an
iniones con palabras bonitas, de entendimiento social y a la vez apoyo emocional. No les diría a sus lectores lo que querían escuchar ¿Si no qué tipo de consejera se
faltaba uno en particular, un men
KenG
u novia oficial, he hecho de todo para complacerle y que cambie, pero nada es suficiente. No lo puedo
le habían enviado. Estaba en presencia de una mujer desesperada.
como máximo exponente a Robert Robinson, su padre. No pudo evitar pensar en todas
la señora Brown le comunicaba algo preocupada a la niña que
razo y sin decir palabra alguna, bajó las escaleras de la
amente Robert cuando la vio apar
mucho -le decía mientras lo abrazaba
o -mintió. La tomó en braz
e apenas estaba creciendo, por lo que debía viajar mucho al extranjero. Creía que mentirle a su hija respecto a sus viajes era
on la puerta el aire frío y la sucie
ra casa de Amber? -le pregunt
ó la niña despreocupada tomando una
más a tu madre sola -se
esa cosa apestosa -le señaló una de las b
rasgaba el corazón-. Prometo que no ocurrirá otra v
una niña y no entendía las responsabilidades que él tenía con su empresa-. Bien, porque no vas,
mientras corría escalera
Tomó el cepillo y corrió hacia la habitación de sus padres para que alguien le peina
ba molesto-. Es nuestra hija, ni siquiera sab
-. ¿¡Mi sufrimiento te da asco!? -le decía entre sollozos-, ¿Sabes qué me da asco a m
hablas, Clarisse!
te doy asco? -su voz se oía afligida-. Te quieres hacer el padre del año, cuando Ch
o puedes vivir sin mí, y lo sabes -su padre habla
l! ¡Siempre lo has sido
y aún sigues aquí, y seguirás... ¿Sabes por qué,
tos dentro del cuarto. Su madre había empezado
t... Te amo... -la voz de su madre se rompió. Lloraba tan alto q
ía derrumbado a llorar en el suelo. Estaban tan inmersos en ese
ria y con ojeras que al maquillaje le eran imposible cubrir. Su padre, en cambio, reía y le acariciaba el rostro, como si nada hubiera pasado. Es que
l "Te amo" junto con todo lo que traía co
os. Hurgar en su triste pasado
experiencia vivida fue la de ver a
ue lo dejase, que
a frenar los sentimiento
sa chica que se llenara de valor
n su lugar?", una interrogant
n sería: por lo que ella en verdad creía
abía lo que e
, pero las borró. No se decidía, por lo que tomó un libro y una chaque
mismo la hacían remontarse a su adolescencia. Pasaba el tiempo consigo misma y eso le encantaba. La soledad era algo de lo que no se podía desprender tan fácilm
mplar en mi opinión -la rizada levant
, que se acababa de sentar frente a ella-. Soy
ncólica estás hoy -le decía preocup
capaz de dar -suspiró fr
descansa, respira, ya se te ocurrirá algo -le gui
se sient
s rieron. Se miraron por un rato. A Chantal se le hacía cómodo e
taba a niveles incompresibles haci
Recordándolo todo como si la experiencia vivida
a atormentaba a cada segundo en su conciencia, entraba al lugar con la chica del
asi opaca, sus mejillas se sonrojaro
giraba para observar a lo que Chantal le presta
su presencia-. Solo que ya me tengo que ir. Tengo de
veré un día de estos -le d
ibro en la mano y se d
sen, y no lo hicieron, pues ninguno le prestó atención, o eso creía ella. Esta
, volvió su cabeza a ellos, y lo notó. Desde su posic
, sus iris azules le estaban haciendo un juicio en la mente de Dixon, y ella sabía que la declaraban cu