Amor Traición e intriga en las tierras altas de Escocia
El Salvaje Escocés – Chapter 1
***
Norwood Park, Inglaterra. 1706
Cuando la señorita Lynetta Beauly retó a la señorita Margot Armstrong a que le revelara qué era lo que más le gustaba de los jóvenes caballeros que revoloteaban a su alrededor como moscas en torno a un panal, aparte, por supuesto, de una fortuna notable y de convenientes contactos... la señorita Armstrong fuenincapaz de recitar un solo nombre con un mínimo de confianza.
Porque le gustaban todos. Le gustaban los altos, los bajos, los anchos, los delgados. Le gustaban con empolvadas pelucas y con el pelo recogido en coletas naturales. Le gustaban a caballo y en carruaje, o recorriendo a pie los inmensos jardines de Norwood Park, donde ella residía con su padre y sus dos hermanos. Le gustaba la forma en que la miraban y le sonreían, la manera que tenían de reírse, echando la cabeza hacia atrás, de todas las cosas divertidas que ella les decía. Algo que, al parecer, hacía con bastante frecuencia, porque siempre había alguno que terminaba exclamando:
-¡Qué ingeniosa sois, señorita Armstrong!
A Margot le gustaban tanto los jóvenes caballeros que, con ocasión del decimosexto aniversario de Lynetta, convenció a su padre de que la permitiera dar un baile en Norwood Park, en honor de su querida amiga.
-¿Lynetta Beauly? -había preguntado su padre con un suspiro de aburrimiento, clavada la mirada en la última carta que traía noticias de Londres-. Todavía no la han presentado en sociedad.
-Pero lo harán esta Temporada -le había recordado Margot, esperanzada.
-¿Cómo es que sus padres no le organizan un baile? -había vuelto a inquirir su padre mientras se rascaba debajo de la peluca con la punta de una pluma de ganso.
-Papá, ya sabes que no tienen recursos...
-Tú personalmente tampoco los tienes, Margot. Yo soy la única persona en Norwood Park que posee los recursos necesarios para proporcionar un baile a esa joven, a la que por cierto no guardo especial aprecio -había sacudido la cabeza ante la absurdidad de la ocurrencia-. ¿Se puede saber por qué estás tan ilusionada con ese evento?
Margot, aparentemente, se había ruborizado. Lynetta solía decir que ese era uno de sus mayores defectos: que le resultaba imposible disimular lo que pensaba porque su delicada tez cambiaba de crema a rosa subido a la menor ocasión.
-Entiendo -había replicado su padre, perspicaz, y se había reclinado en su sillón, con las manos apoyadas sobre el vientre-. Algún joven caballero ha llamado tu atención. ¿Es eso?
Bueno... no iba a esforzarse por desmentir aquello, pero, en realidad, todos ellos habían llamado su atención. Se había puesto a juguetear con uno de sus rizos.
-Yo no diría tanto como eso -había mascullado mientras estudiaba los dibujos de la tapicería de brocado de las sillas del despacho de su padre-. En realidad no hay nadie en particular.
Su padre había sonreído.
-Muy bien. Diviértete. Da ese baile -había dicho, para despacharla luego con un gesto.
Pocas semanas después, todo el mundo en un radio de ochenta kilómetros a la redonda de Norwood Park arribaba a la zona, ya que era bien conocido que un baile allí no tenía rival en cuestión de suntuosidad y calidad de invitados, con la excepción de Mayfair, el distrito londinense.
Bajo cinco lámparas de cristal y pan de oro, resplandecientes cada una con decenas de velas de cera, jóvenes damas ataviadas con un asombroso despliegue de colores giraban por la pista de baile al animado son de los seis músicos traídos directamente de Londres. Sus peinados en forma de torres, verdaderas obras maestras de alambres y redecillas, se alzaban elegantes desafiando la ley de la gravedad. Sus parejas de baile, todos atractivos jóvenes de buenas familias, lucían sedas y brocados, con bordados de intrincado dibujo en sus casacas y chalecos. Llevaban pelucas recién empolvadas, y sus zapatos brillaban hasta reflejar el resplandor de las velas de las lámparas.
Bebían champán francés embargado, cenaban caviar... y se escabullían de cuando en cuando detrás de un macetero de helechos para robar un beso a su dama.
Margot lucía un vestido hecho especialmente para la ocasión, de seda color verde claro que, según Lynetta, complementaba perfectamente con sus ojos del mismo color y su cabello castaño rojizo. A la torre de su peinado había añadido diminutos mirlos de papel. Y lucía el centelleante collar de perlas y diamantes de su difunta madre.
En honor del aniversario de Lynetta, Margot había encargado una tarta, una auténtica estructura comestible de casi un metro de alto que era una reproducción de Norwood Park, y que en aquel momento se hallaba en el centro del comedor para admiración de todos. Sobre las almenas de hielo se alzaban figurillas danzantes hechas de mazapán. En una esquina se distinguían las diminutas figuras de dos muchachas, una de pelo rubio y la otra de color caoba, representando a las dos amigas.
Había asistido tantísima gente que apenas había lugar para que todos bailaran al mismo tiempo. Margot, particularmente, había bailado muy poco aquella noche. Lo que no había obstado para que no dejara de vigilar al señor William Fitzgerald con la esperanza de que pudiera cambiar su suerte.
Oh, el señor Fitzgerald estaba absolutamente impresionante con sus brocados de plata y su peluca de rizos. Margot llevaba ya quince días admirándolo y había pensado que, dadas las atenciones que él le dedicaba, su interés era mutuo. Aquella noche, sin embargo, había alternado con todas las damas solteras que se habían cruzado en su camino excepto con ella.
-No debes tomártelo tan a pecho -la había aconsejado Lynetta, todavía acalorada por el esfuerzo de haber bailado tres danzas seguidas-. Claramente se debe a una de dos razones: o se está reservando el mejor baile de la noche para ti, o no puede soportar la idea de sacarte porque eres una bailarina horrible.
Margot fulminó a su amiga con la mirada.
-Gracias, Lynetta, por recordarme esa falta mía de habilidad para la danza - según Lynetta, ese era precisamente su segundo mayor defecto, el de su incapacidad natural para seguir un ritmo.
-Bueno... -su amiga se encogió de hombros-. Yo solo quería ofrecerte una explicación de por qué no se ha dignado a lanzarte una mirada de interés en toda la noche.
-Por favor, querida, no te esfuerces tanto en hacerme comprender la absoluta falta de interés que ese caballero tiene por mí.
-Mejor será entonces que la culpa la tenga tu manera de bailar, en vez de algo peor -replicó alegremente Lynetta.
-¿Y qué podría ser peor que eso? -exigió saber Margot, levemente ofendida.
-Solo quería decir que yo preferiría sentirme minusvalorada por mi falta de talento para el baile que, por mi incapacidad para entablar conversación, por ejemplo -explicó dulcemente Lynetta-. A ti siempre se te ha dado muy bien entablar conversación.
Margot se disponía a discutir ese punto cuando, en aquel preciso instante, una ola de conmoción recorrió la multitud. Las dos amigas se apresuraron a mirar a su alrededor. Margot no veía nada raro.
-No veo nada -dijo Lynetta mientras Margot y ella estiraban sus cuellos en dirección a la puerta.
-Ha venido alguien -comentó un caballero, cerca de ellas-. Una presencia inesperada, al parecer.
Margot y Lynetta perdieron repentinamente el aliento, mirándose la una a la otra con ojos desorbitados. Solo había una persona de importancia cuya presencia no fuera esperada aquella noche: la del inmensamente atractivo Montclare, que les había transmitido su hondo pesar por no haber podido asistir al evento. Lord Montclare reunía todos los requisitos adecuados que lo convertían en un codiciado partido: poseía una fortuna de diez mil libras anuales; heredaría algún día el título de vizconde Waverly; tenía unos preciosos ojos de ciervo, de largas pestañas, además de una encantadora sonrisa; y, por último, desconocía lo que era la soberbia o la arrogancia.
Promocion de Historias Romanticas para ti. Cada capitulo, una historia romantica diferente
Después de ser «marcada», la joven Zoey se une a La Casa de Los Vampiros, una escuela donde se entrenará para convertirse en un vampiro adulto. Eso, si consigue superar el Cambio; y no todos los marcados lo logran. Es un rollo comenzar una nueva vida, en especial lejos de sus amigos. AdemásZoey no es la típica iniciada. La diosa vampira Nyx la ha elegido como alguien especial. Pero no es la única iniciada de La Casa de la Noche con poderes especiales. Cuando descubre que la líder de las Hermanas Oscuras, el grupo de élite de la escuela, abusa de los dones concedidos por la diosa, Zoey debe buscar en su interior el valor para abrazar su destino… Con algo de ayuda de sus nuevos amigos vampiros.
Santander. Verano, 1918. Una abuela desconocida. Oscuros secretos familiares. Un amor poco adecuado. Alba Ansorena, hija de los marqueses de Lucientes, vive en la burbuja de comodidad propia de su aristocrática familia, aunque ella, a espaldas de sus padres, traza unos planes muy diferentes para romper con su destino. Acude con la familia a pasar un verano más en el Sardinero; sin embargo, en esta ocasión, el regreso de Cuba de una desconocida abuela sacará del armario familiar los esqueletos guardados que alterarán de forma drástica su apacible existencia. Al mismo tiempo, un atractivo viudo se cruzará en su camino. Tras un exilio de cinco años, Eduardo Arias ha regresado y levanta rumores de un escándalo en el pasado allá por donde va. A pesar de las advertencias y del vacío que la sociedad ejerce en torno del hombre, Alba no hace caso y transgrede las invisibles normas. La acción transcurre durante el veraneo de los reyes, de la Corte y del Gobierno en la ciudad de Santander, la cual permanece ajena a la primera guerra europea y al hambre que asola España por el encarecimiento de los alimentos, aunque no podrá escapar de la gripe que se convirtió en pandemia y que causó más muertes que el propio conflicto bélico.
Arturo se dio la vuelta y vino resueltamente hacia nosotros. Estaba espléndido, y nunca olvidaré que en ese momento comencé a amarlo. Y ya nunca dejé de hacerlo. Nunca nadie me ha provocado tanta pena, dolor y alegría como él. Ni siquiera por mis hijos he sentido el amor que le profeso todavía ahora. Y creo que aunque hubiera sabido lo que nos deparaba el futuro (preocupaciones, tormentos, batallas y penas), aun así le habría entregado mi corazón tal como hice entonces. Nacida en un entorno en el que los enfrentamientos son constantes y las armas están siempre presentes en la vida de hombres y mujeres, Guinevere, hija de una poderosa reina pagana, es una amenaza para su gente y una preciada presa para el temible mago Merlín. Enviada a un lugar secreto, crece bajo la protección de un hombre-lobo y de un druida de agrio carácter. Pero ni siquiera en las remotas costas de Escocia, donde los dragones velan por ella, está a salvo del todopoderoso mago. Merlín conoce el destino de la bella joven y no se detendrá ante nada para evitar el cumplimiento de la profecía, puesto que si Guinevere y Arturo llegan a reinar, llevarán la paz al país que convertirá a Merlín, hambriento de poder, en un personaje secundario.
Esta historia fantástica retrata el peligroso viaje de una guerrera mágica junto a un grupo de jóvenes, que tendrán que enfrentarse a un mundo arruinado y completamente desorganizado, e intentarán conseguir la reencarnación del Dragón , con unos poderes increíbles.
Tras una noche apasionada, Verena dejó algo de dinero y quiso marcharse, pero fue retenida por su acompañante: "¿No te toca a ti hacerme feliz?". Verena, siempre disfrazada de fea, se acostó con el tío de su prometido, Darren, para escapar de su compromiso con su infiel prometido. Darren gozaba de respeto y admiración, todos creía que era frío y temible. Corría el rumor de que lo habían visto besando a una dama contra la pared, pero muchos no lo creyeron. Después de todo, ¿quién podría conquistar el corazón de Darren? Entonces, sorprendentemente, Darren fue sorprendido agachándose para ayudar a Verena con sus zapatos, ¡todo para conseguir un beso de ella!
Jacob Morgan se ve obligado a contraer matrimonio por obligación su única intención es salvar su compañía de la bancarrota asumiendo el liderazgo de las empresas Morgan, puesto que es batallado por su primo Derek, a regañadientes acepta un encuentro orquestado por su madre con Natalia Redmond de inmediato queda prendado por la belleza de la dulce e inocente chica, pero rápidamente se da cuenta que sus exigencias no serán bien recibidas por la joven cuyo carácter obstinado se convierte en la horma de su zapato, lo que ignora Jacob es que Natalia oculta sus verdaderas intenciones al aceptar el matrimonio. Muchos secretos, muchas intrigas y muchos obstáculos. ¿Qué pasará cuando Jacob descubra la verdadera razón por la que Natalia acepta ser su esposa?
Era una doctora talentosa de fama mundial, CEO de una empresa que cotiza en bolsa, la mercenaria más formidable y un genio de la tecnología de primer nivel. Marissa, una magnate con una plétora de identidades secretas, había ocultado su verdadera identidad para casarse con un joven aparentemente empobrecido. Sin embargo, en vísperas de su boda, su prometido, que en realidad era el heredero perdido de una familia adinerada, canceló el compromiso, incluso la humilló y se burló de ella. Cuando las identidades ocultas de la chica salieron a la luz, su exprometido se quedó atónito y le suplicó desesperadamente que lo perdonara. De pie, protector ante Marissa, un magnate increíblemente influyente y temible declaró: "Esta es mi esposa. ¿Quién se atrevería a quitármela?".
La vida era un lecho de rosas para Debra, la hija del Alfa, hasta que tuvo una aventura de una noche con Caleb. Estaba segura de que él era su pareja designada por la Diosa de la Luna. Pero este hombre odioso se negó a aceptarla. Pasaron semanas antes de que Debra descubriera que estaba embarazada. Su embarazo fue una vergüenza para ella y para todos los que amaba. No sólo ella fue expulsada, sino que su padre también fue perseguido por los usurpadores. Afortunadamente, sobrevivió con la ayuda de la misteriosa Manada Espina. Pasaron cinco años y Debra no supo nada de Caleb. Un día sus caminos se volvieron a cruzar. Ambos estaban en la misma misión: llevar a cabo investigaciones secretas en el peligroso pueblo de Roz por la seguridad y la posteridad de sus respectivas manadas. Caleb todavía se mostraba frío con ella. Pero con el paso del tiempo, se enamoró perdidamente de ella. Intentó compensar el abandono de Debra, pero la chica ya no lo quería. Estaba empeñada en ocultarle que tenían una hija y también en hacer una ruptura limpia. ¿Qué les deparaba el futuro a los dos mientras viajaban por el pueblo de Roz? ¿Qué tipo de secretos encontrarían? ¿Caleb se ganaría el corazón de Debra y conocería a su adorable hija? ¡Descúbralo!
Después de tres años de matrimonio sin amor, la traición de Neil hirió profundamente a Katelyn. Ella no perdió tiempo y rápidamente se deshizo de ese canalla. Tras el divorcio, se dedicó a su carrera profesional. Alcanzó la fama como diseñadora, doctora y hacker brillante, y se convirtió en un icono venerado. Neil, consciente de su grave error, intentó en vano reconquistarla, solo para presenciar su magnífica boda con otro. Mientras sus votos se retransmitían en la mayor valla publicitaria del mundo, Vincent deslizó un anillo en el dedo de Katelyn y declaró: "Katelyn es ahora mi esposa, un tesoro de valor incalculable. Que todos los que la codicien tengan cuidado".
Durante tres años, Jessica soportó un matrimonio sin amor mientras su marido fingía impotencia. Sus mentiras se desvelaron cuando apareció una amante embarazada. Tras seis meses recopilando pruebas en secreto, Jessica se deshizo de él y construyó su propio imperio multimillonario. Tras el divorcio, se transformó en una figura irresistible, atrayendo admiradores. Un día, al salir de su oficina, se encontró con Kevan, el hermano de su exesposo. Él intervino, enfrentándose a ella: "¿Acaso era solo una herramienta para ti?". Los labios de Jessica se curvaron en una sonrisa tranquila mientras respondía: "¿Cuánta compensación quieres?". La voz de Kevan se suavizó. "Todo lo que quiero eres tú".