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de ensueño. Controlaba acciones de las empresas de su padre. Podía tener en su cama a la chica que desease. Sin embargo, se encontraba haciendo carida
beber sin control y caer en las redes de un inescrupuloso como James. Al menos las gracias debería haberle dado, pero tampoco, la chica a su lado se mantenía en
sa noche. A pesar de comportarse más desagradable de lo inusual con ella, parecía que esa herramienta, que él usaba para
ba mal. La verdad es que era incluso más bonita de lo que imaginaba, además desprendía algo magnético en su persona
?", se reprochó la forma en la
movían ansiosamente, los rizos le caían desordenados sobre el
efecto en mí", se convenció volvie
con el tono más frío que pudo,
mo lo sabías? -l
ba del coche-. Estás en el proyecto que financio, ¿recuerd
lugar sin mirar atrás. Sentía el repiqueteo de los tacones de el
cer piso. Apa
ia. La miró, la rizada subía las escaleras
ue la acoso", rodó l
ir? -se detuvo f
de un brinco. Abrió la puert
e cargaba entre sus brazos. Un mueble de color escandaloso le pareció la
itada Anne nos matará mañana -la miró confuso-. Llévala a su h
nterada se dio de lo sucedido. Ambos caminaban en silencio regresando a la sala del lugar. Pudo notar la inco
án a salvo -él se adel
e dijo avergonzada, co
tar sostenerle la
de dar la media vuelta para marcharse, pero la
a-. Estás sucio de vómito -lo miró apenada-, y
mándose a ella. Clantal retrocedió, dándo
n paño húmedo -le dijo
nte. Por lo que fue directamente a la cocina con paso sigiloso. Chantal estaba de espaldas mojaba un paño en el fregadero. El pantalón apretado
ficiente agua -le dij
se tensaba, y una sonrisa lad
eciéndole el paño, qued
l mueble de la cocina, lo que hacía
o-. Es lo menos que puedes hacer -acortó la distancia entr
estás hacie
Chantal puso el paño sob
duele -le dedi
olesta mientras le
remover las manchas pegadas a su camisa. La mano de ella, en forma de puño, sostenía el paño que bailaba a un ritmo nervioso sobre sus duros pectoral
a recorrer el cuerpo. Ella limpiaba encima de su abdomen, los músculos definidos se contraían de fo
r que le gustaba ser el causante de aquello. Se sentía bien tenerla prisionera entre aquel mueble, tocando su torso aunque fuera de forma indirecta. Soltó un
e tú mismo -notó que ella intentaba e
eso no le f
o prisionera la mano con la que lo limpiaba. Chantal intentó apartarlo con su mano libre,
estás hacie
en seco cuando aquellos abismos negros se toparon con el mar azul de su mirada. Ella estaba toda roja, se había perdido en él, sus labios estaban entreabiertos. Sentía la agitada reparación de la chica chocar con su rostro. Su pecho
e podría hacer adictiva. La mano de él cada vez le apretaba más los rizos, no la dejaría ir. No antes de probar el tacto de su delicada piel contra sus labios.
r instinto, le encendió las ganas y por su mente lo único que pasaba era probar cada tramo de e
e has creído, pero no soy como tus "am
todas las sensaciones negativas que Chant
ti, ellas sí son mujeres -el tono frío un su voz hizo que Chantal se enfure
e lanzó encima de m
. Te lanzaste sobre James y después huiste -se acomodó el cabello
osa-. No soy una niña como dices, ni tam
s? ¡Ya ni sé
. Lo que acaba de suceder se lo puedes atribuir al alcohol. Eres
s que un idiota creído -segunda vez en la noche que lo llamab
-la interrumpió. Se dio media vu
es. Caminaba a paso apresurado hacia su auto. No sabía que era lo que le molesta
eía esa bol
ispuesta. La buscaría con las características que de verdad le gustaran, que le recordaran a esa mujer q
sobre su cara y no le dejaba seguir durmiendo. Un brazo delgado le rodeaba el pecho, cabellos rizos caían e
uía allí? ¿Por qu
echo a algo más con él. El sexo era solo eso, sexo, diversión, calmar el deseo, pasar un buen rato sin arrepe
o le gustaba
a claro era que no había podido cumplir su objetivo. Y allí estaba él, con una resaca horrible y otr
ruscamente mient
que apenas despertaba-. Te daré
nos otro día -le dijo e
ar dos veces -ignoró la decepción en los ojos de la chica.
ndo terminará, y así fue. Bajó a comer algo, necesitaba paz para
aba divertido, pero a Dixon solo se le hac
a pregunta con otra era la mejor vía de escapeafé a los labios-. Te conozco, recuerdas. Hay algo
mano menor divertido-. No sé que le ves de raro a que me aco
nto a otro -una sonrisa pícara le recorrió el rostro-. Pero tranquilo bro, los chi
na taza de café-. Ahora m
tragó su café lento, como si le hubieran forzado a hacerlo-, ya sabes, estaba muy ebria. Me parece b
me interesa -lo miró calculadoramente-. No tienes de q
stos momentos debe estar trabajando en su página. Ya est
desde su posición. Lo intentó presionar con la mirada, pero fue en vano,
ues el recuerdo de Chan