an
ba de pasar para que la rizada reaccionara así. Suponía que era costumbre de ella ser tan exagerada, se ponía roja por casi todo, y este caso no era la excepción. Aunq
ante inquisitiva e incómoda. La miraba raro, sí, como si no hubiera nadie más dentro de esa oficina más que ellos dos. Como si, solo las rojas mejillas de ella fueran merecedoras a todo el desprecio que afloraba en sus ojos.
él quien rompiera los momentos incómodos-. Veo que ya mi "Ch
para la página -dijo Sam amablemente-. Justo me daba su
able-. Lamento mucho no haberte dado el recorrido como prometí Chantal, tuve algunos per
, Derek era todo un bromista. Dixon, en cambio, los miraban riendo-. Ya entendí todo y solo n
as nuevas y agradables, bueno casi todas ellas.
", solo ofensas surcaban su pensamiento. A pesar de mantener un per
o que hacer aún -espetó el indeseable-. Se nota que "Charming Girl" se sient
astar por él-. Ya me iba, a no ser que tengas
he mostrado tu oficina -la tomó de la
ar azul. Él apartó la vista desinteresado, ella lo siguió mi
Salió del local y se dignó a seguir a aquellos dos que parecían par de locos por los pasillos. Derek gu
para ella, le indicó que pasara. Lo hizo, pero este no la
cómoda silla del mismo color. Las paredes estaban pintadas de un color marfil brillante. Las decoraciones eran sencill
estino?", su mente se envolvió en
te, que dentro tenía un pequeño prisma en forma de corazón, en este estaban incrustadas varias mariposas bl
se escurría por la ventana del hospital. Las mariposas tomaron los disímiles colores que el prisma le brindaba, pero era la cara de Chantal la que se iluminaba ante tal escena. Reía de gozo ante la preciosidad que sus ojos captaban-. To
sposa con unos sueros. Tomó su mano y besó su cabeza. La madre de Chantal sonrió, se le iluminó el moribundo rostro, lág
presó la niña orgullosa viend
y sin medidas, sin importar nada. No se basa en tomar cosas a la fuerza por una obsesión -esta vez m
alas blancas de los insectos. Perdida en sus recuerdos, no notó q
ropa holgada que llevaba se le asentaba bien a su delgada figura. Los cabellos rizos en esa alta cola le caían por la espalda como una cascada azabache y profunda. Tal vez no e
os de animal curioso -se sacó a sí mismo de sus
y asustada-, y mis dedos no son
o -la miró de arriba a abajo mientras se adentraba más a la oficina-
aba el proyecto-. Es que me parecieron hermosas, son igual al tema de la página,
tos de ella. Tragó en seco, no sabía que le pasaba. Sintió
ria. Ella sí es una mujer con buen
se reprimió mentalmente. Debía controlarse, se acaba
jer muy hermosa -hi
con ella y no andarle sonriendo a todo el hombre que trabaja
é se debía ese comentario? ¿Creí
parte de mi tiempo aquí, me voy a relacionar con todo el personal de la revista. Voy a ser
efendido bien y fue una torpeza de él comen
aquí, mantén tus hormonas quietas y limítate a hacer tu trabajo de "Char
e iba a explotar, p
-, excepto por ti, claro - lo miró de arriba a abajo-, que no eres más que un completo estúpido y arrogante -se l
seable como aquel hombre. Él con su perfecto rostro y es
maldecía en su
o por aquel pasillo, ya no tení
el elevador. No podía creer lo que su mente había acabado de
rek y molestaba a Sam porque su página aún no estaba lista. Agradecía no haberse topado más con Dixon en toda la semana. Se dedicó a darle un t
ra de pestañas, le daban un toque sexy y misterioso a su mirada negra. El labial marrón en sus carnosos labios contrastaba con su piel y su pelo suelto a un lado. Se puso de pie cuando la r
se veía bastante costoso. Las luces cegaban y la música retumbaba. Estaban sentadas en unos sofás negros con una mesa de cristal en el medio, estos rodeaban la pista de ba
ritaba Amber en su oído-. ¡Ya
de meterse entre las personas sudorosas a hacer el inten
l que tanto odias -dijo Amber apu
a-. No te escucho, e
a invitó a que girará
ados de tres chicas muy hermosas. Derek sonreía de forma simpática y encantadora, como siempre
en aquellas camisas apretadas con su
on. Serios e inexpresivos, o eso creían ellos, pues el evidente sonrojo de Chantal y la sonrisa