. Solamente cuando entró y pasó frente al espejo, se dio cuenta de que habí
biera abierto
descuidada. Si ese pimpollo la hubiese visto como Dios la trajo al mun
ía ni siquiera un calzón que usar. Había donado hace muy poco casi toda su
ando no tenía que estar presente en ese imponente edificio, siempre iba a cualquier almacén a comprar su ropa de uso diario en compañía de sus
ntraba algo adecuado que lucir ese día. Sabía que su tía la iba a sermonear si la veía llegar a la empresa con algu
ros y llegaba hasta la mitad del muslo, además encontró un suéter en tono beige qu
da debajo; el sostén que se había puesto el día anterior, era de tiras, y para ese vestido debía u
n importante en la empresa, era obvio que se sentiría muy incómoda, sin mencionar que, llevando ese vestido,
la casa procurando que
incluso peor que si fuera agosto, por lo que tenía que caminar con su bolso sosteniendo el ve
oche anterior para llevarlo al lavado, por lo q
orque si quitaba una de sus manos, seguramente su vestido volaría hacia arriba, así que cuando
lo que la cubría; procuró pegarse totalmente a la puerta trasera del auto, para abrirla con la misma mano que sostenía el vestido por d
resa, el viento no estaba tan fuerte en ese momento, a
a llegar a su oficina, percatándose enseguida de que ya había personas allí dentro; su "querida" tía, co
su tía entendiera que eso era de mala educación; así que simplemente abrió la puerta de su oficina y cuando los d
los accionistas de la empresa tenían claro quién era la dueña de esa oficina; aunque al notar la mirada dura de su sobrina, se levant
sala de juntas? -propuso mirand
vantándose de su asiento y sali
stá ocupando la sala de juntas en este momento en ot
ona si tiene algún problema con que nosotros nos
n podría decirte que no?, aunque te
rápidamente hacia la sala de juntas, pero una vez que cruzó la puerta, anheló con toda su
ies a cabeza por esos ojos caramelo, que po
se pintó de mil colores al notar su mirada fija puesta en su cuerpo; sin embargo, se llenó de valor y los saludó escondiendo su vergüenz
ién? -indagó ignorando la presencia de su tía que también se encont
ó Jimmy de forma coqueta a la chi
la sacudiendo las manos, en un exage
mplacerlo con su respuesta, y por algu
su propuesta, mientras ella y su entrometida tía escuchaban atentamente; sin embargo, había algo que no la dejaba concentrarse
estaba escuchando las risas de ese par; sin embargo, el hombre actuaba muy profesional, como si no le prestara atención a na
después, una ráfaga de viento frío le quemó la espalda. Sintió cómo su vestido se levantó descubriendo su trasero, y el aire frío le hizo erizar la piel; inmediatamente tuvo que l
n una sonrisa malévola, haciendo que sus mejillas ard
fulminándolo con la mirada mientras este no paraba de so
saron en Jimmy, esperando su respuesta, pero él n
a abrí, h
chicaban mientras le arrojaba fuego con sus ojos, lo que hizo que la sonrisa que adornaba el rostro d
O?! -voceó sin poder
ío y era claro que su intención hab
immy no pueda sentir calor -justificó Victoria, defendien
tía con la mirada, antes de pedirle al hombre mayor, amablemente, que por favor cerrara esa ventana; esperaba poder despeg
ventana y continuó con la
ivio le duró poco al notar cómo Jimmy seguía coqueteando con esa chica. En un momento que sus ojos se desviaron
la bruja de su tía no estaba allí, pidió perdón a su socio para in
escubiertos por la maestra en el salón de clases-. Porque si es así, querido espocito -dijo enseñando el anillo que se ha
ría del pimpollo, a ser de un color blanco pálido en cuanto escuchó lo que dijo. Estaba cl
a pidiendo disculpas, dejando a Jimmy solo con ella y s
él, levantándose y apresurándose a la sali
ró como una poseída, fulminándolo con sus ojos