y que es el marido de mi hermana?
- ¡Mierda! Ahora que Andrew está lejos, te librarás de este amor de infancia.
Suspiré:
- Siempre les dije la verdad: que lo amaba. Nunca me creyeron.
- Tiene edad para ser tu padre.
- No tan viejo. - Volví la cara en su dirección. - Pero él hizo al pequeño Arthur... Quien me salvó la vida.
- Vale, después de este amor platónico tuyo por Andrew, que ya hace tiempo que se fue y está locamente enamorado de tu hermana, ¿vas a enfrentarte a Max?
- No -dije sinceramente, porque Odette era una de las pocas personas a las que no les ocultaba nada, ni siquiera mis pensamientos más salvajes y profundos.
- ¿No? - Puso cara de sorpresa. - Pensé que ahora que ya se había fijado la fecha para ocupar el trono y Andrew estaba fuera, por fin revelaría a todo el mundo lo tuyo con Max.
Me senté en la gigantesca y bien colocada cama, aunque ya me había movido en ella innumerables veces. Clavé la mirada en los hermosos ojos oscuros de Odette, que parecían canicas, tan redondos y bien maquillados, con el negro del rímel y el lápiz en gruesos trazos resaltando aún más su belleza.
- Me gusta Max", confesé. - Y me gustan sus besos y sus pasos calientes. Reconozco que me moja las bragas. Pero nunca me comprometería a nada con él.
- Pero... Pensé que os gustabais.
- Y nos gustamos. Nunca le mentí. Y yo nunca le mentí. Pero que me guste Max y me guste estar escondida no significa que me casaría con él.
- No estoy hablando de matrimonio. Pero... Una aventura.
- Max es mi guardia de seguridad.
Él es un sacerdote venerado e idolatrado por el pueblo de Machia porque es descendiente de un rey que vivió allí hace siglos. Ella es la heredera de uno de los políticos más ricos y poderosos del país y vive en un mundo rodeado de lujos. Él es centrado, inteligente, creativo y vive no sólo para los fieles que acuden a su parroquia, sino que se entrega por entero a causas nobles. Ella es mimada, egocéntrica, narcisista y no acepta que la contradigan porque siempre ha tenido todo lo que ha querido. Él se hizo sacerdote gracias a un milagro y cree en Dios y en el poder del amor y del perdón. Ella no cree en Dios, porque cuando más lo necesitaba, fue abandonada. Ambos han tenido un pasado triste y oscuro y cargan con la culpa en sus conciencias. Cuando Danna es enviada a Machia como castigo, se desafía a sí misma intentando seducir al padre Killian. Por su parte, Killian ve en la joven una oportunidad de redención espiritual y decide guiar sus pasos en la fe. A medida que sus historias se entrelazan, ambos se enfrentan a la tentación de sucumbir a los intensos sentimientos que surgen entre ellos. Sin embargo, un oscuro pasado común amenaza con resurgir, poniendo en duda el destino de su improbable vínculo.
María Eduarda Montez Deocca despierta de un coma de casi un año para descubrir que ha sido abandonada por todos durante este tiempo. Decidida a sorprender a su marido, a quien dedicó su vida, se topa con una impactante revelación: tal vez durante años había sido engañada por él y su mejor amiga, una de las personas en las que más confiaba. Sintiéndose sola y frágil, decide ir a un bar para ahogar sus penas, pensando que beber una dosis de amor propio sería la cura para su corazón roto. Dispuesta a vengarse de su marido, María Eduarda se acuesta con el primer hombre que conoce. Simplemente no esperaba que ese encuentro inesperado cambiara su destino. Después de todo, ¿ese extraño CEO lleno de secretos y dueño de los ojos más hermosos que jamás había visto fue su salvación o su ruina? ¿Aceptaría ser “la otra”, aunque viera cuánto le dolía? En medio de una red de conspiraciones que llevaron a la ruina económica y emocional de su abuelo, María Eduarda se encuentra en un punto muerto entre vengarse de todos o aprovechar la segunda oportunidad que le dio la vida e intentar ser feliz. En un escenario de mentiras, intrigas y ambiciones, descubre que, incluso en medio del caos, el amor verdadero y la amistad genuina pueden surgir de las situaciones más inverosímiles.
Sarah conoció al amor de su vida cuando aún era una niña. Soñó con ese chico durante todos los años que estuvo en el internado. Pero nunca imaginó encontrarse con él exactamente en el mismo lugar, el tren azul, de camino a casa. Y mucho menos que estaría empleado como capataz y la mano derecha de su padre en Mackerson Farm. Estaba completamente enamorada. Y aunque a João Mackerson le gustaba Tristán como su mejor empleado, nunca aceptaría su relación, no solo por la diferencia social y económica que existía entre ellos... Sino también por todos los prejuicios que hablaban por encima de todo en aquella hacienda, principalmente por su familia. Un amor que ha sobrevivido al tiempo ya la misma muerte. Una mujer capaz de cualquier cosa por encontrar la paz vengando el pasado, ojo por ojo, sangre por sangre. ¿Hasta dónde llegarías en busca de una terrible reparación del pasado?
María Lua tenía la vida con la que cualquier mujer podía soñar: guapa, rica y con una familia perfecta. Pero detrás de esa chica afortunada y con cara de ángel se escondía una rebelde que huía de su pasado y aspiraba a ser feliz y hacer lo que quisiera, sobre todo con los hombres. Inmersa en el mundo de los CEO desde que nació, su vida siempre estuvo ligada a hombres que vestían de traje. Y a ella le tocaba quitarles todas las prendas que los rodeaban, empezando por sus corbatas, aprovechando los hermosos cuerpos que se cruzaban en su camino, los dueños y herederos de las mayores empresas de Noriah Norte. Lo que no esperaba era verse envuelta en un gran escándalo el día de su compromiso, montado por alguien dentro de su propia casa. Dispuesta a darle la vuelta a la situación, ya que nada podía doblegarla y lo único que quería era mostrarse como una mujer fuerte, Malu no esperaba que la segunda caída, ahora sí, la destrozara por completo. Teniendo que abandonar su propia casa, y obligada a madurar y asumir responsabilidades, dejando atrás su vida de borracheras y aventuras de una noche, ahora tenía que elegir qué camino tomar: recuperar a su prometido, seguir adelante con su amante o luchar por su verdadero amor. Lo que María Lúa no esperaba es que en medio de todas sus dudas, inmersa en un mundo de negocios, chantajes, robos y comportamientos poco éticos, un nuevo hombre se cruzara en su camino. ¿Sería él su redención? ¿O estaría dispuesto a destruir su corazón por completo, como había hecho toda su vida con los hombres? Todo podía ser incierto y catastrófico en la vida de Maria Lua Casanova, excepto los hombres trajeados... Éstos siempre fueron su tentación.
Sabrina Rockefeller es heredera de una de las familias más ricas de Noriah North. Tiene un novio perfecto, amigos que harían cualquier cosa por ella y una vida envidiable. Pero una doble traición acabó con el cuento de hadas que había vivido hasta ese momento. Lo que nadie esperaba era la forma en que reaccionó y manejó toda la situación. La niña mimada decidió dejarlo todo y vivir esa noche de verano como si fuera la última de su vida. Fue en un bar de carretera, con un cantante de rock mayor, con una mirada que no solo le quemaba el cuerpo, sino también el alma, que Sabrina conoció los placeres de la carne y se dio el lujo de no preocuparse por el mañana. La joven que no conocía el mundo real tuvo que madurar y sufrir las consecuencias de la decisión más importante de su vida. Y pagó un alto precio: libertad, fortuna, amor. Después de años, necesitaba regresar a su hogar, ver a su familia y vivir con los fantasmas del pasado. Fue entonces cuando decidió asumir su relación con su alumno imperfecto y problemático, pero que le dio la vida: Bill Bailey. Una boda, una sorpresa, una mentira, una fuga. Una niña mimada, una cantante de rock y una estudiante problemática. Una niña inteligente y divertida, capaz de derretir hasta el corazón de J. Rockefeller. Una familia tradicional rota y tratando de reconstruirse para un niño. De suegra y heredera a asalariada y viviendo a favor. De una hija que lo tenía todo a sus pies a una madre sin idea ni experiencia. Ven a conocer a Sabrina y comprende todo lo que pasaba en aquellas noches de verano, con la brisa fresca, el cielo estrellado, donde los únicos sonidos que se escuchaban eran las olas rompiendo en el mar y los incontrolables gemidos de placer, que sirvieron de inspiración para un canción de amor que dio pasaporte al sueño y la fama de Charles B. Portada: Larisa Matos.
Virginia quería una relación seria y alguien que la sacara de Spring Town, lejos de su madre manipuladora y egoísta. Francis solo quería seguir siendo el hombre más buscado de la ciudad, sin involucrarse con nadie hasta el punto de tener citas, siguiendo su pequeña vida tranquila con su familia perfecta. Pero en Primavera no había Francis sin Virginia, y mucho menos Virginia sin Francis, porque todo lo hacían juntos y se conocían los secretos. Hasta que descubrieron que el sexo podía potenciar su amistad sin ser un problema. Pero no contaban con los sentimientos de posesión y celos que podían acompañar a la decisión de mantener una amistad pintoresca. Ni que todo eso pudiera convertirse en un amor loco e incontrolable. Pero el destino quiso que la reina de la primavera, Virginia Hernández, se cruzara en su camino con un hombre rico y poderoso capaz de unirse a su codiciosa madre para destruir cualquier posibilidad de que ella y Francis fueran pareja. Virginia le guardó secretos a Francis que nunca podría revelar, por temor a que no la perdonaran. Francis necesitaba alejarse, para mantener su equilibrio emocional después de todo lo que había pasado. Pero el destino no aceptó a Virginia lejos de Francis, ni tampoco Francis lejos de Virginia. Así, aún lejos de su pequeño y apacible pueblo natal, se reencontraron, como vecinos nuevamente. El problema es que Francis y Virginia se fueron de Primavera... Pero Primavera no los dejó, porque allí estaban los mayores secretos de sus vidas... Esperando a ser revelados, a riesgo de separarlos definitivamente. PORTADA REALIZADA POR: Larissa Matos
Ethan Montgomery, un brillante y reservado CEO, decide convertirse en padre soltero mediante un vientre de alquiler, buscando formar una familia en sus propios términos. Todo parecía marchar según lo planeado, hasta que un inesperado giro cambió su destino: la mujer que llevaba a su hijo dio a luz a gemelos. Sin informarle, se quedó con uno de los bebés y desapareció. Seis años después, Ethan es un padre devoto para su hijo, Liam, y todo en su vida está bajo control. Sin embargo, todo cambia cuando conoce a Isabella, la nueva y encantadora profesora de su hijo. Hay algo en ella que lo intriga, una conexión inexplicable que no puede ignorar. Pero lo que Ethan no sabe es que Isabella no solo guarda un secreto, sino que ese secreto tiene ojos idénticos a los de Liam: su otro hijo, Noah. Lo que comienza como una atracción inocente entre Ethan e Isabella pronto se convierte en una batalla de emociones y verdades ocultas. Cuando las piezas del rompecabezas comienzan a encajar, Ethan e Isabella deben enfrentarse a sus miedos, errores pasados y, sobre todo, a los lazos irrompibles de amor y familia que los unirán para siempre. ¿Podrán superar las barreras del pasado y construir un futuro juntos? ¿O los secretos serán demasiado para manejar?
Sólo hace falta un segundo para que el mundo de una persona se derrumbe. Este fue el caso de Hannah. Durante cuatro años le entregó todo su amor a su marido, pero un día él le dijo fríamente: "Divorciémonos". Hasta ahora se dio cuenta de que todos sus esfuerzos de los últimos años fueron en vano. Su marido no la amó. Mientras ella procesaba la noticia, la voz indiferente continuó: "Deja de fingir que estás sorprendida. Nunca dije que te amaba. Mi corazón siempre ha pertenecido a Eliana. Sólo me casé contigo para apaciguar a mis padres". El corazón de Hannah se rompió en un millón de pedazos cuando firmó los papeles del divorcio, marcando el final de su reinado como esposa devota. La mujer fuerte que tenía dentro rápidamente se manifestó. En ese momento, juró no volver a depender de un hombre nunca más. Su aura era extraordinaria cuando se embarcó en el viaje por encontrarse a sí misma y dominar su propio destino. Cuando regresó, había madurado mucho y era completamente diferente de la esposa dócil que todos conocieron. "¿Qué estás haciendo aquí, Hannah? ¿Es tu truco para llamar mi atención?", preguntó su arrogante exmarido. Antes de que pudiera responder, un CEO autoritario apareció de la nada y la tomó en sus brazos. Él le sonrió y, en tono de amenaza, dijo: "Sólo para advertirle, señor, ella es mi amada esposa. ¡Aléjese de ella!". El exmarido no podía creer lo que oía. Él pensó que ningún hombre se casaría jamás con Hannah, pero ella le demostró que estaba equivocado. Pensó que ella nunca lograría nada. No sabía que habría aún más sorpresas por venir...
Durante sus tres años de matrimonio con Colton, Allison ocultó su verdadera identidad y se esforzó de todo corazón para apoyarlo. Sin embargo, fue traicionada y abandonada por su esposo infiel. Desanimada, ella se propuso redescubrir su verdadero yo: una perfumista de talento, el cerebro de una famosa agencia de inteligencia y la heredera de una red secreta de hackers. Al darse cuenta de sus errores, Colton expresó su arrepentimiento: "Sé que metí la pata. Por favor, dame otra oportunidad". Sin embargo, Kellan, un magnate que se suponía que era discapacitado, se levantó de su silla de ruedas, tomó la mano de Allison y se burló desdeñosamente: "¿Quieres que te acepte de nuevo? Sigue soñando".
Los rumores decían que Lucas se había casado con una mujer poco atractiva y sin antecedentes. En los tres años que estuvieron juntos, se mantuvo frío y distante con Belinda, que aguantó en silencio. Su amor por él la obligó a sacrificar su autoestima y sus sueños. Cuando el primer amor de Lucas reapareció, Belinda se dio cuenta de que su matrimonio era una farsa desde el principio, una estratagema para salvar la vida de otra mujer. Entonces firmó los papeles del divorcio y se marchó. Tres años después, Belinda regresó convertida en un prodigio de la cirugía y una maestra del piano. Perdido en el arrepentimiento, Lucas la persiguió bajo la lluvia y la abrazó con fuerza: "Eres mía, Belinda".
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Después de tres años de matrimonio sin amor, la traición de Neil hirió profundamente a Katelyn. Ella no perdió tiempo y rápidamente se deshizo de ese canalla. Tras el divorcio, se dedicó a su carrera profesional. Alcanzó la fama como diseñadora, doctora y hacker brillante, y se convirtió en un icono venerado. Neil, consciente de su grave error, intentó en vano reconquistarla, solo para presenciar su magnífica boda con otro. Mientras sus votos se retransmitían en la mayor valla publicitaria del mundo, Vincent deslizó un anillo en el dedo de Katelyn y declaró: "Katelyn es ahora mi esposa, un tesoro de valor incalculable. Que todos los que la codicien tengan cuidado".